lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Un paso atrás?

Mientras que la Unión Deportiva Logroñés vivía un fin de semana de descanso gracias a la incompetencia y permisividad de la Federación Española (dejo en el aire la posible presencia del Salamanca Athletic, no le permito inscribirse y aunque una jueza sí que me obligue a ello, espero a que pase el tiempo), que acepta que un grupo quede con 19 equipos (la pasada campaña ya pasó algo parecido cuando hubo 21 equipos en uno de los grupos de Segunda B), la Sociedad Deportiva Logroñés sumaba ayer en Zamora su tercera derrota, además como visitante. Los de Agustín Abadía, por desgracia, no parece que le hayan cogido el aire a la competición. Sus 2 puntos (dos empates en casa), su 18ª posición y ser, ya, el conjunto que más goles recibe (9 tantos) empiezan a ser preocupantes. De poco le ha servido, hasta la fecha tener capacidad para marcar a domicilio (2 contra el Coruxo y 1 frente al Zamora). El aspecto positivo, siempre hay que tratar de extraer algo, es que la SDL es un bloque, como ya demostró la temporada pasada, que sabe resurgir cuando más trabas se le ponen.

Sin embargo, la imagen ofrecidas en el Ruta de la Plata no fue la más adecuada para pensar que este equipo puede mostrar una versión mejorada. Pese a ponerse por delante en el marcador a los 8' gracias a un gol de Olavarrieta, previo centro de Del Puente, la SDL se convirtió en una escuadra frágil mentalmente en cuanto recibió el empate antes de la media hora. Entonces, se vio a un cuadro blanquirrojo (de pistacho ayer) menos competitivo de lo de deseado. Y eso que, al menos, durante la primera mitad hubo opciones para volver a adelantarse (Del Puente tuvo una oportunidad bastante clara). Cierto que también influyó que el Zamora adelantó unos metros su línea de presión, que se sacudió del ritmo pausado que trató de imprimir el equipo riojano y que buscó la meta de Mandalúniz con mayor ambición, principalmente en la segunda parte.

Tampoco ayudaron las ya habituales lesiones en las filas riojanas. Si en la primera jornada caía Jorge Herreros, ayer la desgracia se cebó con Fran Sota, que sufrió un fuerte golpe en el hombro. Su marcha del terreno de juego coincidió, en la jugada siguiente, con el gol del empate. Además, Moya, fue expulsado justo un minuto antes de que los locales sentenciaron el partido con el tercer tanto. Lo del central es para hacérselo mirar: 6 tarjetas amarillas en 5 partidos. Que digo yo que alguna se podía haber evitado. Pero si la SDL, tanto contra el Coruxo como frente al Avilés, había plantado batalla, había sabido resarcirse de las dificultades y había mostrado sus garras pese a ir por detrás en el marcador, contra el Zamora no sucedió. Eso es lo preocupante, más allá de no regresar de vacío a Logroño.

Abadía destacaba hace una semana que el equipo había aguantado con la portería a cero (y encima concediendo pocas ocasiones de gol), lo cual era un objetivo importante para los suyos. Un punto (además del sumado) en el que apoyarse para aumentar la confianza en lo que se estaba trabajando. Sin embargo, de poco sirve si en el siguiente duelo a la mínima dificultad el equipo se resquebraja. Lo bueno que tiene esta SDL es que afronta cada partido como un nuevo, independientemente de lo realizado el domingo anterior. Eso habla de entereza mental. Ahora hay que saber si esa recuperación se mantiene durante los 90' porque si hay algo por lo que destaca este equipo, hasta la fecha, es por perseverar, insistir, no bajar los brazos, trabajar, pelear y saber sufrir. 

Otro asunto, considero interesante, es la plantilla con la que cuenta el técnico de Binéfar. Desde su llegada al banquillo blanquirrojo ha apostado por dar oportunidades a todos sus jugadores, por mantener un ambiente competitivo interno en el que cualquier jugador podía pasar de titular a la grada y viceversa. Tiene sus cosas buenas y mala. La positiva, ya lo he apuntado, es la competitividad y que ante lesiones o sanciones haya futbolistas que den el paso adelante (sólo hay que seguir el ejemplo de Ledo la campaña pasada). Pero hasta la fecha, cinco partido, las variaciones en el once titular son más bien escasas. Algunos ya son repetidores en quedarse fuera de las convocatorias. De cara al exterior, cabe preguntarsea, ante la ausencia de victorias, si el equipo cuenta con margen de mejora, si esto es todo lo que puede dar de sí con los recursos que tiene. Por el momento, Abadía insiste en dar confianza a una serie de futbolistas, a los que considera importantes, para que acaben de explotar sus virtudes individuales lo que dé reflejo en el aspecto colectivo.

Lo mejor que puede hacer la SDL es tabla rasa. Buscar los aspectos positivos de estas 5 jornadas, seguir trabajando para revertir la situación y confiar que lo realizado durante la semana va a dar sus frutos contra la Cultural. No existen las varitas mágicas, pero un espejo en el que mirarse es lo que hizo la temporada pasada el conjunto blanquirrojo. Para ello, a lo mejor hay que cambiar la perspectiva y afrontar cada partido como si fuera el último. Luego si los resultados no acompañan, qué se la va a hacer, pero, por lo menos, que no se les puede echar nada en cara ni a entrenador ni futbolistas. Vaya, el mínimo exigible, partirse la cara (es algo figurado) durante el partido.

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