martes, 29 de mayo de 2012

Balance de Tercera (V)

Última parte del balance de Tercera. Hoy acabo con Tedeón, Ciudad de Alfaro y Bañuelos.

Tedeón, 18º con 21 puntos

Buena propuesta futbolística, magníficas intenciones, pero sin resultados. Un grupo inexperto en la categoría, salvo algunos jugadores, quizá ya de vuelta, caso de Corzana y Orive, en el que el bloque que logró el ascenso tuvo preferencia. Con la pelota como medio para lograr el fin, pero sin a recompensa. Se demuestra que el fútbol no entiende de ideas, que hay que ponerlas en práctica. La ingenuidad puede estar en pensar que con eso sería suficiente para mantenerse otra temporada en Tercera, pero la realidad es la que es, se necesita algo más. Quizá ser más pragmático y no mostrar las debilidades sea el primer paso para que un equipo sepa dónde está y qué es lo que puede hacer. Ese también puede ser el problema. Creerse más de lo que uno es. Se puede intentar jugar, combinar, mover la pelota de un lado a otro, pero con precauciones... no a tumba abierta. Una pérdida, en zona peligrosa, es casi un gol. Luego está el intentar ir a presionar. Gran iniciativa, pero si sale mal con la defensa tan adelantada eres carne de cañón. 

Carmelo Abascal aprendió la lección después de recibir un vergonzante 0-10 en casa ante el Haro. Desde entonces, los de Navarrete, fieles a su estilo, juntaron más sus líneas, fueron menos alegres y más prácticos. Les sirvió de poco porque la dinámica en la que se encontraban era difícil de remontar. Y eso que hubo una fase de la temporada en la que parecía que podían escapar del descenso. Los comienzos fueron difíciles, hasta 17 jornadas pasaron para que lograra la primera victoria. Parece que le cogieron gusto y con 9 puntos de 12 posibles parecían decididos a quedarse en la categoría. Fue un espejismo porque la siguiente victoria no llegó hasta tres meses y medio después. Aun así tras la jornada 32 aún había alguna esperanza ya que el Calasancio quedaba a 3 puntos y aún había un enfrentamiento de por medio. Sin embargo, seis derrotas para acabar el ejercicio han condenado a los de Navarrete a Regional. Sus números no han sido buenos: 21 puntos (11-10), 29 goles a favor y 88 en contra.

Ciudad de Alfaro, 19º con 21 puntos

Estar 26 jornadas consecutivas sin ganar pesan. Y más si el objetivo es lograr la permanencia. El Ciudad de Alfaro sabía que su intento por mantener la categoría era complicado, pero la ilusión no la perdió nunca, ni siquiera en el tramo final de liga. No en vano, acabó la temporada sumando 8 de los últimos 12 puntos en juego. Sin presión, sin nervios, cuando el resultado no importa... salen a relucir los resultados. No será porque no lo intentarán los alfareños durante toda la campaña. Si durante la primera vuelta de la competición, con el tándem Míchel Martínez-Losa y Susi Fernández, el equipo se caracterizó por cierto anarquía, desesperación cuando las cosas no salían, cierta desmotivación y apatía si el marcador se ponía pronto en contra, durante la segunda vuelta, ya con José María Baldero en el banquillo, se pudo ver a un equipo más ordenado, más serio, más disciplinado, probablemente menos combinativo y más práctico. Al final, dio igual. Las derrotas se sucedieron. Eso que las cifras en la segunda vuelta fueron mejores (12 puntos, 16 goles a favor y 35 en contra) que en las jornadas iniciales (9 puntos, 11 goles a favor y 47 en contra).

Pero claro, cuando sólo se es capaz de puntuar en cinco jornadas durante la primera vuelta, ya se puede intuir cuál va a ser el destino al final de la temporada: el descenso. Así fue, pese a la leve mejoría de los riojabajeños. Con Baldero, el equipo demostró ser más competitivo y menos vulnerable, aunque también se sucedieron las derrotas, hasta 11. Al termino del curso las cifran hablan solas, 21 puntos, 27 goles a favor y 82 en contra. Por lo menos, gracias a sus últimos resultados ha podido evitar ser el colista e incluso ha estado a un punto de quedarse el tercer por la cola. Para un conjunto que ha estado casi toda la temporada como farolillo rojo ya es importante haber acabado en línea ascendente. toca reflexionar para saber qué es lo mejor para el club y para la ciudad, se repetir la experiencia del Calahorra de unir a las dos entidades de la localidad o continuar cada uno por su lado. Veremos.

Vaya desde aquí mi más sentido pésame a la familia y al club Ciudad de Alfaro por el fallecimiento de Javier Lucea Zayas, jugador de 23 años que esta campaña había jugado en treinta partidos.

Bañuelos, 20º con 14 puntos

Colista de Tercera. Ocho derrotas seguidas nada más empezar la liga. Quince jornadas hasta lograr su primer triunfo. Dos puntos a domicilio en toda la temporada. Un punto sumado en las últimas 15 jornadas. 110 goles encajados. Cifras elocuentes de la pesadilla vivida por el Bañuelos en la categoría. Desde el comienzo su meta era intentar pasar por la competición con dignidad y ofreciendo buena imagen. La calidad de la plantilla ha resultado insuficiente para mantenerse y ya desde el comienzo se atisbó que los pupilos de Víctor Gamón, que acaba su ciclo en el club, iban a sufrir demasiado. Las limitaciones del equipo han impedido una mayor evolución. Dieron el salto a Tercera tras un gran arranque en Regional, mantuvieron la gasolina y ascendieron. Pero esta categoría castiga los errores y en el Bañuelos han sido muchos. 

Eso que el empeño de su entrenador fue el orden defensivo, la concentración y la seguridad con el contragolpe, así como el empuje, cuando se podía, en El Poste, como arma ofensiva. Previsible. Pero claro cuando sólo en 3 de las 38 jornadas ha logrado mantener su portería a cero, curiosamente sus tres únicas victorias, es que algo no funciona. Gamón, en este sentido, no ha podido echarles en cara nada a sus jugadores, que bastante han hecho en una categoría que se les ha quedado grande. Por entrega, lucha y entusiasmo no ha sido. Ni siquiera su terreno de juego ha servido como aliado para intentar pelear por la permanencia. Ha acabado la liga con 14 puntos (7-7), 30 goles a favor (9 de Emilio y 7 de Saleh) y 110 en contra.

El aspecto positivo, siempre hay que verle algo, es que su presidente Román Bastida ni se volvió loco cuando el equipo ascendió ni se echa las manos a la cabeza por el descenso. El objetivo del club pasa por dar un punto de encuentro a los jóvenes del pueblo, y de la zona, para que puedan jugar al fútbol, pasen un rato agradable y convivan. Una meta social, por así decirlo, que en muchas localidades deberían tomar ejemplo.

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