Mientras el Alfaro le birla un récord histórico a la SDL, las 12 victorias
consecutivas, los blanquirrojos no bajan su rendimiento. Curiosamente ambos
equipos, por mucho que se diga, en las últimas jornadas han dejado de lado ese
juego combinativo y de ritmo que acaba por asfixiar a sus rivales por un estilo
más práctico, más acorde a lo que reclama cada duelo. Cierto que las
condiciones de los pisos están haciendo mella en una SDL que demuestra tener
esa capacidad para salir airoso de instalaciones complicadas, como pudo ser el
otro día en La Isla. Un
gol, de penalti, fue suficiente para mantener a los blanquillos a 5 puntos. Polémicas
aparte por la expulsión de Olavarrieta -debió ser penalti y con el jugador sin tarjetas-, el equipo de Abadía está abriendo vías,
aunque se piense lo contrario, para ser más competitivos de cara al ‘play
off’. Por clasificación, el aficionado espera una contundente victoria, pero
esta Tercera, más ahora en la que muchos equipos se juegan algo, hace más difícil
ver esas goleadas que sí se podían registrar en los comienzos ligueros. Además,
al Berceo no es fácil meterle mano. Su intensidad defensiva impide a sus
contrincantes disputar un choque cómodo. Por su parte, el Alfaro también tuvo
sus problemas para sacar adelante un partido que se le puso de cara con 0-2 en
otro campo complicado de jugar: el San Roque. Pero el pundonor local derivó a
un empate a dos. Ese ímpetu pudo ser negativo para un cuadro que creyó en la
victoria y que cuando se quiso dar cuenta vio como el Alfaro, merced a su
talento individual, remataba la faena con dos tantos más. Esa es la diferencia.
En la lucha por acceder al ‘play off’, el Haro dio un paso
de gigante para ganarse una plaza. Superó a una Oyonesa que no estuvo cómoda en
el Oion Arena. El conjunto jarrero supo combatir en el cuerpo a cuerpo para
llevarse el duelo a su terreno, jugar con espacios a la contra e impedir que
los locales pusieran en aprietos a Javi Pérez. El 0-3 provocó una reacción lógica
de los de Jorge Ochoa, que con dos zarpazos, con mucho corazón, pusieron la
incertidumbre. Pero no había tiempo para más. Cuestión a mirar en el Haro
porque de un partido encarrilado estuvieron a punto de fastidiarla.
Como quiera que Varea y Náxara tropezaron a domicilio, el
Anguiano sacó pecho en esta jornada y se gana el partido aplazado frente al
Arnedo se colocará a tres puntos de los arlequinados. Los serranos volvieron a
la senda victoriosa, no lo hacían desde el pasado 28 de enero, curiosamente el
día que Joseba regresaba a la titularidad después de muchos partidos saliendo
desde el banquillo. Casualidad o no el caso es que los de Iñaki Santibáñez
doblegaron a un Calahorra más cauto que en otros choques, aunque algo tendría
que ver el tesón de los serranos por ganar de una vez como local, una situación
que no habían conseguido este año. Los goles llegaron en el último cuarto de
hora, significativo también.
El Varea en un choque de contrastes permitió hacer al Arnedo
en una primera mitad en la que los riojabajeños pudieron sentenciar y cambió de
imagen en una segunda parte en la que arrolló a su rival. Jony, de hecho, se
convirtió en el gran protagonista con sus numerosas intervenciones para lograr
que sólo el pichichi, en su primer penalti de la temporada, le marcara. Pese a
ello, los locales tuvieron una última oportunidad en una contra para imponerse
a los logroñeses. Una muestra más de que en esta categoría hay que estar al máximo
durante todo el partido y que no se pueden regalar minutos. Que tome nota el
Varea, que afronta ahora un calendario complicado. Para empezar, este sábado le
espera el Anguiano.
El Náxara salió vivo de Rincón de Soto. El River, como
acostumbra esta campaña, mostró su mejor versión ante sus fieles para adelantarse 2-0 ante un
grupo que apostó por el juego directo para combatir a unos rojiblancos, que
dirigidos por Arpón, desplegaron quizá el mejor fútbol de la temporada durante algunos minutos. Sin embargo, los visitantes demostraron arrestos para empatar un duelo
que tenían perdido. Una circunstancia que permite pensar que este grupo está
capacitado, por mal que se le pongan las cosas, tiene mimbres para pelear hasta
el final por estar en la fase de ascenso. Con corazón y trabajo en equipo se
puede lograr, por mucho que otros equipos posean más individualidades
determinantes.
Donde parece que todos los boletos se han vendido es en la
lucha por el descenso. Ciudad de Alfaro, Bañuelos y Tedeón parecen encaminados
a regresar a Regional. Los riojabajeños no aprovecharon la visita de un
persistente Calasancio para acercarse a la salvación. Entre la falta de puntería
y cierto miedo a ser empatados, como al final ocurrió, los de Baldero se quedaron
con la sensación de haber perdido una oportunidad para aferrarse a la
esperanza. El mal menor es que abandonan el farolillo rojo, pero los 11 puntos
que le separan con el San Marcial son un mundo. Por su parte, el Bañuelos sigue
sin creer que es posible. Compite los partidos, los disputa, pero los acaba
perdiendo. El otro día el rival fue un Pradejón que gana en tranquilidad y se
olvida de problemas. Mientras que el Tedeón sufrió una metamorfosis tras los 10
goles encajados ante el Haro. Como era de esperar hubo reacción y la principal
apuesta de los verdinegros fue no recibir goles. Lo consiguieron. Enfrente tenían
a un rival, la UDL B, que se ha estancado con cuatro empates seguidos, tres de ellos a
cero y siendo anfitriones (Arnedo, Berceo y Tedeón). La pegada de hace unos
meses ya no es la misma y de 24 goles a favor en las primeras nueve jornadas ha
pasado a los 14 (siete de ellos en dos partidos) en lo que llevamos de segunda
vuelta.
Asimismo, el San Marcial hizo los deberes con su triunfo
ante el Vianés en un partido en el que se comprobó que la necesidad fue
determinante para que los locales se llevaran los tres puntos. Unido a la
victoria hace dos semanas, también en casa, ante el Calasancio le permiten
coger oxígeno y aumentar la diferencia con el descenso en 5 puntos. ¿Será
suficiente?
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