lunes, 7 de mayo de 2012

No pudo ser

No pudo ser. Se intentó hasta el final, se buscó la manera de llegar a los últimos 90 minutos con opciones, aunque fueran remotas, de meterse en la fase de ascenso, pero la realidad es la que es. La Unión Deportiva Logroñés empató en Urritxe, ante un rival complicado y que, por méritos y regularidad, sí que merece ocupar la cuarta posición que ahora ostenta (aunque todavía necesita un punto para asegurarla). Lo mejor, sin duda, más allá del esfuerzo de los jugadores en esta última parte de la temporada fue el apoyo de la afición nada más terminar el partido de ayer. Que salten al campo para apoyar a los suyos, que viajan hasta tierras vizcaínas para seguir soñando, pese a los 20 euros de las entradas, y que esperen a la salida de los futbolistas para animarles... es de diez. Se quiera o no, es inevitable recordar la gran cantidad de puntos perdidos en determinados momentos de esta campaña. Pero del pasado ya no se vive.

El objetivo de cara al duelo del Palencia, que todavía no ha logrado la permanencia, pasa por ganar (más allá de las cuestiones extradeportivas habrá ganas por vencer a los pupilos de Calderé, que hay que recordar habló en exceso sobre los futbolistas riojanos) e intentar estar lo más arriba posible para poder jugar la Copa del Rey. La UDL es séptima (57 puntos), mientras que Alavés (58) es quinto y Guijuelo (57), sexto (con el 'goal average' particular ganado a los blanquirrojos). Los vitorianos viajan hasta Cantabria, donde les espera una Gimnástica, actualmente en puesto de promoción, y que va en caída libre (3 de los últimos 21 puntos). Mientras que los castellanos acuden a El Toralín donde la Ponferradina, segunda independientemente del resultado, prepara la fase de ascenso.

Es complicado centrarse en un nuevo objetivo después de dos meses con las pilas a tope tras encadenar victorias que, se quiera o no, le iban enganchando al tren del 'play off'. Pero se sabía que la empresa era prácticamente imposible. Cierto que esta segunda vuelta deja un optimismo impensable en enero cuando este equipo parecía que debía pensar por lograr la permanencia. Sin embargo, Pepe Calvo acertó para cambiar la fragilidad mental de este grupo y darle otro aire. Los resultados llegaron y, poco a poco, la confianza de los futbolistas fue creciendo hasta el punto de mostrarse sueltos y alegres dentro del campo. El técnico leonés ha tratado de explotar las virtudes de esta UDL y de limitar sus defectos, que también los tiene, para sumar triunfos que le dejan con la miel en los labios, pero es el camino a seguir de cara a la próxima temporada.

Sobre el duelo de Urritxe, como era de esperar, hubo poco fútbol. Sí mucha tensión y emoción. Allí se impone el juego directo, el de las segundas jugadas, el fútbol de contacto, de pelear en cada balón... Así fue todo el encuentros. Al principio, hubo respeto, lógico. Los locales sabían que el empate podía ser un buen resultado, mientras que los riojanos no podían ir de primeras a por los vizcaínos. Con pocas ocasiones en las dos áreas, el partido se iba a decidir por detalles. Mientras que la UDL quería jugar con ritmo, el Amorebieta paraba el juego con faltas. Si los visitantes querían circular, los locales respondían presionando y obligando a su oponente a desplazar en largo... El equilibrio de la primera parte dejaba todo en el aire.

Primer detalle. Pelotazo del portero local, le llega a Iba en la banda izquierda, centra y Ubis, en el área pequeña remata. Gol. 1-0. El delantero riojano se anticipó a Castilla, que midió mal y a su defensor. No es momento de cargar las tintas, pero una duda en la portería y gol. Mazazo para los blanquirrojos, que estaban obligados a remontar en 43' si querían  seguir peleando por el sueño. Tocaba lo más difícil, apretar los dientes y buscar el gol. El Amorebieta, desde entonces, cerró filas, retrocedió unos metros y dejó hacer a los riojanos. En el bando visitante hubo mucho corazón, pero poco acierto.

Segundo detalle. Parecía imposible poder empatar. Quique lanzó un córner, la defensa depejó. La pelota le vino a Raúl Torres que, desde el círculo central, mandó una diagonal que le llegó a Jano que, de improvisado extremo, cedió atrás para que Alejandro marcara dentro del área. Gol. 1-1. Se alimentaba la ilusión. Poco más de un cuarto de hora para lograr la proeza. Pero el tanto no resquebrajó a los locales, que continuaron igual y que a la contra pudieron incluso llevarse los tres puntos. La UDL lo intentó hasta el final, pero sin una gran ocasión clara que dijera "lo tuvimos". Lo que sí tuvieron fue el apoyo de una hinchada que animó sin parar y que siempre estuvo ahí, en los buenos y en los malos momentos. Que es cierto que muchas veces haya sido crítica, pero que ha respondido, siempre en positivo, cuando los resultados no han acompañado, que eso es lo más difícil, porque apuntarse a caballor ganador sí es fácil. 

Sólo queda una etapa en Las Gaunas. Allí estará o no, el Palencia. El ambiente debe ser festivo porque el equipo, después del gran esfuerzo y espectacular rendimiento realizado en esta segunda vuelta, lo merece. Una victoria pondría el broche a una temporada loca llena de vaivenes morales donde se pasó de la euforia a la decepción, en la que se pasó del casi fracaso deportiva (con el equipo en puesto de promoción) para retornar a la ilusión con unos dos últimos meses para enmarcar que llevaron al equipo a soñar por el 'play off' de ascenso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario