jueves, 20 de junio de 2013

Fin de curso

Llega el momento de cerrar el curso. La actualidad futbolística riojana entra ahora, bueno lleva un tiempo (salvo para los equipos que estaban inmersos en el 'play off'), en una fase de silencio informativo, salvo fichajes o presentaciones concretos. Es la hora de negociar, de convencer a los futbolistas para que se adhieran al proyecto de un club determinado. Habrá renovaciones, habrá sorpresas en las bajas y llegarán nuevos refuerzos que supuestamente intenten dar un salto de calidad a su plantilla. Es la meta de todos, mejorar lo hecho la temporada pasada. En Segunda B, tanto Unión Deportiva Logroñés como Sociedad Deportiva Logroñés parece que van a compartir filosofía en cuanto a la concepción dejugadores; curioso porque puede darse el caso de que la UDL aumente su nómina de riojanos (algo evidente) y que la SDL lo disminuya. Ambos conjuntos quieren partir desde la humildad, el más longevo en la categoría (será la quinta temporada) presentó ayer a su cuerpo técnico, con Raúl Llona a la cabeza, con la intención de dejar de vender humo (es un paso) y ser realistas con lo que hay. Los de Agustín Abadía, por su parte, confeccionan su plantilla renovando a gran parte de sus futbolistas y sabiendo desde que debutaron en la división de bronce cuál es su sitio (muy importante para saber a dónde se quiere llegar). Por de pronto, el 17 de julio comenzará la pretemporada.

En Tercera, habrá movimientos, como siempre. En algunos clubes ya ha habido cambios en los banquillos, lo que supone nuevos incentivos para esos equipos. En otros, todavía hay dudas sobre quién ocupará esa parcela, mientras que algunos ya se ha confirmado su continuidad. Con los jugadores ocurre algo similar. Un buen número de ellos, descontentos tras su participación esta pasada campaña, buscarán nuevos retos en busca de una confianza de la que no han gozado. Otros, quizá, piensen que su etapa en un determinado equipo ha terminado y opten por buscar otro camino donde creen que van a progresar. El caso es que este mes de junio (algunos fichajes ya están concretados de antes) suele ser muy movido en este sentido. Es momento de acertar y eso nunca es fácil. Por su parte, en Regional todo va más despacio. Aunque algunos clubes contarán con una columna vertebral importante, muchos equipos esperan a conocer algunos descartes de Tercera para apuntalar su bloque. Eso no quita para que ya se esté trabajando en una categoría poco brillante y poco cuidado, sobre todos los que quieren estar peleando por el ascenso.

Por mi parte, el blog se toma unas pequeñas (medianas o largas) vacaciones. ¿De qué voy a hablar? Por temas no será, pero a lo mejor no son de vuestro interés y escribir por escribir es tontería. Esto no quita para que de vez en cuando haga alguna entrada con algo de sentido (si es que hecho alguna) durante este período de inactividad (en los terrenos de juego). Por problemas de presupuesto va a ser imposible explotar a un becario (si hay algún interesado que me lo haga saber), así que confiando en mi regreso, puntual o no, sólo me queda daros las gracias por la fidelidad. Sin vosotros, el tiempo que dedico a este punto de encuentro con el fútbol riojano no tendría sentido. 

Un saludo a todos.

miércoles, 19 de junio de 2013

Los más destacados de Tercera

¿Qué significa ser mejor jugador? ¿Qué baremos hay que seguir para dar con él? Cada uno tiene los suyos. Lo que para uno ser el mejor significa ser el más desequilibrante, para otros quizá sea ser el más constante en su rendimiento. Es indudable que aquellos futbolistas con alta calidad técnica individual tienden a estar en los primeros puestos, pero a mí parecer hay otros factores igual o más importantes. En este sentido, la evolución del futbolista también debería ser tenida en cuenta, así como el rol que ese jugador ocupa en el colectivo. Incluso conocer su regularidad en las actuaciones. El hecho de ocupar una determinada posición influye, puesto que siempre se tiende a destacar a los delanteros, a los que se citan con el gol cada domingo. Por eso, más allá de formar un once (cuestión que desconozco porqué gusta tanto), algo a lo que me niego porque cada jugador si destaca en una determinada demarcación es porque actúa dentro de un colectivo concreto, mi intención es, siguiendo mi juicio (más o menos acertado), ofrecer una lista de futbolistas (seguro que me dejo alguno) que esta temporada bien han destacado por sus actuaciones bien los considero jugadores que han dado un salto competitivo, tanto por su evolución como por su importancia dentro de un club.

Es indudable que voy a empezar por aquéllos que casi todo el mundo que ha visto algún partido de Tercera citaría. Si me dejo llevar por los nombres dados por los propios entrenadores es evidente que no comparto con ellos algunas de sus preferencias, lo cual no quita para que piense que son futbolistas destacados y muy importantes en sus respectivos equipos. Del bloque formado por Berni; Txejo, Mikel, Aguinaga; Alberto, Herce, Israel Losa, Chimbo; Jorge, Omar y Rubén Pérez hay alguno que me sobra. Incluso en el banquillo: Javi Pérez, Javi Tres, Rocha, Breixo y Urtasun. Siempre es más fácil destacar en un equipo puntero que en uno de la zona media o incluso baja. No soy quién para desautorizar a los técnicos, pero mis criterios, en algunos casos, van por otro lado. Probablemente el hecho de haber jugado siempre en equipos de perfil bajo haga que sea sensible con futbolistas de otro corte. No vayamos a confundir los términos. Por ejemplo, como central uno de los futbolistas más difíciles para marcar esta campaña ha sido Urtasun (cubre de el balón de vicio y es difícil anticiparse, va bien por arriba, es un rematador, se mueve en horizontal y vertical), pero eso no significa que sea el mejor jugador. De ser así, habría marcado 30 goles, por ejemplo y hubiera sido titular indiscutible en el Calahorra (cosa que no ha ocurrido). Es un ejemplo de falta de constancia en sus actuaciones pese a ser un futbolista con clase. Por esa regla de tres todos los jugadores brillantes deberían estar en el once ideal siempre. Y eso no es así.

Cada equipo cuenta con jugadores indispensables en sus esquemas. Unos por calidad, otros por el rol que desempeñan, por su rendimiento, por la confianza que deposita el entrenador, porque responde a lo que desean sus técnicos, por su aportación al grupo, porque se lo merecen en los entrenamientos... hay infinidad de motivos. En esta línea, cada club contaría con un par, mínimo, de jugadores que merecen englobar una lista de preferidos que sería tan amplia como equipos de Tercera. En ella algunos repetirían campaña tras campaña y a lo mejor, pese a destacar, no son futuribles para otros conjuntos. Suelen ser futbolistas regulares, voluntariosos, solidarios, trabajadores... 

Destacar algunos futbolistas en los mejores equipos creo que no tiene mérito, por eso voy a tratar de ir un poco más allá (que me perdonen los jugadores de los puestos de honor) y voy a enseñar a una serie de jugadores (de todos los clubes) que, por diferentes circunstancias, creo que han dado un salto cualitativo esta campaña y que merecen ser destacados por su rendimiento y regularidad, así como su importancia dentro de su club. En el Calasancio es evidente que la mejora sufrida esta campaña hay que entenderla, además de por el trabajo realizado desde el banquillo por la pericia de algunos de sus futbolistas: Berni, en la portería, Gonzalo, central con importante faceta goleadora, Romero, centrocampista bregador, o Chávarri, delantero con potencia. En La Calzada, sin duda Gálder ha sido un futbolista determinante para los intereses rojillos siendo el líder en la medular. Álex, Fer y Rocky también han ganado en jerarquía. En el Villegas, el delantero Abel (ahí están sus 16 goles) y el polivalente Cosmin han sido vitales para la permanencia, pero también lo han sido novatos en la categoría como el juvenil Héctor, Miguel, Sicilia o Capi. En el Pradejón, Abraham y Garatea han dado la consistencia y el aplomo necesario a un bloque en el que a título individual ha destacado Noé (gran toque de balón), pero en el que Boujama o Iker han sido claves, así como Josemi con su aportación. En el Vianés, es necesario destacar a tres futbolistas Javi Alonso (extremo zurdo), Víctor (como enganche y con llegada) y Jorge (delantero) que han sido fundamentales para entender el éxito de los navarros. 

En el Berceo, hay que destacar la regularidad de Lopo, Terri o de Víctor, así como la frescura que han dado Cañas, el juvenil Garrido o el desparpajo de Dani Suárez, futbolista de clase y desequilibrio. En el Agoncillo, Navarro y Chino han sido constantes en sus esfuerzos, la aportación de Rubén desde el lateral izquierdo fue una sorpresa, mientras que Dani López ha adquirido protagonismo. En el Aldeano, pese a los múltiples problemas de lesiones, Gabri, en la medular, y Mauleón, como delantero, han sido dos futbolistas destacados. En el Rapid, la llegada de Ismael dio aire fresco en un bloque en el que Maté o Darío han sido vitales. En el Anguiano se ha demostrado que apostar por la veteranía es un acierto, que se lo digan al eterno goleador Joseba, al incansable Álex o al central Cali, entre otros. Aunque en los serranos, hay que destacar a dos centrocampistas que esta campaña han dado un paso adelante: Íñigo y Hugo. En el irregular San Marcial, tanto Alberto como Luigi le dieron un punto de consistencia el bloque en el que Rivas ha destacado por encima del resto, así como Raúl Blanco desde su llegada en enero. 

En el Arnedo, las lesiones han lastrado a De Blas, mientras que Dani ha ganado en minutos y presencia. No mencionar la calidad de Darío sería un crimen, pero parece ser un futbolista acomodado que no acaba de explotar pese a sus condiciones. En el River Ebro, Parri y Javi Tres han dado aplomo al bloque, en el que hay dos nombres propios: Álvaro y Arévalo. El primero con gran calidad y el segundo con mucha llegada desde la segunda línea (13 goles). En el Náxara, el delantero Orodea ya es una realidad, así como el central Carlos. Juan, en la medular, se ha echado a la espalda al equipo, mientras que Lozano, desde un extremo, ha sido un acierto. En la Oyonesa, la gran primera vuelta de Sergio Domínguez fue colosal, mientras que Escribano, irregular, ha asumido la capacidad goleador en el tramo final. El delantero Jadraque, con muchos minutos, ha crecido, mientras que Endika, en el centro del campo, se ha adaptado perfectamente a lo pedido por Jorge Ochoa. Además, hay que destacar la sobriedad de Cristian en la portería. En el Calahorra, me quedo con la regularidad del portero Ander, del lateral Héctor Segura y el desborde, algo inconsistente, del extremo Mario León. Que los delanteros Jorge y Urtasun, ambos de mucho talento, no han sido claves sería engañar. 

En el Haro es inevitable apuntar la regularidad de los defensas Txejo y Mikel, central con mando, el equilibrio que ofrece Alberto o la velocidad del delantero Ander. Me gustaría destacar el papel de Morales, el revulsivo blanquinegro que siempre ha aportado aunque saliera 3 minutos. En el Alfaro, Cabrera ha sido más consistente que la campaña anterior y su polivalencia ha sido importante para cubrir huecos. Herce se ha destapado como un gran llegador (el entrenador le ha dado más libertad en ataque), mientras que Omar ha brillado desde el centro gracias a su zancada y agilidad. En el Yagüe, hay que apuntar la aparición de Carlos, como lateral zurdo, que en su primer año después de juvenil se ha consolidado o la polivalencia de Gabri. En el Varea, para terminar, es indudable que la aportación de Rubén Pérez en la segunda vuelta (17 goles) ha sido vital para llegar a la fase de ascenso. Rocha se ha consolidado como lateral zurdo, mientras que Carmelo Sota ha sido un futbolista determinante, pese a que en el tramo final liguero le ha podido la ansiedad.

Sin duda es una amplia lista en la que seguro que faltan algunos de los que deberían, pero en la que creo sí están los que se lo han merecido. Ausencias hay, varias provocadas. Insisto en el futbolista además de su condición técnica hay otras variables.

martes, 18 de junio de 2013

Resumen Tercera (VII)

Última entrega de mi resumen de Tercera. En esta ocasión, una vez eliminados de la fase de ascenso a Segunda B, toca hablar de Haro y Varea. Ahora sólo queda un balance general, que haré mañana, con el que bajo mi punto vista han sido los futbolistas más determinantes, así como los jugadores revelaciones o destacados.

Haro: 1º, 95 puntos (100-13)

Pese a que la sensación final en el Haro puede ser la de decepción después de desperdiciar el 1-2 logrado en tierras murcianas en la segunda eliminatoria de la fase de ascenso no hay que olvidar los logros cosechados por el equipo blanquinegro durante esta temporada. Sus números están ahí por algo. Por cuarta vez en las últimas 7 temporadas llega al menos a 100 goles en liga regular (100 en 2006/07, 2011/12 y 2012/13; 101 en 2007/08). Ha obtenido su récord de puntos en una campaña, 95, por delante de los sumados en la 2006/07 (94) y en la 2011/2012 (92). Su diferencia de goles también es la mejor, 87, superior a la de 2006/07 (85) y 2011/12 (81). Incluso la actual temporada ha sido en la que menos goles ha encajado: sólo 13 tantos; una cifra mejor que en la 2006/07 (15). Además, como parece una tradición en La Rioja en los últimos tiempos ha sido el último equipo de categoría nacional en perder. Lo que le ha supuesto acabar como líder de su grupo por segunda vez en su historia (la primera fue en la 2006/07). Circunstancia que también sucedió con Oyonesa y SD Logroñés. Para acrecentar su ego, el Haro estuvo 23 jornadas seguidas (las 23 primeras) invicto y acabó la liga regular como un tiro con 12 victorias consecutivas.

Hay que tener en cuenta, es importante, que el bloque del Haro, con Roberto Ochoa al frente, en las últimas campañas ha ido perdiendo amplitud de plantilla. En este sentido, podía decirse que el técnico jarrero ha utilizado apenas 16 futbolistas toda la campaña. Javi Pérez ha sido el portero titular, aunque Javi Ríos ha gozado de oportunidades para demostrar su valía. En defensa, apenas cinco hombres: Beraza, Mikel, Pirri, Txejo y Joseba. Entre ellos han venido ocupando la zaga durante todos estos meses. En el centro del campo, Alberto y Tato han dado equilibrio al centro del campo (Arias en alguna fase de la campaña ha sido titular), dejando en los extremos a Javi López y Breixo, siendo Aimar y Edu Martín futbolistas que han solido salir desde el banquilo. En ataque, Unai y Ander se han complementado, mientras que Morales, como revulsivo, ha dado más de lo que se lo podía pedir.

Grandes números para una plantilla corta a la que quizá le ha faltado la brillantez que sí determinan sus guarismos. Pero Roberto Ochoa, desde que asumió la dirección del equipo, comprendió que para poder aspirar al ascenso hay que ser sólido en defensa. Además, ha demostrado una gran adaptabilidad, puesto que ha sabido mover sus piezas en aras de conseguir un conjunto férreo en las labores defensivas, equilibrado en la medular y letal con espacios. Ha estado siempre más cómodo cuando tenía que esperar que cuando debía dominar el partido. De ahí que su juego en El Mazo, salvo excepciones, no haya sido tan visual como a lo mejor algunos espectadores hubieran deseado. Sin embargo, a domicilio sí que ha mostrado una cara más seria, más práctica, más eficaz cara a la meta rival. Competitivo hasta el final, pese a las tres derrotas en la fase de ascenso a Segunda B ha sido un conjunto que ha echado de menos a un futbolista que asuma la responsabilidad cuando las cosas van mal, un jugador que en el campo ejerza el liderazgo para llevar a su equipo a las mejores cotas. Quizá ese futbolista se cotice y por ello el Haro no ha podido contar con él. Otro debe, por decir algo, es que en el juego defensivo a balón parado no ha sido todo lo contundente que se esperaba. Pero seguro que la campaña que viene el cuadro blanquinegro lo vuelve a intentar.

Varea: 4º, 80 puntos (94-40)

Los 48 puntos (16 victorias de 19 partidos) sumados en la segunda vuelta han permitido al Varea mejorar los registros logrados la temporada anterior (78 puntos, 93 goles a favor y 43 en contra). Desde este punto de vista, el avance de los arlequinados ha sido positivo. Incluso en la fase de ascenso, ya que superó la primera ronda (de hecho ha sido el único equipo riojano capaz de vencer una eliminatoria). Sin duda, los números de la segunda parte del campeonato obedecen casi más a un campeón de grupo que a un cuarto clasificado (ha sido el segundo mejor equipo de la segunda vuelta por detrás del Haro que ha sumado 50 puntos). Un hecho que no debe caer en el olvido y que debe servir como motivación para que el cuadro arlequinado sí aspire la próxima campaña al liderato del grupo. En principio, una de las metas de esta campaña pasaba por pelear por ese puesto. Se intuía que Haro y Alfaro iban a estar en la terna. Pero al Varea le costó encontrar la regularidad al comienzo de liga, sobre todo, cuando ejercía de local, donde sufrió dos empates seguidos ante Pradejón y Yagüe que supusieron la destitución de Iñaki Pacheco tras la 7ª jornada (4 triunfos y 3 empates era su bagaje). 

Una noticia que no pilló de sorpresa al entrenador riojano, consciente de que el presidente iba a esperar el mínimo fallo para cambiar de técnico. Emilio Remírez tomó el mando de operaciones y lo hizo cambiando de forma radical la manera de jugar del equipo: de la combinación y elaboración se pasó a un juego más físico, directo y vertical. Asimismo, algunos futbolistas abandonaron el club y otros llegaron. Al preparador navarro le costó encontrar la fórmula para que los suyos se adaptaran a lo que quería implantar. La consecuencia fueron varias derrotas como visitante (en las primeras 9 salidas el balance fue de 6 derrotas, 1 empate y 2 victorias). Parecía que el Varea se alejaba incluso de la fase de ascenso, único objetivo posible. Antes del cierre de incorporaciones del mercado de invierno Rubén Pérez regresaba al Varea (17 goles en la segunda vuelta). Una decisión acertada. Es como si el futbolista de Miranda hubiera supuesto una motivación extra para los intereses de los logroñeses. Si el Varea quería llegar al 'play off' necesitaba una racha espectacular de resultados.

Para ello, Remírez apostó por un once en el que apenas hubo variaciones, salvo lesión o sanción. La confianza del grupo fue aumentando a medida que llegaban los triunfos. Carmelo Sota, Rubén Pérez, Chimbo, Efrén y Borja (los dos últimos desequilibrando desde los extremos) destacaban en la faceta ofensiva, mientras que la zaga se mostraba más consistente y regular gracias a la pericia de Reinares y Aguinaga en el centro de la zaga, dejando a Asier y Rocha en los laterales. En el centro del campo, Maño recuperaba una buena versión para dominar su parcela, mientras que Miguel, Nacho Elías y Urko (este último incluso se ganó la titularidad en la fase de ascenso) permitían dar descanso a los más habituales. Ahora todo parecía ir sobre ruedas. Cada llegada al área rival era una ocasión de gol. Había confianza y el equipo creía en sus posibilidades. Ni el 0-4 ante el Haro fue un impedimento para que el Varea lograra su objetivo. Se metió entre los cuatro primeros, superó al Novelda (1-3) cuando todo parecía perdido (1-2 en el Municipal de Varea) y se mantuvo con opciones ante el Laudio hasta los últimos minutos de la vuelta (0-2 en la ida y 1-1 en Llodio).

lunes, 17 de junio de 2013

Sin ascensos a Segunda B

Varea y Haro cierran la temporada. Lo hacen, quizá, antes de lo que hubieran deseado, quedándose a las puertas de la última eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B. Pero con justicia. mientras que los arlequinados buscaron otra nueva hombrada en Llodio tras el 0-2 de la ida, los jarreros no supieron administrar la ventaja conseguida en tierras murcianas (1-2). Si los de Emilio Remírez tuvieron la fortuna de adelantarse e incluso soñar con la prórroga, los de Roberto Ochoa, presa de muchas cosas, pero de ninguna positiva, fueron acumulando mazazos hasta que Pirri forzó una prórroga esperanzadora. Nada más lejos de la realidad porque el Mar Menor, con todo perdido, nubló a los blanquinegros, incapaces de asumir la renta.

Laudio-Varea: 1-1 (3-1)

Efrén en el 69' hizo creer al Varea. 0-1, más de 20 minutos por delante y sólo un gol para forzar la prórroga. Lo vivido en los 160 minutos anteriores parecía no importar. Que el Laudio hubiera demostrado ser superior, dominar los dos partidos y generar ocasiones, entre otras, pasaba a un segundo plano. Que Rubén García fuera uno de los culpables de que los arlequinados siguieran con opciones también se olvidó. Con un increíble 0-1 ante un rival más hecho y con posibilidades. Curioso esto del fútbol. Y el Varea lo intentó, a su manera, con empuje, con balones largos, tratando de exprimir cada jugada a balón parado... que no fuera por ellos. Sin embargo, en honor a la verdad el Laudio ha sido justo vencedor de la eliminatoria. Si en el Municipal dejó una sensación de bloque superior en Ellakuri continuó evidenciando su favoritismo. Lo hizo pisando área rival, poniendo en aprietos a Rubén García y mereciendo el premio del gol. Y eso que Ramón Castelo dio descanso a algunos de sus mejores jugadores. Sin embargo, Galder, como sucedió en la ida, fue un tormento para los centrales visitantes. Pese a ello, el Varea aguantaba las embestidas locales o mejor dicho su portero desquiciaba a los rojiblancos. Se llegaba al descanso con la sensación de que mucho tenía que cambiar el choque.

El comienzo del segundo tiempo fue una continuidad: el Varea dominado en su campo a la espera de una conexión letal, como la vivida en el primer tiempo que acabó con un tiro de Sota que sacó sobre la línea Gaizka Bergara. Poco más podía, o le dejaba hacer el Laudio. Pero hubo un resquicio cuando Efrén, en un barullo dentro del área, estuvo más listo que el resto y empujó el balón al fondo de la red. Quizá sin merecerlo, pero el 0-1 subía y animaba a los visitantes. Sólo había que marcar por segunda vez. Fueron minutos en los que los logroñeses buscaron el tanto, aunque sin finalizar las jugadas. Los riesgos asumidos eran grandes y a la contra el Laudio podía sentenciar. Y lo hizo, ya en el tiempo de descuento por mediación de Tyson. Pese al empate y la eliminación en la segunda ronda, sin duda el Varea ha dado la cara en este 'play off', más allá de los resultados cosechados.

Haro-Mar Menor: 1-3 (3-4)

La situación parecía inmejorable para pasar de ronda, pero el Haro se acordará, bastante, de la primera parte en tierras murcianas. Ahí se empezó a gestar, casi sin quererlo, la derrota en El Mazo. En El Pitín, los de Roberto Ochoa pudieron sentenciar, tuvieron el 0-3, antes de que el Mar Menor recortara al filo del descanso. Ese gol cambió la eliminatoria, dio alas a los murcianos e hizo más pequeños a los blanquinegros. Los riojanos salieron temerosos ante su afición, sabedores de que la ventaja podía ser suficiente, pero con la sensación de miedo en el cuerpo. Era como si los jarreros, desde el pitido inicial, ya estuvieran pensando en administrar el 1-2. Mal asunto. Pero se puso el panorama cunado Emilio, a los 7', adelantaba a los murcianos. Lo peor que le podía suceder al cuadro riojano. Ahora pensaba en exceso, la cabeza, confundida, iba a muchas revoluciones y no dejaba actuar al cuerpo, que se dejaba llevar. La consecuencia fue que el Haro parecía ausente, sin identidad, excesivamente previsible en ataque (apenas existió) y dubitativo en las tareas defensivas. Ver tres pases seguidos en los locales parecía un imposible y el equipo de Paco García, ordenado y con las ideas claras, apretaba en busca del error. El descanso vino bien a los blanquinegros. Había que reorganizarse, aunque lo más importante era expulsar los nervios y la ansiedad. Emilio, por si acaso, hacía mella con el segundo tanto personal al poco de empezar el segundo tiempo. Nuevo escenario. Más de media hora por delante y el Haro, por primera vez iba por detrás en el marcador global. Los miedos debían desaparecer porque peor era difícil hacerlo. Sólo se podía mejorar. 

No fue fácil encontrar el camino porque los locales estaban muy atascado, demasiado. La confianza estaba del lado del Mar Menor, confiado en sus posibilidades y conscientes de la oportunidad que tenía. El tanto de Pirri tras una acción de estrategia en el 89' volvía a dar un vuelco. El 1-2 obligaba a la prórroga. 30' de esperanza para ver a un Haro diferente, más intenso y convencido de sus opciones. Pero no fue el caso. Álvaro colocaba el 1-3 y hacía prácticamente imposible que el Haro estuviera hoy en el bombo. Veinte minutos en los que el conjunto blanquinegro evidenció sus carencias cuando tiene que dominar y generar ocasiones de gol en juego estático. Algo que, sin embargo, no ha sido nuevo esta temporada, pero que ante equipos de menor calidad se lograba casi por perseverancia. Sin duda, tras el 1-2 de la ida, la decepción en los aficionados jarreros fue evidente. Tanto que hasta hubo pitos (también aplausos), algo inmerecidos pese a que la sensación fuera de haber tirado la eliminatoria. Hay que quedarse con el rendimiento global del equipo y con las cosas positivas. De la negativas, seguro que se aprende.

sábado, 15 de junio de 2013

Previas 15 y 16 junio

El Varea y el Haro afrontan la vuelta de la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B con diferentes marcadores y perspectivas. Mientras que los arlequinados deben remontar un 0-2 en Llodio ante un rival que mostró ser superior en la ida, los jarreros tienen la oportunidad de rematar la faena realizada ante el Mar Menor en tierras murcianas (1-2) ante su público. Los logroñeses apelan al espíritu de Novelda (remontaron el 1-2 de la ida venciendo 1-3 a domicilio), mientras que lo riojalteños, sin confianzas, lo van a dar todo para estar en la ronda final.

Sábado 15 de junio

Lauido-Varea (Ellakuri, 18.00)

El 0-2 de la ida obliga a una machada al Varea. Los arlequinados, cuando nadie daba un duro por ellos, ya fueron capaces de aprovechar sus oportunidades y de ser letales de cara al marco rival en Novelda. En tierras valencianos fueron sólidos en defensa y tuvieron la chispa necesaria para mostrar un ataque contundente en el remate. A ello debe apelar esta tarde para meterse en la última ronda de la fase de ascenso a Segunda B. De partida, en Ellakuri, el cuadro riojano deberá salir con una mentalidad más ambiciosa, o mejor dicho, menos temerosa que la del domingo pasado. El Laudio evidenció en el Municipal que es un bloque superior, que sabe llevar el control del partido y que tiene calidad en los metros finales para romper un choque. La confianza ganada en La Rioja puede derivar en relajación, aunque puede ser más un deseo que una realidad. Sin embargo, el Varea debe apelar a dañar la moral de los alaveses. Los riojanos, para estar vivos en la eliminatoria, tienen que ser más intensos, ser más agresivos en la presión y no dejar que su rival mueva el balón con comodidad. La efectividad también cuenta y un gol en los compases iniciales de los visitantes puede ser importante para albergar esperanzas de éxito. Como ya sucediera contra el Novelda, la ronda ya está perdida, así que no hay nada que temer. Momento para que cada futbolista, sin presión, saque lo mejor de sí mismo. Ojalá que Carmelo Sota, al que se leve algo ansioso cara a puerta, logre desatascarse. Ojalá que Chimbo, intermitente en la ida, guíe a su equipo al éxito. Ojalá que Reinares y Aguinaga, irregulares en la ida, aporten la seguridad a sus compañeros. Ojalá que Asier y Rocha no sufran tanto en defensa y puedan permitirse alguna alegría en ataque. Ojalá que Maño tenga esa pausa necesaria para dar buenos pases y no errar tanttos como en la ida. La baja de Rubén Pérez es importante, pero seguro que Emilio Remírez tiene preparada la fórmula para buscar la victoria en Llodio. Alternativas maneja: dejar a Chimbo con libertad en el enganche o poner a Zabala de segundo delantero son algunas, pero hay más. El objetivo, en todo caso, pasa por ser competitivo y pelear con dignidad.

Domingo 16 de junio

Haro-Mar Menor (El Mazo, 19.00)

El 1-2 de la ida invita al optimismo. El Haro trajo de tierras murcianas un buen resultado que pudo ser mejor, aunque también peor. Sin confianzas y asumiendo que los jarreros tienen que fijarse en la primera media hora del partido de hace una semana para encarar la vuelta convencidos del éxito. Los riojanos aprovecharon los compases iniciales para presentar sus credenciales, poner nerviosos a su rival y encarrilar la eliminatoria. Pero los blanquinegros, tras encajar un gol al filo del descanso, comprobaron que el Mar Menor sabe competir pese a que el marcador le sea adverso, que es un bloque que aprieta si hay necesidad y que crea ocasiones. Además, acuden a El Mazo con mucho que ganar y poco que perder. El Haro debe ser  consciente de eso y tiene que saber llevarlo a su terreno. Aunque sea inevitable pensar en que es una eliminatoria de 180 minutos, los de Roberto Ochoa tienen que encontrar la manera de centrarse en estos 90 minutos como si fueran uno y con el 0-0 en el marcador. Si el futbolista, aunque sea inconscientemente, elucubra con la renta obtenida puede que haya un problema porque tenderá a dejarse llevar, a estar tranquilo si el resultado acompaña, a ser conformista en determinados momentos... es como si el 1-2 fuera una losa más que un trampolín en su confianza. Porque si por un casual, el Mar Menor se pone 0-1 la mente del jugador puede empezar a confundir los conceptos y cambiar el chip en unos minutos es complicado. De ahí, que el Haro deba estar convencido de sus posibilidades y olvidarse de lo sucedido en Pitín (que le sirva como referencia) para saltar a El Mazo con la mente puesta en ganar el partido. Además, el Mar Menor, obligado, tiene que mostrar una cara ambiciosa, osada y arriesgada que puede favorecer a los intereses jarreros tras el robo de balón. Circunstancias que también hay que aprovechar. En definitiva, los blanquinegros tienen argumentos para estar presentes en la ronda final de la fase de ascenso a Segunda B, ahora sólo queda plasmarlo sobre el campo.

viernes, 14 de junio de 2013

Resumen Tercera (VI)

Sigo con mi particular resumen de los equipos de Tercera. Hoy toca la sexta parte con el análisis del Calahorra, Náxara y Yagüe.

Calahorra: 3º, 82 puntos (66-26)

Regresaba Javier Salvatierra al Calahorra tras pasar por tierras aragonesas y lo hacía con la intención de dar continuidad al proyecto que inició. Si en su primera época, el técnico tuvo que apostar por la gente joven y de la casa, esta vez lo ha podido combinar con la presencia de algunos jugadores que le han dado fiabilidad y calidad a un equipo que ha regresado al 'play off' tras varios años de vacío. Si bien al comienzo liguero el cuadro rojillo se mostró como un equipo alegre y combinativo con espacios, en la segunda parte de la temporada fue adquiriendo rasgos más prácticos que han profundizado en una variedad de recursos que han beneficiado al grupo. Con una plantilla corta, Salvatierra ha tratado de explotar sus armas. Por de pronto, el Calahorra ha hecho de La Planilla casi un fortín, puesto que sólo el Varea ha sido capaz de ganar, además de ceder empates contra Anguiano, River Ebro, Oyonesa y Pradejón. Gracias a su destreza ante su afición, el conjunto rojillo fue ganando en confianza para ir mejorando sus prestaciones como visitante. De hecho, durante gran parte de la campaña el equipo riojabajeño fallaba a domicilio (derrotas contra Calasancio, Oyonesa, Alfaro, Agoncillo y Varea). Pero aprendió de los errores, y los rojillos han sido solventes en la recta final, ahí están sus últimas 13 jornadas invicto y sus dos empates en la fase de ascenso, donde el Coria pasó por la diferencia de goles como visitante. Por no contar que fue el protagonista de romper la espectacular racha del Haro, invicto hasta febrero.

Con un once más o menos fijo, Salvatierra ha tenido en Ander, como demostró en el partido de ida ante el Coria, un seguro de vida en la portería. En defensa, Héctor Segura ha combinado el lateral derecho con el extremo, por lo que Sarró también ha ejercido en muchos encuentros de '2'. Guillermo, futbolista polivalente, ha sabido adaptarse a las necesidades: lateral, central o centrocampista. Silvani y Jon Goñi era la pareja de centrales ideal de Salvatierra, pero la lesión de navarro ha propiciado que Picuchos haya alternado el centro de la zaga con el lateral zurdo. En el centro del campo, Aibar ha dirigido con criterio al equipo. Se ha apoyado, desde enero, en Jonathan, un futbolista con mucha movilidad. César también ha aportado con trabajo y calidad en esa parcela. En los costados, Luis Álvarez y Mario León han sido desequilibrante; el primero más por calidad y el segundo por velocidad y desborde. En el ataque, Urtasun y Jorge han sido dos de los delanteros más completos de la categoría. Por si acaso, aunque ha jugado poco, Diego ha puesto goles. Además, del aspecto individual de los jugadores, el Calahorra ha destacado por ser un equipo que ha exprimido las acciones de estrategia a favor, ya que le han permitido abrir los marcadores.

Náxara: 6º, 74 puntos (63-35)

Pese a los 2 puntos sumados en las seis primeras jornadas, el Náxara ha demostrado que es un equipo al que nunca hay que descartar. Con carácter y fuerza mental, además de criterios futbolísticos, los blanquiazules fueron saliendo del cascarón para aumentar sus prestaciones y ser una alternativa, sólida, para pelear por meterse en la fase de ascenso a Segunda B. Cierto que, por segunda temporada seguida, el Varea, en duelo directo, le ha privado de esa posibilidad, pero el mérito reside en estar peleando hasta el último momento por una ilusión. Porque el Náxara, pese a que hace unas temporadas concluyó primero en el grupo, no tiene esa obligación que, por ejemplo, sí pueden asumir otros equipos por acabar entre los cuatro primeros. Sin duda, el cuadro de Nacho Ruiz, como ya hiciera la temporada anterior, ha vuelto a demostrar que sabe enfrentarse a las adversidades (véase lesiones largas de sus futbolistas). Después de 6 jornadas en las que el Náxara parecía otro equipo, los futbolistas, lograda la primera victoria, fueron ganando en confianza hasta el punto de encadenar 23 choques sin perder. Una racha que les permitió ser una opción para estar en el 'play off'. Para creer en ello, siempre lo han hecho, no podían permitirse errores, como, por ejemplo, sucedió en el tramo final liguero (3 derrotas en los últimos 5 partidos). Intensidad, ritmo y velocidad del juego a partir de las segundas jugadas han definido a un Náxara que en el momento que bajaba un ápice se convertía en un bloque vulnerable. Algo que le ha pasado factura en algunos momentos de la temporada, puesto que ha tenido que ir contra remolque en varias ocasiones por esa falta de constancia y regularidad (remontadas en La Salera en la segunda parte de la campaña).

Joserra y Andrés han alternado en la portería. En defensa, las lesiones han obligado a Nacho Ruiz a combinar sus piezas. Madero ha mostrado su polivalencia de lateral y de central. Ángel y Sesma, cuando han estado aptos han ejercido en las bandas, mientras que Héctor, Carlos y Sabando (también con problemas de lesiones) han ejercido en el centro. En el medio del campo, Nacho y Juan han sido los habituales. En los extremos, Juan Lozano (máximo goleador con 14 dianas) y De Val han sido los más asiduos. Jorge García, hasta su lesión, era el enganche con la delantero, donde primero Javi Martínez (hasta su marcha al Izarra) y después Orodea han sido las referencias. Maiso, polivalente en ataque, también ha sido una pieza muy utilizada por el preparador riojano.

Yagüe: 18º, 25 puntos (39-82)

Sin duda la decepción de la temporada. El Yagüe, pese a ser un recién ascendido, tenía jugadores con experiencia en la categoría más que suficiente para haber evitado el descenso a Regional. Por unas circunstancias u otras, el conjunto amarillo se fue metiendo en una espiral peligrosa de la que no supo y no pudo escapar, hasta el punto de encontrarse peleando por un objetivo no imaginado al comienzo del verano. Sin duda, los 82 goles encajados en 38 jornadas han sido una rémora difícil de superar. Un equipo vulnerable en defensa que han recibido la inmensa mayoría de los goles de similar manera: a balón parado y tras pérdida de la pelota (ha sido una tónica que cuando las cosas no funcionaban, los amarillos se colocaban con una defensa de tres adelantada que permitía a los rivales llegar en superioridad). Dos facetas negativas que han podido más que su intento por hacer un fútbol alegre y combinativo, que además de irse agriando con el paso de las jornadas encontraba, cada partido que pasaba, más dificultades no ya para hacer gol sino para generar ocasiones. Cada error individual penalizaba al colectivo y de poco servía ser competitivo contra bloques superiores durante 80 minutos. Si a esto se añade la gran cantidad de partidos en los que el Yagüe ha acabado en inferioridad (la inmensa mayoría por protestar y no por acciones del juego) y sus consiguientes sanciones para posteriores citas, es entendible que Dani Terroba (al que incomprensiblemente se le dieron vacaciones dos jornadas antes de acabar el curso -o se le destituye dos meses antes o se le deja hasta el final-) tuviera que estar, prácticamente cada semana, modificando su once.

Javi y Sergio se han repartido la portería. En defensa, el técnico amarillo tuvo que emplear infinidad de variables, ya que salvo Zoco, bien de lateral bien de central, y Carlos, lateral zurdo, el resto entraban y salían de las alineaciones. Miguel, hasta que se marchó a Suiza, era habitual en cualquier demarcación. Pedro Vitoria, Chico Joni, Gabri o Brian han ejercido como centrales. Los cuatro, además, han sido utilizados en el centro del campo, junto a Gajate, Alberto (casi toda la temporada renqueante) y Álvaro, lo cual no ha dado estabilidad a un grupo que rara vez ha actuado como tal dentro del campo. En los extremos, Víctor, partiendo desde la izquierda, y Rober, en la derecha, han sido los más utilizados, aunque Chileno y Movellán (que jugó los últimos 6 partidos de la temporada siendo el lateral derecho titular) también han tenido oportunidades. Como delantero, Diego fue, durante la primera vuelta (marcó 9 de sus 10 goles), la referencia de un ataque, más o menos fluido. Sin embargo, en la segunda parte de la temporada su rendimiento bajó mucho, tanto que su equipo ya no era ni tan incisivo ni tan competitivo como en los primeros meses de competición.

jueves, 13 de junio de 2013

Resumen Tercera (V)

Continúo con el repaso a los equipos de Tercera. En esta quinta entrega me centro en el Alfaro, al Agoncillo y el Villegas.

Alfaro: 2º, 91 puntos (95-21)

El Alfaro, para bien o para mal, ha repetido las sensaciones vividas la temporada pasada. Tras acabar segundo en liga (en ambas ha pugnado por el liderato, primero contra la Sociedad Deportiva Logroñés y este campeonato con el Haro), ha caído eliminado en la primera ronda de la fase de ascenso a Segunda B: contra el Montuïri hace un año, frente al Unión Adarve, hace unas semanas. Con Eduardo Arévalo al frente de ambos proyectos y con muchos jugadores repetidos. En las dos campañas ha sufrido un bajón en el juego que se ha visto afectado en sus resultados. De hecho, desde febrero la dinámica del cuadro blanquillo ha sido descendente. De la frescura inicial, de la alegría de las primeras jornadas ha ido dando paso a un conjunto más previsible en su faceta ofensiva, al que le costaba más superar las defensas contrarias. Un equipo que ha dominado menos de lo que le gustaría, que ha sido incapaz de ganar, en la segunda vuelta, en los campos de sus tres compañeros de viaje en el 'play off' (derrotas contra Haro, Calahorra y Varea) y que ha visto como sus mejores futbolistas, por diferentes cuestiones, no han llegado en plenitud al tramo final.

Arévalo, eso sí, ha tenido que modificar la forma de jugar. Si la temporada pasada y al comienzo de ésta, su fuerte era la velocidad de juego, así como la entrada por los extremos, esta liga ha sido un equipo que ha buscado más la llegada en segunda línea y el centro en vez de los costados. Asimismo, su buen rendimiento ofensivo en acciones de estrategia han aliviado, en más de una ocasión, a los blanquillos, que eso sí, cuando se ponía con ventaje en el marcador ante rivales inferiores no han tenido piedad. En el aspecto defensivo, el bloque riojabajeño se ha mostrado más vulnerable en determinados momentos, pese a acabar la liga siendo el segundo equipo que menos goles ha recibido.  Las 18 jornadas iniciales se mantuvo invicto, se mostraba como un equipo temible, arrollador, quizá no con un juego tan combinativo, pero sí letal en los últimos metros. Sin embargo, su confianza se vio alterada. Es como si la derrota frente al Calasancio tuviera consecuencias A lo mejor también influyeron los problemas que tuvo en La Molineta, donde le costaba ganar: derrota contra Oyonesa, remontadas ante Rapid y Vianés, empate frente al Náxara... Pese a ellos, los resultados eran más o menos favorables, pero tras perder una renta de 8 puntos con el Haro cuando estaba peleando por la primera plaza, acabó por evidenciar que el Alfaro no estaba fino, agotado física y mentalmente. Un aspecto que se acusó contra el Unión Adarve, rival al que no le pudo ni siquiera marcar un gol.

Picuchos ha evidenciado que anda bien de reflejos y ha sido ese portero constante que necesita un equipo grande. José Carlos y Sastre, por problemas de lesiones, no han completado una campaña tan brillante como la anterior. Por su parte, Cabrera, tanto de lateral como de central, sí que ha mejorado sus prestaciones, siendo más regular que hace un año. Sito Castro, desde que llegó ha sido un fijo en el lateral izquierdo y ha cumplido. Cristian también ha gozado de muchos minutos. En la medular, Herce ha tenido que asumir todo el protagonismo. Si bien la campaña pasada era el hombre que le daba el equilibrio entre la defensa y el ataque, en ésta sus funciones han sido más ofensivas, llegando en segunda línea (ahí están sus 8 goles). Del Puente y David Ruiz han tenido que ejercer de directores y esa demarcación, para lo que exige Arévalo, se les ha quedado algo grande. Quizá uno de los principales problemas del Alfaro, que no ha encontrado un medio centro que hiciera las funciones que Herce asumía hace un año. En las bandas ha habido alternativas. Jonathan y Omar comenzaron la liga y parecía que la apuesta iba a ser la misma de la temporada pasada, pero las lesiones obligaron al entrenador riojano a cambiar sus piezas. Álvaro, Murugarren o Pirri han venido jugando en esa posición y pese a ser jugadores con velocidad, su desequilibrio no ha sido tan contundente. Además, el equipo ha ido cambiando su forma, concentrándose más en aprovechar el momento de sus delanteros. Si bien Israel Losa ha vuelto a ejercer con libertad de movimientos para conectar el juego ofensivo, ha destacado más por su finalización (18 goles en su casillero) que por la elaboración, algo que quizá haya echado en falta el Alfaro. Víctor Ramos comenzó de '9' y haciendo goles (15 tantos), pero una lesión permitió que Omar explotara como ariete. Su zancada, facilidad para el desborde y remate han sido determinantes. 27 goles. Lástima de la lesión en la recta final.

Agoncillo: 11º, 54 puntos (48-50)

Como el agua y el vino. El Agoncillo de Israel Villarreal ha mostrado dos caras bien diferentes. Durante la primera vuelta (34 puntos, 32-24) ofreció su mejor versión, un equipo difícil de superar, defensivamente ordenado, muy intenso a la hora de presionar y letal en ataque, ya que necesitaba poco para hacer peligro. Sin embargo, fue entrar la competición en marzo, encadenar lesiones y sanciones y el equipo avionero comenzó a mostrar una cara B; la de un conjunto al que le costaba mucho hacer gol, que ahora era más vulnerable y que parecía incapaz de hacerse fuerte en San Roque. Su rendimiento en la segunda vuelta habla por sí solo: 20 puntos (16-26). Además, su bagaje ante su afición es, sin duda, una de las asignaturas pendientes para el próximo curso. Los 23 puntos sumados en San Roque contrastan con los 31 logrados a domicilio (mantuvo una racha de 8 partidos invicto). Gracias a los resultados cosechados durante la primera vuelta el Agoncillo llegó al ecuador liguero en sexta posición. Un lugar privilegiado. Con ese rendimiento se le podía declarar como una de las revelaciones del campeonato. Competitivo ante los clubes superiores y efectivo contra los que estaban por detrás en la tabla. Si mantenía su línea incluso podía codearse con los que querían meterse en la fase de ascenso. Pero fue entrar marzo y el equipo empezó a bajar sus prestaciones hasta el punto de entrar en una dinámica negativa de la que no podía salir (las lesiones influyeron), hasta que de los últimos 36 puntos en juego sólo sumó 7, contando la victoria lograda en la última jornada, llegando a estar 11 partidos sin ganar.

Picote y Jorge han defendido con aplomo el arco del Agoncillo. Israel Villarreal ha tenido complicaciones, sobre todo, en el final liguero para confeccionar una defensa solvente. Fidel y Rubén, en los laterales, han sido los más habituales, siendeo Pablo uno de los recambios, mientras que Navarro ha compartido el centro de la zaga con varios compañeros: Luis y Justino, principalmente. En el centro del campo, Pesquera, Chino y Jaime han sido los más empleados, dejando en los costados a Javi Sanz, Álvaro Iglesias y Dani López, debeindo este último tener que ejercer en muchos partidos de la segunda vuelta como delantero, ya que el 'pichichi' del equipo, Óscar (10 goles), ha tenido problemas de lesiones.

Villegas: 16º, 31 puntos (44-82)

El objetivo del Villegas pasaba por mantener la categoría. No había otra meta. Nacho Torres (deja el club tras muchos años) apostó por dar confianza a gente de la casa y le ha salido bien. Si por algo se ha caracterizado el conjunto encarnado ha sido por su fe en lo que hacían. Al Villegas no se le puede exigir que brille con la pelota, que genera 20 ocasiones de gol y que su defensa saque el balón desde atrás. Si lo hubiera hecho, en Navidad ya estaba descendido. Los de La Ribera sí que son voluntad, trabajo, constancia... gracias a eso y ser conscientes de sus limitaciones para aprovechar sus virtudes este Villegas ha sido competitivo y ha mantenido la categoría. Ha sabido esperar su momento, superar rachas negativas (dos de 6 y una de 9 partidos in ganar) para ganar en el momento oportuno. Regular en casa, 10 puntos en cada vuelta (3 victorias y un empate) y como visitante, pese  a que en la segunda parte de la liga sumó un triunfo más (4 y 7 puntos). Ha tenido que combatir con una rémora importante, la de ser uno de los equipos que más goles ha encajado, 82. Sin embargo, eso no le ha privado para afrontar las últimas jornadas dependiendo de sí mismo. Con un estilo directo, vertical tras robo de balón, práctico en defensa e intenso en la medular ha buscado explotar la calidad de sus hombres de ataque: Si Bladi y Abel (actor prinicipal en las tres victorias seguidas que consiguió el equipo a mitad de la segunda vuelta y que le dieron vida para mantenerse) fueron la referencia durante la primera parte del campeonato, Javi Gómez añadió en la segunda vuelta un ingrediente más. A ello hay que sumar la aportación de Cosmin, polivalente (central o centrocampista), vital en el balón parado.

Julián y Santi han alternado en la meta, Josema ha sido un fijo en el centro de la zaga, mientras que el resto de la defensa ha contado con alternativas: Dani, Nieto, Rubén (alternando lateral y extremo), Mosquera... En el centro del campo, Cosmin comenzó como referencia, pero ha compartido esa demarcación con la de central. Sicilia, Capi y Miguel han sido referentes en la brega en la zona ancha del campo. Bladi y Abel ('pichichi' del equipo con 16 goles) fueron las referencias ofensivas durante la primera vuelta. En febrero llegó Javi Gómez para ayudar en el intento de la salvación. Pese a que el rendimiento de Bladi bajó en el tramo final, el resto de la plantilla ha aportado. Eso sí, los cuatro goleadores del equipo (Abel, Bladi, Cosmin y Javi Gómez) totalizan el 86% de los tantos marcados.

miércoles, 12 de junio de 2013

Dejo las botas por la pizarra

Punto final a lo de ser jugador, pero punto seguido a mi vinculación con el fútbol. No sé si era el momento o no, pero es lo que he decidido. Ha sido una decisión difícil, pero ni mucho menos traumática (a lo mejor cuando empiece la competición...). Quizá me lo ha puesto más sencillo el hecho de encontrar un nuevo reto, algo ilusionante que seguro que me hará crecer como persona. Porque al fin y al cabo el fútbol es pasión, ilusión y cuando estos sentimientos te abandonan, mal asunto. Seguro que echaré de menos el ir a entrenar, el ir siempre delante y por el exterior en la carrera continua, el ambiente del vestuario, las conversaciones con los compañeros, la sensación de saltar al campo para hacer lo que más me gusta... pequeños detalles que dejarán paso a otros igual de gratificantes que tengo de ir descubriendo poco a poco.

Mis lágrimas después de la derrota contra el Anguiano (quedaban dos partidos para el final liguero) fueron el primer paso para asimilar que el descenso del Yagüe era más que evidente. Impotencia, rabia, muchos sentimientos encontrados que desembocaron en que mi frialdad desapereciera. Quizá era la constatación de que llegaba mi hora. El empate en Pradejón confirmó mis sospechas, estábamos descendidos a falta de un milagro. Mientras que la derrota contra el Calahorra originó lo que todo el mundo sabía: el Yagüe regresaba a Regional. Ya los momentos previos a ese último partido los viví con la sensación de no saber si sería, como así ha sido, la última vez que me vestiría de corto en un terreno de juego a nivel federado. Desde que me marché de casa, desde que entré al campo, desde que me quitaba la ropa, desde que me ponía las medias, desde que me ataba las botas, desde que escuché la charla anterior al choque, desde que salí a calentar, desde que el árbitro pitó el comienzo, desde que toqué la pelota por primera vez, desde que vi cómo encajábamos el primer gol, desde que me sentí en el vestuario en el descanso, desde que regresé al campo, desde que el colegiado señaló la conclusión del partido, desde que daba la mano a los rivales, desde que aplaudí a la afición... Podía ser la última vez que lo hacía y no era consciente. Un poco así. Pese a ello no acabé de disfrutar del momento. De saborearlo. Ahora, me arrepiento.


Fue el primer partido, contra el Alfaro, de la que ha sido mi última temporada. LARIOJA
A simple vista, desde fuera, puede resultar incomprensible que el jugador de campo que más minutos ha disputado esta temporada en Tercera en el grupo XVI cuelgue las botas. Parece que todavía me quedaba gasolina. Si alguna vez había pensado cuándo debía ser mi retirada, tenía claras dos cosas: cuando viera que no podía aportar lo que deseaba y si consideraba que me arrastraba por los campos. Es decir, no aceptar el rol dado o que el aspecto físico fuera determinante. Sin embargo, creo que ninguna de la dos cosas han sido claves, ni mucho menos, para dejarlo. El agotamiento mental tras una campaña que me ha minado bastante y la falta de ilusión por seguir jugando han inflluido en mi decisión. No es algo nuevo, evidentemente. Desde hace dos campañas, en verano, siempre me planteaba una duda, ¿será la última temporada?  Curioso que hace un año ni me lo cuestioné. Pero el devenir de la temporada ha provocado que mi mente fuera pensando en otras cosas.

Acabada la temporada, preguntado sobre si iba a continuar, algo que desde el club daban por hecho, les sorprendí cuando les dije que me lo estaba pensando, que me veía más en otras facetas que como jugador. Pasado un tiempo de reflexión, de sopesar qué me motiva más, me he decantado: me retiro y comienzo mi aventura como entrenador (bueno ya he contado con dos experiencias hace unos años). Confío en poder transmitir la pasión por el fútbol a mis futuros jugadores, así como no caer en los errores (y sí aprovechar los aspectos positivos) de los técnicos que he tenido. 

Partido Casalarreina-Yagüe, de la temporada 2005/06. Al final de esa campaña, logramos el ascenso.
Como es evidente, múltiples imágenes se solapan cuando trato de recorrer mi trayectoria. He sido uno más de los muchos jugadores aficionados. De nunca mi pretensión fue vivir de esto (no creo que tuviera condiciones para ello), simplemente disfrutar con algo que va por mis venas: el fútbol. Regular, disciplinado (quizá demasiado), solidario, polivalente... rasgos que me pueden describir como futbolista. Casi siempre más pendiente del bien colectivo que de mi bien particular. Tonto que es uno.  Centrocampista, central, lateral por la derecha y por la izquierda... menos delantero y portero he pasado por todas los sitios. Centrocampista habitual en las categorías inferiores del Logroñés hasta que el lateral izquierdo que teníamos se lesionó de gravedad. Había que buscar una alternativa. ¿Quién se defendía con la izquierda? Presente. Desde entonces con ese 'Sanbenito' de '3'. Siempre se fichaba a alguien, pero, al final, el que jugaba ahí era yo. Sin embargo, en juvenil alternaba demarcaciones en la zaga. Menos mal.

Ya en el Agoncillo me tuve que acoplar a lo que me mandaran (siempre lo he hecho). Llegaba de nuevo tras seis años sin jugar al fútbol. Lateral derecho, izquierdo, central... lo que hiciera falta. Lástima que el hombro derecho se me saliera con insistencia (única lesión que he tenido). Pese a ello, contento con mi participación en el ascenso a Tercera. Tras la operación del hombro gocé de pocas oportunidades, así que opté por seguir jugando aunque fuera en una categoría inferior. Gran acierto. Me fui al Yagüe. Ahí he disfrutado de este deporte. Lo he hecho, además, en un club de barrio con sus cosas buenas y sus cosas malas. Hay que adaptarse. Durante algunas temporadas el centro del campo ha sido mi sitio. Probablemente, el primer ascenso a Tercera (2005/06) de amarillo haya sido mi temporada, a título personal, más brillante. Luego vino la campaña (2006/07) en la que jugué todos los minutos (lo repetí años después en Regional, 2010/11), una satisfacción personal. Descenso (2009/10), ascenso (2011/12) y de nuevo descenso (2012/13). Con esto último me voy. Mi única decisión errónea fue irme al Rapid (2007). Por suerte, duré dos meses. Tiempo suficiente para aprender. Desde luego aquello cambió mi manera de actuar dentro de un vestuario... y para bien.


Con mucho trabajo conseguimos la permanencia en Tercera empatando en Cenicero (2007/08)
Me gustaría agradecer el apoyo, incondicional, de mis padres (han sido infatigables viéndome) y de mi novia (ella ha sido mi apoyo en los malos momentos), así como de todos los compañeros que he tenido porque de todos he aprendido (espero que haya sido algo recíproco). Asimismo, de la lista de entrenadores que he tenido quiero agradecer a Eduardo Llanos, culpable de que me haya sabido colocar en el campo; a Alejandro Fernández por animarme a ir a hacer la pretemporada con el Agoncillo después de seis años, se dice pronto, sin jugar al fútbol; a Juan Carlos Herrero, que me dio la oportunidad de engancharme a este deporte; y a Fran de Miguel (gemelo) por apostar por mí en el Yagüe y darme la libertad de disfrutar dentro de un terreno de juego. Del resto, quiero guardar las cosas buenas que me han aportado, tanto desde la faceta deportiva como humana, fundamental para llegar a las personas. Sin duda, no se reduce a jugadores y entrenadores, también están los directivos y aficionados de los que también se aprenden cosas. Gracias a ellos porque son el fundamento de este deporte.

Podría seguir escribiendo, pero tengo que ponerme límites. Sí que me gustaría quedarme con lo que dijo públicamente el que ha sido mi último entrenador en la charla previa del partido ante el Calahorra: "Ojalá mi hijo jugara hasta tu edad y con el nivel que lo estás haciendo". Ahora es el momento de poder transmitir mi pasión por este deporte a los que vengan. Empezando por el Yagüe juvenil.

Mi último gran momento: el ascenso a Tercera de la temporada 2011/12.

lunes, 10 de junio de 2013

Una de cal y otra de arena

Segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B y sensación agridulce para los dos representantes riojanos. Por un lado, el Haro logró una importante victoria en tierras murcianas. Un triunfo trabajado que al cuarto de hora parecía encarrilar la serie, pero en el que los jarreros tuvieron que esforzarse, además de saber sufrir, para que el Mar Menor no empatara en los minutos finales. El 1-2 es bueno. Por otra parte, el Varea, temeroso de inicio, lo tiene realmente complicado para continuar después de caer 0-2 ante un Laudio serio, ordenado y muy superior.

Mar Menor-Haro: 1-2

Mientras que el Haro demostró desde el pitido inicial que la eliminatoria contra el Sariñena ya es historia, el Mar Menor acusó los nervios de medirse ante su público. Circunstancia que aprovecharon los jarreros para tratar de romper el duelo con dos goles en apenas 15 minutos. Alberto, tras pase de Unai, anotaba a los 2' desde dentro del área, mientras que Tato aprovechaba un mal despeje del portero Serna para poner el 0-2 a los 14'. Un comienzo soñado para los hombres de Roberto Ochoa. Los locales estaban tocados, dubitativo en defensa e impotentes en ataque. Los jarreros quisieron hacer más daño y pudieron ampliar la renta, pero Unai no estuvo fino en el remate final. Ya en los minutos finales de la primera mitad, el Mar Menor, que se la tuvo que jugar con una defensa adelantada, con el peligro que conlleva, trató de acercarse a Javi Ríos. Y casi en la primera llegada con peligro tuvo premio cuando Emilio batía al meta riojano. El 1-2 al descanso era engañoso y corto para los méritos de los visitantes.

Además, ese tanto podía animar a los locales a resarcirse de un mal primer período. Así fue. El Mar Menor, ahora más convencido, quiso apretar, empujar a un rival que supo mantenerse y que no se relajó. Hubiera sido fatal para sus intereses. Los de Paco García, más activos con los cambios realizados, tiraban de orgullo, mientras que los de Roberto Ochoa se concentraron en defender como un bloque. Para desgracia local y fortuna visitante la figura de Javi Ríos se hizo grande con varias intervenciones de mérito, como varias paradas a tiros de Jaime o Juanfran. A la contra, como era de esperar, los blanquinegros también pudieron marcar, pero la eficacia mostrada en el primer cuarto de hora desapareció. Con sufrimiento, pidiendo la hora, pero con el 1-2 en el marcador, el Haro acude a la vuelta (domingo a las 19.00 horas en El Mazo) con la sensación de que puede estar en la ronda final. Eso sí, no vale relajarse. 

Varea-Laudio: 0-2

Desde el primer minuto se vio qué equipo era superior, quién salía dispuesto a marcar el ritmo y a imponer su estilo. El Laudio tenía la pelota y el Varea, metido en su campo, mostraba dificultades para dar dos pases seguidos. Los alaveses, muy bien posicionados, sabedores de su superioridad fueron jugando sus bazas. Cuatro defensas prácticamante fijos y Degre que se colocaba por delante para dar equilibrio al equipo. Salcedo y Del Álamo en los costados, con Casado, con plena libertad, igual que Germán Beltrán, que tan pronto estaba detrás del punta como se dejaba caer por un extremo. Movilidad, ideas claras, verticalidad, paredes, desborde... Los laterales arlequinados, Asier y Rocha, sufrían, mientras que Reinares y Aguinaga no podían frenar a Galder, un ariete a la vieja usanza, ni a Germán Beltrán que, entre líneas, hacía mucho daño. Por si fuera poco, Casado entraba y salía, mientras que Maño y Urko no sabían si seguirlo, dejarlo pasar o qué hacer. 

Era cuestión de tiempo que el Laudio marcara. Beltrán ponía desde la izquierda la pelota para que Casado, entrando en segunda línea, dejara, de primeras, a Galder, que enganchó un gran tiro que se coló en la meta de Rubén García. Los de Emilio Remírez, agazapados, parecían conformarse, dejaban tocar con comodidad a los visitantes, que dosifican esfuerzos y trataban de controlar la situación sin cometer errores. El Varea, cuando podía, se limitaba a balones largos hacia Sota, Rubén Pérez o Borja. Por suerte, pasada la media hora parecía que los locales empezaban a cogerle el aire al partido. Una par de conducciones de Chimbo, una acción individual de Sota y un par de centros de Rocha enseñaban otra cosa del Varea. Si el duelo se enredaba, había idas y venidas, los arlequinados podían cambiar el signo del choque. Aunque esto conlleva sus riesgos. El Laudio, fiel, quiso tener el balón, moverlo con paciencia, buscando la mejor opción. Cuando llegaban a tres cuarto de campo había un cambio de ritmo y de velocidad en el juego, es decir, querían llegar a la portería contraria. Así vino el segundo tanto, centro de Germán Beltrán desde la derecha y Asier, en su intento de despeje, introducía el esférico en la portería. 0-2 al filo del descanso. Mazazo.

Remírez movió el banquillo. Borja y Urko dejaban paso a Efrén y Zabala. El primer estuvo muy activo en los compases iniciales de la segunda mitad con un par de internadas que, por lo menos, transmitían peligro sobre José Carlos. Mientras que el segundo, batallador y con movilidad, también quiso ser protagonista. De hecho, tuvo una gran oportunidad para recortar distancias, pero su remate, forzado, se topó con el meta del Laudio. Previamente, Maño, en una falta lateral, se anticipó a José Carlos, pero su remate se marchó fuera. El Varea insistía en el juego directo y ahora parecía que en las segundas jugadas los locales estaban más activos. Pese a ello, el Laudio trataba de sentenciar. Sabía que si el duelo era un toma y daca, el Varea podía tener opciones, así que todos los intentos visitantes pasaban por dormir el juego. Algo que ccombinaban con acciones rápidas y verticales para marcar algún gol más. El central Bergara, prácticamente se anticipó en todas las acciones a su par, se incorporó por el perfil zurdo y a punto estuvo, en jugada personal, de colocar el tercero. Carreño, con un tiro frontal, también pudo ampliar la renta. O incluso Salcedo, con  un tiro cruzado que detuvo Rubén García.

Por si fuera poco, Rubén Pérez vio la tarjeta roja, excesiva. El árbitro navarro, que permitió el contacto durante todo el choque, ya había dado muestras con anterioridad de que no estaba fino cuando amonestó a Chimbo por una entrada que había realizado Asier. Sin embargo, no influyó en el marcador. El 0-2 incluso puede quedarse corto para los méritos de unos y de otros. Pese a ello, el Varea pudo acudir a Ellakuri con un mejor parcial. Mucho tiene que cambiar en el partido de vuelta para que los arlequinados vuelvan a repetir la machada realizada contra el Novelda.

sábado, 8 de junio de 2013

Previas 9 junio

Qué mejor manera de celebrar del Día de La Rioja que con dos victorias de los equipos riojanos que todavía siguen vivos en la fase de ascenso a Segunda B. El Varea recibe al campeón del grupo vasco, Laudio, mientras que el Haro juega en tierras murcianas ante un Mar Menor que pretende dar el salto de categoría.

Varea-Laudio (Municipal, 12.00)

El Varea ya tiene el premio, mientras que la presión queda para el Laudio. Eso no quiere decir que los arlequinados ya hayan dicho su última palabra. Ni mucho menos. Con el potencial ofensivo que asesora tiene capacidad para seguir haciendo camino en esta larga fase de ascenso a Segunda B. Ante el Novelda, en tierras valencianas, el bloque dirigido por Emilio Remírez evidenció que desde la defensa se ganan las eliminatorias: solidez y confianza como pilares. El ataque, en el conjunto riojano, sale casi por inercia. La calidad, velocidad y desborde de Carmelo Sota; el trabajo y el remate de Rubén Pérez; la técnica y visión de Chimbo; el desequilibrio y la agudeza para anticiparse de Borja. Han sido cuatro ejemplos de los recursos de los logroñeses. Pero no son los únicos: peligro a balón parado (donde emergen las figuras de Maño o Aguinaga), llegada por banda izquierda desde el lateral con Rocha... Son fundamentos casi innatos que ha venido poniendo en práctica, partido tras partido, este Varea durante la segunda vuelta. De ahí sus números. Por si fuera poco, la autoestima adquirida tras vencer al Novelda se ha multiplicado, por lo que al Laudio sólo hay que tenerle respeto, nunca miedo.

El campeón del grupo vasco acude a la cita tras perder la eliminatoria anterior ante el Racing de Ferrol. Los rojiblancos, por lo tanto, llegan con la sensación de no poder fallar en esta segunda oportunidad. Son favoritos y eso puede pesarles. Aun así, lo normal es que esa presión no afecte a un bloque experimentado, consciente de sus armas y sus virtudes. Contundencia defensiva, disciplina en la retaguardia, ir a cada balón dividido como si fuera el último y agresividad como puntos de apoyo de su defensa. Acciones de estrategia, rápidos contragolpes y movilidad de sus hombres ofensivos como fundamentos para atacar, además del empuje del bloque. Por lo tanto, no dejarse intimidar y no ceder terreno pueden ser claves en esta primera parte de la eliminatoria, cuyo objetivo debe ser llegar con opciones a Ellakuri, a poder ser sin encajar ningún gol. El resto hay que verlo sobre el campo.

Mar Menor-Haro (Pitín, 12.00)

Pasado el mal trago llega el momento de recuperarse. Después de dos derrotas seguidas por la mínima en las que el cuadro blanquinegro no ha conseguido marcar, los de Roberto Ochoa, seguro, que quieren que llegue cuanto antes el partido. Lo desean porque quieren olvidar lo sucedido los dos anteriores fines de semana y la mejor manera de conseguirlo es demostrando sobre el terreno de juego de lo que es capaz este Haro. Las cifras marcadas por los jarreros durante la liga ya no son referencia, ya no son intimidatorias para el Mar Menor. Los murcianos se basarán en el rendimiento ante el Sariñena para poder superar la eliminatoria. Casi mejor, porque los riojanos no ofrecieron su mejor versión. Hay margen de mejora y a eso tiene que apelar un grupo ilusionado con seguir con opciones de ascenso. El ejemplo del Sariñena tiene que servir para aprender. Los oscenses, en el choque de ida, evidenciaron tablas para las rondas decisivas. Llega la hora de ver si el Haro tiene esa capacidad de adaptación.

El Mar Menor asume que la eliminatoria será equilibrado y que se puede decidir por pequeños detalles. Habrá respeto y seguro que los murcianos no salen en tromba para sentenciar en la ida, guardarán sus espaldas. Tendrán máxima concentración para evitar que se repita lo sucedido ante el Estrella, cuando encajaron dos tantos, uno en cada partido, a balón parado. Un dato positivo para los jarreros, reciben goles. En este sentido, el cuadro de Roberto Ochoa tendrá que aprovechar las fases de juego en las que los murcianos parecen irse, como aconteció en ambos duelos ante el conjunto canario. Esas dudas de los locales hay que saber provocarlas. El Haro, aparentemente, llegaba en un gran momento a este sprint final, pero los dos mazazos ante el Sariñena han podido mermar la moral. Pero si físicamente el grupo demuestra estar entero, el aspecto mental acompañará. Es, por lo tanto, muy importante no encajar en los primeros minutos, saber sufrir cuando el contrario presione para ir sumando en confianza poco a poco, con el transcurso de los minutos. Lo ideal sería poder marcar.

viernes, 7 de junio de 2013

Resumen Tercera (IV)

Cuarta entrega de mi resumen particular de Tercera. Hoy toca repaso a Arnedo, Berceo y San Marcial.

Arnedo: 7º, 63 puntos (53-41)

Había muchas esperanzas en el Arnedo con la llegada de David Ochoa al banquillo porque seguro que le iba a dotar de una personalidad propia. Lo curioso es que el conjunto blanquillo, prácticamente siempre, ha mantenido un estilo característico, muchas veces condicionado a los jugadores que lo componen. En este sentido, Ochoa ha buscado explotar la calidad técnica individual de sus futbolistas para integrarlos en el bien común. Juego alegre, combinativo, con las bandas como principal lugar para hacer daño a la defensa rival, velocidad y ritmo de balón... aspectos que ha intentado mantener con regularidad. Si bien al principio de liga sí que plasmó estos aspectos, con el paso de las jornadas el Arnedo ganó en recursos que enriquecieron el bagaje de los riojabajeños. Durante la campaña ha sido regular dentro de una irregularidad, ya que ha mostrado baches (tres jornadas sin ganar, luego cuatro derrotas seguidas, finalmente otros cuatro partidos sin vencer) que, sin embargo, no han afectado al rendimiento global. Se podía decir que la confianza ha sido importante en este bloque, como lo demuestran las últimas 9 jornadas (7 victorias, 1 derrota y 1 empate). En este sentido, ha sido un equipo que ha realizado una mejor segunda vuelta (35 puntos, 29-17) que la primera (28 puntos, 24-24). Si hay que ponerle un pero al Arnedo es la falta de puntería o la ausencia de un '9' puro a la antigua usanza, un rematador.

Jony ha sido el portero más utilizado. En defensa ha contado con posibilidades: Manu Rubio, Nika, Chacón, Argáiz, Pablo y Santamaría han sido los más empleados (algunos de ellos han cambiado de línea por las circunstancias). En el centro del campo Darío y Aitor han llevado la manija del equipo. Álex, Dani, Abel han sido importantes en los extremos, mientras que De Blas, lesionado en alguna parte de la temporada, o Sali han ejercido de delanteros.

Berceo: 13º, 34 puntos (44-65)

El Berceo ha sido el tercer peor equipo de la segunda vuelta (sólo 13 puntos sumados). Quizá la sensación que queda es, después de su primera vuelta, que podía haber estado un poco más arriba en la tabla. Los hombres de Víctor Ubis sí que han sido, por lo general, un conjunto ordenado, presionante, agobiante, práctico en defensa y que ha sabido forzar los errores de sus rivales. Más dedicado a defender y salir al contragolpe, a imprimir mucho ritmo en la faceta defensiva que a crear y combinar. Con una plantilla muy joven, el técnico riojano el técnico riojano apostó por el trabajo y el esfuerzo para primero asegurar la permanencia y luego intentar otras cosas. Así se puede explicar que durante la primera vuelta se mostraron como un equipo que sabía cuándo debía ganar. De los siete equipos que han acabado por detrás en liga, sólo cedió dos empates, lo que indica que los verdes doblegaron a sus rivales directos. Ya en la segunda parte de la campaña, con un colchón de puntos, el Berceo, siendo fiel a su estilo, trató de buscar, a partir de segundas jugadas, una mayor combinación. Las paredes, la velocidad por los extremos y la entrada de los hombres de la segunda línea han sido fundamentales para entender a este conjunto. Sin embargo, los resultados no acompañaron, hasta el punto de sumar sólo 4 puntos de los últimos 36 en juego.

Si por algo se ha caracterizado el Berceo es por la gran cantidad de futbolistas utilizados, varios de ellos procedentes del juvenil División de Honor. Asier ha sido el portero habitual. En defensa, pese a las alternativas, David, Lopo, Íñigo, Terri (que también ha jugado en el centro del campo) han sido los más utilizados. En la medular, Cañas, Javi Pascual y Víctor, como enganche, han sido claves en el esquema de Víctor Ubis. Dani Suárez, hasta su marcha al Náxara, fue el jugador más desequilibrante (lo acreditan sus 11 tantos), dejando el relevo en la faceta ofensiva a Álvaro, Ochagavía o el juvenil Iván.

San Marcial: 15º, 34 puntos (38-82)

Si algo ha caracterizado al San Marcial de Alejandro Fernández, en su segunda época, ha sido la irregularidad, la falta de una definición sobre el estilo que se ha querido imponer, así como la vulnerabilidad exhibida en defensa. De hecho, los 82 goles recibidos son la peor marca en la historia del conjunto de Lardero en Tercera. Encajar con facilidad ha provocado que hasta que no encadenó una serie de triunfos en el Ángel de Vicente al comienzo de la segunda vuelta estuviera en riesgo de meterse en problemas. Sin duda, los refuerzos de Alberto y Luigi, unido al de Raúl Blanco y el regreso a la competición de Dani Flores sirvieron para que el San Marcial viviera un final de liga muy tranquilo, tanto que en los últimos 7 partidos sólo sumó un punto. A lo largo de todo el año ha sido un quiero u ni puedo. Buscaba la solidez defensiva para luego salir al ataque. Si tenía que defender se sentía cómodo, pero en cuanto recibía un gol y debía asumir el control le costaba mucho. Se atascaba y era previsible. Cierto que el centro del campo ha sido trabajador, pero ha carecido de una conexión con el ataque, ya que el juego directo ha condicionado las intenciones futbolísticas. A este respecto el estado del césped del Ángel de Vicente no ha ayudado. Irregular durante toda la temporada y variante; o embarrado (si había llovido los días anteriores) o seco. La motivación para proponer un estilo vistoso no era la más idónea. Pese a ello, han sumado 24 de los 34 puntos como locales, una de sus armas para ganar en tranquilidad y esperar a la siguiente campaña.

Aitor, más habitual, y Mario han compartido la portería. En defensa, Alberto (en partido ha jugado en el centro del campo) y Raúl Blanco han sido fijos desde que llegaran. Rivas, tanto de central como centrocampista, también ha sido clave en los esquemas de Alejandro Fernández. Ubis, Pedro, Crespo y Mazana han venido ocupando los laterales. Zapata, al comienzo liguero sobre todo, Jimeno e Ismael han trabajado en la zona ancha del campo. Vargas, por un costado, y Oregui, por otro (jugó más en la primera vuelta), han dado amplitud. Luigi, tanto escorado como de enganche, ha dado creatividad a esta parcela, mientras que Iván Delgado (hasta su lesión), Mounir (hasta que se marchó) y Dani Flores (desde que vino) han sido las referencias ofensivas. Diego, saliendo del banquillo, sin embargo, ha sido el 'pichichi' del equipo con 6 goles.