domingo, 19 de febrero de 2012

Tercera victoria seguida


Este equipo hasta ataca, se empieza a estirar. Da muestras de que hay mordiente y pegada en sus filas. Se lo cree, lo festeja y la tristeza de hace unas jornadas se ha convertido en alegría. Llamarlo ilusión sería excesivo porque son muchos los puntos que separan al UDL del play off de ascenso. Por lo menos se van quemando etapas. Lo que se veía negro, ahora se acerca al blanco. Las lagunas, sobre todo, defensivas y los colapsos ofensivos se van olvidando. Lo importante, además, es que, por lo visto en El Helmántico, apenas le crean ocasiones de gol. Un dato revelador de la confianza y fe de este grupo. Y, por el contrario, en ataque hay luz, hay más presencia, hay más ganas por llegar al área rival, por incomodar al contrario en campo contrario, por ser conscientes de que cuando más lejos se esté de la portería propia, mejor para sus intereses. Así se entiende que antes del gol de Cervero hubiera hasta tres opciones para haberse adelantado (Manu García, Cervero y Durán). Eso es querer. Hubo continuidad y tras un ligero titubeo en el comienzo de la segunda mitad, ante la lógica presión del Salamanca, se recuperó la presencia en el área contraria. Por insistencia, por querer 'matar' el partido vino el segundo de Manu García, que bien pudo ser de Alejandro (suyo fue el remate). Hasta el final, se controló el encuentro y guardó la ropa. Buena señal de que este equipo está preparado. Le ha costado, pero ha encontrado el camino.
     Lemona, Burgos y Salamanca. Tres paradas, tres victorias. Nueve puntos de los 32 que suma el UDL actualmente. Puesto duodécimo tras superar en la tabla a Salamanca (30) y Real Unión (32 y en clara dinámica descendente). El descenso queda a seis puntos (Real Sociedad B, 26), la promoción se ubica a cinco (Arandina, 27). Pensar en cotas mayores es una quimera: Amorebieta, cuarto con 43 puntos y un partido menos. Un mundo, mejor ser realistas y seguir sumando partido a partido. El próximo rival que visita Las Gaunas es la Ponferradina, segundo. Calma.
     Además, hay sensación de peligro tras una jugada a balón parado. Eso antes era impensable porque había miedo hasta de hacer daño. No vaya a ser que se pusieran por delante en el marcador. Eso es lo que se busca ahora. Y el equipo lo agradece, se alivia y supera obstáculos.
     Pepe Calvo ha encontrado un once. Una pena para los que se quedan fuera, caso de Iñaki (su frescura de piernas y su desborde por banda no se olvida) Albístegui (a pesar de su fragilidad), Rui (lo ha demostrado en la Copa de África), jugadores capacitados para ser titulares. El aficionado se lo va a acabar aprendiendo: Castilla; Ormazábal, Nacho, Jano, Vélez; De Paula, Moustaphá, Durán, Manu García; Alejandro y Cervero. El portero y la defensa han dado la solidez y confianza necesaria para hacer que el guardameta andaluz haya batido ya el récord de imbatibilidad que tenía un portero en el club (Rubio, 405 minutos). De hecho, se encuentra a 18 minutos de superar el récord absoluto del UDL (492 minutos, temporada 2009/10). Un gran logro de conseguirlo. La zaga ha demostrado compenetración y comunicación. Vélez es un lateral más defensivo que Ormazábal, pero también más contundente, más físico. El vasco se estira y el bloque lo agradece porque le ofrece una salida por un costado. Nacho se ha adaptado perfectamente como central junto a Jano. Sólo habría que pedirles un poco más de intención cuando sacan el balón jugado. Es un hándicap, que se puede mejorar. 
    Moustaphá ha dado el equilibrio. El saber estar. Le hacía falta a este equipo. De gran presencia, se multiplica para ayudar a la línea defensiva y barrer lo que queda en la parte central. Mientras que Durán, que va ganando regularidad con el paso de los minutos, aporta ese toque de serenidad y clase que reclama este equipo. De Paula, pese a su intermitencia, y Manu García (el gol le va sentir muy bien) dan profundidad por bandas. Manejan dos opciones, bien para ser ellos los finalizadores (caso del segundo gol) bien para actuar como asistentes (como sucedió en el primer tanto). Arriba, hay un complemento de lujo gestado en el trabajo y en el sacrificio. Mientras que Alejandro, negado cara a portería, corre, se desmarca y facilita la labor de sus compañeros, Cervero se lleva los titulares con sus goles. En definitiva, un UDL competitivo que, por fin, ha sabido adaptarse a las circunstancias y sacar el orgullo... y el fútbol que atesoran las botas de los futbolistas.

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