jueves, 12 de septiembre de 2013

La ambición de creer

Jornada intensa la vivida ayer. Cronológicamente, la final de la Copa Federación proclamaba la atención. El Municipal de Varea acogía la final entre el Varea y el Náxara. Mientras que los arlquenados habían tenido que superar dos eliminatorias (Alfaro y Arnedo), los blanquiazules llegaron al duelo tras vencer al Calasancio. El favorito fue el campeón. Un Varea que continúa invicto (en sus seis partidos de esta temporada) y que encarriló el choque cuando pasada la media hora Zabala anotaba. Un tanto que obligó a los de Nacho Ruiz a ir contracorriente, una situación que favoreció los intereses de los locales, más seguros con el marcador a favor. El tanto de Chimbo, de cabeza, ya en la segunda parte y la expulsión de Javi Martínez (por doble amarilla en el minuto 84) allanaron el camino para que los de Emilio Remírez se alzaran con el primer título del curso, además de permitir a los logroñeses representar el fútbol riojano en la fase nacional de la Copa Federación. Eso sí, en el bando visitante no acabaron muy contentos con la labor arbitral.

La tarde avanzaba y el protagonismo lo reclamaba la Copa del Rey. En concreto, el Haro, que buscaba la tercera ronda de la competición contra el Sariñena. Curioso duelo, ya que meses antes ambos contendientes pugnaron por una plaza en Segunda B. Era el momento de la revancha, como finalmente ocurrió. Por planteamiento inicial, se podía decir que los dos equipos trataron de imitar sus intenciones en el duelo vivido en la primera eliminatoria de 'play off'. Respeto, miedo a fallar y a poder ser que se juegue en campo rival. Ambos parecían más o menos cómodos, mientras el tiempo pasaba sin que en el campo sucediera nada interesante. Era como si la primera mitad, con algún fuego artificial y/o susto que otros, se hubiera utilizado para desgastar. Se intuía una segunda mitad algo más abierta, sobre todo, a medida que el esfuerzo se fuera acusando. Sin embargo, Breixo se encargó de romper los planes al marcar. En el Sariñena tocaba arrebato cuando aún faltaba más de media hora, mientras que el Haro respiraba tranquilo porque se había hecho lo más difícil. El planteamiento del choque varió sustancialmente. Los de Roberto Ochoa aguardaban, sin meterse debajo de la portería, para combatir los ataques rivales y salir a la contra con espacios. Por su parte, el cuadro oscense buscaba el empate, aunque sin la mordiente necesaria como para que Javi Ríos sufriera, pese a que opciones de lograr las tablas tuvieron. Es más, fueron los jarreros los que pudieron ampliar la renta saliendo con velocidad. Ahora toca asimilar lo realizado y esperar rival (será un conjunto de Segunda B).

Por útlimo, el día aguardaba el partido aplazado de la segunda jornada de Segunda B entre la Sociedad Deportiva Logroñes y el Marino de Luanco. Los blanquirrojos, con el casillero a cero, estaban un poco presionados por sumar, mientras que los asturianos buscaban acercarse a los puestos cabeceros del grupo. Los locales salieron como más metidos, pero los visitantes, con calma y paciencia, querían la pelota para no pasar agobios. No había un dominador claro, lo que provocaba que la mayoría de las jugadas murieran antes de llegar a la portería contraria. Pese a ello, el equipo de José Luis Quirós tuvo la opción de adelantarse, pero el cabezazo de Alejandro, con todo a favor, salió lamiendo el larguero. La SDL replicó con una buena falta de Toledo que Dani repelió a córner. Y justo antes del descanso, cuando parecía que los locales presionaban y pisaban campo contrario con más asiduidad, una buena combinación entre Alcántara, que centró, y Ledo, que remató, concluyó con la desesperación del defensa que se lamentaba de haber echado demasiado atrás el cuerpo a la hora de contactar con la pelota cuando el gol era más que posible (el portero estaba ya batido).

El comienzo del segundo tiempo mostró a una SDL que quería dar continuidad a lo hecho al final de la primera mitad. Intensa, rápida, presionante... sin embargo, como ya había advertido Agustín Abadía, el Marino es un equipo que hace daño con velocidad y espacios. Así fue como en una contra Jandro realizó la jugada del partido. Primero se deshizo de Ledo apoyándose en un compañero con una pared. Acto seguido, ya en el pico del área le salió al cruce Metola, pero el habilidoso futbolista se deshizo del zaguero con un precioso autopase para a continuación, con el interior y con efecto, buscar el segundo palo. Mandaluniz se estiró, pero su escorzo fue en vano. Entonces, el cuadro riojano acusó el palo. Tanto que las fuerzas parecieron flojear, sobre todo, en el centro del campo. Los asturianos ahora estaban más cómodos, querían tocar y mantener el control del balón, mientras que los riojanos presionaban con mucha voluntad, pero las fuerzas no acompañaban. Para acabar de romper la faena, Metola trabó a Jandro dentro del área y Muñiz dejaba casi sentenciada la contienda. Eso parecía.

La SDL siguió intentándolo, pero sus ataques eran previsibles, por lo que Dani apenas tenía trabajo. Ni siquiera se intuía que se podían recortar diferencias, ya que al Marino se le veía más o menos cómodo sobre el césped. Pero un error defensivo, un defensor se agachó confiando en que Dani llegaba sin problemas a la pelota le dio vida a la SDL. Alcántara, más vivo que su oponente, se adelantó al meta, lo dribló y empujó la pelota a puerta vacía. Minuto 88 y 1-2. Ese tanto animó a los blanquirrojos que incrementaron las pulsaciones. Minuto 90. Del Puente centró con la confianza de hubiera un rematador. Lo hubo, Mario León, que en el segundo palo hacía lo impensable hace unos minutos. Con las tablas ya fijadas, el cuadro riojano buscó incluso la victoria en una postrera falta lateral, que acabó sin consecuencias. Un punto sacado con orgullo y fe. Es la línea que le queda a la SDL para igualar, como mínimo, lo realizado el pasado curso.

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