Se barruntaba una liga competida, con muchos candidatos a todo, con el equilibrio como denominador común, con algunos claros favoritos (Ciudad de Alfaro y Tedeón), con posibles sorpresas (San Lorenzo), con equipos que podían crecer y estar arriba (Cenicero, Alberite), con clubes que se autoproclamaban aspirantes (EDF Logroño, Casalarreina), con filiales que iban a 'robar' muchos puntos (Náxara B y Oyonesa B), con la incógnita de un conjunto nuevo (Balsamaiso)... en definitiva un grupo muy completo en el que jornada tras jornada podía haber oscilaciones en la tabla. Por el momento, no está decepcionando. Lo descrito, se está cumpliendo... y mucho más. Por ejemplo, Autol y Bañuelos, todavía no saben lo que es ganar, confirman con el paso de las semanas que puede ser un año complicado.
El caso es que han transcurrido diez jornadas de una competición muy corta (sólo 26 partidos) en la que el hecho de que haya tanto equilibrio, que haya tantos equipos que puedan perder y ganar con cualquiera provocan que puede haber margen de error. Aspecto positivo, en este sentido. Eso sí, el que quiera estar arroba debe hacerlo sumando de tres en tres. Es la manera más rápida y efectiva de intimidar a sus rivales y de escalar en la clasificación. El Ciudad de Alfaro, hasta la fecha, ha cogido carrerilla y toma ventaja (6 puntos) sobre sus perseguidores. Su empate en El Soto deja una doble sensación. Por un lado, la capacidad del líder para superarse en el otro fútbol, el de contacto y de segundas jugadas. El 0-2 al descanso así lo atestiguan, más allá de que fuera o no merecido. Efectividad, se llama. Pero que el Casalarreina lograra, con mucho pundonor, un punto al final del encuentro demuestra que los riojabajeños son vulnerables, que también se les puede ganar. En este sentido, los locales, que llevan seis jornadas seguidas sumando, parece que van cogiendo el ritmo a la categoría, aunque sus resultados no acaban de ubicarle donde le gustaría. Tienen que seguir trabajando y, además, con más presión que el resto de rivales.
El EDF Logroño recupera el segundo lugar gracias a su goleada frente al colista Calasancio B, que lo va a tener complicado, de continuar así, para obtener su primera victoria. Los de David Juaneda marcaron el territorio en 30' con dos goles que les dieron tranquilidad. Hubo que esperar al último cuarto de hora para que los locales sentenciaran el partido. Rosas, autor de tres goles, se convirtió en el estilete de los logroñeses, que parecen recuperar sensaciones tras una mala racha de resultados. Saben que la regularidad es lo que les tiene que colocar en los puestos de ascenso.
El Tedeón, merced a sus 16 de 18 últimos puntos y a ser el equipo menos goleado (6), se ha encaramado al ascenso. La prestancia y solvencia en este mes y medio le han aupado al lugar previsto para los de Carmelo Abascal. Parece que al principio acusó la falta de acoplación de sus efectivos. Ahora, sin embargo, sabe distinguir cuando tiene que elaborar y cuando debe practicar otro fútbol más práctico. De hecho, lo demostró en Las Viñas ante un Cenicero, cuyos errores en la portería fueron una losa imposible de superar. Si bien al principio, los visitantes trataron de gustarse, vieron rápidamente que la presión local les tapaba bastante sus intenciones. De esta forma, el juego fue más directo y menos elaborado. Los verdinegros no sufrían, aunque tampoco acababan de llegar. Sin embargo, un balón largo lo aprovechó Diego para adelantar a los suyos a la media hora. El Cenicero salió con más brío en la segunda mitad y Erik empataba rápidamente. Pero el Tedeón se recompuso en la siguiente jugada para colocarse. de nuevo, por delante. Hasta el final, los visitantes entendieron que era preciso esperar y salir al contragolpe para obtener los tres puntos. Eso hicieron. A los de José Luis Marcos les vinieron las prisas y les costó generar ocasiones.
El que no sumó después de seis partidos fue el Balsamaiso. En un partido de poder a poder y con muchas alternativas fue el San Lorenzo el que salió victorioso del Municipal de Varea. El 2-3 final refleja lo que fue el choque. Intensidad, emoción y ocasiones propias de un partido entre dos equipos que se mueven mejor cuando los duelos se convierten en correcalles y existe menos control. Si bien Verguizas, que debe ser el delantero referente de los blancos, puso por delante a los suyos en dos ocasiones (1-0 y 2-1), fue más datormenten la aparición de Emilio, el goleador ezcarayense, que puso el 1-1 y resolvió con el 2-3. Está claro que la participación de Emilio en el juego del San Lorenzo es determinante. Sus goles dan puntos. Además, los de Juan Martínez, invictos a domicilio, esquivan una racha compleja de asumir en su campo (cuatro derrotas consecutivas) y que les vuelve a colocar en la parte noble. Una derrota para el Balsamaiso que no llega en el mejor momento, puesto que los de Diego Estecha afrontan ahora un calendario complejo (Cenicero, Tedeón y EDF Logroño) que puede determinar cuál es su sitio.
Otro que se quiere unir a la fiesta es el Alberite. Sus 10 de los 12 últimos puntos (y 15 goles a favor) así lo atestiguan. Lo hizo venciendo al Vianés B con goles. Hasta tres antes del descanso para rematar la faena nada más comenzar el segundo tiempo. Una muestra de que los arlequinados parecen haber encontrado su sitio en la categoría. Les ha costado, pero siempre es una buena señal que haya más equipos en la pelea por el ascenso. Eso dará más competitividad y emoción a la liga. Los navarros lo intentaron, eso lo hacen siempre, pero se vieron superado por un conjunto que pese a sufrir en defensa demuestra que cuenta con mucha pegada, al menos últimamente. Es su camino para llegar arriba.
El que estuvo a punto de dar la sorpresa fue el Autol, que aunque va mejorando sus prestaciones, por unas cosas o por otras, está gafado. El otro día fue mejor que el Náxara B, gozó de más ocasiones, incluso le anularon dos goles (uno por fuera de juego y otro por simular una caída dentro del área que los rojiblancos reclamaron como penalti). La verdad es que tiene mérito que los riojabajeños, pese a su mala clasificación, traten de revertir esa situación. Como hasta la fecha, la falta de puntería les pasó una mala jugada. Al menos, es destacable, mantuvieron la portería a cero. Al Náxara B le costó adaptarse al terreno de juego y estuvo más timorato que de costumbre. Pese a ello, sigue con su racha de partidos sin perder (9).
El otro filial destacado del grupo, la Oyonesa B, recuperó la senda de las victorias merced a su trabajado triunfo en El Poste ante un Bañuelos que encadena su sexta derrota (tercera en casa sin marcar un gol). Los de Baños de Río Tobía, hay que recordar que recién descendidos de Tercera, se incrustan en la parte baja de la clasificación por méritos propios y parece complicado que salgan de esa zona. Y eso que los locales presentaron batalla, pero cada gol encajado es un mazazo difícil de levantar. Dani, al poco de comenzar el segundo tiempo, y Arkaitz, en la recta final del duelo, marcaron los tantos de un conjunto blanquiazul aplicado y que cuando es intenso acostumbra a obtener premio a sus esfuerzo. Hasta el momento, ha logrado el doble de puntos como visitante que como local, lo cual quiere decir que se encuentra más cómodo si tiene que esperar y salir a la contra, contener y destruir antes que crear.
El caso es que han transcurrido diez jornadas de una competición muy corta (sólo 26 partidos) en la que el hecho de que haya tanto equilibrio, que haya tantos equipos que puedan perder y ganar con cualquiera provocan que puede haber margen de error. Aspecto positivo, en este sentido. Eso sí, el que quiera estar arroba debe hacerlo sumando de tres en tres. Es la manera más rápida y efectiva de intimidar a sus rivales y de escalar en la clasificación. El Ciudad de Alfaro, hasta la fecha, ha cogido carrerilla y toma ventaja (6 puntos) sobre sus perseguidores. Su empate en El Soto deja una doble sensación. Por un lado, la capacidad del líder para superarse en el otro fútbol, el de contacto y de segundas jugadas. El 0-2 al descanso así lo atestiguan, más allá de que fuera o no merecido. Efectividad, se llama. Pero que el Casalarreina lograra, con mucho pundonor, un punto al final del encuentro demuestra que los riojabajeños son vulnerables, que también se les puede ganar. En este sentido, los locales, que llevan seis jornadas seguidas sumando, parece que van cogiendo el ritmo a la categoría, aunque sus resultados no acaban de ubicarle donde le gustaría. Tienen que seguir trabajando y, además, con más presión que el resto de rivales.
El EDF Logroño recupera el segundo lugar gracias a su goleada frente al colista Calasancio B, que lo va a tener complicado, de continuar así, para obtener su primera victoria. Los de David Juaneda marcaron el territorio en 30' con dos goles que les dieron tranquilidad. Hubo que esperar al último cuarto de hora para que los locales sentenciaran el partido. Rosas, autor de tres goles, se convirtió en el estilete de los logroñeses, que parecen recuperar sensaciones tras una mala racha de resultados. Saben que la regularidad es lo que les tiene que colocar en los puestos de ascenso.
El Tedeón, merced a sus 16 de 18 últimos puntos y a ser el equipo menos goleado (6), se ha encaramado al ascenso. La prestancia y solvencia en este mes y medio le han aupado al lugar previsto para los de Carmelo Abascal. Parece que al principio acusó la falta de acoplación de sus efectivos. Ahora, sin embargo, sabe distinguir cuando tiene que elaborar y cuando debe practicar otro fútbol más práctico. De hecho, lo demostró en Las Viñas ante un Cenicero, cuyos errores en la portería fueron una losa imposible de superar. Si bien al principio, los visitantes trataron de gustarse, vieron rápidamente que la presión local les tapaba bastante sus intenciones. De esta forma, el juego fue más directo y menos elaborado. Los verdinegros no sufrían, aunque tampoco acababan de llegar. Sin embargo, un balón largo lo aprovechó Diego para adelantar a los suyos a la media hora. El Cenicero salió con más brío en la segunda mitad y Erik empataba rápidamente. Pero el Tedeón se recompuso en la siguiente jugada para colocarse. de nuevo, por delante. Hasta el final, los visitantes entendieron que era preciso esperar y salir al contragolpe para obtener los tres puntos. Eso hicieron. A los de José Luis Marcos les vinieron las prisas y les costó generar ocasiones.
El que no sumó después de seis partidos fue el Balsamaiso. En un partido de poder a poder y con muchas alternativas fue el San Lorenzo el que salió victorioso del Municipal de Varea. El 2-3 final refleja lo que fue el choque. Intensidad, emoción y ocasiones propias de un partido entre dos equipos que se mueven mejor cuando los duelos se convierten en correcalles y existe menos control. Si bien Verguizas, que debe ser el delantero referente de los blancos, puso por delante a los suyos en dos ocasiones (1-0 y 2-1), fue más datormenten la aparición de Emilio, el goleador ezcarayense, que puso el 1-1 y resolvió con el 2-3. Está claro que la participación de Emilio en el juego del San Lorenzo es determinante. Sus goles dan puntos. Además, los de Juan Martínez, invictos a domicilio, esquivan una racha compleja de asumir en su campo (cuatro derrotas consecutivas) y que les vuelve a colocar en la parte noble. Una derrota para el Balsamaiso que no llega en el mejor momento, puesto que los de Diego Estecha afrontan ahora un calendario complejo (Cenicero, Tedeón y EDF Logroño) que puede determinar cuál es su sitio.
Otro que se quiere unir a la fiesta es el Alberite. Sus 10 de los 12 últimos puntos (y 15 goles a favor) así lo atestiguan. Lo hizo venciendo al Vianés B con goles. Hasta tres antes del descanso para rematar la faena nada más comenzar el segundo tiempo. Una muestra de que los arlequinados parecen haber encontrado su sitio en la categoría. Les ha costado, pero siempre es una buena señal que haya más equipos en la pelea por el ascenso. Eso dará más competitividad y emoción a la liga. Los navarros lo intentaron, eso lo hacen siempre, pero se vieron superado por un conjunto que pese a sufrir en defensa demuestra que cuenta con mucha pegada, al menos últimamente. Es su camino para llegar arriba.
El que estuvo a punto de dar la sorpresa fue el Autol, que aunque va mejorando sus prestaciones, por unas cosas o por otras, está gafado. El otro día fue mejor que el Náxara B, gozó de más ocasiones, incluso le anularon dos goles (uno por fuera de juego y otro por simular una caída dentro del área que los rojiblancos reclamaron como penalti). La verdad es que tiene mérito que los riojabajeños, pese a su mala clasificación, traten de revertir esa situación. Como hasta la fecha, la falta de puntería les pasó una mala jugada. Al menos, es destacable, mantuvieron la portería a cero. Al Náxara B le costó adaptarse al terreno de juego y estuvo más timorato que de costumbre. Pese a ello, sigue con su racha de partidos sin perder (9).
El otro filial destacado del grupo, la Oyonesa B, recuperó la senda de las victorias merced a su trabajado triunfo en El Poste ante un Bañuelos que encadena su sexta derrota (tercera en casa sin marcar un gol). Los de Baños de Río Tobía, hay que recordar que recién descendidos de Tercera, se incrustan en la parte baja de la clasificación por méritos propios y parece complicado que salgan de esa zona. Y eso que los locales presentaron batalla, pero cada gol encajado es un mazazo difícil de levantar. Dani, al poco de comenzar el segundo tiempo, y Arkaitz, en la recta final del duelo, marcaron los tantos de un conjunto blanquiazul aplicado y que cuando es intenso acostumbra a obtener premio a sus esfuerzo. Hasta el momento, ha logrado el doble de puntos como visitante que como local, lo cual quiere decir que se encuentra más cómodo si tiene que esperar y salir a la contra, contener y destruir antes que crear.
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