lunes, 28 de octubre de 2013

Balance positivo

La Unión Deportiva Logroñés rompe su racha negativa de cinco partidos sin ganar superando al líder Ourense, que llegaba a Logroño con 5 triunfos seguidos, y escapa de los puestos de descenso, mientras que la Sociedad Deportiva Logroñés suma por quinta jornada consecutiva al empatar en el campo de un combinativo Celta B. De esta manera, los dos conjuntos riojanos se quedan justo por encima del peligro, con 11 puntos, a uno de la promoción y a 3 del descenso. Curioso que pese a la buena dinámica de los hombres de Agustín Abadía, un tropiezo este miércoles podría volver a llevarlos al lugar donde los clubes no quieren caer. Por el contrario, dada la extrema igualdad existente en este grupo, el quinto puesto queda a 3 puntos.

Cronológicamente, la UDL venció, por primera vez esta campaña en Las Gaunas, el sábado por la noche a un Ourense que no encontró recursos para escapar de la presión e intensidad de los locales durante la media hora inicial. Es el patrón de juego que ha impuesto Raúl Llona desde su llegada al banquillo blanquirrojo. Mucha presión y ritmo en la medular, insistir en centros laterales y que el equipo rival se encuentre agobiado, incómodo en su campo. Como ya he dicho en alguna ocasión, este estilo requiere, además de una gran condición física, sacar rédito. Es decir, ponerse por delante y a poder ser con un par de goles de diferencia. De lo contrario, ese esfuerzo se acusa durante la segunda mitad. El Ourense no tuvo reacción y Lusito, su entrenador, en vez de hacer autocrítica (a lo mejor sí que la ha hecho de puertas para dentro) con el juego de los suyos durante la primera mitad arremetió contra el trío arbitral. Visiones de los partidos.

El caso es que el cuadro local insistió en poner centros de los costados, en impedir la elaboración ajena presionando en campo rival y en ser efectivo en su retaguardia. Gracias a varias faltas laterales, la UDL embotelló a los gallegos en su área. Además, en ese tipo de acciones se generaron las mejores ocasiones locales de la primera mitad. Gil remató tras encontrarse un balón suelto dentro del área, pero Pato tocó lo justo para que la pelota tocara en el larguero. Fue la antesala del gol, que vino a renglón seguido, de córner, cuando el meta visitante midió mal en su salida dejando el balón a Herreros, que sólo tuvo que empujarlo al fondo de la red. El propio defensa pudo ampliar su cuenta tras otra falta lateral, pero esta vez un defensor se interpuso en la trayectoria del esférico. La UDL estaba enchufada y eso que, antes de todo esto, Sergio López evitó casi en el único remate a puerta el tanto de los visitantes con una buena mano tras un cabezazo de Borja Valle. Se llegaba al descanso con la sensación de que la UDL estaba cómoda y que el Ourense, seguro, que demostraba sus virtudes en la segunda mitad.

Pero nada más lejos de la realidad. Gil, en una buena combinación, se presentó ante Pato, pero cruzó en exceso. La dinámica era similar, con un Ourense que, eso sí, parecía que quería tener más la pelota, pero con una UDL seria y sin dudas. Entonces llegó la jugada que sirvió para dejar el partido visto para sentencia. Iriarte se escapó de dos contrarios en velocidad puso un balón atrás y tras un despeje fallido, la pelota se quedó muerta en el área para que Ibai la rompiera. Yosu se puso en medio con la mala fortuna que la pelota le rebotó en ambos brazos. Penalti y expulsión. Goñi, ante la ausencia del especialista Ubis, ponía el 2-0. El Ourense, tras el tanto, tiró de orgullo y pese a estar en inferioridad buscó las cosquillas a los locales. Fue más con el corazón y la voluntad que juego real. De hecho, salvo un tiro lejano y su posterior rechace, que acabó en gol, anulado por fuera de juego, y un tiro desde la frontal, Sergio López no tuvo mucho trabajo. Como era evidente, el ritmo bajó sus decibelios. La UDL empezó a pensar en el duelo del miércoles y dosificó esfuerzos. Eso no fue óbice para que los riojanos pudieran haber metido más goles: un buen tiro de Barrón o una jugada de Ibai que se presentó solo ante Pato, lo dribló y su tiro se fue al poste bien pudieron ampliar la renta.

De la UDL, en cuanto a cosas a destacar, me quedo con la figura de tres futbolistas. Sergio López creo que le ha dado más confianza al equipo. Es un portero sobrio y que transmite más seguridad que la ofrecida por Miguel. Asimismo, Barrón ha pasado de ser un futbolista con el que no se contaba a jugar un papel importante, como se ha visto en los dos últimos encuentros. Sin embargo, el extremo izquierdo debe continuar en esa línea de trabajo e intensidad en defensa y en ataque, puesto que es lo que le exige su entrenador. Por último, el caso de Ibai. Otro jugador con el tampoco se contaba y que, si está en forma, es muy válido para dar esa pausa y tranquilidad en los tres cuartos de campo, dar el último pase, llegar en segunda línea y mantener la posesión si hace falta. Como sucede con Barrón, Llona les pide sacrificio en defensa.

La Sociedad Deportiva Logroñés, por su parte, sigue por quinta jornada seguida sumando, aunque sea de uno en uno. Los de Agustín Abadía empataron ante el Celta B como visitantes en un duelo matinal que fue atractivo para el espectador, con ocasiones en ambas porterías, con dos estilos diferentes y con emoción en el marcador. El filial gallego demostró que es un equipo fresco y dinámico en ataque, con futbolistas con un gran futuro de continuar su evolución, pero a su vez que le falta, como bloque, algo de poso y madurez para controlar mejor las situaciones favorables. Aunque quizá eso sea mérito de una SDL que estuvo un poco descolocada en los primeros minutos, que despertó con el tanto encajado, que supo cambiar de ritmo y velocidad cuando el marcador era contrario, que acertó al dosificar esfuerzos y maniatar a un rival peligroso si se le da la pelota y que nunca se da por perdido, independientemente del resultado y de la inercia del partido. 

Así se entiende que tras el tanto de Borja Iglesias, tras recibir un balón entre los dos centrales, la SDL reaccionara 10 minutos después para empatar la contienda tras un penalti claro, y un poco infantil, sobre Toledo. Del Puente apostó por la potencia para poner el empate. Había partido nuevo. Y el conjunto gallego quiso recuperar la sensación de dominio, pero ahora los riojanos ya habían despertado. Los huecos y las facilidades iniciales eran pasado. De hecho, la SDL trató de agobiar a su rival presionando como le gusta. Eso repercutió en que los riojanos se les viera, dentro de lo que cabe, más cómodos sobre el campo que su oponente. Las ocasiones llegaban a balón parado y en ambas metas, aunque sin consecuencias en el resultado. Se intuía un segundo tiempo apasionante con equilibrio en el juego, con oportunidades y con la sensación de que si uno de los dos marcaba podía ser suficiente para llevarse los 3 puntos. 

El Celta B, de nuevo a través de Borja Iglesias, a la hora de encuentro, adelantaba a los suyos con un remate de cabeza primoroso tras un centro medido desde la banda derecha. Un gol que dejó tocados a los visitantes. Los locales, con la confianza que da el marcador a favor, estaban más tranquilos y con las ideas claras. El balón era celeste y eso no era una buena noticia para los blanquirrojos. Tamayo y Laencina sustituyeron a Rojas y Mario León, dos cambios que surtieron su efecto en el desarrollo del juego. La SDL buscaba explotar la velocidad de sus hombres ofensivos en un choque con más transiciones de las deseadas para los locales. Un envío largo, mal despejado por un central vigués, fue suficiente para que el 'pichichi' blanquirrojo (5º gol de la temporada) Javi Torres enganchara una volea que sirvió para empatar la contienda. Quedaba un cuarto de hora para el final y ninguno de los dos equipos parecía contentarse con el punto. Thaylor le pudo dar la victoria al Celta B, pero Mandaluniz lo evitó, pero Loza también tuvo en sus botas el triunfo visitante. Un resultado que debe hacer bueno la SDL este miércoles ante el Racing de Ferrol.

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