martes, 16 de abril de 2013

Cambio de líder

El primer fin de semana de marzo, el Alfaro apuntaba a líder casi sin oposición. Su victoria frente al Arnedo y el empate del Haro en Rincón de Soto dejaba a los blanquillos con 8 puntos de ventaja sobre los jarreros. Una distancia, dada la trayectoria de los hombres de Eduardo Arévalo, difícil de recuperar. Sin embargo, el fútbol es caprichoso y seis jornadas después, mediados de abril, el cuadro riojalteño le ha dado la vuelta a la situación encaramándose al primer puesto. Un mes y medio más tarde, la inercia es bien distinta. Las tres derrotas sufridas por los alfareños (Oyonesa, Haro y Varea) han colocado a los riojabajeños a rebufo de un Haro lanzado, como remarcan sus 6 victorias seguidas, sus 17 goles a favor y 0 en contra. Números que doblan a los del Alfaro en el mismo espacio de tiempo: 9 puntos, 11 goles a favor y 7 en contra. Hay pelea. Restan otras 6 jornadas, así que todo puede pasar. Viendo el calendario de ambos, se puede decir que el Alfaro tiene compromisos, sobre el papel, más asequibles, puesto que sólo se mide a dos equipos que están entre los diez primeros (Calahorra y Calasancio). Por su parte, los pupilos de Roberto Ochoa tendrán que enfrentarse a tres (Calasancio, Náxara y Oyonesa). Eso sí, la emoción se recupera en una batalla que parecía ganada bien poco.

El Alfaro visitaba Varea, un campo en el que siete días antes el Haro había dejado su impronta: 0-4 tirando de solidez defensiva y eficacia en ataque. Los de Eduardo Arévalo llegaban obligados y pronto quisieron dominar el encuentro. Pese a que el viento dificultaba el juego combinativo y la fluidez, los riojabajeños buscaban las cosquillas a la defensa arlequinada. Los de Emilio Remírez estaban en la encrucijada, ya que otra derrota les podía apartar de la fase de ascenso, así que la exigencia para los locales era máxima. Roberto, entrando en segunda línea, mediado el primer tiempo, adelantaba a los suyos. Premio a un mayor trabajo ofensivo de los visitantes que al menos se habían acercado a Rubén con criterio. El tanto apagó al Alfaro, mientras que el Varea encontró la manera de romper a la zaga riojabajeña. Carmelo Sota tuvo en sus botas el empate, pero no estuvo acertado. En el segundo tiempo se comprobó que el Alfaro ofrece lagunas en su juego. Poco a poco, sin que los locales hicieran gran cosa el conjunto de Arévalo se fue diluyendo. Sin embargo, a balón parado, una de las armas de los de la barriada, encontraron petróleo. Chimbo lanzó una falta, botó en el área sin que nadie la tocara y sorprendió a Picuchos. Quedaban poco menos de 20' y ambos conjuntos tuvieron la oportunidad de romper las tablas. Sota volvería a plantarse ante Picuchos, con idéntico resultado que en la primera parte, mientras que Víctor Ramos, sin fe, no atinó a colar la pelota entre los tres palo. Tuvo que ser Chimbo, de penalti, el que rompiera el duelo. Lo hizo lanzando al medio, con frialdad, la que acostumbra. Ya no había tiempo para reaccionar. 

Por su parte, el Haro saltaba a El Mazo sabedor de que el Alfaro había perdido por la mañana. La motivación de los jarreros era máxima. Ahora eran ellos los que podían tener 'la sartén por el mango'. Sólo tenían que ganar al San Marcial. Los de Alejandro Fernández trataron de defender y aguantar las embestidas de los locales. Incluso gozaron de dos buenas oportunidades para ponerse por delante. Sin embargo, la lógica se impuso. El primero de la tarde llegó pasada la media hora de juego, obra de Alberto, y tras varios rechaces después de un saque de esquina. Entonces el partido cambió. El San Marcial adelantó sus líneas en la segunda parte y aunque estuvieron más en campo ajeno, pronto se encontraron con una de las mejores armas de los locales: el contragolpe. Pase largo y Ander se quedaba ante Mario. El tercero llegaría tras un robo en la creación de los visitantes. Los dos últimos tantos llegaron en los minutos finales y corroboraron que un equipo estaba de dulce, el Haro, y el otro se había entregado, el San Marcial. Un 5-0 sin aparente excesivo trabajo.

La pelea por entrar en la fase de ascenso también sufre cambios. El empate entre Calahorra (66) y Oyonesa (64) permite al Náxara (65), que hizo los deberes frente al River, auparse a la cuarta plaza, dejando al Varea (62) a la expectativa. La Planilla acogió otro de esos duelos importantes para saber las opciones reales de los rojillos. Recibían a la Oyonesa en un choque importante para ambos. Tras un comienzo trastabillado, con dos equipos que querían controlar el duelo, fueron los locales los que parecían encarar mejor el choque. Aybar, al cuarto de hora, ponía por delante a los suyos. Entonces emergió la figura de Cristian, portero blanquiazul, que evitó que su equipo se marchara al descanso con el encuentro casi decidido. Sus intervenciones dieron confianza a los alaveses que tras sacudirse del agobio local tras el tanto, mostraron otra cara en la segunda parte. Tanto que eran los rojillos los que habían entrado en barrena. Con empuje, entrega y pelea los de Jorge Ochoa fueron ganando metros hasta que en un saque de banda Escribano empataba. Entonces el partido se alocó. Jorge pudo rubricar el triunfo calagurritano, pero los visitantes también acosaban con criterio la meta local. Al final, tablas que sacan a los alaveses de la fase de ascenso.
El que cumplió fue el Náxara. Lo hizo superando al River Ebro en San Miguel. Pese a que el viento complicó el juego continuado, ambos equipos buscaron la verticalidad para asustar a su oponente. En este escenario, los blanquiazules se mostraron más cómodos. Aunque el marcador no se movió en el primer tiempo, daba la impresión de que los visitantes estaban más a gusto, ya que generaban ocasiones de peligro. Lozano, nada más comenzar la segunda parte, ratificó la superioridad najerina adelantando a los suyos. Los rojiblancos sufrieron el mazazo y perdieron la concentración: Escalada fue expulsado y Lozano puso el 0-2. Por si acaso, los locales querían recuperarse, Dani Suárez anotó su primer tanto como jugador del Náxara completando el triunfo de los pupilos de Nacho Ruiz.

Respecto a la zona de descenso, el Aldeano tiene casi un pie en Regional después de su derrota ante el Villegas, ya que le obliga a un esfuerzo máximo, puesto que la permanencia se le queda a 9 puntos (restan 18 por jugarse). Los encarnados, que encadenaron su tercera victoria seguida, parecen tomar aire, ya que aumentan en 6 puntos la distancia respecto a los puestos de descenso. El triunfo frente al colista se cimentó en los primeros minutos, con un gol de Abel, que provocó que los riojabajeños bajaran sus prestaciones. Pese a ello, aún estaban en el partido. Sin embargo, antes del descanso Javi Gómez tranquilizaría a los suyos al aprovecharse de un error visititante. Para asegurar el triunfo, el exjugador del Agoncillo pondría el tercero y el cuarto nada más comenzar el segundo tiempo. Pese a que Farid recortó distancias, Ángel completó la goleada.

Asimismo, el Pradejón superó al Rapid en un duelo directo. Los verdiblancos sumaron su tercer triunfo consecutivo como locales. 9 puntos que le permiten coger oxígeno respecto al descenso, actualmente a 3. Los locales se pusieron por delante gracias a un tiro de Josemi. El tanto hizo mella en los visitantes, todo lo contrario que a los locales, más confiados de sus posibilidades. Pese a ello, cuando parecía que el Rapid empezaba a mostrar la fiereza en ataque, se encontró con la expulsión de Viana y el posterior penalti marcado por Iker. Nubarrones para los amarillos antes del descanso. Sin embargo, la expulsión del local David igualó las fuerzas. Pese a ello, el Pradejón gozó de las mejores ocasiones para ampliar el marcador, aunque era el Rapid el que buscaba recortar las distancias. Finalmente, el resultado no varió. La Calzada también amplía a 3 los puntos de diferencia con el descenso después de empatar en el San Roque ante un Agoncillo que no acaba de encontrar el camino para lograr la victoria. Los locales, acuciados por las bajas, fueron de más a menos, quizá lo contrario que los visitantes que se apoyaron en su defensa para ir creciendo en el choque. Hubo alternativas en el juego, pero se acusaba que ambos equipos no querían encajar goles, ya que estaban más preocupados de no recibir que de buscar la meta contraria. El empate parecía contentar a los rojillos, mientras que los de Israel Villarreal encontraron en Jorge la vía para evitar que el visitante Álex, el que más lo intentó, acabara encontrando el premio.

Por su parte, el Yagüe cae a puestos de descenso después de perder contra el Vianés en un partido que se le puso de cara con un gol de Víctor, en la primera aproximación amarilla al área rival, y en el que Diego pudo sentenciar el choque con dos ocasiones clarísimas, uno contra uno con Ruska. Los locales con balones largos parecían encontrarse cómodos ante un rival que no creaba peligro, que quería abrir el campo y que terminaba golepando en busca de sus delanteros. Con esa dinámica, los de Dani Terroba estaban a gusto, ya que salvo un par de tiros, justo antes del descanso, el conjunto navarro no daba señales. La segunda parte comenzó sin chispa. Unos parecían contentarse, los amarillos, otros, los rojillos, tampoco ponían todo de su parte para dar la vuelta al marcador. Sin embargo, Jorge tras un rechace en un córner agitó el duelo. Víctor al recoger otro rechace tras una falta lateral adelantó a los suyos. Y Gabri, de penalti, empataba. Tres goles en 9 minutos que dejaban un nuevo partido por disputar. Eso sí, con apenas un cuarto de hora. El Yagüe quería el triunfo y el Vianés se aprovechó de ese ímpetu local para encontrar la victoria en una contra, algo imperdonable para los logroñeses. Casi no había tiempo para reaccionar. Y eso es lo que debe hacer ahora el conjunto de Dani Terroba, dar el máximo y espabilar, si quiere eludir el descenso. De momento, tiene que recuperar 3 puntos.

En la zona templada, el Anguiano, cuatro jornadas después, recuperó el sabor de la victoria. Lo hizo en casa frente a un Berceo que no atraviesa por su mejor momento: seis derrotas seguidas. El encuentro, pese al 2-0 final, fue equilibrado. Los locales empujaban, pero les faltaba continuidad, mientras que los verdes querían, pero no acababan de generar ocasiones de gol. El juego se trababa e impedía fluidez en las acciones. El gol de Joseba, a los 20', sirvió para que los serranos estuvieran más tranquilos. Los de Víctor Ubis buscaban el empate, pero el Anguiano logró la sentencia en los minutos finales gracias a Íñigo. Por su parte, el Arnedo doblegó, por la mínima, al Calasancio en Sendero. Si bien la pelota les pertenecía a los locales, los visitantes buscaban el contragolpe y el juego directo para tratar de llegar lo antes posible a la meta rival. El choque se rompió a la hora del partido cuando De Blas encontró una fisura colegial. Ya en la segunda mitad se había visto a un cuadro blanquillo más decidido al ataque. Los amarillos buscaron el empate, aunque sin que Jony sufriera en exceso. Con estos marcadores, Agoncillo (9º), Arnedo (10º) y Anguiano (11º) están separados por dos puntos. Un aliciente para la zona media.

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