lunes, 22 de octubre de 2012

14 puntos tras 9 jornadas

14 puntos en 9 jornadas. Casi un cuarto de liga disputada y los dos conjuntos riojanos de Segunda B, Unión Deportiva Logroñés y Sociedad Deportiva Logroñés, se encuentran con similar bagaje, en mitad de la tabla, uno séptimo (UDL) y otro noveno (SDL), a 3 puntos de la fase de ascenso y con 5 de ventaja respecto a la de promoción y los puestos de descenso. Sorprende, en este sentido, encontrar al recién ascendido SDL en esos lugares. Un sitio logrado con mucho coraje, corazón y acierto, en momentos puntuales, en ambas áreas. Por su parte, el equipo consolidado, el aspirante al salto de categoría ha llegado a la séptima posición gracias a su espectacular solidez defensiva (5 goles recibidos, de los cuales 3 han sido en los despachos), a su gran racha actual de más de cinco jornadas imbatido (Castilla totaliza 475') y eso a pesar de su falta de pegada (4 goles en los últimos 5 partidos). Sin embargo, este camino, aunque de diferente manera, parece también haberlo encontrado la SDL en sus dos últimas victorias por la mínima en Noja y contra el Racing B.

Una cosa parece evidente, que la seguridad defensiva es fundamental para crecer. Que desde la defensa se construyen los equipos. Mientras que la SDL goza de oportunidades, aunque también concede, la UDL es, entiéndase bien, más rácana en ocasiones en ambas áreas. Los pupilos de Agustín Abadía, por así decirlo, asumen más riesgos sobre todo cuando juegan con la defensa adelantada, lo que provoca que en determinados momentos existan acciones bastante claras de los rivales. Pero de esta forma, los blanquirrojos se aseguran que las opciones de sus oponentes no lleguen por sistema, por acumulación. Aunque, por ejemplo, el duelo de ayer frente al Racing B bien pudo acabar con otro resultado, ya que después de una primera mitad más controlada, por así decirlo, ya que las condiciones del campo no permitían muchas florituras, por el bando local el duelo se quedó sin dueño en la segunda con un filial más incisivo y con más presencia en campo local.

Abadía, de partida, con el once que puso en liza mostró sus cartas, como después confesaría. Sin Pitu ni Del Puente en la convocatoria, el técnico de Binéfar apostó por un juego más directo y por una mayor presencia en el campo rival. Con dos jugadores hábiles tras recoger los rechaces, Candelas y Fran Sota, la intención era tras recuperar la pelota lanzarla con el menor número de toques posibles, y con precisión, hacia sus hombres más ofensivos, donde el trabajo de Jorge Herreros, la zancada de Olavarrieta y el desequilibrio de Toledo pudieran romper la defensa del filial racinguista. Un ejemplo claro de esto fue el tanto local, medida la segunda parte, aunque con intercambio de protagonistas. Robo de balón, Olavarrieta prolonga por banda donde llega Candelas con espacio que mete un buen pase raso y paralelo a la línea de gol para que Jorge Herreros, llegando desde atrás, marque su tercer tanto de la temporada. La consecuencia, en definitiva, fue que hubo llegadas, algunas con peligro, otras no tanto, que se pisó el área de Saúl y que antes de romper la igualada parecía cuestión de tiempo que el balón entrara. Un apunte interesante es la gran cantidad de saques de esquina que lanzó el cuadro local. Lástima que no se aprovecharan más estas acciones. 

Pero el Racing B demostró que no era un convidado de piedra. Mariano tuvo su momento, pero Gonzalo evidenció que está de dulce y con una parada similar a la de Casillas a Robben en el último Mundial (con el exterior de la pierna derecha) desvió a córner lo que se cantaba gol visitante. No fue la única intervención de mérito del riojano, que se va asentando debajo de los palos. Ya en la segunda mitad evitó, merced a sus reflejos, que el Racing B se adelantara y que cuando la SDL más tenía que haber cerrado el partido, justo cuando iba por delante en el marcador, los pupilos de Ricardo Alonso empataran la contienda. Una evidencia de que la SDL pese al trabajado triunfo debe pulir detalles. Siempre hay cosas que mejorar. Cierto que el estado del verde condicionó bastante y que se trató de tapar al oponente después del gol, pero esto es Segunda B y los rivales aprietan, aunque sea por orgullo, cuando no tienen nada que perder. Sin embargo, lo importante es que los blanquirrojos siguen sumando por tercera jornada consecutiva, amplían su margen sobre la zona peligrosa y dan sensación de estar capacitados para soprender a cualquiera, aunque también, por momentos, ofrecen dudas (lógicas).

Por su parte, la UDL, aunque sumó un punto en un campo complicado como Lasesarre ante un rival en estado de gracia, Barakaldo, la sensación que queda, por el desarrollo del partido, es que los de Pepe Calvo se dejaron dos puntos. El hecho de jugar más de una hora en superioridad, por la expulsión por doble amarilla de Espinosa, deja que pensar en la oportunidad perdida. Asimismo, se pudo comprobar que al equipo blanquirrojo le falta algo más de profundidad e incluso, aunque eso es muy relativo y puede ser gratuito por mi parte, algo de ambición para querer ganar (no pongo en duda que la intención última es sumar de tres en tres). Los riojanos tuvieron oportunidades, un remate de Iturralde en la primera mitad que se fue lamiendo el larguero, un cabezazo de Barrón y alguna ocasión de Juanjo, ya en la segunda parte, pero quizá faltó mayor insistencia en determinados momentos. 

Las buenas intenciones de buscar la amplitud para generar espacios en la defensa rival fue buena, aunque se careció de algo más de velocidad en la circulación de la pelota para, de verdad, hacer daño a los vizcaínos, que como era lógico tras su inferioridad retrocedieron unos metros a la espera de tener su oportunidad a la contra o en alguna acción de estrategia. El Barakaldo evidenció que se encuentra cómodo esperando en su campo, mientras que la UDL, pese a sus buenas intenciones puede que echara de menos la visión de Sergio Rodríguez, ya que la banda izquierda fue la más activa y peligrosa de los blanquirrojos, así como las incursiones de Barrón. Un aspecto que puede que hiciera más previsible de lo esperado a los riojanos. Rubén García le dio más criterio que Moustaphá en la elaboración, aunque el senegalés saltó de inicio para realizar otras labores, en las que cumplió con creces. Juanjo volvió a ser el referente. Con movimientos trató de zafarse de la marca de los centrales y gozó de alguna ocasión. Iñaki, saliendo de refresco, dio un puntito más de verticalidad, pero no fue suficiente para que el equipo sumara los tres puntos. El aspecto positivo es que la UDL lleva ya 475' sin recibir un gol, cada vez más cerca del récord histórico logrado la pasada temporada.

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