jueves, 13 de septiembre de 2012

A pensar en la Liga

Castigo duro el sufrido por la Sociedad Deportiva Logroñés en su visita a tierras cordobesas. La Copa del Rey ya queda atrás para un club novato en la competición que accedió a ella por méritos propios después de una sensacional campaña finalizando en la primera posición del grupo riojano de Tercera y logrando el ascenso a Segunda B. Este premio ha tenido dos paradas: una para derrotar al 'enemigo' local en casa y otra para pegarse la paliza, llegar a un campo, recibir una goleada, irse al hotel a descansar y madrugar porque toca regresar a Logroño para preparar el partido siguiente con poco más de 48 horas de diferencia. Habrá quienes apunten que es un torneo deficitario en las tres primeras rondas, que exige demasiado para los equipos humildes, sobre todo si el sorteo depara un desplazamiento de 1.700 kilómetros entre ida y vuelta... llevan toda la verdad... pero para muchos futbolistas de la SDL ha sido una experiencia nueva. Y el enfoque que le ha dado Agustín Abadía a este torneo, más allá de los resultados, me parece acertado para lograr la meta de la salvación, no hay que olvidarse de ello. Me explico.

La Liga es el objetivo prioritario de un recién ascendido. La Copa del Rey o la Copa Federación, a la que podrá inscribirse la SDL, son competiciones que sirven para probar cosas, para dar ritmo a los menos habituales, para coger confianza... y con esa mentalidad el técnico de Binéfar planteó el duelo ante la Unión Deportiva Logroñés y el Lucena, aunque el marcador no le haya sonreído en esta ocasión. Si en el derbi riojano, sólo Miguel repetía como titular del duelo anterior, ayer fue Fran Sota el blanquirrojo que continuó en el once tras la victoria frente al Amorebieta. Abadía, desde su llegada a la entidad riojana, ha optado por rotar, por confiar en toda su plantilla, por aprovechar sus recursos al máximo. La pega es que hay diferencias. No es lo mismo, con todos mis respetos, que Gerardo y Omar sean los laterales a que Ledo y Laencina ocupen esa demarcación. Al menos en estos momentos. Se vio ante la UDL que el de Ribafrecha sufre cuando le encaran, algo lógico porque es ahora cuando está aprendiendo a tener cultura defensiva. De extremo ha pasado a una posición muy diferente y en una categoría con más especialistas. Es decir, que encima le toca bailar, casi siempre, con los jugadores más desequilibrantes. Ledo, en la primera ronda copera, ejerció de central y ahí estuvo más arropado. Puede que en defensa no sufra tanto como su compañero, tiene más voluntad y sacrificio defensivo, pero a la hora de sacar el balón el equipo pierde una salida fluida. Como sustitutos, por ahora, son eficaces. La duda es si con ambos a la vez en los costados dan la solidez y prestancia que venía adquiriendo el bloque blanquirrojo en este comienzo.

El tema de Salazar como central ya lo he explicado otras veces. El de Lardero es centrocampista. Luce más en esa posición y creo, es mi opinión, que su rendimiento y aportación es mayor que cuando juega en el centro de la zaga. Cuanto más se le retrasa es más vulnerable. Es un jugador intenso, incómodo, que necesita sitio para atosigar, incomodar al rival... fajador e incansable realiza un trabajo oscuro por voluntad propia, sin rechistar... cada acción la vive como si fuera la última y a eso le llama intensidad... pero como central se le acusan más sus carencias: no es jugador rápido y en esa demarcación sufre más, aún tiene problemas en la colocación (esencial para vivir como último hombre), que los delanteros le saquen de su sitio le obliga a pensar y cuando uno no está a gusto, por mucha voluntad que le ponga, al final sufre él y, como consecuencia, el equipo. No es lo mismo ejercer esa demarcación en Tercera que en Segunda B. Eso no quita para que cuaje buenos partidos.

Que ni Pitu ni Miguel, dos de los hombres más importantes en la medular, no estuvieran sobre el campo, se quiera o no, se nota. Candelas, Esaúl y Fran Sota son futbolistas con un corte similar. El trabajo y las ayudas a la línea defensiva son menores. Probablemente Candelas, por su trayectoria, ha tenido que adaptarse a más posiciones y sea el más trabajador, pero no tiene el equilibrio que sí aportan Pitu o Miguel. Ojo, no se malinterprete y alguien quiera pensar que este trío no son futbolistas válidos. Ni mucho menos. Arriba, Tamayo y Javi Torres gozaron ayer de una buena oportunidad. Hicieron lo que pudieron, pero cuando el equipo está metido en su campo es difícil brillar. Abadía prefirió dar descanso a sus dos referentes ofensivos, Jorge Herreros y Olavarrieta, que probablemente sean de la partida ante el Real Unión.

Pero más allá de nombres, el miércoles todo se resquebrajó de inicio con el golazo de Adrián. Imparable su tiro. Otro asunto es que la jugada, tras un rechace de saque de esquina, no se hubiera podido abortar. La SDL sufrió mucho, como le sucedió ante el Amorebieta, durante los primeros minutos. Libró y cuando parecía decidido a estirarse un poco, llegó el segundo tanto local. Gol olímpico. De nuevo las acciones a balón parado daban al traste con las ganas de los riojanos. Hay que recordar que los dos tantos del Alavés, en la derrota liguera, también fueron en jugadas de estrategia. Por si fuera poco, sin tiempo para reaccionar, al filo del descanso vino el tercero. Mazazo para los blanquirrojos.

Quedaba un segundo tiempo muy largo en el que había dos opciones. Sufrir o tratar de aprovechar para disfrutar de un sueño que ha durado 180'. Por si había dudas, el Lucena, que curiosamente en los tres partidos de liga no había anotado ni un gol, estaba lanzado. Así vino el cuarto. Otro duro golpe psicológico. Pero ya no había que pensar en el marcador. Sólo quedaba recuperar sensaciones y sacar algo de orgullo. Metola marcó la honrilla y con el triple cambio a falta de 20', Abadía buscó alternativas. Tres centrales y algo más de presencia en el terreno de juego rival. Por lo menos acabar con la idea de haberlo dado todo por un resultado más favorable. Pero dosificando, que el Stadium Gal espera antes de lo que parece.

¿Conclusiones? Que Abadía era consciente de que la Copa del Rey era algo secundario. Que el triunfo ante la UDL estuvo muy bien, dio confianza y concretó la ilusión del proyecto, pero que era cuestión de tiempo abandonar la competición porque los esfuerzos iban encaminados a la Liga. Que la plantilla diseñada es la que es. Que evidentemente los cambios se acusan, pero que todos reman para ir de la mano por el mismo camino. Eso es lo importante. Y si cada uno de los jugadores que salta al campo da lo máximo no se le puede exigir más. Si tienen una ficha será por algo. Lo importante es que el marcador no afecte a la cabeza durante la cita del sábado y que el esfuerzo físico no se acuse.

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