Encadenar una racha positiva, como la actual, de cinco victorias en los últimos seis partidos son números de equipos con aspiraciones a algo. Cabe preguntarse cuál es esa meta de una UDL que supo recomponerse cuando todo pintaba mal, cuando el descenso le llamaba a la puerta, cuando todo lo que ocurría dentro del campo se transformaba en errores que condenaban a un grupo que, eso sí, siempre se ha mantenido unido, consciente de la realidad y capacitado para salir del pozo. Algo tendrá que ver Pepe Calvo, que comenzó con unas cifras lamentables (3 de 18 puntos posibles) y que apostó por un once (con algún retoque) tras la debacle en Las Llanas.
Parece que poder participar en la Copa del Rey la próxima temporada se ha convertido en la meta de un conjunto que no ha cumplido las expectativas creadas, no nos vayamos a olvidar. Que ahora la sensación dejada sea... 'y si' no sirve de nada. Hay que ser realistas, no pensar en el pasado y centrarse en el presente, que seguro que sirve de base para un futuro cercano, próxima campaña. El grupo, como hiciera ayer en Aranda, demostró compromiso, por lo que es de esperar que en los cinco compromisos ligueros que le restan a los blanquirrojos van a dar el máximo para quedar lo más arriba posible en la tabla. Creo que el que hubiera dudo de esa profesionalidad no ha estado acertado.
El duelo frente a la Arandina evidenció que esta nueva UDL sí es competitiva. Quizá no fuera un partido brillante, pero en este grupo de Segunda B no se requiere esa condición hay otros aspectos más necesarios para estar en la parte alta de la clasificación. Una jugada para encuadrar acabó en el enésimo gol de Cervero (cuánto se le va a a echar de menos cuando vuele de su segunda casa). Luego, con más de una hora por jugar, inteligencia y saber estar, características que no habían sido posibles en muchos momentos del curso. La Arandina se jugaba más y debía exponer. Las contras visitantes debían haber sentenciado la contienda, pero esta UDL también sabe sufrir cuando el rival aprieta, cuando se ve contra las cuerdas y cuando no puede salir de su campo. Además, la labor de Castilla, debajo de los palo, desbarató cualquier intento local.
La nota negativa del viaje a Aranda son las dos lesiones musculares que traen Nacho y Dañobeitia (en su mejor momento) a Logroño. No es momento de analizar, porque sería injusto, si se podían haber remediado dando descanso a ambos futbolistas, si había sobrecarga previa o si fue consecuencia de una acción puntual. El caso es que ambos desaparecerán de las alineaciones las próximas semanas y que otros tratarán de ganarse la renovación (sólo Alejandro tiene asegurada la continuidad), si es que la desean. Pero eso es otro tema que tocaré en breve. Relacionado con ello puede estar la ausencia de De Paula en el equipo titular. A lo mejor Calvo prefirió guardarse en la recámara al vizcaíno bien por darle descanso bien por cuestiones tácticas del choque. Otro aspecto a reseñar q es que la irrupción de Sergio Rodríguez ha dejado a Alejandro en un segundo plano (cinco minutos contra el Alavés y seis contra la Arandina). De titularísimo a marginal. Curioso.
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