martes, 24 de abril de 2012

Resumen de Tercera

Que la SDL está cuajando una temporada espectacular es conocido, que está a un paso de pulverizar el récord (otro más a su mochila en su corta historia) de puntos en la Tercera riojana es cuestión de tiempo, que es el único invicto de las categorías nacionales invitan al optimismo. El otro día en el partidazo de la temporada ante el Alfaro, el único que le hacía sombra en la tabla, demostró que domina casi todos los aspectos del juego para salir victorioso en un duelo de entidad. Esa versatilidad y competitividad le hacen ser un bloque más predispuesto al éxito. Y eso que sufre baches y permite a sus rivales, caso del Alfaro el domingo, estar en predisposición de presentar pelea. Sin embargo, sí que se pudo constatar que hay una importante diferencia entre los dos: la portería. Pisón es sobrio, quizá no sea espectacular, pero para lo que tiene que parar. Cierto que, como todos los porteros, en ocasiones, no está acertado, pero el resto del equipo tiene la confianza de que el de Murillo está ahí cuando se le necesita. Enfrente estaba Julio, un guardameta algo acelerado (lo ha demostrado en su trayectoria por los equipos riojanos de Tercera en los que ha estado). Correcto, pero dubitativo en los partidos importantes, como se pudo comprobar el domingo. Eso genera desconfianza e inseguridad. Y un conjunto que quiere aspirar a lo máximo necesita creer en sí mismo. El primer paso es que el meta les transmita tranquilidad y aplomo con sus intervenciones. Pero a Julio quizá le falte esa pizca de calma en determinados momentos. Ojo son sensaciones y apreciaciones, que igual estoy equivocado, pero considero que Julio hace más frágil al Alfaro.

Yendo al partido, lo que se constató es que más allá de la calidad individual que atesoran todos los futbolistas, la diferencia con el resto de equipos está en el ritmo endiablado que imprimen a todas las acciones. No hay respiro. Concentración máxima en cada lance. Por ahí se resquebrajó el choque, en el primer minuto cuando Omar, solo en el área pequeña remachó un remate de Metola. Ahí se vio que el Alfaro había salido algo dormido. Un error ante una SDL que penaliza al rival. Pese a ello, los blanquillos no se amilanaron y buscaron el empate. En este sentido, los de Eduardo Arévalo no bajaron nunca los brazos, insistieron, dentro de las posibilidades que daba el terreno de juego, combinar, jugar de un lado del campo a otro... la consecuencia fue el empate tras una internada por banda de Toledo que acabó con gol en propia puerta de Yécora. Pero enfrente estaba un líder respondón que ya en el segundo tiempo amplió la cuenta con dos acciones individuales. Primero Jorge Herreros, espectacular y soberbia su temporada, hizo lo que mejor se le está dando esta campaña: marcar en momentos decisivos. Luego fue Esaúl, el que se inventó un gol olímpico (Julio podía haber hecho algo más para evitarlo) que casi certificaba el triunfo a los locales. Pero los riojabajeños, otra vez, por los extremos recortaron diferencias tras una pérdida en la medular y un paso a la banda para que Del Puente, que le había ganado la partida a Omar, resolviera ante Pisón. Como es lógico, hubo dudas: el Alfaro buscó el empate, pero la SDL no permitió más alegrías a los visitantes. Los blanquirrojos tiraron de oficio para tratar de dormir el encuentro y de mantener la diferencia. Fue suficientes para constatar que el líder riojano de Tercera está preparado para dar el salto. Aunque aún es pronto. Como toque de atención apuntar que el resultado parcial 3-2 ante el Alfaro, de cara al 'play off', no es buen marcador. Que sí que la SDL muy bien, líder invicto, pero estos detalles son los que consiguen un ascenso. Por ejemplo, dos pérdidas acabaron en gol, ambos por los costados. A favor, marcaron dos goles a balón parado, aspecto que debe revisar el Alfaro.

El Haro, que ganó en Arnedo con lo justo y por la mínima, se acerca al segundo puesto. Su gran racha de victorias, ocho seguidas. En Sendero evidenció que Javi Pérez es un seguro bajo palos. Sus intervenciones evitaron que los blanquillos empataran. Es curioso lo de este Arnedo, que a medida que ha ido pasando la temporada, que ha ido perdiendo efectivos de la primera plantilla... el bloque, con la incorporación de juveniles, ha ganado en cohesión y eso se transmite en el campo. Podrán estar o no acertados, pero los que están se han comprometido para la causa. Podrán jugar mejor o peor, pero siempre tienen opciones para ganar. El otro día fallaron en exceso y eso les pasó una mala jugada. Porque ante equipos del nivel del Haro no se puede perdonar. Sobre todo cuando los jarreros están tocados por una varita en las que, otra vez, como sucediera al comienzo liguero, les salen las cosas. Pese a ello, hay que descubrirse ante un Arnedo, que se aferra a la décima posición.


En cuanto a la lucha por el cuarto puesto, el Varea, sin jugar bien, sacó adelante su compromiso frente al Tedeón, que se estaba jugando la vida. Fue un duelo de muchos nervios. Los visitantes están con un pie en Regional, después del sorprendente triunfo del Calasancio en Calahorra, mientras que a los arlequinados también les está pudiendo un poco esa presión por tener que ganar todo. Sin el pichichi Rubén Pérez, lesionado, a los locales les costaba generar ocasiones de gol, salvo una acción de Chimbo, bien respondida por Hugo. Tuvo que ser en los compases finales cuando los de Iñaki Pacheco resolvieron. Un libre directo de Chimbo resultó fundamental. Que Fran Sota marcara acto seguido fue excesivo castigo para los de Navarrete.


Los que no hicieron los deberes fueron los jugadores del Náxara. No pudieron pasar del empate ante un Berceo que ha ganado un plus de velocidad y calidad con la incorporación de algunos juveniles (aunque ya han venido participando en el primer equipo). Si a eso se le suma la capacidad de entrega exhibida durante casi toda la campaña, la intensidad defensiva y un campo como La Isla es entendible a que a los najerinos les costase. Sobre todo porque es un bloque competitivo que en ocasiones se atasca en ataque. Eso le ocurrió ante unos verdes que se crecen ante las adversidades. Sin embargo, tras el gol inicial de Rubén Peña (ha marcado la brutalidad de 28 goles en División de Honor), de penalti, los visitantes empataron rápidamante tras un córner. Pero en el cuarto de hora final no pudieron superar a un conjunto que ha ganado en entereza durante esta segunda vuelta. Una lástima porque el empate allana el camino al Varea en esa interesante y emocionante lucha por una plaza en la fase de ascenso.


Por abajo la cosa se define. Por un lado, Ciudad de Alfaro, que perdió el sábado ante la Oyonesa, y Bañuelos, que sucumbió ante el Agoncillo el domingo, se despiden matemáticamente de Tercera. Dos clubes modestos cuya competitividad no ha sido suficiente para llegar con opciones a las últimas jornadas. Sus rachas negativas y problemas para lograr victorias han impedido que estos dos equipos continúen la próxima campaña. Ahora, los cuatro partidos que restan deben servirles para disfrutar. Poco más. Si acaso animarles para que la próxima temporada mantengan los bloques y puedan, de esta forma, luchar por retornar a la cuarta división nacional. Cierto que el Ciudad de Alfaro a lo mejor tiene que plantearse otras cosas, pero el Bañuelos seguro que no se vuelve loco. No lo ha hecho esta temporada. Jugar con gente de la casa siempre es buen aliciente.


Asimismo, el Tedeón vuelve a perder terreno en su intento por eludir el descenso. La victoria del Calasancio en Calahorra obliga a los verdinegros a un esfuerzo extra. Máxime cuando las dos próximas jornadas las disputará con 48 horas de diferencia (domingo y martes). Serán seis puntos vitales (San Marcial, que sólo pudo empatar ante el River Ebro en un día festivo para el club de Lardero, y Calasancio como rivales) que decidirán las posibilidades reales de cara a las últimas jornadas. El otro día ante el Varea estuvieron bien en tareas defensivas, pero les costó asustar más a unos arlequinados también presionados. Por su parte, el Calasancio apeló a la necesidad para sumar tres puntos de oro en La Planilla. Ya he venido comentando que los de Chechu Martínez juegan más sueltos como visitantes. En esta ocasión, apostaron por ahogar al Calahorra en la medular y esperar sus oportunidades. Fueron pocas, pero suficientes para ganar. Enfrente estaba un conjunto rojillo que acusó la falta de motivación tras los recientes resultados. En ese contexto, el 'hambre' colegial hizo el resto.

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