jueves, 29 de noviembre de 2012

La predisposición también juega

La predisposición también juega. Si el actual formato de la Copa del Rey es inmensamente atractivo, ya se pudo comprobar que los diferentes campos están abarrotados y que las filas para hacerse con una entrada son interminables, que hay que decir sobre la Copa Federación. Una competición menor, que poco aporta económicamente y que puede trastocar los planes de los diferentes clubes de Segunda B, principalmente. Pero hay que saber aprovecharse de este torneo siempre y cuando se decide jugar. Cierto que al tratarse de un partido a doble eliminatoria el hecho de tener que hacer un viaje a mitad de semana rompe la rutina semanal, pero hay que darle la vuelta. Por ejemplo, es una buena oportunidad para los menos habituales, para los que no tienen la posibilidad de demostrar su valía en la liga, para los que salen de una lesión y necesitan ritmo competitivo e incluso para tender la mano a la cantera. En el caso de la Unión Deportiva Logroñes digamos que lo de pasar de ronda no es prioritario, que si surge la posibilidad, bienvenida sea, pero que tampoco hay que correr el riesgo de un desgaste excesivo. De ahí que la apuesta de Pepe Calvo, con su criterio, sea la de premiar a varios juveniles y dar minutos a los no habituales. Perfecto.

Sin embargo, eso también es un 'marrón' de cuidado para estos futbolistas. Por de pronto, querrán demostrar que están capacitados para jugar asiduamente, lo cual es lógico. Casi sin querer, dentro del campo habrá descoordinaciones propias por la falta de práctica, que si un defensa tira la línea de fuera de juego cuando no debe, que si una pared no recibe continuación, que si un pase al espacio era esperado al pie, que si un desmarque hacia un lado se convierte en un pase hacia el otro... Por eso, el mensaje interno es muy importante para tratar de evitar que surjan estos contratiempos y aunque sucedan que los jugadores sepan que van a ocurrir. Por eso vuelvo al tema de la predisposición y de la mentalidad porque son vitales. Toda esta parrafada viene a colación porque la motivación con la un equipo afronta la Copa Federación puede ser clave para pasar o no de ronda. Me explico.

La UDL viajó ayer hasta tierras catalanas para medirse al Sant Andreu. Lo hizo con cuatro juveniles (Fermín, Rojas, Ángel y Zubiri, los tres últimos titulares) para dejar en Logroño a cuatro futbolistas básicos: Castilla, Jano, Sergio Rodríguez y Rubén García. Los locales, más decididos, también con muchos cambios en su once salieron más 'enchufados', buscaron el gol de forma rápida. Los riojanos aguantaron el chaparrón como pudieron para ir de menos a más (era la intención). Hubo cosas positivas, pero la ambición se quedó en La Rioja. Un par de ocasiones a la contra y vuelta a resguardarse bajo la portería de Alberto, que evitó que los catalanes marcaran antes del descanso. Los riojanos esperaban, aguantaban y peleaban. Poco más podían hacer. Llobet, de gol olímpico, metió presión a los blanquirrojos (ayer de azul) y sin tiempo para reaccionar Quim Araujo, tras una falta, amplió las diferencias. Quedaban 12' y parecía que el partido, y hasta la eliminatoria, parecían decantados. Mario Barco, aliado con el gol, alimentó las esperanzas al aprovechar un error de la zaga local y reducir las diferencias. Hasta era un gran resultado para tratar de remontar en Las Gaunas. Pero Llobet hurgó en la herida y confirmó que esta UDL tenía puesta la mente en la competición liguera. Ese tercer gol, en el 89', obliga, si es que realmente se quiere pasar de ronda, a un esfuerzo extra, sobre todo de ambición, en el partido de vuelta. Que se encajaran dos tantos a balón parado puede obedecer a esos desajustes antes mencionados. Que cada uno saque sus conclusiones.

Hora y media antes del duelo entre la UDL y el Sant Andreu, en la misma competición, el Náxara, que se ganó su derecho a disputar la fase nacional de la Copa Federación por ser el campeón regional, jugaba en la Ciudad Deportiva ante el Zaragoza B, un equipo de Segunda B. Dado que los blanquiazules van rezagados en liga, lo sensato sería pensar que este torneo les sobra. Sin embargo, los de Nacho Ruiz ven esta eliminatoria como un estímulo. Qué diferencia de predisposición. Por eso no es de extrañar que el conjunto najerino fuera ayer muy competitivo, que gozara de más ocasiones de gol que su rival, que fuera inteligente en su planteamiento, que no pusiera como excusa el frío y el viento... Con esa actitud, aunque se pierda, se consiguen muchas cosas. Por de pronto, que los más de 150 aficionados de Nájera que se desplazaron hasta Zaragoza vieran como su equipo lo dejaba todo en el campo, plantaba cara, dignamente, a un oponente de superior categoría y que la eliminatoria se tendrá que resolver en La Salera.

Asimismo, el técnico blanquiazul puso un once que perfectamente podía poner en liza cualquier fin de semana (evitando así los desajustes), creyó en sus posibilidades, le cedió la pelota a su rival y fue intenso en la presión para recuperar el balón y montar transiciones rápidas. Aun así, no se quedó atrás en la primera parte, cuando jugó con el viento a favor, y buscó las cosquillas al filial aragonés. El esfuerzo de los visitantes tenía recompensa, Joserra no sufría y en ataque ya habían mostrado sus credenciales: un gol anulado a Nacho por fuera de juego, Orodea, que posteriormente tiraría al larguero, ponía en aprietos a Kilian... En la segunda parte, el Náxara, obligado por el viento en contra, retrocedió unos metros, pero no en intensidad ni en ritmo. Carlos Hernández, tras una falta lateral, una de las virtudes en ataque de los najerinos, marcó el único tanto del encuentro. Demasiado premio para el Zaragoza B. Curioso, el partido, restaba un cuarto de hora, se abrió. Orodea pudo empatar, pero se topó con el travesaño, pero Moha pudo ampliar la diferencia. Al final, 1-0 y eliminatoria por decidir. La predisposición también juega.

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