jueves, 13 de junio de 2013

Resumen Tercera (V)

Continúo con el repaso a los equipos de Tercera. En esta quinta entrega me centro en el Alfaro, al Agoncillo y el Villegas.

Alfaro: 2º, 91 puntos (95-21)

El Alfaro, para bien o para mal, ha repetido las sensaciones vividas la temporada pasada. Tras acabar segundo en liga (en ambas ha pugnado por el liderato, primero contra la Sociedad Deportiva Logroñés y este campeonato con el Haro), ha caído eliminado en la primera ronda de la fase de ascenso a Segunda B: contra el Montuïri hace un año, frente al Unión Adarve, hace unas semanas. Con Eduardo Arévalo al frente de ambos proyectos y con muchos jugadores repetidos. En las dos campañas ha sufrido un bajón en el juego que se ha visto afectado en sus resultados. De hecho, desde febrero la dinámica del cuadro blanquillo ha sido descendente. De la frescura inicial, de la alegría de las primeras jornadas ha ido dando paso a un conjunto más previsible en su faceta ofensiva, al que le costaba más superar las defensas contrarias. Un equipo que ha dominado menos de lo que le gustaría, que ha sido incapaz de ganar, en la segunda vuelta, en los campos de sus tres compañeros de viaje en el 'play off' (derrotas contra Haro, Calahorra y Varea) y que ha visto como sus mejores futbolistas, por diferentes cuestiones, no han llegado en plenitud al tramo final.

Arévalo, eso sí, ha tenido que modificar la forma de jugar. Si la temporada pasada y al comienzo de ésta, su fuerte era la velocidad de juego, así como la entrada por los extremos, esta liga ha sido un equipo que ha buscado más la llegada en segunda línea y el centro en vez de los costados. Asimismo, su buen rendimiento ofensivo en acciones de estrategia han aliviado, en más de una ocasión, a los blanquillos, que eso sí, cuando se ponía con ventaje en el marcador ante rivales inferiores no han tenido piedad. En el aspecto defensivo, el bloque riojabajeño se ha mostrado más vulnerable en determinados momentos, pese a acabar la liga siendo el segundo equipo que menos goles ha recibido.  Las 18 jornadas iniciales se mantuvo invicto, se mostraba como un equipo temible, arrollador, quizá no con un juego tan combinativo, pero sí letal en los últimos metros. Sin embargo, su confianza se vio alterada. Es como si la derrota frente al Calasancio tuviera consecuencias A lo mejor también influyeron los problemas que tuvo en La Molineta, donde le costaba ganar: derrota contra Oyonesa, remontadas ante Rapid y Vianés, empate frente al Náxara... Pese a ellos, los resultados eran más o menos favorables, pero tras perder una renta de 8 puntos con el Haro cuando estaba peleando por la primera plaza, acabó por evidenciar que el Alfaro no estaba fino, agotado física y mentalmente. Un aspecto que se acusó contra el Unión Adarve, rival al que no le pudo ni siquiera marcar un gol.

Picuchos ha evidenciado que anda bien de reflejos y ha sido ese portero constante que necesita un equipo grande. José Carlos y Sastre, por problemas de lesiones, no han completado una campaña tan brillante como la anterior. Por su parte, Cabrera, tanto de lateral como de central, sí que ha mejorado sus prestaciones, siendo más regular que hace un año. Sito Castro, desde que llegó ha sido un fijo en el lateral izquierdo y ha cumplido. Cristian también ha gozado de muchos minutos. En la medular, Herce ha tenido que asumir todo el protagonismo. Si bien la campaña pasada era el hombre que le daba el equilibrio entre la defensa y el ataque, en ésta sus funciones han sido más ofensivas, llegando en segunda línea (ahí están sus 8 goles). Del Puente y David Ruiz han tenido que ejercer de directores y esa demarcación, para lo que exige Arévalo, se les ha quedado algo grande. Quizá uno de los principales problemas del Alfaro, que no ha encontrado un medio centro que hiciera las funciones que Herce asumía hace un año. En las bandas ha habido alternativas. Jonathan y Omar comenzaron la liga y parecía que la apuesta iba a ser la misma de la temporada pasada, pero las lesiones obligaron al entrenador riojano a cambiar sus piezas. Álvaro, Murugarren o Pirri han venido jugando en esa posición y pese a ser jugadores con velocidad, su desequilibrio no ha sido tan contundente. Además, el equipo ha ido cambiando su forma, concentrándose más en aprovechar el momento de sus delanteros. Si bien Israel Losa ha vuelto a ejercer con libertad de movimientos para conectar el juego ofensivo, ha destacado más por su finalización (18 goles en su casillero) que por la elaboración, algo que quizá haya echado en falta el Alfaro. Víctor Ramos comenzó de '9' y haciendo goles (15 tantos), pero una lesión permitió que Omar explotara como ariete. Su zancada, facilidad para el desborde y remate han sido determinantes. 27 goles. Lástima de la lesión en la recta final.

Agoncillo: 11º, 54 puntos (48-50)

Como el agua y el vino. El Agoncillo de Israel Villarreal ha mostrado dos caras bien diferentes. Durante la primera vuelta (34 puntos, 32-24) ofreció su mejor versión, un equipo difícil de superar, defensivamente ordenado, muy intenso a la hora de presionar y letal en ataque, ya que necesitaba poco para hacer peligro. Sin embargo, fue entrar la competición en marzo, encadenar lesiones y sanciones y el equipo avionero comenzó a mostrar una cara B; la de un conjunto al que le costaba mucho hacer gol, que ahora era más vulnerable y que parecía incapaz de hacerse fuerte en San Roque. Su rendimiento en la segunda vuelta habla por sí solo: 20 puntos (16-26). Además, su bagaje ante su afición es, sin duda, una de las asignaturas pendientes para el próximo curso. Los 23 puntos sumados en San Roque contrastan con los 31 logrados a domicilio (mantuvo una racha de 8 partidos invicto). Gracias a los resultados cosechados durante la primera vuelta el Agoncillo llegó al ecuador liguero en sexta posición. Un lugar privilegiado. Con ese rendimiento se le podía declarar como una de las revelaciones del campeonato. Competitivo ante los clubes superiores y efectivo contra los que estaban por detrás en la tabla. Si mantenía su línea incluso podía codearse con los que querían meterse en la fase de ascenso. Pero fue entrar marzo y el equipo empezó a bajar sus prestaciones hasta el punto de entrar en una dinámica negativa de la que no podía salir (las lesiones influyeron), hasta que de los últimos 36 puntos en juego sólo sumó 7, contando la victoria lograda en la última jornada, llegando a estar 11 partidos sin ganar.

Picote y Jorge han defendido con aplomo el arco del Agoncillo. Israel Villarreal ha tenido complicaciones, sobre todo, en el final liguero para confeccionar una defensa solvente. Fidel y Rubén, en los laterales, han sido los más habituales, siendeo Pablo uno de los recambios, mientras que Navarro ha compartido el centro de la zaga con varios compañeros: Luis y Justino, principalmente. En el centro del campo, Pesquera, Chino y Jaime han sido los más empleados, dejando en los costados a Javi Sanz, Álvaro Iglesias y Dani López, debeindo este último tener que ejercer en muchos partidos de la segunda vuelta como delantero, ya que el 'pichichi' del equipo, Óscar (10 goles), ha tenido problemas de lesiones.

Villegas: 16º, 31 puntos (44-82)

El objetivo del Villegas pasaba por mantener la categoría. No había otra meta. Nacho Torres (deja el club tras muchos años) apostó por dar confianza a gente de la casa y le ha salido bien. Si por algo se ha caracterizado el conjunto encarnado ha sido por su fe en lo que hacían. Al Villegas no se le puede exigir que brille con la pelota, que genera 20 ocasiones de gol y que su defensa saque el balón desde atrás. Si lo hubiera hecho, en Navidad ya estaba descendido. Los de La Ribera sí que son voluntad, trabajo, constancia... gracias a eso y ser conscientes de sus limitaciones para aprovechar sus virtudes este Villegas ha sido competitivo y ha mantenido la categoría. Ha sabido esperar su momento, superar rachas negativas (dos de 6 y una de 9 partidos in ganar) para ganar en el momento oportuno. Regular en casa, 10 puntos en cada vuelta (3 victorias y un empate) y como visitante, pese  a que en la segunda parte de la liga sumó un triunfo más (4 y 7 puntos). Ha tenido que combatir con una rémora importante, la de ser uno de los equipos que más goles ha encajado, 82. Sin embargo, eso no le ha privado para afrontar las últimas jornadas dependiendo de sí mismo. Con un estilo directo, vertical tras robo de balón, práctico en defensa e intenso en la medular ha buscado explotar la calidad de sus hombres de ataque: Si Bladi y Abel (actor prinicipal en las tres victorias seguidas que consiguió el equipo a mitad de la segunda vuelta y que le dieron vida para mantenerse) fueron la referencia durante la primera parte del campeonato, Javi Gómez añadió en la segunda vuelta un ingrediente más. A ello hay que sumar la aportación de Cosmin, polivalente (central o centrocampista), vital en el balón parado.

Julián y Santi han alternado en la meta, Josema ha sido un fijo en el centro de la zaga, mientras que el resto de la defensa ha contado con alternativas: Dani, Nieto, Rubén (alternando lateral y extremo), Mosquera... En el centro del campo, Cosmin comenzó como referencia, pero ha compartido esa demarcación con la de central. Sicilia, Capi y Miguel han sido referentes en la brega en la zona ancha del campo. Bladi y Abel ('pichichi' del equipo con 16 goles) fueron las referencias ofensivas durante la primera vuelta. En febrero llegó Javi Gómez para ayudar en el intento de la salvación. Pese a que el rendimiento de Bladi bajó en el tramo final, el resto de la plantilla ha aportado. Eso sí, los cuatro goleadores del equipo (Abel, Bladi, Cosmin y Javi Gómez) totalizan el 86% de los tantos marcados.

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