jueves, 31 de octubre de 2013

Tranquilidad vs dudas

Tranquilidad y peligro. Regularidad e inconsistencia. Esfuerzo con recompensa y trabajo en balde. Confianza y dudas. Unión Deportiva Logroñés y Sociedad Deportiva Logroñés. Es la marcha de los dos conjuntos riojanos de Segunda B en un grupo muy igualado, en el que cualquier equipo puede ganar o perder contra el menos pensado. Que entre la fase de ascenso (4º clasificado) y el puesto de promoción (16º) sólo haya 6 puntos de margen invita a pensar en que todo es posible. Cierto, pero la cabeza es caprichosa y entrar en una espiral de resultados irregulares puede enquistar la progresión deseada. Todo lo contrario que si se enganchan buenos marcadores. Porque en ello andan los dos representantes logroñeses, aunque cada uno lo hace a su manera. La Sociedad Deportiva Logroñés, por ejemplo, insiste en seguir sumando jornada tras jornada (ya van 6 seguidas) y en mostrarse intratable en Las Gaunas, donde permanece invicto. Por su parte, la Unión Deportiva Logroñés no acaba completar dos actuaciones seguidas de manera constante. Que ante tres rivales que tenía por debajo en la clasificación sólo haya sumado 1 punto es algo que debe mirarse (derrotas ante Tropezón y Coruxo, empate contra Caudal).

Vayamos por la nota negativa, la UDL. Un conjunto que volvió a ofrecer una versión reducida de sus posibilidades reales. Se medía a un Coruxo que llevaba dos meses sin ganar, con lo que eso genera de ansiedad y presión añadida. Pero los de Raúl Llona fueron incapaces de aprovecharse de esas debilidades. Al contrario, les cedieron el mando de las operaciones. Y eso que los blanquirrojos, hasta la fecha, se habían caracterizado por imponer una presión demoledora durante la primera media hora. Sin embargo, ayer por la tarde no fue el día de los riojanos, que, sin embargo, fueron recuperando el sitio con el paso de los minutos. La lesión de Gil (hoy se somete a pruebas médicas) pudo condicionar, ya que Ormazábal tuvo que salir al campo sin apenas calentar. Una acción por su costado y un mal entendimiento con Herreros provocó que Chaco, pasada la media hora, marcara el primero. Los blanquirrojos intentaron sobreponerse, con orgullo, pero su juego no era merecedor de mucho más, ya que a los locales les era suficiente con estar ordenados.

En la segunda mitad sí que la UDL puso más ímpetu por dar la vuelta al marcador. Ahora, se jugaba en campo ajeno y sólo faltaba la manera de empezar a generar ocasiones. Más que oportunidades, fueron aproximaciones o llegadas, pero se veía otra intensidad al bloque riojano. Pero para embotellar al rival, hay que asumir riesgos jugando con la defensa más adelantada de lo habitual. Esto supone, que si hay un robo en la medular, el equipo contrario se podía presentar ante Sergio López en apenas dos pases. Así fue cuando Pedro Vázquez batía al meta blanquirrojo pasada la hora de partido. El gol no desmoralizó a los hombres de Raúl Llona, que insistieron en buscar la manera de superar a Fernando, cada vez más protagonista en las filas del Coruxo. Lógicamente, los pupilos de Rafa Sáez trataron de sentenciar a la contra. Nando avisó y fue Íñigo Rodríguez el que recortó distancias, ya en el 83'. Los visitantes se animaron y pisaron el área gallega, pero sin remate que pudiera provocar el empate. Una derrota en la que queda la sensación de que la UDL pudo dar más, principalmente en el primer tiempo. Lo mejor de todo es que este domingo hay posibilidad de resarcirse con la visita a Las Gaunas del Marino de Luanco.

Por su parte, la SDL demuestra que es un equipo competitivo cien por cien, que sabe resetear ante las adversidades (lesiones y expulsiones), que no tiene apuros en dar la pelota a su rival, aunque ejerza de local, y que trata de marcar el ritmo que le interesa. Agustín Abadía volvió a evidenciar que sus jugadores se adaptan a las circunstancias y dominan varios dibujos tácticos. A ello, hay que sumar el estado de gracia de Javi Torres. La progresión del bloque no se entiende sin sus goles, que dan confianza y moral al resto de compañeros. El delantero riojano se está ganando el sitio en el once a pulso, con talento y auténticos golazos, como el de ayer, que tiene dos partes. Una la enérgica presión de Toledo (en general de todo los blanquirrojos para obligar a su rival a jugar hacia atrás o regalar la pelota) y otra la genialidad de Javi Torres, que tras coger la pelota, le lanza un caño al central gallego y tira a puerta de manera seca y dura para batir a Camacho. En 12 minutos la SDL ya tenía el partido donde quería. 

El Racing de Ferrol intentaba tocar el cuero, moverlo de izquierda a derecha, pero sin profundidad, más mérito del incansable trabajo defensivo local (fuerte presión). Los gallegos se mostraban impotentes para acercarse a un Mandaluniz que veía el partido tranquilo, sin agobios (ya llegarían en la recta final del duelo). Con un Loza, en la medular, sereno con el balón y contundente en el robo; con un Miguel con presencia; con un Metola dominador de todas las facetas del juego (por arriba, por abajo) y con el trabajo de las alas, Toledo y Laencina (pese a que varias pérdidas en horizontal de ambos jugadores pudieron jugar una mala pasada), y del enganche Tamayo, la SDL estaba suelta: disciplinada en defensa y letal en ataque. Los locales habían tirado de eficacia, pero esas cosas también se buscan.

Se podía intuir que el cuadro gallego cambiara algo de cara al segundo tiempo. Sin embargo, no fue así. Por su parte, la SDL (Ledo sustituyó al lesionado Metola) ahora replegaba un poco más atrás para descararse más a la contra. El premio, fue el dos de dos, con la finalización de Toledo, en el segundo palo, tras un centro lateral de Alcántara. El técnico del Racing de Ferrol no se lo podía creer. Unos segundos antes del tanto, Abadía (desde la grada) cambió a una defensa de cinco, con Loza tirado a la izquierda como tercer central. Los riojanos buscaban encontrar ayudas constantes, evitar los espacios, liberar a Moya, para que junto a Ledo dieran un recital de cómo despejar de cabeza cuando el conjunto rival insiste en los centros laterales. Todo ello con el incansable trabajo en la medular. Aunque la pelota vivía en campo local, a la contra Tamayo pudo colocar el tercero. El conjunto gallego se volcaba, aunque sin generar ocasiones. Muchos saques de esquina, remates que golpeaban en los defensores, centros laterales... pero sin oportunidades claras. Loza veía la segunda amarilla (las dos faltas que hizo en todo el partido). 

Los blanquirrojos debían remar más. Laencina ejercía de lateral y Alcántara de central. Javi Torres era un islote. Con el tiempo añadido quedaban cerca de 20 minutos. El Racing de Ferrol agobiaba, aunque sin ver un remate claro, gran labor en las tareas defensivas de los locales. Rojas sustituía a un acalambrado Ignacio Jiménez, que dejaba a Miguel como lateral. La SDL acusó la no presencia de su capitán por delante de la zaga, puesto que ahora la pelota apenas le duraba un suspiro al cuadro blanquirrojo. Para poner más picante, Laencina también enfilaba el camino de vestuarios al ver la segunda amarilla (las dos en apenas 6 minutos). Con nueve, los riojanos se fajaron para no encajar ningún gol. Trabajo, compañerismo, ayudas constantes, contundencia en los despejes, fortaleza aérea. Incluso Javi Torres pudo sorprender a la contra, pero, exhausto por el esfuerzo falló en el control que le dejaba solo ante Camacho. Por su parte, Mandaluniz estaba tranquilo, Ledo y Moya parecían una pared de un frontón. Así se vive más tranquilo. El mérito hay que encontrarlo en el vestuario porque todos pusieron de su parte para sumar otros 3 puntos en Las Gaunas.

Previas 1 noviembre

La mitad de la jornada 11 de Tercera se adelanta a este viernes con hasta cuatro duelos en horario matinal. Destaca el choque que se vivirá en San Roque entre el Agoncillo, que quiere romper su mala racha de 5 partidos sin ganar, frente al rocoso líder Vianés. El Alfaro también desea poner fin a las 4 jornadas sin vencer frente a un Berceo que intentará generar más dudas a los blanquillos. El San Marcial, en descenso, busca puntuar ante la sobriedad del Náxara. Por abajo, el Alberite tratará de superar a un enrachado River Ebro, mientras que Calasancio y La Calzada quieren sacar diferencias con los puestos de descenso. Por su parte, en Regional sólo se celebra un encuentro: el derbi riojabajeño entre el EF Arnedo y el Autol.

Tercera

San Marcial-Náxara (Ángel de Vicente, 11.30): El San Marcial, en puestos de descenso, vive cada duelo como una final para tratar de salir del pozo. Mejorando en las tareas defensivas, al conjunto de Lardero le falta continuidad en ataque. Enfrente estará el Náxara, que en sus dos últimos desplazamientos sólo ha sumado 1 punto. Los blanquiazules quieren seguir entre los cuatro primeros, por lo que el triunfo es el único resultado válido para los de Nacho Ruiz.

Alfaro-Berceo (La Molineta, 11.30): A 4 puntos del 'play off' y tras 4 jornadas sin ganar, el Alfaro afronta ahora una serie de partidos en los que está obligado a no fallar si quiere codearse con los mejores y repetir en la fase de ascenso. El Berceo, un equipo irregular, buscará ahondar en las dudas de los blanquillos, para lo que necesitan mantener la portería a cero el mayor tiempo posible. Por calidad, debería imponerse el cuadro local.

Calasancio-La Calzada (La Estrella, 12.00): El Calasancio se va asomando y busca en duelos como el actual seguir escalando en la tabla para alejarse de la zona peligrosa. Por su parte, La Calzada buscará seguir sumando para aumentar la renta con la parte de abajo. Habrá que ver si los despistes habituales de los rojillos le pasan o no factura ante un equipo colegial intenso e incómodo de jugar. El que no cometa fallos se llevará el choque.

Agoncillo-Vianés (San Roque, 12.00): El Agoncillo lleva 5 jornadas sin ganar, cierto que su calendario ha sido duro y que probablemente, por méritos, haya merecido sumar algún punto más, pero la realidad es ésa. Por eso motivo, los de Israel Villarreal, para romper esa racha, necesitan de un triunfo que les dé confianza en lo que trabajan y por lo que se esfuerzan. Enfrente estará el líder. Un Vianés que no cede, que demuestra que hay mimbres para estar luchando, de momento, por un puesto impensable hace unos meses. Puede ser, sobre el papel, un partido con dos equipos con propuestas similares en el que el acierto y el error pueden decantar la victoria.

Alberite-River Ebro (Saénz Andollo, 16.00): El River ha encadenado 5 partidos seguidos sumando (11 de 15 puntos), por lo que se supone que tienen esa confianza necesaria para enfrentarse a las adversidades sabedores de que se le puede dar la vuelta a la situación (véase el último encuentro, del 3-0 perdiendo se pasó al 3-4, aunque finalmente cediera el empate a 4). El Alberite, a salvo a día de hoy, quiere seguir trabajando para continuar fuera de peligro. Para ello, seguro que la visita de los rojiblancos es vista como la posibilidad de dar otra alegría a su afición.

Regional

EF Arnedo-Autol (Sendero, 12.00): Derbi riojabajeño con dos equipos en diferente estado de ánimo. Mientras que los locales parecen mostrarse más irregulares en su juego, los visitantes, apoyados en su 'pichichi' Manrique están de dulce, no en vano colideran la tabla. Los de Mario Izquierdo buscarán imponer su estilo, mientras que los de Jesús Pérez tirarán de lo que tan buen resultado les da a domicilio: seriedad, orden en defensa, trabajo en la medular y velocidad y acierto en la delantera.

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