jueves, 6 de septiembre de 2012

Error de bulto

El Lleida impugna el partido disputado en Las Gaunas el pasado domingo (1-1). Ve un resquicio legal y busca en los despachos lo que no logró sobre el terreno de juego. Correcto. Defiende lo suyo. Además, según reza el articulo 56 del Comité discipilinario de la Real Federación Española de Fútbol la base por la que reclama el club catalán tiene fundamento. "La suspensión por partidos que sea consecuencia de la comisión de infracciones de carácter leve, implicará la prohibición de alinearse, acceder al terreno de juego, al banquillo y a la zona de vestuarios, en tantos aquellos como abarque la sanción por el orden en que tengan lugar (...) en los partidos de la misma competición en que dicha infracción fue cometida. Se entiende por misma competición la que corresponde a idénticas categoría y división". La otra parte, en este caso Unión Deportiva Logroñés, tiene hasta el viernes para presentar alegaciones. Cosa que parece hará en busca de impedir que los tres puntos viajen a tierras catalanas. Hace lo que debe, aunque todo apunta que poco hay que hacer. 

La roja en Urritxe a Víctor Fernández, una infracción de carácter leve, en la jornada inaugural ha provocado esta sucesión de acontecimientos. El club riojano recibió la sanción de un partido oficial el miércoles 29 de agosto, horas antes de la disputa del choque de la primera ronda de la Copa del Rey contra la Sociedad Deportiva Logroñés. El lateral zurdo fue excluido de la convocatoria pensando la UDL que sí que podía estar a disposición de Pepe Calvo para el duelo del domingo siguiente, segunda jornada liguera, ante el Lleida. Pero esa normativa por la cual la tarjeta roja directa conlleva perderse el próximo partido oficial, independientemente de la competición, fue modificada durante el verano de 2011 y ahora cada torneo es independiente: Liga, Copa del Rey, Supercopa...

De poco sirve que la UDL se defienda diciendo que "no se ha actuado con mala fe", que "hemos hecho lo correcto", que "nos hemos ceñido al reglamento". Nadie duda que se ha haya querido sacar provecho de esa situación. Faltaría más. Pero las circulares, los reglamentos y las normativas están para cumplirse. En ocasiones hay resquicios legales que no se tienen en cuenta. Sin embargo, cuando un club es profesional, como se supone que es la UDL, no valen los credos y los pensamientos. Es decir, hay que acogerse a las reglas. Cierto que puede caber alguna interpretación al artículo 56, como ocurre con casi todos, pero la concreción sobre "misma competición" y su explicación posterior es más que evidente.

Por el momento, hay que esperar a que haya una solución definitiva, algo que conllevará su tiempo, ya que que a la UDL le queda la posibilidad de reclamar ante el Comité de Apelación en el caso de que el Comité de Competición desestime las alegaciones que debe presentar. Luego sería el momento para exigir responsabilidades. Por de pronto a los aficionados. Tampoco estaría mal que dentro del club esta posible pérdida de puntos sirva para comprobar que la organización interna de la entidad no es la correcta para su perfecto funcionamiento, algo que se debería modificar. Pero eso son los propios socios los que deben reclamarlo a los dirigentes.

Si todo esto sirve para que la UDL espabile y se muestre más activa en defensa de los suyos (plantilla, cuerpo técnico y afición) bienvenido sea. Pero evidentemente esa derrota en los despachos, si finalmente el punto obtenido en el campo se pierde, sería un palo muy grande derivado de un error de bulto por falta de conocimiento, que eso quizá sea lo peor: la ignorancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario