Mientras que el Ciudad de Alfaro espera compañeros para la próxima temporada, hay equipos que en la pasada jornada han definido mejor sus opciones o que han tirado por la borda las suyas. El Alberite, por ejemplo, puede ser el segundo equipo en lograr el ascenso a Tercera antes de tiempo. Los arlequinados lo conseguirían, sin mirar otros marcadores, ganando este domingo en el Sáenz Andollo al Tedeón. Puede ser una gran fiesta para la parroquia arlequinada. En la pasada jornada, superó con algo de sufrimiento final al Vianés B por 2-1. El choque parecía casi sentenciado cuando los locales marcaron dos goles en poco más de veinte minutos. Sin embargo, llegó cierta relajación que provocó que los navarros se estiraran, hasta el punto de recortar diferencias antes del descanso. El segundo tiempo, sin ser brillante, ganó en emoción. El Alberite quería sentenciar, pero tenía miedo a que su rival le empatara. Máxime cuando Chapis fue expulsado en el último cuarto de hora de encuentro. Entonces, el Vianés B buscó las tablas, mientras que los arlequinados aguantaban con destreza para dejar el ascenso en bandeja. Ahora sólo les queda rematar la faena.
El Balsamaiso también dio un paso adelante gracias a su remontada en Ezcaray. Los de Diego Estecha continúan en puestos de ascenso, el último, y con margen sobre los perseguidores. Evidentemente el triunfo cosechado en la Rioja Alta les da moral para encarar un choque que puede ser decisivo ante el Cenicero, un rival directo. Los logroñeses le dieron la vuelta al partido disputado en el Municipal de Ezcaray después de que el San Lorenzo se pusiera por delante, mediado el primer tiempo, con un gol de Emilio. Fue en la segunda parte cuando el Balsamaiso arriesgó para llevarse los puntos. Lo hizo con dos goles en 7', ambos dentros del último cuarto de hora final, una demostración de valentía. Por su parte, el San Lorenzo, con esta derrota dice adiós (matemáticamente aún es posible) a sus posibilidades de ascenso. Sin duda el bajo rendimiento ofrecido como local les ha penalizado en exceso.
Con el pocos contaban al término de la primera vuelta era con el Casalarreina. Sin embargo, su dinámica, como también sucediera la temporada pasada, ha provocado que los de José Marí Alonso llegan a las últimas tres jornadas con opciones. No dependen de ellos, necesitan que el Balsamaiso tropiece, pero seguro que van a achuchar todo lo posible. De momento, sus ocho partidos seguidos invicto (20 de 24 puntos posibles) le han metido en la pelea de lleno. El sábado, en un horario poco habitual, hizo lo más difícil: superar al líder en La Molineta. Los amarillos salieron mentalizados con apretar e incomodar a los locales, en lo que podía ser una fiesta para el Ciudad de Alfaro tras consumar siete días el ascenso. Álvaro, en el ecuador del primer tiempo, anotaba el único tanto del choque y hacía justicia a lo que reflejado sobre el campo. Los locales, como era lógico, apelaron al orgullo y salieron decididos a remontar en la segunda mitad. Pero el Casalarreina evitó que los de 'Yuyo' estuvieran cómodos y que pudieran combinar con alegría. Aun así, los alfareños tuvieron oportunidades para empatar, mientras que los visitantes esperaban para salir a la contra (se les anuló un gol). Sin embargo, el marcador no se movió. Ahora, el Casalarreina tiene tres partidos ante filiales: Náxara B, Oyonesa B y Calasancio B.
El que parece que no quiere ascender es el Cenicero. Una victoria en 7 jornadas y sumando sólo un tercio de los puntos posibles (7 de 21). Es un bagaje pobre para un conjunto que hasta hace un par de jornadas dependía de él y que ahora comprueba que sus opciones se reducen, ya que quedan 9 puntos en juego y la última plaza de ascenso se encuentra a 4 puntos. En esta ocasión, los de José Luis Marcos perdieron en Navarrete ante un Tedeón, que pese a asumir que le tocará vivir otra campaña en Regional, tiró de orgullo y casta para darle la vuelta al marcador. Los vinateros salieron mejor situados, más metidos y concienciados de la importancia del choque. Como consecuencia tuvieron ocasiones para adelantarse y aunque el gol se resisitía, los visitantes eran mejores. Rober, por fin, puso a los suyos arriba en el marcador. Fue entonces cuando los locales despertaron. Los de Carmelo Abascal, ahora más directos y prácticos, obligaban al Cenicero a retroceder. La inercia del partido había cambiado. Pese a ello, los visitantes tuvieron ocasiones para aumentar la renta, pero no las aprovecharon. Todo lo contrario que los locales que tras lograr el empate, fueron decididos a por la victoria ante un cuadro vinatero moralmente hundido. Los verdinegros, con empuje, certificaron su triunfo con dos goles en los minutos finales.
El que insiste, aunque puede que sea demasiado tarde, es el EDF Logroño, que encadena su segunda victoria seguida. De momento, queda a 6 puntos del Balsamaiso. Por si acaso, los de David Juaneda hicieron los deberes ante el colista. El triunfo se cimentó en la primera mitad, donde el Calasancio B no estuvo afortunado en defensa, mientras que los visitantes fueron mejores que los colegiales. Cuando los de Alfonso San Martín quisieron reaccionar ya era muy difícil darle la vuelta. La crisis ofensiva del colista se agrava después de sumar siete jornadas seguidas sin marcar un gol. Por su parte, el Náxara B, tercero en la tabla con un partido menos, insiste en quedar lo más arriba posible. Esta jornada recibían en La Salera al Autol, un equipo que acudía a la cita tras acumular una victoria y siete derrotas en las últimas ocho jornadas. Se antojaba un duelo cómodo para los blanquiazules. Y así pareció durante la primera mitad cuando los locales dominaban casi a su antojo el choque. Tras ponerse por delante, parecía que si marcaban un segundo gol se acababa el partido. Pero como éste no llegó, los riojabajeños cambiaron su actitud en la segunda parte y el encuentro viró hasta el punto de que los rojiblancos lograron el empate, por mediación de Jabalí.
Por último, la Oyonesa B recuperó la senda del triunfo tras imponerse en el Oion Arena al Bañuelos, equipo que todavía no ha sumado a domicilio. Los blanquiazules parecían encarrilar el partido cuando Juan adelantaba a los suyos a los 5'. Era la mejor manera de comenzar el encuentro. El dominio era local y los visitantes esperaban hacer daño a la contra. El Bañuelos tuvo su oportunidad y la aprovechó para empatar y meter el miedo en el cuerpo a los locales. Durante la segunda parte, los de Jesús Duque buscaron el gol. El dominio alavés era máximo, la pelota les pertenecía, pero la circulación no era lo rápida que debía para superar a un conjunto que ponía su empeño en evitar la derrota. Pese a ello, Jairo, a 13' del final, ponía el 2-1 definitivo para tranquilidad de los blanquiazules.
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