viernes, 14 de junio de 2013

Resumen Tercera (VI)

Sigo con mi particular resumen de los equipos de Tercera. Hoy toca la sexta parte con el análisis del Calahorra, Náxara y Yagüe.

Calahorra: 3º, 82 puntos (66-26)

Regresaba Javier Salvatierra al Calahorra tras pasar por tierras aragonesas y lo hacía con la intención de dar continuidad al proyecto que inició. Si en su primera época, el técnico tuvo que apostar por la gente joven y de la casa, esta vez lo ha podido combinar con la presencia de algunos jugadores que le han dado fiabilidad y calidad a un equipo que ha regresado al 'play off' tras varios años de vacío. Si bien al comienzo liguero el cuadro rojillo se mostró como un equipo alegre y combinativo con espacios, en la segunda parte de la temporada fue adquiriendo rasgos más prácticos que han profundizado en una variedad de recursos que han beneficiado al grupo. Con una plantilla corta, Salvatierra ha tratado de explotar sus armas. Por de pronto, el Calahorra ha hecho de La Planilla casi un fortín, puesto que sólo el Varea ha sido capaz de ganar, además de ceder empates contra Anguiano, River Ebro, Oyonesa y Pradejón. Gracias a su destreza ante su afición, el conjunto rojillo fue ganando en confianza para ir mejorando sus prestaciones como visitante. De hecho, durante gran parte de la campaña el equipo riojabajeño fallaba a domicilio (derrotas contra Calasancio, Oyonesa, Alfaro, Agoncillo y Varea). Pero aprendió de los errores, y los rojillos han sido solventes en la recta final, ahí están sus últimas 13 jornadas invicto y sus dos empates en la fase de ascenso, donde el Coria pasó por la diferencia de goles como visitante. Por no contar que fue el protagonista de romper la espectacular racha del Haro, invicto hasta febrero.

Con un once más o menos fijo, Salvatierra ha tenido en Ander, como demostró en el partido de ida ante el Coria, un seguro de vida en la portería. En defensa, Héctor Segura ha combinado el lateral derecho con el extremo, por lo que Sarró también ha ejercido en muchos encuentros de '2'. Guillermo, futbolista polivalente, ha sabido adaptarse a las necesidades: lateral, central o centrocampista. Silvani y Jon Goñi era la pareja de centrales ideal de Salvatierra, pero la lesión de navarro ha propiciado que Picuchos haya alternado el centro de la zaga con el lateral zurdo. En el centro del campo, Aibar ha dirigido con criterio al equipo. Se ha apoyado, desde enero, en Jonathan, un futbolista con mucha movilidad. César también ha aportado con trabajo y calidad en esa parcela. En los costados, Luis Álvarez y Mario León han sido desequilibrante; el primero más por calidad y el segundo por velocidad y desborde. En el ataque, Urtasun y Jorge han sido dos de los delanteros más completos de la categoría. Por si acaso, aunque ha jugado poco, Diego ha puesto goles. Además, del aspecto individual de los jugadores, el Calahorra ha destacado por ser un equipo que ha exprimido las acciones de estrategia a favor, ya que le han permitido abrir los marcadores.

Náxara: 6º, 74 puntos (63-35)

Pese a los 2 puntos sumados en las seis primeras jornadas, el Náxara ha demostrado que es un equipo al que nunca hay que descartar. Con carácter y fuerza mental, además de criterios futbolísticos, los blanquiazules fueron saliendo del cascarón para aumentar sus prestaciones y ser una alternativa, sólida, para pelear por meterse en la fase de ascenso a Segunda B. Cierto que, por segunda temporada seguida, el Varea, en duelo directo, le ha privado de esa posibilidad, pero el mérito reside en estar peleando hasta el último momento por una ilusión. Porque el Náxara, pese a que hace unas temporadas concluyó primero en el grupo, no tiene esa obligación que, por ejemplo, sí pueden asumir otros equipos por acabar entre los cuatro primeros. Sin duda, el cuadro de Nacho Ruiz, como ya hiciera la temporada anterior, ha vuelto a demostrar que sabe enfrentarse a las adversidades (véase lesiones largas de sus futbolistas). Después de 6 jornadas en las que el Náxara parecía otro equipo, los futbolistas, lograda la primera victoria, fueron ganando en confianza hasta el punto de encadenar 23 choques sin perder. Una racha que les permitió ser una opción para estar en el 'play off'. Para creer en ello, siempre lo han hecho, no podían permitirse errores, como, por ejemplo, sucedió en el tramo final liguero (3 derrotas en los últimos 5 partidos). Intensidad, ritmo y velocidad del juego a partir de las segundas jugadas han definido a un Náxara que en el momento que bajaba un ápice se convertía en un bloque vulnerable. Algo que le ha pasado factura en algunos momentos de la temporada, puesto que ha tenido que ir contra remolque en varias ocasiones por esa falta de constancia y regularidad (remontadas en La Salera en la segunda parte de la campaña).

Joserra y Andrés han alternado en la portería. En defensa, las lesiones han obligado a Nacho Ruiz a combinar sus piezas. Madero ha mostrado su polivalencia de lateral y de central. Ángel y Sesma, cuando han estado aptos han ejercido en las bandas, mientras que Héctor, Carlos y Sabando (también con problemas de lesiones) han ejercido en el centro. En el medio del campo, Nacho y Juan han sido los habituales. En los extremos, Juan Lozano (máximo goleador con 14 dianas) y De Val han sido los más asiduos. Jorge García, hasta su lesión, era el enganche con la delantero, donde primero Javi Martínez (hasta su marcha al Izarra) y después Orodea han sido las referencias. Maiso, polivalente en ataque, también ha sido una pieza muy utilizada por el preparador riojano.

Yagüe: 18º, 25 puntos (39-82)

Sin duda la decepción de la temporada. El Yagüe, pese a ser un recién ascendido, tenía jugadores con experiencia en la categoría más que suficiente para haber evitado el descenso a Regional. Por unas circunstancias u otras, el conjunto amarillo se fue metiendo en una espiral peligrosa de la que no supo y no pudo escapar, hasta el punto de encontrarse peleando por un objetivo no imaginado al comienzo del verano. Sin duda, los 82 goles encajados en 38 jornadas han sido una rémora difícil de superar. Un equipo vulnerable en defensa que han recibido la inmensa mayoría de los goles de similar manera: a balón parado y tras pérdida de la pelota (ha sido una tónica que cuando las cosas no funcionaban, los amarillos se colocaban con una defensa de tres adelantada que permitía a los rivales llegar en superioridad). Dos facetas negativas que han podido más que su intento por hacer un fútbol alegre y combinativo, que además de irse agriando con el paso de las jornadas encontraba, cada partido que pasaba, más dificultades no ya para hacer gol sino para generar ocasiones. Cada error individual penalizaba al colectivo y de poco servía ser competitivo contra bloques superiores durante 80 minutos. Si a esto se añade la gran cantidad de partidos en los que el Yagüe ha acabado en inferioridad (la inmensa mayoría por protestar y no por acciones del juego) y sus consiguientes sanciones para posteriores citas, es entendible que Dani Terroba (al que incomprensiblemente se le dieron vacaciones dos jornadas antes de acabar el curso -o se le destituye dos meses antes o se le deja hasta el final-) tuviera que estar, prácticamente cada semana, modificando su once.

Javi y Sergio se han repartido la portería. En defensa, el técnico amarillo tuvo que emplear infinidad de variables, ya que salvo Zoco, bien de lateral bien de central, y Carlos, lateral zurdo, el resto entraban y salían de las alineaciones. Miguel, hasta que se marchó a Suiza, era habitual en cualquier demarcación. Pedro Vitoria, Chico Joni, Gabri o Brian han ejercido como centrales. Los cuatro, además, han sido utilizados en el centro del campo, junto a Gajate, Alberto (casi toda la temporada renqueante) y Álvaro, lo cual no ha dado estabilidad a un grupo que rara vez ha actuado como tal dentro del campo. En los extremos, Víctor, partiendo desde la izquierda, y Rober, en la derecha, han sido los más utilizados, aunque Chileno y Movellán (que jugó los últimos 6 partidos de la temporada siendo el lateral derecho titular) también han tenido oportunidades. Como delantero, Diego fue, durante la primera vuelta (marcó 9 de sus 10 goles), la referencia de un ataque, más o menos fluido. Sin embargo, en la segunda parte de la temporada su rendimiento bajó mucho, tanto que su equipo ya no era ni tan incisivo ni tan competitivo como en los primeros meses de competición.

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