jueves, 4 de septiembre de 2014

Visto y no visto

El Varea no pudo disfrutar, sobre el campo, del premio de la temporada pasada. Haber ganado la Tercera riojana le permitía jugar la primera ronda de la Copa del Rey, una eliminatoria en la que no se tiene en cuenta la diferencia de categoría a la hora de discernir quién es el equipo local y quién el visitante. Por ese hecho, los arlequinados, poco agraciados en bombo, tuvieron que ejercer ayer como visitantes ante el Somozas, el campeón gallego. Viaje largo, entre semana, con jugadores que no pueden acudir por motivos laborales, con varias futbolistas tocados... muchas cosas negativas para obtener un resultado favorable. Y por mucho que Nacho Ruiz, y los once que saltaron al césped de Pardiñas, trataron de sobreponerse a las adversidades para crecerse, la realidad es que el bloque de Segunda B sacó a relucir su mayor categoría en la segunda mitad.

De poco sirvió que Rubén Pérez rozara el larguero en el primer minuto. Fue la oportunidad más claras de los visitantes y un aviso de que los riojanos no iban de visita a Galicia. El Somozas fue manejando el control del partido y pronto se fue acercando a la meta de Raúl Heras, que tuvo tajo con varias acciones meritorias. Con orden y sacrificio en las tareas defensivas, el Varea aguantaba las embestidas locales. Mientras la pelota no entrara y el tiempo fuera pasando, todo iba bien. Pese a un par de ocasiones gallegas, los arlequinados supieron mantener el tipo para dar algún susto en las contras. Sin embargo, el descanso fue el principio del fin de su aventura copera.

De hecho, en la reanudación, el Somozas, en su primer acercamiento, tuvo premio con el gol de Rubén Gómez tras un centro. Un mazazo para el Varea y un estímulo para los gallegos. Mientras que uno vieron casi imposible la remontada, los otros afianzaron su confianza y continuaron para aumentar la renta. A los de Nacho Ruiz les costó reaccionar. Era difícil, pero no imposible. Se buscaron alternativas, pero era complicado variar la tendencia. El Somozas insistía y Raúl Heras, sin querer, se convertía en protagonista. Para mayor desgracia, Edy, de tiro lejano y potente, con parábola incluida, dejaba casi sentenciada la eliminatoria a veinte minutos del final. Aun así, el Varea trató de dar la cara, pero Luis Ángel, tras una contra, fue trabado dentro del área. Penalti, que el propio jugador transformó para colocar el 3-0 en el 78'. Con ese marcador, lo mejor era que el duelo finalizara. Eso entendieron ambos equipos. 

En definitiva, que el balance de la participación en Copa del Rey del Varea no ha sido lo agradable que se pensaba: apenas 90 minutos, con un largo viaje hasta tierras gallegas, sin beneficio económico y con un 3-0 en contra. Ahora toca volver a pensar en el campeonato doméstico, donde los de la barriada logroñesa son líderes, y, más adelante, en disputar la fase nacional de la Copa Federación, si se inscribe.

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