Los favoritos cumplen

Los tres máximos favoritos, acompañados por un tranquilo calendario en las dos primeras jornadas, ya empiezan a marcar el territorio. Haro, Alfaro y Varea, con sus mínimos momentos de debilidad durante estos 180 minutos, han demostrado que tienen capacidad para ser referentes del grupo. Cada uno a su estilo. Los blanquinegros insisten en mostrar una solides defensiva similar a la de la campaña anterior (es el único equipo que todavía no ha encajado goles), además de una gran capacidad para fabricar goles, siete hasta el momento. Rapid y Berceo han sido sus rivales. Los verdes, que no tuvieron su día, se vieron superados por los jarreros, que encontraron la manera de llegar con peligro a la meta de Asier. Aimar, Ander (por partida doble) y Breixo fueron los goleadores del duelo. Los blanquillos, con goles y velocidad, han superado a dos recién ascendidos, aunque su juego no ha sido aún compacto y regular. En la última cita vencieron a un Aldeano que no inquietó a Pablo. El capitán Víctor Ramos, que volvió a fallar otro uno contra uno con el portero (como ya sucediera contra el Yagüe) anotó dos goles de tranquilidad. Omar puso la sentencia en un choque con poca historia en el que el jugador más brillante fue el portero local Raúl. Mientras que los arlequinados han sufrido algo más para sumar dos victorias. Si ante la Oyonesa salvaron el triunfo sacando un balón bajo la raya, contra un áspero Rapid tiraron de calidad individual para marcar las diferencias (el cambio de sistema tras el descanso también ayudó). Chimbo, en dos ocasiones, y Luigi marcaron las diferencias en un segundo tiempo en el que los visitantes mejoraron sus prestaciones ofensivas después de que el Rapid hubiera taponado bastante durante los primeros minutos.

Pero este trío no está solo. Hay otros clubes que se quieren invitar a los primeros puestos. Hasta la fecha, el Calahorra ha gestado sus dos triunfos gracias a las acciones de estrategia. ¿Casualidad? El central Silvani, con dos goles de cabeza tras dos saques de esquina, y Alcalde, de falta directa, son sus goleadores. El domingo ante el Villegas se vieron colapsados por la seriedad defensiva de los encarnados, que incluso reclamaron que el tanto de Silvani vino precedido por una falta. Los de Javier Salvatierra tuvieron sus ocasiones, cierto, pero los de Nacho Torres demostraron que además de defender ofrecen peligro con transiciones rápidas. Bladi tuvo el empate en el tiempo añadido. Buena imagen de los logroñeses. Aunque al final lo que cuenta es que el conjunto de La Planilla gana confianza, más allá del juego, para los siguientes partidos y poder estar en la zona alta.

Otro que está haciendo los deberes es el Agoncillo. Tras doblegar al Berceo en un choque igualado, en Isla demostró mucho orden defensivo, capacidad para enervar a los locales y peligro en los contragolpes. Ingredientes suficientes para que el Anguiano se fuera yendo del duelo a medida que iban transcurriendo los minutos. El arbitraje, sin que sirva de excusa, parece ser una de las causas para que los serranos perdieran su concentración. Una vez más, como ocurriera en el pasado fin de semana, Álvaro resultó determinante dando otra asistencia, ya van tres, y marcó un gol. El Anguiano acabó con nueve jugadores después de que Iván fuera expulsado, por roja directa, pasada la media hora y que Chiri viera dos amarillas en las postrimerías del duelo.

Si, por el momento, se puede hablar de alguna sorpresa negativa habría que señalar al Náxara. Un punto de seis posibles es poco botín para los de Nacho Ruiz. Si en Santo Domingo cedieron un empate en el tiempo añadido, mientras que el domingo se vieron sorprendidos por el Calasancio. Es como si los blanquiazules se acostumbraran, en las últimas temporadas, a convivir con malos inicio, con derrotas en La Salera y con problemas en ataque. Tampoco es que sea preocupante, pero sí que es un toque de atención para todos, ya que la igualdad es mayor de lo que aparenta. El Calasancio, por el momento, está dando continuidad a lo exhibido la campaña anterior. Trabajo, orden, solidaridad y salidas rápidas para sorprender. Armas suficientes para lograr buenos resultados a domicilio. 

Vianés, Arnedo, Oyonesa y River Ebro lograron el primer triunfo de la temporada. Los navarros, en el último choque de la jornada, superaron a La Calzada en casa. El gol tempranero de Navajas marcó los tiempos de un duelo en el que a los visitantes les costó entrar. Cuando más entonados se encontraban, llegó la expulsión de Rocky, pasada la hora de juego, que mermó sus opciones. De ello se aprovechó el cuadro de Iñaki Santibáñez para ampliar la distancia en el marcador. Un resultado excesivo para los méritos de ambos equipos. De esta forma, el Vianés suma cuatro puntos tras dos jornadas. Gran bagaje. El Arnedo superó, por la mínima, a un Pradejón herido tras la dolorosa encajada en la jornada inaugural. Los verdiblancos estuvieron a la altura de las circunstancias y aunque los blanquillos fueron merecedores del triunfo, los locales no le perdieron la cara al duelo en ningún momento. Curiosamente Abel, exjugador del Pradejón, anotó el tanto en su primera intervención. Los de David Ochoa también acumulan cuatro puntos.

La Oyonesa ofreció pegada ante un San Marcial que fue de más a menos. Con un ritmo constante, los de Jorge Ochoa encontraron su ritmo en una segunda parte marcada por dos goles en 3' y la expulsión de Jimeno, acto seguido. Si bien el primer período fue equilibrado, en el que las ocasiones fueron escasas, salvo el primer gol local, obra de Nano, tras varios rebotes, el paso por los vestuarios sentó mejor a los alaveses, que fueron un vendaval ante un San Marcial flojo mentalmente cuando las cosas se ponen en su contra. El 5-0 final determina que si flojeas, por un momento, ante un bloque tan intenso como el de la Oyonesa lo acabas pagando. Por su parte, el River Ebro, tras verse superado por juego e ímpetu por el Yagüe en la primera mitad, tuvo paciencia para leer el partido y darle la vuelta en el segundo tiempo. Los de Juanjo Rubio y Óscar Arpón, que es el que da las instrucciones, rompieron los esquemas a los locales al marcar el empate tras el paso por los vestuarios. Los amarillos, incómodos, no supieron cómo hacer frente a esa situación y además acusaron un bajón físico alarmante que dio alas a los rojiblancos. Momento para que los de Dani Terroba aprendan de que se encuentran en Tercera.