UDL puesto 15º tras la jornada 23 con 26 puntos, dos por encima de la promoción y tres sobre el descenso.
Tercera vez en la temporada que encadena tres partidos o más sin perder. Es la
primera vez que el equipo suma tres
encuentros sin recibir ningún gol.
Sin emocionarse. Victoria,
perfecto. Portería a cero, mucho mejor. Entrega, lucha, coraje… muy bien. Pero
el triunfo en Lemona, pese a las incómodas condiciones del campo y la adversa
climatología, era lo que se debía hacer.
Ni más ni menos. Tres puntos que permiten afrontar el duelo ante el Burgos con
algo de aire, con mucha autoestima y
con la sensación de que el equipo ha sufrido un cambio emocional que le puede
permitir dar el empujón definitivo para escapar de una zona incómoda, por cuanto
hay mucho que perder y poco que ganar. No hay que olvidar que el Lemona es colista, y lo es por algo,
que sí, que los motivos extradeportivos salen a relucir, pero es un grupo
profesional que lo da todo en el campo. Y la plantilla del UDL demostró ayer,
como hiciera el pasado 16 de octubre (fecha de la última victoria a domicilio) en
Tanos, que sabe aclimatarse a pisos
irregulares. Cabe preguntarse, qué ha pasado desde entonces (salvo duelos
puntuales), por qué este grupo se ha
desvanecido ante la mínima adversidad. Cierto que ayer esa pizca de suerte
le sonrío, ¡eureka! Pero que también Cervero, quién iba a ser, supo
aprovecharla. Dos penaltis sin los que
quizá no se habrían sumado los tres puntos. Un dato que hay que retener en
la memoria.
El aspecto más interesante es que
Castilla (por fin aparece y cuánto
se le ha echado en falta esta temporada) empieza
a transmitir esa seguridad necesaria para que esta escuadra vaya hacia
arriba. Tres partidos a cero con buenas intervenciones del guardameta
blanquirrojo que han dado 5 puntos al UDL. Por
ahí se construyen los equipos. Lástima que se hayan desperdiciado, tampoco
es para tanto, veinte jornadas ligueras para encontrar la solución. A ello
también contribuirá que Pepe Calvo apostara por dar continuidad a una línea defensiva (Ormazábal, Nacho, Jano y
Vélez) que se ha aclimatado a las exigencias actuales y que ha reducido las
lagunas que, con bastante frecuencia, surgían en el área propia.
Respecto al rendimiento de Moustaphá no es de extrañar. Su misión es la de dar equilibrio, y mostrar con su
espectacular presencia física que su zona es suya. Es más fácil destacar en
estas circunstancias que cuando todo sale a favor, entonces lucen más los que
tienen calidad en sus botas. La labor oscura parece que sólo se reconoce cuando
el equipo juega al límite. Sobre Alejandro, me surge una duda: ¿es momento
de dar la alternativa a alguien? Por cierto, los cambios ayer me parecieron acertados, tanto en su momento como los movimientos. Parece que se siguen afinando algunas cuestiones.
Pese a todo sigue habiendo
incógnitas. ¿A qué juega esta UDL?
El domingo los jugadores demostraron ambición para adaptarse, para saber que lo práctico era lo positivo y que en
cada choque, en cada acción a balón parado había que darlo todo y un poco más.
Ahora vendrá el Burgos, una nueva oportunidad
para confirmar que se quiere salir de la parte peligrosa y que se busca retomar
la tranquilidad deportiva, que quizá haya provocado que se hablen de otros
aspectos: convenio por Las Gaunas o cambio de la Colonia de Albelda por otros
campos municipales.
Grande Zoco. Ya era hora que alguien con criterio tuviera espacio suficiente para explicarlo. Muy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarSergio Moreno
Se hace lo que se puede
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