Tomando aire

UDL, puesto 14º con 29 puntos. Arandina, 15º con 27. Palencia (promoción) con 27. Descenso para Real B, 23; Segoviana, 21; Lemona, 14; y Burgos, 14. Para los utópicos el play off de ascenso queda a 12 puntos, Eibar (41).

   Otros tres puntos más. Necesarios. Sí. Reconfortantes. Por supuesto. Dan mucho oxígeno y permiten que el UDL normalice su confianza. El trabajo diario empieza a dar sus frutos y eso es un aspecto que la mente empieza a asimilar. Gran paso de mentalidad. Las dos victorias ante Lemona y Burgos, por otro lado, fundamentales para seguir remando, certifican que este equipo está capacitado para evitar el descenso. Los próximos compromisos ante Salamanca, Ponferradina y Mirandés dilucidarán si estaba diseñado para cotas mayores. En Lemona se luchó ante las adversidades de un campo embarrado y se obtuvieron tres puntos, vía dos penaltis. Ante el Burgos, el primer tanto también vino desde los once metros. Hay que meterlo, cierto, pero es como si el conjunto blanquirrojo se estuviera acostumbrando a encarrilar sus partidos desde el punto fatídico. Aunque también hay que verlo como que ahora sí que aparece esa pizca de suerte que antes era impensable. Hace unos meses esas jugadas sólo se veían en el área riojana, ahora, por el contrario, suceden en campo rival. Algo ha cambiado. 

Castilla, Vélez, Cervero, Jano, Moustaphá, Nacho, Ormazábal, Alejandro, Durán, Manu García y De Paula.

   Las Gaunas invitaban a que ese gol tranquilizara los ánimos y mostrara a un UDL dominador ante un Burgos en gestación, ante una de sus últimas oportunidades para engancharse a la salvación. Pero no fue así. Se dejó ir, aunque sin temer por encajar un gol porque al Burgos le faltó alma, corazón, creer en que podían marcar. Todo lo contrario que a los pupilos de Pepe Calvo, que son conscientes de la realidad y tienen la capacidad para saber qué es lo que tienen que hacer en cada momento. Otro gran paso. El problema es que esa mínima renta, en casa, ante tu público y con la necesidad de llevarse los tres puntos, parecía poco. Y si en una contra, y si en un córner, y si…

    Pero esa fue la tónica contra el Bilbao Athletic y el Eibar pese al empate a cero. Conservar lo que tienes, sin exponer, buscando otra oportunidad, dosificando (es una forma de hablar porque en el campo hay que darlo todo). Le fue bien porque enfrente el rival no apretaba y no intimidaba, contra el Eibar fue otro cantar, aunque los ‘armeros’ carecieron de osadía para ir a por el partido. Hasta que apareció Durán, que durante la temporada había demostrado cositas y que ayer confirmó su clase. Un gol de bandera, de los que exigen ser recordados en la retina para contar. Vaselina en carrera ante la que Jonathan sólo pudo aplaudir (metafóricamente). Fue a partir de entonces cuando se intentaron más cosas, cuando hubo más ganas por agradar, cuando parecía que el resultado invitaba a dejarse llevar, a explotar las virtudes, a demostrar las esencias. ¡Lo que hace la mente! ¡Por qué será tan caprichosa! A ello contribuyó un Burgos que no tuvo más remedio que estirarse. Pero ya en el primer tiempo se habían visto algunos ramalazos interesantes: llegadas por bandas con Manu García y De Paula, incorporaciones de los laterales Ormazábal y Vélez… Detalles que confirman que la dinámica es ascendente.

El UDL ganó 2-0 al Burgos con goles de Cervero y Durán.

   Por si fuera poco, Calvo se permitió el lujo de dar descanso a sus piezas. Por un lado, Ormazábal (con cuatro amarillas) para que Iñaki tenga minutos y sepa que su aportación también es importante. Cervero, el goleador, cedió su puesto a Albistegui, para que sepa que es un recambio, de lujo, en el centro del campo. Desde la grada pudo entenderse como un cambio defensivo, pero favoreció para que Durán se quitara el corsé, gozara de más libertad y tuviera más presencia en campo contrario. Y Moustaphá, cada partido que pasa es más importante para dar el equilibrio entre la defensa y el ataque. Lo sabe, ha madurado y al UDL le viene de maravilla. Su recambio fue Dañobeitia, poco pudo mostrar, pero le debe servir para que sepa que Calvo cuenta con él, aunque sea para unos minutos.

   Esto viene a corroborar que cuando las cosas salen bien es mejor no tocarlas. Los 385 minutos (25’ contra el Sestao más los últimos cuatro partidos) que lleva Castilla sin encajar un gol han provocado la mejoría en el juego y en los resultados. Los edificios siempre se construyen por los cimientos, nunca por el tejado. Pepe Calvo ha dado con la tecla, con esa que parecía imposible. Pero no perdamos la perspectiva que el UDL ha ganado a los dos colistas de la categoría: Lemona y Burgos.