Para muchos equipos de
Tercera, para dieciséis ya ha terminado la temporada. Es momento de hacer un
balance de cada uno de ellos. Lo haré en varias partes. Para este primer resumen, hablaré de Náxara, UDL B y Anguiano. Es un balance personal, desde fuera, que podrá o no estar acertado, pero creo que partirá desde el argumento, el sentido común y la crítica constructiva.
Náxara, 5º con 72 puntos
Acaba la liga quinto con 72
puntos (37-38) con 68 goles a favor y 40 en contra. Sus números, evidentemente,
son peores que los de hace un año, cuando fueron líderes (88 puntos), pero el
conjunto najerino sabía que este ejercicio no se iba a competir por el título,
si acaso, como finalmente ha sido, por un lugar en el ‘play off’. Porque hay
que ser realistas, el Náxara, aunque temporada tras temporada,
independientemente del ocupante del banquillo ha exhibido una evolución curso
tras curso, la 2010-11 puso el listón muy alto, excesivamente, tanto que será
difícil que se repita ese hito. Por lo tanto, la aventura de Nacho Ruiz, que se
marchó de su querido Calasancio tras muchas campañas, estaba plagada de
incógnitas. Con parte del bloque que se proclamó campeón y con varias
incorporaciones (hasta tres vía Calasancio), el conjunto blanquiazul comenzó la
temporada buscando sensaciones, sabiendo cuál iba a ser su guerra, contra quién
iba a competir, pero siempre con los pies en la tierra.
Con tres derrotas en
seis jornadas, el Náxara no acababa de carburar. Demostraba ser un bloque
competitivo, pero le falta algo. Sin embargo, la tremenda remontada ante la Oyonesa, iban perdiendo
2-0 y volteó el marcador en poco más de 10 minutos, y cinco victorias más
seguidas ante equipos de mitad baja de la tabla insuflaron autoestima y
confianza, además de tranquilizar el juego. Quedaba constatado eso sí, que este
Náxara para sumar los tres puntos debía exigirse físicamente, que ningún
partido era un paseo y que tenían que trabajar mucho. El Arnedo, por si acaso
les bajó de la nube, ganando 0-3 en La Salera.
Todo un palo. El Anguiano ahondaba en la herida y unas
jornadas después la SDL,
con lo justo se imponía en Nájera, para dejar a los blanquiazules en una
situación incómoda porque parecía que el tren de la fase de ascenso se alejaba.
Calahorra y Varea eran los siguientes rivales y todo lo que no fuera ganar les
dejaba en el limbo.
Los 6 puntos le dieron vida (acabó la primera vuelta a 5
puntos del cuarto). Empezaron a creer y La Salera, en la segunda vuelta se convirtió en un
fortín (sólo ha cedido un empate ante la UDL
B, el resto triunfos). Había algún tropiezo fuera (Alfaro,
Oyonesa, Agoncillo), pero la dinámica invitaba al optimismo. El Varea, su gran
rival, no remataba la faena y les daba esperanzas. Los de Nacho Ruiz comenzaron a jugar con el calendario, sabían que podían llegar a la última jornada con
tres puntos menos que el Varea y eso lograron. Ha sido un final de liga
complicado, en el que el Náxara ha acusado el exceso de lesiones sufridas de
gravedad (Héctor, Olasagarre, Matute, Jorge García, Chisco…) y contar con una
plantilla corta en la que se ha tenido que tirar del filial, tanto para
entrenar como para jugar (Torre, Lozano…). Una vez más se ha vuelto a demostrar
que la fe mueve montañas, que el grupo humano en Nájera es superior al
futbolístico, con lo que eso supone, y que esta ciudad tiene que estar agradecido por contar con un
club dispuesto competir con los mejores teniendo un presupuesto menor. Ángel, Sabando, Matute, Sesma han puesto el corazón con su regularidad y constancia, mientras que De Val, Juan Lozano, Kopy, Jorge García, Maiso y Orodea, entre otros, han puesto la calidad.
UDL B, 6º con 72 puntos
Nuevo entrenador, nuevos
jugadores. Así empezaba el curso este filial. Sabiendo el futuro que tiene este
equipo, es decir, ninguno, cabe plantearse la pregunta de por qué narices se
comenzó algo que se intuía podía ser un fracaso para el club. Por de pronto, la Unión Deportiva Logroñés ha
desperdiciado dos años de gran trabajo formativo, tanto de Gonzalo Santamaría
como de David Ochoa, se han perdido oportunidades para que algún futbolista con
cualidades pueda evolucionar en otra categoría superior, pero es que como desde
su creación la dirección no ha creído en este equipo así es difícil poder
trabajar. Por eso no es extraño que en estas dos temporadas hayan existido
tanto movimiento de jugadores, unos que se quieren ir, otros que quieren jugar,
algunos que ven que las opciones de llegar al primer equipo son imposibles…
Pero bueno, dejo de enrollarme y me centro en esta temporada. Ha terminado
sexto con 72 puntos (39-33) con 72 goles a favor y 42 recibidos. Ocho victorias
y un empate fu su bagaje inicial. Espectacular. Es como si la inercia que tenía
David Ochoa, campeón la campaña anterior con el Náxara, continuara. Velocidad,
intensidad, presión, juego con movilidad, remate… todo era positivo y le salía
al filial blanquirrojo. Peio marcaba goles a pares y parecía la sensación del
momento. Pero empezó su calvario como local con visitas de equipos poderosos
(SDL, Varea, Alfaro, Náxara y Haro). 2
puntos de 15 que le hicieron bajar su rendimiento. Sin embargo, otro buen
arranque de la segunda vuelta volvía a colocarles entre los cuatro primeros.
Pero tres empates seguidos como anfitriones (Arnedo, Berceo y Tedeón) trajeron
viejos fantasmas.
Aun así, el grupo seguía trabajando bien, cierto que ya no
mostraba esa frescura del comienzo liguero, que ahora era algo más vulnerable
defensivamente y que el acierto anotador ya no era el mismo. Generaban
ocasiones, pero faltaba la serenidad para poner el balón en la red. ¿Ansiedad?
Para chavales lo dudo. Otra cosa es que comprobaran que sus posibilidades de
progresión dentro del club estaban excesivamente limitadas, ahí puede decaer un
poco la motivación. Y con ella ha tenido que pelear Ochoa hasta el último
momento, incluso cuando sabía que el fin de semana pasado sería el último
partido. Pese a ello, sin reto clasificatorio, el equipo ha mantenido la
dignidad allá por donde ha ido, aunque algunas derrotas (caso del 3-0 en La Molineta o el 6-0 en El
Mazo) aventuraba un desenlace como el que ha tenido. Una lástima que no haya
habido continuidad en la formación de algunos futbolistas a los que, quien
sabe, si podían ser válidos para el primer equipo. Josu, Barrachina, Rocha, Escudero, Mario León, Borja, Peio, Tamayo el capitán Nacho Elías, entre otros, son jugadores a tener en consideración.
Anguiano, 7º con 66 puntos
Finaliza séptimo (igualando
su peor clasificación en Tercera) y rompe una racha de cinco temporadas
seguidas disputando la fase de ascenso a Segunda B. Acaba con 66 puntos (41-25),
60 goles a favor y 35 en contra. Los números de la segunda vuelta son
indicativos del ánimo de los serranos: 25 puntos, 23 goles a favor y 21 en
contra. Era la segunda temporada de Iñaki Santibáñez y era de esperar que se
mantuviera una línea similar a la de la pasada campaña. Hombres veteranos como
Blas, David Ruiz, Josean dejaban el equipo para dar paso a la juventud: Zabala,
Javi, Dani López… Se podía intuir que pese a los movimientos, el engranaje del
Anguiano iba a ser sólido. Pero pronto se comprobó que no.
Muchos problemas
para hacer gol, para asumir el mando de los partidos y para ‘matar’
determinados encuentros. Si el Anguiano, tradicionalmente, se había
caracterizado por ser un equipo ganador ante rivales inferiores, ahora los
serranos eran vulnerables. Los equipos lo sabían y se veían capacitados para
dar la sorpresa. Eso pesaba y mucho a la hora de jugar. Santibáñez buscó
alternativas, cambió varias veces de dibujo, de hombres, de formas de jugar…
pero no doy con la clave. Los resultados fueron productivos al comienzo, pero
una racha negativa de 3 puntos en 5 partidos (de la jornada 7 a la 11) alarmó a la afición
serrana. Sólo quedaba apechugar y encadenar buenos números si se quería seguir
optando. Alfaro, Náxara y Haro eran los siguientes rivales en Isla y podían ser
catapulta para acercarse arriba o decisivos para que los serranos se
despidieron excesivamente pronto del ‘play off’.
Entonces el Anguiano reaccionó
con nueve victorias consecutivas (acababa la primera vuelta a un punto del cuarto
clasificado y con la sensación de que iba a hacia arriba). Nada más lejos de la
realidad. Fue ilusionarse pero se quedó en fuegos de artificio, generar expectactivas para decepcionarse a
medida que transcurrían las jornadas. Impotencia, incapacidad para reordenar la
situación… el Anguiano estaba fuera. La derrota en casa ante el Agoncillo, el
empate contra el Tedeón, otra derrota frente al Berceo… muchos puntos en el
camino. Sacó el ramalazo en duelos complicados con dos empates ante SDL y
Alfaro, pero no fueron suficientes. Mostró orgullo, pero poco más. Abril fue un
mes duro (6 puntos de 18 posibles), el de aceptar que esta temporada era
imposible repetir en la fase de ascenso. Las últimas bocanadas de la campaña le
han sobrado. Dos victorias finales que le han permitido apropiarse de la
séptima plaza, un lugar impensable a comienzo de liga, pero la realidad es la
que. Llega el verano para replantearse las cosas. La excesiva dependencia del rendimiento de Chiri, que esta campaña hasta su lesión se ha tenido que asumir mucha responsabilidad ofensiva, la crisis goleadora pasada por Joseba, con menos minutos de los habituales y eso que acaba con 15 dianas, y la falta del relevo en esa faceta (pese a los 9 goles de Moha, o las apariciones de Zabala o Sotés, y la poca presencia de Javi Adán) han mermado a un bloque que tampoco se ha caracterizado por la fortaleza defensiva, pese a contar con futbolistas contrastados (Cali, Álex, Gallego, Diego...).
Hay un párrafo que podría asumir como mío también, pero yo no puedo decirlo. ¡De cajón!
ResponderEliminarEl Náxara representa la lucha, no contaba con ellos a principio de temporada, pero casi se meten, Nacho tiene mucho mérito en ello. Para mí el entrenador del año junto a Gonzalo.
La UDL debería haber sido para formar jugadores que pudiesen disfrutar de minutos en Segunda B, ajenos a la clasificación. El fracaso no es el no haber entrado en play off, es lo otro. Hay jugadores con proyección.
Lo del Anguiano ha sido la decepción de la temporada, y mucho que lo siento, me cae bien el club y sus gestores, quedarse sin el premio del play off ha debido ser duro, pero animo a Neila a que persevere, el Anguiano debe estar en el play off del 2013.
Gracias por tu comentario.
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