lunes, 4 de marzo de 2013

Doble varapalo riojano

Ver para creer. Un equipo con pretensiones de ascenso al comienzo de temporada, como es la Unión Deportiva Logroñés, perdiendo frente al colista, el Izarra, un rival que no ganaba ante su afición desde el pasado 18 de noviembre, y cuyo objetivo pasa por tratar de engancharse al tren de la salvación, una empresa bastante difícil pese al triunfo del domingo. Y otro conjunto que aspira a mantener la categoría, que atravesaba por una dinámica regular de juego y de resultados, pese a algún altibajo, como es la Sociedad Deportiva Logroñés, que sucumbe en Las Gaunas ante un rival práctico, sencillo y eficaz que, curiosamente, no vencía a domicilio desde hace el 22 de diciembre, el Noja. Dos derrotas, dos varapalos importantes para dos clubes que deben reflexionar. La UDL porque tendría que remontar un punto por jornada (restan 11) al cuarto clasificado para estar en la fase de ascenso (¿alguien piensa en ello?) y porque la SDL debe asumir que sin actitud, sin chispa, sin ser fieles a lo que tanto éxito les está dando hasta la fecha no se puede ir a ninguna parte. En este sentido, los presididos por Eduardo Guerra tienen margen de reacción, mientras que los asalariados de Félix Revuelta lo tienen muy crudo para igualar el quinto puesto de la campaña anterior (qué menos que repetir lo hecho meses atrás).

Precisamente la UDL acudía a Merkatondoa con la casi obligación de ganar al colista. Era una buena oportunidad para que los blanquirrojos se reencontraran con la victoria a domicilio y, quien sabe, para mantener esperanzas de esa quimera llamada fase de ascenso. Sin embargo, la realidad colocó a los pupilos de Pepe Calvo en su sitio. Es decir, en la zona media de la tabla. Ni para arriba, ni para abajo. Sin metas, sin ilusiones. Sin alegría, sin tristeza. Nadando en la indiferencia. Porque puede que durante fases del encuentro se viera a un conjunto con ganas, activo, queriendo hacer daño sobre la meta rival, con ocasiones... pero sólo a ráfagas y cuando el marcador era ya complicado de solucionar.

La UDL perdió 2-1 en Merkatondoa ante el colista del grupo, el Izarra. DIARIODENOTICIAS
De poco sirve, más o menos, controlar un partido, hacer algo de peligro, mostrar cierta cara alegre si el rival, durante la primera mitad, es efectivo y marcar a nada que se acerca a Sergio López. Tampoco es de recibo que en el segundo tiempo, con 1-0 en contra, el Izarra sea el que sea el equipo que maneja el encuentro y el que genera oportunidades. Es evidente que con el 2-0 a los riojanos sólo les quedaba apelar al orgullo y lo hicieron. Curioso. Pero sin frutos. Moustaphá puso algo de picante al marcador e incluso la UDL pudo empatar, pero hubiera sido demasiado para un conjunto que lo intenta, que quiere, pero que no puede y que da muestras de no saber. Cuestiones que hay que solucionar para acabar la temporada con dignidad. El mínimo exigible es que cada futbolista lo dé todo sobre el campo. Podrán salir o no las cosas, pero por lo menos que se vea ambición, ganas. Que se transmita que hay once jabatos que pelean por un escudo, que se ganan su jornal y que tienen un respeto por su afición. Esto último es clave.

Porque al parecer los detalles, como viene siendo la tónica desde sus inicios, son los que marcan a esta UDL. No es fútbol. Es otra cosa, aunque también es parte de este deporte. Que el capitán del equipo, Iñaki, llame a filas a sus compañeros para agradecer a la afición que se presentó en Estella y que muchos de ellos no hagan caso, cómo hay que interpretarlo. Que luego Gil tenga que pedir perdón por ello es significativo. Que el utillero del club cierre su cuenta en Twitter, también. Que un socio, con respeto, le pida a Pepe Calvo que se vaya y que el ténico leonés no diga nada... pues eso... detalles que definen que sin autoridad no se va a ningún lado. Nadie manda. Habría que preguntarse si porque no saben o porque no quieren. Sin embargo, quedan 11 partidos en los que hay que competir, en los que hay que dar la cara, en los que hay que saber sufrir, en los que hay que demostrar agallas y valor. Son futbolistas profesionales y deben asumir que hay que estar a las buenas, es más fácil, y a las malas, eso es más complicado.

En el caso de la SDL, la derrota ante el Noja fue dolorosa. Por el resultado, es evidente, por las sensaciones globales de los blanquirrojos y por la evolución de un partido en el que el cuadro local nunca estuvo cómodo sobre el césped (por llamarlo de alguna manera). Más allá del marcador, al fin y al cabo da igual perder por uno que por cuatro goles, la imagen ofrecida no es la de un conjunto que juega al límite, que sabe que sólo con trabajo, con pelea, con entrega se pueden conseguir las cosas. Parecía que había cierta autosuficiencia. Faltaba intensidad y continuidad. Ojo, no digo que los jugadores no lo dieran todo sobre el campo, pero o bien hubo importantes lagunas de concentración o bien había dudas en la forma de actuar tanto en las labores defensivas como en las tareas ofensivas. Es más, puede que incluso ambos.

El Noja llegaba a Logroño con moral tras su último triunfo, que rompía una mala racha de los cántabros (2 de 21 puntos). Pese a ello, contaban con 2 puntos de ventaja en la tabla sobre la SDL. Los visitantes empezaron imprecisos, con dudas en la zaga y sin acercarse al área riojana. Buena señal. Sin embargo, al cuarto de hora, asentados en el campo, cambiaron su imagen. Prácticos, seguros y efectivos fueron comiendo el terreno a un equipo sin brújula en la medular. Abadía apostó por Pitu de enganche, dejando a Miguel y Candelas por detrás en el doble pivote. El entrenador blanquirrojo sigue probando ante la ausencia de Fran Sota. Candelas, en el pasado, no le convenció en esa demarcación y lo retrasó. Esaúl, pese a las oportunidades y momentos de buen juego, no acaba de encajar con regularidad. Pitu, más acostumbrado a labores oscuras, de recuperación, de mantener el sitio, de ayudar a sus compañeros en horizontal tenía que correr en ataque. La supuesta conexión era inexistente porque Pitu simplemente estaba desubicado, fuera de sitio. Quizá contagiado por ello, Miguel pasó desapercibido todo el partido. Sin protagonismo, sin entrar en contacto con el balón, sin presencia. Sólo Candelas entraba en acción, principalmente bajaba a recibir la pelota en los saques de puerta.

Manu, en un partido anterior, marcó el domingo tres goles en Las Gaunas. SDNOJA
A ello hay que unir cierta incoherencia, vista desde fuera. Si Abadía quería tener más la pelota, Candelas la buscaba para elaborar, no se entiende que siempre hubiera golpeos desde la línea defensiva en busca de Olavarrieta. De esa manera, las bandas no podían entrar en acción (Toledo apenas participó y a Del Puente sólo se le vio algún ramalazo en la segunda parte), mientras que Pitu no podía llegar a esas segundas jugadas. De hecho, ya con el marcador resuelto, fue cuando el cuadro blanquirrojo trató de elaborar el juego. Por su parte, el Noja, casi sin quererlo, se fue viendo más cómodo. Incluso sabían cómo llegar hasta Gonzalo. Juan Fresno, con un gran tiro desde fuera del área, Manu, con un remate de cabeza, e Iñaki, con otro tiro desde el lateral, dejaba a las claras que los cántabros estaban más metidos que su rival. De hecho, tres grandes manos de Gonzalo (creo que la derecha) evitó el desastre que, posteriormente, llegaría. El gol de Manu recompensaba las ganas de los visitantes. El tanto debía servir para que los locales reaccionaran. Pero no sucedió.

Incluso el descanso parecía aconsejable para que los blanquirrojos recobraran la energía de otras citas y salieran convencidos de que la remontada era posible. Pero no hubo cambios. La SDL regresó al campo con la misma intensidad, como si el partido estuviera aún por decidirse, como si los jugadores estuvieran dosificando. Incomprensible. Con esa dinámica, el Noja continuó a lo suyo. Manu hacía un eslalon, se metía en el área y batía a Gonzalo. Tocaba apelar a la heroica. Aunque daba la impresión de que iba a ser misión imposible. El técnico de Binéfar movió sus piezas. Jorge Herreros acompaña a Olavarrieta como delanteros, dejando a Miguel en el costado izquierdo, mientras que Esaúl se unía a Pitu en el doble pivote. La reacción fue una contra de Del Puente, sin culminar, y un tiro entre los tres palos, el único del partido, de Miguel en el minuto 63. Poco bagaje para los locales. Manu, ni corto ni perezoso, en otra contra sentenciaba, por si había dudas. Mazazo cuando los riojanos se ponían en faena. 24' para el final. Fueron los minutos de la basura, aunque no para todos. Riki, tras una galopada por el perfil diestro de Raúl, puso la puntilla (Gonzalo midió mal y salió a destiempo). 

0-4, dura derrota. Pero toca recomponerse porque el próximo partido es un duelo por la salvación. La SDL se mide al Racing B, penúltimo, y los blanquirrojos ya no tienen tanto margen como hace una semana. El descenso y la promoción se comprimen hasta el punto de que Teruel, Osasuna B (ambos en descenso) y Zaragoza B (promoción) tienen los mismo puntos, 28, dos menos que el conjunto riojano. Dos apuntes más. El primero, preocupante, aunque en su cierta medida. El domingo se escucharon los primeros pitos en contra de la SDL. Fueron cuatro, pero llamativos porque hasta la fecha no habían existido. No creo que fueran justificados, pero cada uno es muy libre de expresarse, siempre que sea con respeto. Encima si los silbidos y los insultos iban destinados a un futbolista como Gerardo, creo que el/los aficionados se retrata/an El segundo, es una curiosidad, ¿se llevó Manu el balón por su 'hat-trick?

1 comentario:

  1. Solo aclarar que los pitos hacia Gerardo fue por los gestos que hizo hacia la grada.

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