martes, 6 de noviembre de 2012

Haro y Alfaro se escapan

Más que hacer un resumen de la ddécima jornada de Tercera, una vez rebasado el cuarto de competición, es el momento de realizar un somero análisis de todos los equipos. De esta forma, hoy trataré de dar pinceladas sobre los diez primeros de la tabla (el jueves llegará la segunda parte). Parece evidente que Haro y Alfaro se escapan, que el Varea aspira a esquivar su mala racha para estar con los mejore, que Calahorra y Oyonesa buscan asentarse en puestos de 'play off', que Agoncillo y Calasancio son las revelaciones por méritos propios, mientras que Arnedo, Vianés y Náxara ansían encontrar la regularidad para escalar posiciones.

El Haro remontó en San Roque para ganar al Agoncillo. Morales y Fidel buscan la pelota. LA RIOJA


Diez jornadas de liga, algo más de un cuarto de la temporada, y las cartas están en casi todos los casos boca arriba. Por un lado, Haro y Alfaro se perfilan como los dos equipos a pugnar por el primer puesto. Ahí están sus números. Únicos conjuntos invictos, junto al Calasancio, son los dos máximos goleadores. Hasta la fecha son los más fiables. Incluso han sabido adaptarse a las circunstancias de los partidos y han dejado de lado la vistosidad por la practicidad cuando ha sido necesario. En este sentido, quizá el Haro sea el más pragmático, ya que parte desde la defensa para aprovechar sus recursos individuales en ataque. De ahí, con el resultado a favor puede ir buscando más elaboración. Entre Ander (9), eléctrico y determinante dentro del área, y Breixo (6) han firmado la mitad de los goles jarreros. Pero en este equipo, hay otros futbolistas determinantes. El portero Javi Pérez ya constató la temporada pasada sus méritos. Por ejemplo, la envergadura de Unai permite jugar en largo a los blanquinegros. Arpón da jerarquía a la zaga. Alberto y Tato son los que hacen mover al equipo. De la inspiración del segundo suelen surgir las mejores combinaciones. Aimar es un estilete por el costado izquierdo. sin olvidar al revulsivo Morales, entrega, lucha, presión para los minutos finales. Lógicamente, Roberto Ochoa es el director de una orquesta constante, sobria y regular.


Por su parte, a los de Eduardo Arévalo les gusta más tener la pelota, elaborar el juego, mover de un lado al otro al rival, crear confusión a las zagas con continuos movimientos, tanto con desmarques de ruptura como de apoyo. Además, saben explotar la velocidad de sus hombres ofensivos para rematar los partidos al contragolpe. Sin duda el duelo de este fin de semana entre los dos mejores equipos del grupo puede servir para comprobar quién parte como más opciones para liderarlo. En el aspecto individual, la defensa cumple. Los centrales José Carlos y Sastre tienen la misión de dar rapidez al juego, los laterales, con un reconvertido Jonathan o el comodín Cabrera dan opciones al preparador blanquillo. Herce sigue siendo básico en la medular para Arévalo, mientras que en ataque Omar, Israel Losa y Víctor Ramos tienen libertad de movimientos para resquebrajar a la defensa rival. Sin duda, la imaginación del de Pradejón es fundamental para que sus compañeros luzcan.

El Alfaro recuperó la senda del triunfo ante el Rapid tras dos empates. LA RIOJA
Por detrás, Calahorra, Varea, Agoncillo, Calasancio y Oyonesa aprietan los puestos de 'play off'. Sólo dos puntos les separan. De todos ellos, el que peor dinámica muestra es el Varea. Desde la llegada de Emilio Remírez, en liga sólo ha sumado tres puntos (dos derrotas, ambas a domicilio, y una victoria, como local), por no hablar de la derrota el pasado jueves en la final de la Copa Federación. Por el momento, el revulsivo, que iba a ser el técnico navarro, no ha llegado. Quizá sea pronto para analizar su evolución, pero si aspira a codearse con Haro y Alfaro no hay margen de error. Remírez debe saberlo y tiene que buscar la fórmula para que esta plantilla, que no fue diseñada por él, encuentre motivos reales para dar lo máximo y ofrecer un mayor rendimiento. Quizá medirse en las tres próximas jornadas a Agoncillo, Varea y Alfaro sea un acicate para que los arlequinados demuestren su valía. Hasta la fecha, su mejor virtud está siendo el juego a balón parado en ataque, siempre transmite sensación de peligro, ya que en defensa están ofreciendo problemas. Pese a que Sota sigue aliado con el gol, independientemente el equipo en el que juegue, las dudas defensivas impiden crecer a los vareanos. Maño o Chimbo, entre otros, deben ser futbolistas que tienen que dar un paso adelante.

Del resto, el Calahorra hacen lo que tiene que hacer, poco más se le puede pedir. Gana a los rivales que debe. Sabe sufrir para sumar de tres en tres e incluso ha tenido que tirar de remontadas para ello. Por ser una afición exigente, la única pega pasa por ser más contundentes en La Planilla y por ofrecer un juego más brillante. Pero eso es lo que quisieran todos los equipos y esta competición no permite muchas alegrías, ya que los rivales también juegan y complican la vida. La destreza de sus delanteros Miguel Urtasun y Jorge Rodríguez son un punto a favor de los rojillos, que han encontrado en Silvani un baluarte en la zaga. Por el momento, Javier Salvatierra ha logrado que los rojillos, sin mucho ruido, se acomoden en puestos de fase de ascenso. La Oyonesa, en este sentido, quiere llegar a esta zona noble. Le cuesta mucho esfuerzo, casi tanto como ganar los partidos. El ritmo, la intensidad y la solidez defensiva la han encontrado, pero como le viene sucediendo desde el comienzo de liga le cuesta hacer goles. Ocasiones tiene, aunque menos de las que le gustaría a Jorge Ochoa. No es de extrañar que en algunos encuentros, cuando debe asumir el mando, tenga más problemas para crear peligro. Aun así, no esconde sus armas y eso genera regularidad en su juego. Jiménez, David Sánchez y Jabo en defensa son habituales. En la medular, el trabajo de Nano y Toño es clave. Las apariciones de Sergio Domínguez dan un punto de calidad a los alaveses que han encontrado en Jadraque a su delantero.

La Oyonesa celebra el gol con el que ganó al Berceo en La Isla en la última jornada. LA RIOJA

Agoncillo y Calasancio son, sin duda, las dos revelaciones de la temporada. Los de San Roque saben sus limitaciones, las conocen y tratan de ocultarlas. Es más, explotan sus virtudes. Pelean como jabatos los 90', son ordenados, sacrificados, constantes... y eso da muchos puntos. Como visitantes son un poco más reservones, pero gozan de mayor facilidad para lanzar contragolpes letales, mientras que como locales intentan avasallar al contrario presionando y buscando con firmeza la meta rival. Intensidad, concentración... En cuanto bajan un poco son más vulnerables, por lo que para mantenerse donde están deben continuar fieles a sí mismo. Que podrían elaborar más, sí, pero a lo mejor les daría menos beneficios. Picote ha dado sobriedad a la portería. En la zaga, Navarro ejerce de líder. Chino, en la medular, ofrece contundencia y trabajo, junto a Jony. Álvaro Iglesias, Dani López y Joel, desde los costados, aportan goles y llegada, mientras que Óscar se pega con las defensas rivales. Pero también hay otros jugadores importantes. En este sentido, Israel Villería ha sabido convencer a los suyos para dar lo mejor y apelar al colectivo.

El Calasancio, hay que recordar que sigue invicto, busca que cada encuentro se convierte en una batalla. Entiéndase bien. Los colegiales son un bloque muy intenso. Todo el grupo trabaja para evitar recibir goles. Es la prioridad. Los delanteros trabajan como los que más y si tienen que ayudar a los centrocampistas lo hacen. Su esfuerzo defensivo provoca que los partidos sean trabajados, con poco ritmo, con interrupciones, con muy poca elaboración... ahí es donde sacan petróleo los de Chechu Martínez. No engañan a nadie. En estático son previsibles y cuando deben asumir el mando les cuesta porque no están acostumbrados. Por eso apuestan por ir metro a metro. Cada saque de banda, cada falta lateral, cada córner es una ocasión de gol. Hay tratan de dar el máximo. Gustarán más o menos, pero los resultados les avalan. Son constantes, muy intensos y confían en lo que hacen. Así logran puntos. La vuelta de Popi ha dado más seguridad a una defensa en la que también destacan Pipo y Gonzalo (además de su faceta goleadora). En la medular, Víctor es el que genera y Romero el que destruye. Melón, Tato, Uyarra, Geru, Félix... son sus mejores recursos en ataque, cada uno a su manera.

El Vianés también parte desde la defensa para sumar. Orden, equilibrio y concentración. Con eso tienen mucho ganado. En ataque cuenta con jugadores desequilibrantes. El hecho de no haber perdido como visitante deja a las claras que no le preocupa ceder la iniciativa al rival, pero no el control. Además, siempre tiene opciones ofensivas. No en vano, sólo en dos jornadas no ha marcado. Iñaki Santibáñez les ha dado a los rojillos la determinación y la capacidad para creer en sus posibilidades en ambas áreas. Con César Chasco como jefe de la línea defensiva, Guillermo, Kopy y Ritu en la creación y Javi Cuadrado, junto a Achi, Alonso y Nacho en la faceta goleador forman un grupo difícil de batir y siempre pegajoso.

El Arnedo, por su parte, propone otro tipo de fútbol. Aboga por el ritmo y la velocidad, pero del que se les imprime al balón. Esos que hacen que el contrario corra detrás de la pelota. Cuando le sale es capaz de dominar a su contrincante y de embotellarlo en su campo. Eso requiere una perfecta elaboración desde atrás. Cuando sus oponentes le roban en el inicio de jugada, los de David Ochoa sufren. Cuando el esférico está más por el aire que por el césped, también le cuesta. Además, los riojabajeños están mostrando falta de contundencia en las dos áreas. En defensa están cometiendo más errores de los previstos, mientras que en ataque generan ocasiones, a veces muchas, pero su puntería no anda fina. De ahí que en algunos partidos hayan sufrido para ganar con más comodidad. El Arnedo se mueve al compás que marcan Abel y Darío en la medular, que buscan los costados para romper a sus contrincantes, mientras que Sali es su mejor estilete. La recuperación de De Blas se acusará en positivo.

El Náxara venció en Pradejón cuatro días después de lograr el título de la Copa Federación. LA RIOJA

El Náxara parece recuperar el rumbo después de un nefasto inicio. Actualmente suma 10 puntos de los últimos 12. Señal de que los blanquiazules han vuelto. En verano era uno de los aspirantes, casi claros, a estar en puestos de fase de ascenso. Pero seis jornadas sin ganar le condenaron a la parte baja de la tabla, de donde ahora parecen haber escapado. ¿Qué ha cambiado? Puede que recuperar el espíritu que ha llevado al Náxara a ser lo que es en la actualidad. A no olvidarse de dónde vienen y quiénes son. Es como si el comienzo liguero hubiera sido una cura de humildad. Parece más que evidente que si lo hombres de Nacho Ruiz se relajan pierden opciones, como le ocurre a muchos equipos. Actitud, esfuerzo, constancias y levantar la cabeza ante las adversidades han sido claves para este resurgir. Ojo, que aspectos deportivos parece que no haya, más allá de tener que ajustar un par de cosas. Además, la base del equipo es la misma de la campaña pasada e incluso mejorada. Ángel, Sesma, Sabando, Héctor, Madero dan experiencia a la zaga, en la medular Nacho y Fer deben multiplicarse ante el arsenal ofensivo que muestran los najerinos: De Val, Jorge García, Lozano, Juan, Javi Martínez, Orodea...

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