jueves, 8 de noviembre de 2012

La permanencia como meta

Llega el momento de analizar, de forma general, a los equipos cuyo objetivo inicial es lograr la salvación. Hay algunos que, pasado este cuarto liguero, confían en conseguirlo pronto, en tener la tranquilidad de una renta suficiente y seguir escalando en la tabla. Sin embargo, del undécimo, River Ebro, con 12 puntos, al decimoctavo (en descenso), Pradejón, sólo hay 5 puntos. Una renta mínima. Los rinconeros y el San Marcial, por historial reciente en Tercera, deberían ser conjuntos que obtuvieran la permanencia con más celeridad, aunque deberán demostrarlos sobre el campo. Del resto, hay casos diferentes. Por un lado, están los recién ascendidos: Villegas, Yagüe, La Calzada, Aldeano y Rapid. Por otro, aparecen Berceo y Pradejón, mientras que la sorpresa negativa es el Anguiano, cuyos malos resultados le colocan en la parte trasera.

Al River Ebro le valen las cuatro victorias sumadas para respirar. En concreto, sus dos últimos triunfos en casa le han dado seguridad en lo que trabajan. Hasta la fecha están demostrando saber sus limitaciones. Ya no es ese equipo que tenía calidad para estar en mitad de la tabla sin apenas esfuerzo. Ahora los rojiblancos deben exigirse mucho más para acabar sumando de tres en tres. Es un bloque intenso, que se siente más cómodo cediendo terreno, saliendo a la contra y aprovechando sus opciones en la estrategia. Combina juventud con veteranía en una plantilla donde la experiencia de Javi Tres, Escalada, Parri o Borrel debe ser vital para no sufrir. 

El River Ebro fue capaz de ganar en la última jornada a La Calzada por 2-0. LA RIOJA
El San Marcial le sigue la estela. Los de Lardero están siendo excesivamente irregulares y eso les puede dar más de un problema. Afortunados en los minutos finales en algún que otro partido ha obtenido, probablemente, más puntos de los que hubiera merecido. En función de cómo se encuentre o no de inspirado su centro del campo actúan de una manera u otra. En ataque prefiere aprovechar la velocidad y desequilibrio de sus puntas, mientras que en defensa intentan ser prácticos. Es por lo tanto, su medular la que intenta llevar a buen puerto las intenciones que transmite Alejandro Fernández. Cuando los Ismael, Zapata u Oussama no se hacen con el ancho del campo, el resto del equipo sufre más de lo deseado. De hecho, Mounir y Oregui, por ejemplo, no pueden lucir si eso sucede. Si encuentra la constancia podría sacar más puntos, pero eso sólo se logra trabajando y esforzándose durante la semana.

El Villegas comenzó con mucho brío la liga, dos victorias en tres partidos, sin embargo, una mala racha de resultados (1 punto de 18) provocó que los encarnados tuvieran que volver a recuperar esa intensidad inicial en la última jornada ante el San Marcial para ganar en tranquilidad. De hecho, los de Nacho Torres dependen de su ritmo, de su presión, de sus ganas, de su mentalidad, de su fe en el trabajo... es un equipo que no engaña a los rivales. El orden y la practicidad son básicas en defensa, mientras que en ataque Bladi y Abel están demostrando capacidad para desequilibrar los partidos. La Ribera, además, es un aliado y tratan de explotarlo. Juego directo, segunda jugadas, presión en la medular, jugadas de estrategia... de eso vive el cuadro logroñés. En cuanto bajo un pelín su intensidad se hace vulnerable y sufre. Son sus armas y, de momento, le están sirviendo.

El Aldeano inició la liga con buenos resultados, una derrota en seis partidos. Le dieron alas al conjunto que entrena Víctor Morales. Pero en las últimos cuatro jornadas no ha logrado sumar. Pese a ello son fieles a su estilo. Saben que deben ocultar las limitaciones de su defensa y que tienen que aprovechar sus virtudes en las transiciones tras recuperación de balón. Si lo consiguen pueden llevar los partidos a su terreno. Por si fuera poco, Raúl, su portero, está siendo determinante en varios encuentros. Disciplina defensiva, aguante en la medular y velocidad y eficacia en ataque. Gabri es su cerebro y si está inspirado puede nutrir de balones a Rado o Mauleón para que ejecuten a sus rivales.

El Aldeano superó hace unas jornadas al Rapid en Murillo por 1-3. LA RIOJA
La Calzada es un equipo de sensaciones. Si ve que el rival afloja y tienen oportunidades, se crecen; si el marcador es contra, tiran de orgullo para salvarlo; pero si el contrario aprieta ceden demasiado terreno y pasan apuros. Tratar de controlar esos vaivenes deben ser fundamentales para que los de Patxi Hermoso de Mendoza intenten asentarse en la categoría. Sin embargo, no hay tiempo. Deben aprender sobre la marcha. Y en ello están. Con una plantilla joven, muy local y con buenas intenciones futbolísticas, si se puede, los rojillos son conscientes de que deben pelear los 90' para sumar. Álex y Rocky están sirviéndose del trabajo colectivo del equipo para brillar en los metros finales. Porque los de Santo Domingo deben actuar como un bloque para continuar sumando. Su campo, además, les está dando un plus de motivación (una derrota en cinco partidos).

El Berceo parece un equipo de rachas: tres derrotas, cinco partidos invicto, dos derrotas. Es un colectivo que tiende a ir a más a medida que transcurran las jornadas. Los verdes son conscientes de que para sumar una victoria deben trabajar al máximo, esforzarse más que su rival, aprovechar sus ocasiones y no cometer errores. La intensidad y el orden defensivo son fundamentales paraque los de Víctor Ubis se agarren a los partidos. Si bajan un ápice, sufren, se muestran vulnerables y pueden irse de vacío. Pese a ello, han demostrado capacidad de reacción cuando han recibido un gol, por lo que actitud no les falta, aunque sí cierta regularidad. Tratan de llevar los duelos a su terreno, con pocas oportunidades en las dos áreas, que pase el tiempo sin que ocurran grandes cosas, aprovecharse de los errores ajenos... La mezcla de juventud y experiencia (Íñigo, Víctor, Ismael) provocan que unos tiren de otros en aras de lo mejor para el Berceo.

El Anguiano de Jesús Carazo, por unas cosas o por otras, no acaba de carburar. Sólo una victoria, gestada en el tiempo de descuento, en diez jornadas es un bagaje pobre para los serranos. En la plantilla hay jugadores acostumbrados a otras luchas: Cali, Álex, Chiri, Richi, Joseba, Eraña y Sotés, entre otros. Además, han llegado futbolistas jóvenes con calidad (Hugo, Iván...). Sin embargo, algo falla. Su balance de goles es aclaratorio: 8 a favor y 16 en contra. Algo pasa. Son más vulenables de lo esperado y tienen problemas para marcar. Cierto que generan ocasiones, pero de puntería, hasta la fecha, no andan muy finos. Y eso se paga. Puede que en varios encuentros su rendimiento haya sido merecedor de sumar más puntos, pero esta categoría, como muchas cuando las cosas no funcionan, es cruel cuando se cometen errores. ¿Cómo escapar de esta peligrosa zona? Poniéndose el mono de trabajo, peleando más que sus oponentes y, quizá, teniendo un poco más de suerte en determinados momentos. Claro que esa fórmula también la querrían otros.

Ya en puestos de descenso, el Pradejón necesitó 9 jornadas para lograr su primera victoria. Los de Óscar Herreros tienen buenas intenciones futbolísticas, tratan de agradar a su público en el Municipal, pero están siendo vulnerables en determinados momentos. Lo están pagando. Salvo el partido inaugural y la derrota ante el Náxara, en todos los demás han estado vivos hasta el final. Eso quiere decir que competitivos se muestran. Como le ocurre a La Calzada, los verdiblancos también son de sensaciones. Si están inspirados y ven que las cosas funcionan, se crecen; si hay más dificultades, sufren. El peligro ofensivo de los pradejoneros pasa por Noé e Iker, sin olvidarse de Boujemaa. Ser conscientes de la realidad y tener que esforzarse en cada momento para sumar es algo que les ayudará para seguir vivos en la lucha por la permanencia.

El Yagüe vio como el pasado jueves el Calasancio le empataba de falta directa en el descuento. LA RIOJA
El Yagüe está encontrando más apuros de los esperados. Condenado por errores puntuales, por sanciones desmedidas y por falta de fortuna en determinados momentos, los de Dani Terroba están incrustados en la parte baja de la clasificación. Con muchos goles encajados, segundo más goleado, han dado buena imagen ante rivales de entidad (Alfaro, Haro, Varea, al que pudieron ganar de no haber fallado un penalti en el 88'), se han mostrado competitivos en muchos encuentros, pero no han acabado de rematar la faena. Generan ocasiones, han marcado en todas las jornadas, pero en el balance de errores y aciertos pesan más los primeros. Si imprimen ritmo y velocidad al juego se sienten más cómodos, pero en el momento que bajan sus prestaciones los rivales tiran de eficacia. Cuentan con jugadores experimentados en la categoría (Miguel, Zoco, Brian, David, Cata, Pedro Vitoria, Vitín...) como para estar más arriba en la tabla, pero lo que mandan son los resultados. Diego, su máximo goleador, puede cambiar de aires y puede ser una baja importante para los amarillos.

Por último, el Rapid es el colista. Con cuatro puntos está sufriendo las exigencias de la categoría. La apuesta de Borja Lerma es clara. Sabe las limitaciones del bloque y opta por el orden defensivo, la presión en la medular y la velocidad y un juego directo en ataque. Si los partidos se traban, están llenos de interrupciones, apenas circula la pelota por el suelo... tienen mucho ganado. Que no suceden cosas es una gran noticia para los murillenses. Si el contrario les achucha, les insiste, les mueve la pelota de un lado a otro, saca del sitio a los jugadores... los problemas aumentan. La lucha de Maté en la medular, la velocidad de Darío, Gali o Sergi o la calidad, y frialdad, de Varona son sus mejores argumentos en ataque, donde también tratan de explotar las acciones a balón parado. Son conscientes de que van a sufrir para luchar por mantener la categoría y su objetivo prioritario es que la distancia con la salvación no aumente.

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