domingo, 9 de septiembre de 2012

Remontada visitante

Cómo pueden cambiar tanto las cosas. Que llegara el descanso fue el principio del fin para el Yagüe, que vio como su buen primer tiempo no sirvió para mucho. Todo lo contrario que el River Ebro que, casi sin quererlo, se encontró con un partido cómodo durante la segunda parte. El punto de inflexión fue el gol de Óscar, tras asistencia de Álvaro, en el 47'. Era el empate, quedaba mucho por delante, pero ese tanto descompuso a los locales y asentó a los visitantes. El Yagüe acusó la igualada e invitó a los rojiblancos a que ganaran el partido. Los de Juanjo Rubio y Óscar Arpón leyeron mejor el duelo. Sin complicaciones en defensa, efectivos en la medular y aprovechando, en ataque, los espacios dejados a la espalda de una zaga local adelantada que sufrió un ligero suicidio al comprobar que el equipo se rompía, que el centro del campo aislaba a la defensa y dejaba varias ocasiones de gol francas a los riojabajeños. Álvaro, de cuchara, se encontró con el larguero y Richi se topaba con Javi en un uno contra uno. El River perdonaba y daba opciones a los amarillos.

Los de Dani Terroba, pese al acuciante bajón físico sufrido, también tuvieron sus opciones para adelantarse. David, con una gran regate se zafó de dos contrarios y se presentó ante Eric. Su tiro impactó en el poste y el posterior rechace le vino al jugador local, pero su golpeo fue sacado en la misma línea de gol por Javi Tres. Instantes después Álvaro, tras un robo en la medular, asistió a Richi que tras regatear a Javi puso a los suyos por delante. El Yagüe, incapaz de reaccionar tras el empate, se veía con el marcador en contra, con pocas fuerzas sobre el campo y sin ideas. El técnico local acumuló hombres en la parte delantera y dejó una defensa de tres. El River parecía que controlaba el choque, pese a que no tenía la pelota. Tampoco le hacía falta. Ahora la estrategia era evidente, robos en la medular y balones en profundidad a sus hombres más adelantados para que se jugara unos contra unos con los zagueros amarillos. 

El Yagüe, roto físicamente, pudo empatar pero el remate de cabeza de Rober, en el área pequeña, fue despejado por Eric. Incluso en la última jugada, de córner, hubo peligro sobre la meta defendida por el riojabajeño. Contrasta con el desarrollo de los primeros 45', donde el Yagüe jugó con más criterio, movió la pelota con velocidad y se acercaba al área rival con opciones de remate. El River quería, pero no podía. Presionaba y buscaba las bandas para hacer daño, pero sin inquietar a Javi. Cuando los amarillos tocaban con rapidez generaban dudas a los visitantes. Así vino el tanto de Diego, una acción que comenzó en la zaga, que transitó por la medular, fue de una banda a otra y acabó con un tiro seco y cruzado de Diego con la zurda. Hubo alguna que otra jugada similar, pero que no concluyó con el mismo final. Se veía que los locales controlaban y dominaban ante un impotente River que ansiaba con llegar al descanso para aclarar sus ideas. A ello ayudó un Yagüe, que ofreció una versión muy diferente tras la reanudación y que ahora suma dos derrotas seguidas en su retorno a Tercera. El River, por su parte, logra la primera victoria de la campaña.

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