jueves, 31 de enero de 2013

Unos se van, otros llegan

Esta noche se cierra el mercado de fichajes y, salvo sorpresas de última hora, todo parece visto para sentencia en Segunda B, en lo que respecto a los equipos riojanos. La Unión Deportiva Logroñés ha dado dos bajas y ha estampado dos nuevas firmas. Juanjo, delantero, y Rubén García, centrocampista, han dicho adiós, mientras que Ardanaz, mediapunta, y Garban, delantero, llegan a la capital riojana. Por su parte, la Sociedad Deportiva Logroñés también se ha movido en este mercado invernal, aunque lo ha hecho por necesidad por la marcha de su portero Ricardo Pisón. Como recambio, viene Javier Mandaluniz.

La UDL más que buscar mejorar las prestaciones de su plantilla, no pongo en duda que lo haya hecho, se ha visto obligada a reaccionar ante las bajas. Primero fue Juanjo el que abandonó la disciplina blanquirroja. El delantero no ha cuajado en Logroño. Ya desde el principio se pudo intuir que no gozaba de la confianza de Pepe Calvo. No en vano, Sorprendió su ausencia de la convocatoria en la primera jornada. Tuvo su oportunidad, mínima, en Copa del Rey ante la SDL. Su influencia en el juego de su equipo fue mínima. Se le vio fuera de sitio, como poco acoplado, sin chispa y algo perdido. Asumió su rol como suplente, mientras que en los entrenamientos parecía que quería recuperar su mejor forma. Pero una inoportuna lesión le apartó de los terrenos de juego. Aceleró su vuelta a los terrenos de juego obligado por las bajas y aunque gozó de la titularidad en varios encuentros no demostró su calidad. Por diferentes motivos, la gran apuesta blanquirroja no ha funcionado. ¿Culpables? Nadie y todos.

Otro que se ha ido ha sido Rubén García. Si bien la marcha del delantero no suponía trastocar los planes del técnico leonés, la ausencia del centrocampista sí que podía influir. Al parecer, el club desconocía los movimientos dados por el jugador y su deseo por abandonar la UDL. Más allá de su importancia, relativa dada su rendimiento, en el juego, es una demarcación en la que el cuadro riojano no cuenta con muchos efectivos. De ahí que sorprenda que no se haya buscado un recambio para esta posición. Cierto que Rubén García da una pausa, un poso necesario en esa parcela, pero si la pelota no es blanquirroja es un jugador que tiende a esconderse. Si participa en la elaboración, el equipo lo agradece. Si hay que ponerle un pero es su aparente poca implicación en el proyecto. Sí, es un jugador frío. Pero un futbolista que viene de ser titular en el Lugo, equipo que ascendió a Segunda, debería haber ofrecido otro rendimiento. O no ha estado cómodo con el fútbol propuesto o no se ha adaptado a lo que se necesitaba o incluso no ha sabido involucrarse como debía.

Llegan Ardanaz, que ya jugó sus primeros minutos el domingo pasado ante la Gimnástica, y Garban, un delantero procedente del Guijuelo. El futbolista navarro rinde mejor como mediapunta, por lo que Sergio Rodríguez debe asumir que jugará muchos minutos en la medular, unos metros más retrasado de donde hace verdadero peligro. Con experiencia en Segunda B es un jugador con calidad. Por su parte, el ariete, es versátil y también puede jugar por los costados, es un futbolista con aparente gol (aunque eso lo determina también la forma de jugar del colectivo). La única duda es que la temporada pasada se la tiró en blanco debido a un hernia discal. Al parecer ya está recuperado, como demuestra que desde noviembre venía siendo un habitual en el Guijuelo. Cuando militaba en el grupo VIII de Tercera era un futbolista con desborde, que sabe asisitir y que se adaptaba a ejercer de referente o a ser el segundo delantero. Veremos su rendimiento.

Si no hay más movimientos, la UDL seguirá contando con 19 futbolistas, dejando tres plazas libres de sub'23. Si en la primera vuelta se ha demostrado que es una plantilla corta, Pepe Calvo ha tenido que tirar del juvenil para completar convocatorias, hay que confiar que no pase factura en los meses que quedan de competición. Eso sí, la apuesta no ha sido reforzar el equipo para ir a por la fase de ascenso de forma descarada. Si la UDL quiere acercarse a su objetivo inicial deberá hacerlo con los mimbres que tiene. ¿Suficientes? Retraso lleva, así que no se le permiten errores.

Por su parte, la SDL, con un presupuesto más limitado, no pensaba hacer movimientos en su plantilla. Sin embargo, Pisón avisó, con tiempo, que quería abandonar el grupo. El club se puso manos a la obra para buscar un recambio de garantías para acompañar a Gonzalo en la portería. Finalmente, el elegido ha sido Javier Mandaluniz. El guardameta actualmente se encontraba en las sesiones que organiza la AFE para futbolistas sin equipo. Su trayectoria, los clubes en los que ha estado, le avalan. Ahora sólo queda verle sobre el terreno de juego. Respecto a la marcha de Pisón, hay que partir de una cosa, el concepto de aficionado de sus jugadores. El de Murillo comenzó siendo titular, pero una lesión le dio la oportunidad a Gonzalo. Sus actuaciones, pese a que el equipo ha encajado muchos goles, le han permitido ganarse la confianza de Abadía. Pisón retornó al once contra la Peña Sport, pero una expulsión le volvió a dejar fuera. El jugador siempre es egoísta. Es así, ni bueno ni malo. Ha valorado lo que le daba la SDL y lo que se perdía por estar en la SDL. En esa balanza, ha podido más lo último y ha decidido marcharse. A título personal, lamento que Pisón, una vez más, haya vuelto a tener mala suerte en Segunda B. Le sucedió en el Recreación y le ha sucedido, de nuevo, en la SDL. Quizá el ver, unos años después, que se repetía la historia ha precipitado esta decisión. Por no contar con las pocas posibilidades que tuvo en la UDL. Aunque la similitud con el Recreación es lo que ha podido hacer mella en Pisón.

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