lunes, 28 de mayo de 2012

Un ascenso y tres eliminados

Os dejo unas ligeras reflexiones sobre los cuatro partidos disputados por los equipos riojanos en la fase de ascenso a Segunda B. Desde aquí mi enhorabuena a la SDL por su salto de categoría, así como animar a Haro, Varea y Alfaro para que lo sigan intentando la próxima temporada.

Merecido y sufrido ascenso


Dicen que con sufrimiento se aprecian más los logros. Algo así debieron experimentar los juadores, cuerpo técnico, directivos y los más de 500 aficionados de la Sociedad Deportiva Logroñés que acudieron el domingo al San Francisco. El 4-0 de Las Gaunas invitaba a disfrutar sin tanta tensión de un ascenso deseado. Sin embargo, la tarde se fue torciendo a medida que transcurrían los minutos. De hecho, esos 6' de prolongación fueron eternos para los blanquirrojos. Vayamos por parte. ¿Cómo se llega hasta ahí? El 3-0 era engañoso. La SDL saltó al terreno de juego dispuesto a sentenciar. No se quedó en su área y buscó la portería rival. Que en apenas 12' se hubieran lanzado tres saques de esquina eran un síntomas de las pretensiones visitantes. La Peña Sport, lógico, tenía que dar otra imagen. Era más veloz, tenía más intensidad que en Logroño, pero apenas inquietaba a Pisón. Alternancia en el dominio y sensación riojana de que muy mal se tenían que poner las cosas. Se pusieron. Un penalti por mano de un defensor blanquirrojo dentro del área dio la oportunidad a Galán para atisbar algo de esperanza a los navarros. Faltaba una hora de juego y sólo tenían que meter tres más, uno cada veinte minutos. Pese a ello, el equilibrio fue constante y la SDL tuvo dos ocasiones para empatar la contienda en los minutos finales de la primera mitad por medio de Omar y Metola.


Se esperaba un inicio de segundo tiempo de mucha intensidad por parte de los locales. La presión en la medular, otra vez con Pitu, Miguel y Salazar, el orden defensivo y algún susto a la contra eran suficientes para mantener a distancia a una Peña Sport incapaz de generar ocasiones de gol. El trabajo que se estaba realizando en el campo daba sus frutos. Sin embargo, un pase a la espalda riojana fue aprovechada por Úriz para empezar a soñar. 230 por disputarse y ahora sí que los forales podían ilusionarse con al remontada. Era un golpe duro para los blanquirrojos porque el partido no era como para ir perdiendo 2-0, pero la realidad, a veces, es cruel. Tocaba apechugar con ese resultado, apretar los dientes e impedir, como fuera, un tercero tanto local. No fue así. Borja remató un centro de Galán y puso la incertidumbre a la eliminatoria. 3-0 y 16' por delante. Anda que no se les pasaron cosas por la cabeza a los futbolistas riojanos. La mente es muy dañina. Había que espabilar, no era el momento de venirse abajo y de tirar toda una temporada en poco menos de media hora fatídica. La afición visitante se dejó sentir y motivó a los blanquirrojos que se pusieron e buzo de trabajo para hacer posible la ilusión de un proyecto que surgió hace poco más de tres años. El tiempo no pasaba y los minutos se transformaban en horas. Por si fuera poco, se añadían 6'. Ya no había uñas que morder. Hasta que el colegiado no pitó el final, la tensión fue máxima. Eso sí, cuando hizo los tres pitidos de rigor, la euforia fue incontrolable. Jugadores abrazados, aficionados henchidos de alegría... Sufrido, pero merecido ascenso.


Cuestión de ritmo... y picardía

El Alfaro, acostumbrado a imponer un ritmo crucero a los equipos que acaba por fundir a sus rivales, probó de su propia medicina. El Montuïri fue superior en La Molineta. Aparte de decisiones decisivas, como algún que otro penalti no señalado (sobre todo uno a Toledo), la clave, deportivamente hablando, estuvo en el aspecto físico. Ahí se derrumbaron los locales cuando los mallorquines se hicieron con la pelota y controlaron el ritmo del partido. Entonces, los de Eduardo Arévalo sufrieron. No en vano, Picuhos II, con varias intervenciones, evitó que la derrota llegara antes de la prórroga. Y eso que los blanquillos salieron mentalizados para marcar pronto. No saben jugar a especular. Gozaron de varias oportunidades hasta que Félix Del Puente, quizá el jugador más importante del Alfaro durante toda la campaña, ponía por delante a los suyos en la eliminatoria. Quedaba un mundo y había que aguantar. Ese gol, sin embargo, fue la tumba para los locales. 

El Montuïri pasó a tener la pelota, quiso llegar hasta Picuchos y puso a prueba a la zaga riojabajeña. Velocidad, potencia... dos armas que los visitantes exprimieron al máximo. El cuadro local bastante hacía con intentar salir al contragolpe para dar la puntilla, mientras el portero blanquillo se erigía en gran protagonista del choque. El tanto del Montuïri vino, era casi inevitable, y aunque el Alfaro dio algún ramalazo, los tan discutidos penaltis no pitados, la prórroga era un mal menor para los locales. Pero ahí se acusó el esfuerzo realizado y la cabeza empezó a no carburar. La consecuencia fue la picardía de Gilardoni tras una falta. Mientras los alfareños se colocaban, el jugador visitante, que no había solicitado distancia, ponía a los mallorquines 1-2 en un acto de picardía, además de falta de concentración local. El Alfaro se volcó, no quedaba otra, y lo pagó en una contra que sentenció la eliminatoria. Mal momento para perder el primer partido de la temporada en La Molineta. Pese a ello, el Alfaro debe estar orgulloso de su gran papel en liga y de su rendimiento en la fase de ascenso. Tiene que seguir intentándolo la próxima campaña. Eso requiere dar continuidad al bloque.


Competitivo hasta el final

El Haro perdió la eliminatoria en el 93' en Almendralejo. El gol de Angelito fue un mazazo. Aun así, los jarreros se levantaron durante la semana y demostraron en El Mazo que aquel resultado fue excesivo, aunque sí decisivo. Los de Roberto Ochoa merecieron el domingo, al menos, haber forzado la prórroga. La victoria, por la mínima, resultó insuficiente. El Extremadura saltó al campo decidido a sentenciar, no se metió en su área y esperó a su rival. Digno de admirar. Pero con el paso de los minutos, los locales, con más empuje, fueron cerrando a los visitantes. Faltaba el gol, pero la sensación era de que se podía remontar, pese a la complejidad de la empresa. 0-0 al descanso. 

Había que dar un pasito hacia delante, olvidar la tensión y los nervios para volcarse y buscar un tanto que acercara la eliminatoria. Así se hizo, gracias a Arpón, probablemente uno de los futbolistas más regulares de esta temporada pese a su trabajo más oscuro desde el centro de la zaga. Había vida. El Extremadura buscaba la contra para rematar la faena. Había que correr riesgos. El duelo se convirtió en un partido de ida y vuelta. Los blanquinegros tuvieron alguna ocasión para marcar el segundo, pero éste no llegó. Una pena. El fútbol es así. El Haro demostró, hasta el final, ser un club que compitió por continuar en la fase de ascenso, pero ese gol de Angelito en el tiempo de añadido fue el causante de que el Haro no esté presente en el sorteo de la segunda ronda. Otra temporada será.


Ilusión sin premio

El Varea peleó por la cuarta plaza en la última jornada. Se la ganó al Náxara en 90' con mucha tensión. El premio estaba conseguido. Ahora llegaba comprobar si los arlequinados tenían el nivel necesario para competir. El Tenisca tiró de experiencia y de saber estar, además de algunas prácticas poco éticas (aunque todo cabe en este deporte) como la provocación o el juego duro, para doblegar a un Varea que acusó en el Municipal disputar un 'play off'. Hasta el segundo tiempo no se vio a un equipo capacitado para luchar por el pase de ronda. En Canarias, el Tenisca dominó el partido, tuvo las mejores ocasiones, desperdició un penalti al poco de empezar el partido (Momo lo lanzó al poste), se adelantó en el marcador, pudo sentenciar la eliminatoria, se quedó con diez y a punto estuvo de llevarse un susto cuando en los minutos finales los riojanos empataban el choque. El resultado fue lo mejor que puso extraer el Varea del encuentro de vuelta. La sensación fue que los locales eran mejores, pero lo cierto es que los de Iñaki Pacheco estuvieron vivos hasta el último momento, porque los canarios no eran tan fieros como parecía.

De hecho, los arelquinados parecía como que habían desperdiciado la primera mitad. Además, Rubén Pérez dio muestras de que no estaba recuperado, quizá no tenía que haber jugado y dar la oportunidad a otro compañero en plenitud de condicioens físicas. Cuando el Tenisca se quedó con diez fue el momento que aprovecharon los visitantes para apretar, para buscar a la desesperada dos goles. El primero llegó, obra de Maño, pero el segundo, aunque hubo una ocasión en un barullo en el área, no apareció. El Tenisca fue mejor en la eliminatoria, aunque sin mostrar una gran superioridad. Quizá, el Varea haya pecado de inexperto en este tipo de fases, siendo más timorato y respetudoso de lo que cabía. Eso no quita para que esté orgullloso de su paso por esta fase de ascenso a Segunda B. Con continuidad y algunos retoques, a modo de contar con más fondo de armario para este tipo de rondas, los arlequinados deberían seguir en los primeros puestos de la liga riojana.

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