lunes, 28 de enero de 2013

Derrota a domicilio y punto insuficiente

Fin de semana de malos resultados y de noticias en ambos conjuntos riojanos de Segunda B. Si bien la Sociedad Deportiva Logroñés sucumbió en Urritxe ante un equipo que demostró ser superior y que demostró más actitud y concentración que los blanquirrojos, la Unión Deportiva Logroñés continúa sin encontrar la vía de la victoria. Enésimo empate que puso ser peor o mejor, según se mire. En definitiva, otra oportunidad perdida para, al menos, aferrarse a algo que está muy complicado porque la fase de ascenso queda a 12 puntos y con el 'goal average' particular perdido con el cuarto clasificado. Más allá de los marcadores, ha habido movimientos. Mientras que Ricardo Pisón abandona la disciplina de la SDL por decisión propia, Rubén García se marcha, destino Salamanca, en la UDL. Los primeros ya han encontrado sustituto, el portero Javier Mandalúniz. Bienvenido. Los segundos estarán trabajando en buscar un recambio. ¿O no? Todo dependerá de las expectativas. 

En una primera reflexión considero más importante la baja de Pisón en la SDL que la de Rubén García en la UDL. El portero ha demostrado compromiso y pasión por el club, más allá de que haya tenido, una vez más en Segunda B, mala suerte tras una lesión que le condujo a la suplencia después de que Gonzalo, con sus intervenciones, se ganara la confianza de Abadía. Sus motivos, respetables, tendrá el cancerbero de Murillo. Por su parte, Rubén García, no hay que olvidar que llegaba a Logroño tras ser titular indiscutible con el Lugo que ascendió a Segunda, no ha demostrado su valía. ¿Adaptación? Él sabrá los motivos. Lo que queda en los aficionados puede ser excesiva frialdad, poco carácter en el campo, pese a sus detalles de calidad. No ha cuajado.

En el terreno deportivo, la derrota de la SDL en Amorebieta deja al equipo como estaba, en puesto de promoción. 23 puntos. Peña Sport y Sestao empatan a puntos, mientras que por detrás el Teruel sigue con 22. El 3-0 es el cuarto marcador de los riojanos como visitantes en el que encajan tres o más goles (Eibar, Osasuna B y Barakaldo). Algo pasa. El Amorebieta es un cuadro rocoso, sólido, intenso, pegajoso, muy directo, que va al choque, que se siente cómodo en el juego directo, poco elaborado. La SDL, no le queda otra, sabe que para ganar tiene que correr más que el rival, ser más intenso que su oponente, mantener el orden durante los 90' y aprovechar sus oportunidades. Cuando baja, aunque sea un ápice, pasa lo que pasa. Es como si a los de Agustín Abadía no les sorprendiera la forma de jugar de los vizcaínos. Les costó asentarse. Regalaron un tiempo entero hasta que se vio algo de reacción en los riojanos. Pero claro, con el 2-0 en contra todo es más complicado. El tercer tanto puede ser una demostración de que el equipo no estaba. Falta en el centro del campo. Balón largo al corazón del área, donde Gabilondo, libre de marca, entre los dos centrales, tiene tiempo para recibir, girarse y tirar a portería. Muy fácil.

Poco más hay que decir de una derrota, puede que dolorosa, pero que hay que olvidar. Ahora toca centrarse en el Real Unión, en seguir trabajando por el bien común del equipo. Nadie dijo que fuera fácil. Se está en la pomada y eso es lo que les tiene que motivar, partido a partido, a los blanquirrojos. Deben asumir que cada choque tiene que verse como una final en la que el objetivo pasa por sumar, independientemente del rival. Trabajo, actitud y constancia. Luego estará el aspecto técnico y táctico. Pero lo mínimo que se le puede exigir es lo primero. Que no haya tantas alteraciones en el rendimiento puede ser el primer paso para agarrarse a la permanencia. La buena noticia del sábado fue la vuelta a los terreno de juego de Yécora tras varios meses ausente.

Qué decir de la UDL. Parece que insiste, que no quiere acercarse al 'play off'. Pasan las jornadas y la distancia va en aumento. Ahora son 12 puntos con el cuarto clasificado. Un mundo. 11 empates, la mitad de los partidos disputados. Son muchos puntos en el camino para un equipo con pretensiones mayores. Por diferentes causas ahora toca apechugar. Con 29 puntos sólo hay un camino. Sumar de tres en tres. Para eso hay que marcar goles y en esa labor existen dudas. Con 17 dianas es complicado, muy complicado, aspirar al ascenso. El Amorebieta, con 30 goles, es el que menos lleva de los cuatro primeros clasificados. Ante la Gimnástica, un equipo en racha, es cierto que el cuadro blanquirrojo quiso y buscó la meta rival. Lo hizo con insistencia durante la primera media hora. Ubis, en el extremo derecha aporta más intensidad que Quero. Moustaphá e Iturralde imprimieron, también, más brega y presión en la medular. Sin embargo, como el tanto no llegaba, los cántabros fueron sintiéndose más cómodos en el campo, se fueron sacudiendo la presión y aprovecharon sus opciones para presentarse ante Castilla, que evitó un resultado peor.

El campo de Las Gaunas se puso peor, lo que obligó a ambos equipos a un esfuerzo mayor. Las contras de la Gimnástica eran peligrosas, mientras que la UDL, con más posesión, no encontraba las vías para poner en aprietos a Sergio. Ardanaz debutó ante su afición y apuntó alguna pincelada, aunque, lo dicho, el terreno de juego no estuviera para muchas alegrías. El desgaste físico pareció pasar factura a los locales, que bajaron un poco el ritmo en el tramo final del choque. Había voluntad por ganar, pero faltaban ideas. Un aspecto habitual esta campaña. No es algo nuevo. Al final, un punto que sabe a poco porque el 'play off' se escapa a falta de muchas jornadas, pero que también debe servir para saber que se pudo perder y que, sobre todo, en Las Gaunas es fundamental imponer respeto, apretar en los primeros minutos en aras de adelantarse para llevar un partido más plácido. Quizá sea tarde, pero no le queda otra a la UDL que insistir. Sumar 4 puntos de 15 no es un bagaje esperanzador, pero es lo que hay. ¿Refuerzos? El club debe valorar si ese esfuerzo, económico, merece la pena para aproximarse al objetivo.

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