jueves, 10 de enero de 2013

SDL: De más a menos

La Sociedad Deportiva Logroñés acaba la primera vuelta en puestos de promoción. Su rendimiento ha ido de más a menos. Al principio se mostraba como un equipo aguerrido, serio y ordenado, pero en los últimos tiempos baja los brazos a la mínima adversidad (cuando encja un gol, sobre todo a domicilio). Las lesiones y sanciones han hecho mella en una plantilla comprometida y consciente de que el único objetivo posible es la salvación. Limitar la sangría de goles recibidos es el primer paso para convencerse de que es posible evitar el descenso. Por corazón y entrega de los jugadores y por capacidad de Agustín Abadía (lo está acreditando ante los innumerables problemas) no parece que haya dudas. El equilibriro defensa-ataque es fundamental para lograr la meta.


Los números

La SDL es 16ª, puesto de promoción, con 20 puntos (5 derrotas, 5 empates y 9 derrotas). Ha marcado 21 goles (el 8º del grupo) y ha encajado 35 (es el peor). Su rendimiento ha sido mejor en Las Gaunas, donde han logrado 15 puntos (la mitad de los que había en juego). Como visitante, sus números son pobres. Los 4 goles marcados invitan a pensar en que debe mejorar, y mucho, en este aspecto. Pese a ello, ha conquistado 5 puntos (una victoria y dos empates). Pero los 19 tantos recibidos (2,11 por partido) son un lastre importante para la confianza del grupo. 

Echando un vistazo a las dos últimas temporadas, el conjunto riojano deberá mejorar sus prestaciones estadísticas para evitar problemas. En la temporada pasada, el descenso estuvo en los 39 puntos, mientras que en el ecuador de la liga los 18 puntos marcaban los puestos de descenso. La promoción, sin embargo, estuvo en los 46 puntos y eso que a estas alturas del campeonato estaba en los 20 puntos, como sucede ahora. Una temporada más atrás, 2010/11, tanto la promoción como el descenso resultaron más baratos, puesto que sólo hicieron falta 39 puntos para la permanencia (descenso y promoción se quedaron con 38). Hace dos años, los 18 puntos al fin de la primera vuelta indicaba tanto la promoción como el descenso. Extrapolando esos datos a la campaña actual, la SDL necesitaría mejorar sus dígitos en esta segunda parte del curso pare evitar males mayores.

Uno de los mejores momentos de la temporada, el triunfo en Copa del Rey ante la UDL. LA RIOJA

Las sensaciones y el juego

Las lesiones. múltiples, y las sanciones, excesivas, no han dado continuidad a la SD Logroñés. Todos los equipos se sustentan en una columna vertebral, pero tratar de averiguar los puntos sobre los que se apoya este equipo es más complicado. Uno puede hacerse a la idea de quiénes deben ser esos pilares, otra cosa es que hayan cumplido ese cometido debido a las lesiones y a las sanciones. Al comienzo de liga, incluido el derbi copero ante la UDL, el conjunto blanquirrojo mostró su mejor cara. Un equipo fresco, consciente de sus limitaciones y que trataba de explotar sus virtudes. Presión a la salida del balón del rival dónde y cómo querían que manitaba a sus oponentes. Cierto que podían sufrir en determinados momentos si superaban esa línea, pero el equipo solía sobreponerse a las circunstancias adversas (goles encajados), mostraba voluntad por dar la vuelta a los marcadores y obtenía su recompensa.

Abadía, como siempre ha hecho desde que dirige a la SDL, daba minutos a toda la plantilla y todos respondían. No había titulares ni suplentes. Buscaba la mejor opción para vencer al rival concreto sin mirar ni el DNI ni el bagaje en la categoría ni la calidad de sus jugadores. Apelaba al estado de forma de sus jugadores. Con 7 puntos en 4 jornadas, el comienzo era esperanzador. Mejor de lo esperado. Pero la derrota ante el Lleida en Las Gaunas, tras una racha espectacular en el campo municipal, hizo mella. A ello se unieron las primeras lesiones y sanciones. Otros 7 puntos seguidos en 3 partidos (ante los conjuntos cántabros) colocaban a los riojanos en un lugar privilegiado. Pero la derrota ante el Eibar (3-0) tuvo más efectos negativos de los pensados.

A partir de entonces, la SDL salía dormida a los partidos. Pese a que la intención de los de Abadía era pisar campo rival, los rivales llegaban con facilidad a la portería blanquirroja. De esta forma, ante Zaragoza B y Real Sociedad B tocó neutralizar marcadores adversos. Un esfuerzo que ha pasado factura mientras las lesiones y sanciones seguían mermando las opciones del preparador blanquirrojo. Después vinieron cuatro derrotas seguidas y 13 goles encajados. Algo fallaba. La importante victoria ante el Izarra y el empate ante la UDL daban alas para afrontar 2013 con mejores sensaciones, sin embargo, la última derrota (4-0) vuelve a atisbar que este equipo debe mejorar en el apartado defensivo. Creo que no es una cuestión de la línea de retaguardia, que también, sino que es un aspecto más global del juego. La SDL ya no hace la presión como en septiembre y octubre, los rivales están más cómodos y el cuadro riojano ha dado un paso atrás. Prefiere esperar más cerradito en su campo, juntar sus líneas y salir a la contra con velocidad y espacios.

Lo mejor

La entrega, el esfuerzo, la voluntad y la capacidad demostrada de todos los jugadores para buscar el bien común. Por circunstancias, la plantilla ha tenido que evidenciar versatilidad y polivalencia. Ese sacrificio individual revierte en el colectivo y eso es un aspecto muy positivo. Pese a que el equipo se ha visto obligado a modificar su estilo, en partidos puntuales ha evidenciado que hay mimbres para salvar la categoría. Eso sí, exige que cada partido sea visto como el último, que cada futbolista muestre hambre y ambición. Sólo así, con fe, como ha exhibido para remontar o neutralizar algunos encuentros, se puede llegar al objetivo de la permanencia. No será fácil.

Lo peor

Las lesiones y sanciones han lastrado, en exceso, al grupo. La falta de un once tipo no ha permitido ganar en consistencia (por el contrario ha permitido que todos los jugadores tenaga su cuota de participación). La falta de contundencia defensiva, más que en la línea de retaguardia en el centro del campo, ha limitado la opciones de un equipo que comenzó con las ideas muy claras, sabiendo dónde y cómo tenía que presionar. Como consecuencia, se ha vuelto un cuadro muy vulnerable, al que le hacen muchas ocasiones de gol. Lo peor es que, en estos momentos, es el conjunto que más goles recibe. Otro aspecto a mejorar es la faceta defensiva en acciones a balón parado. Hace falta más actitud, concentración y convicción de que el rival no va a rematar. Limitar las amonestaciones deportivas debería ser un punto importante a mejorar. Poco se consigue protestando al árbitro cuando las decisiones ya han sido sancionadas. Mantener la calma, por mucha injusticia que exista, es vital para no perjudicar al equipo y dejar a los compañeros tirados.

Pisón, en la foto en el partido ante la Peña Sport, y Gonzalo han alternado la portería en la primera vuelta.
Uno por uno

Eduardo Silva Martínez: El objetivo del club pasaba por confeccionar una plantilla riojana y con poco gasto. Para ello, en comunión con Abadía, la apuesta fue dar continuidad a los que lograron el ascenso a Segunda B. Asimismo, se añadieron futbolistas determinantes en la Tercera riojana, que ya habían jugado en la categoría y que podían aportar (Toledo, Del Puente, Fran Sota). Incluso, se dio la oportunidad a jugadores jóvenes que con esfuerzo y entrega podían ser útiles en determinados momentos (Tamayo, Javi Torres, Laencina). La guinda pasaba por encontrar a un hombre con experiencia en Segunda B que sirviera de acicate para el resto de la plantilla, caso de Moya. Visto el rendimiento de todos ellos, el único lunar lo veo en el caso del central vasco, no ha sido tan determinante como se pensaba. Como cuestión personal, contar con dos laterales zurdos de un perfil similar (ambos son reciclados y con carácter ofensivo) no ofrece variaciones al entrenador. Poco que añadir, ya que la limitación económica apenas pemite movimientos en el conjunto blanquirrojo.

Agustín Abadía: Desde el comienzo de temporada, sabía que resultaría una temporada difícil. Que cada punto obtenido iba a ser premio del esfuerzo colectivo, que nadie les iba a regalar nada y que las victorias se logran durante los entenamientos semanales. Con lo que no contaba era con la innumerable lista de bajas que han asolado al conjunto blanquirrojo. Lesiones, sanciones, lesiones, sanciones... parece que a la SDL le ha mirado un tuerto. Pese a ello, el téncico de Binéfar ha intentado explotar las virtudes del colectivo, aun cuando estaba mermado. Los jugadores han respondido, cada uno dentro de sus posibilidades, y eso es mérito del entrenador que ha sabido ganarse a un grupo que rema en la misma dirección. En determinados partidos ha demostrado ser mejor que el técnico rival, pero la condición de aficionado de la plantilla se acusa más de lo que se piensa. El equipo sufre bajones físicos durante los partidos que son letales. Pese a ello, hHa demostrado gran adaptación y conocimiento de su plantilla, ha tenido que 'inventarse' jugadores para determinados posiciones y los futbolistas han respondido. Abadía tiene tajo para tratar de librar al equipo. Por de pronto, su prioridad debe pasar por evitar que los rivales les hagan tantas ocasiones de gol. Sellar la portería es básico para el crecimiento del equipo.

Pisón: El de Murillo partía como titular indiscutible, pero una lesión le dio la oportunidad a Gonzalo. Tras su recuperación, parecía cuestión de tiempo, dado los resultados, que retornaría a la portería. Lo hizo, pero una expulsión, ante la Peña Sport, volvió a relegar a Pisón al banquillo. En este sentido, hay que alabar su capacidad para adaptarse a un nuevo rol.

Gonzalo: Parecía que iba a su temporada iba a ser para aprender en los entrenamientos. Sin embargo, la lesión de Pisón le ha permitido ganarse la confianza de Abadía para estar debajo de los palos. Sus actuaciones, en más de una ocasión, han impedido que los blanquirrojos hayan encajado más goles. Por el momento, parece que va a seguir en el once. Sus puntos fuerte son los reflejos y el saber aguantar en el uno contra uno. Como la inmensa mayoría de los porteros, en los balones aéreos debe ganar más seguridad y confianza.

Gerardo: Si hay un líder natural dentro y fuera del campo es Gerardo. Parece mentira la edad que tenga porque en cada partido le pone más ganas que ningún jugador. Su experiencia le avala y le permite salir airoso en múltiples ocasiones. Su mejor rendimiento ha sido como lateral diestro, pero ha sabido adaptarse a lo que necesita el grupo: lateral izquierdo, central... Es un espejo en el que deben mirarse el resto de compañeros. El único pero son sus expulsiones. Demasidas en un espacio de tiempo tan corto. Quizá tendría que controlar un poco más su temperamento, darse cuenta que los árbitros de Segunda B no le conocen (ha recibido varias tarjetas en su primera acción) y pensar más en el equipo.

Metola: Empezó mejor de lo que terminó el año. Como al resto de compañeros de la zaga le han pasado factura las lesiones y sanciones. Así es difícil coger el ritmo competitivo y en el caso de este central si físicamente no está a tope lo acusa, su rendimiento baja un puntito y el equipo lo acaba pagando. No se le puede negar, como al resto, entrega y lucha. Por sus características sufre cuando los delanteros rivales le hacen moverse y salir del sitio.

Moya: Fue el último en llegar. El club buscó experiencia en este central. Su amplia trayectoria en la categoría de bronce era un aval más que suficiente para ser el único jugador de la plantilla no nacido en La Rioja. Por contagio con sus compañeros, porque no vino en el mejor estado físico posible, las lesiones, las sanciones... no han permitido ver al mejor Moya de su carrera. Debería ejercer de líder en la zaga y, a tenor de los resultados, no lo está haciendo como debería. Repito, a lo mejor la falta de continuidad y no estar físicamente a tope han impedido mostrar un mejor rendimiento.

Yécora: Arrastraba problemas en la rodilla desde pretemporada. Empezó la campaña aguantando el dolor, hasta que no pudo. Como Salazar, ha tenido que ver muchos partidos fuera del campo, algo a lo que no ha estado acostumbrado el central en las últimas temporadas. La paciencia es ahora su mejor consejera para recuperarse y poder ayudar al equipo. Seguro que el grupo lo agradece.

Ledo: La evolución de este jugador en los dos últimos meses es espectacular. De los últimos en incorporarse al equipo en pretemporada, este polivalente defensa ha sabido ganarse un sitio en el equipo. En estos momentos, por confianza, estado físico y seguridad debería ser un fijo en el once. Más allá de su importancia en acciones ofensivas (ha marcado dos goles y ha provocado un penalti), su nivel de confianza está por las nubes. Ahora es mejor futbolista que en verano y eso hay que agradecérselo a Abadía y al propio jugador que ha sabido aprovechar su momento. Con sus deficiencias, que las tiene, explota sus virtudes, no se complica y se adapta a cualquier posición (lateral diestro o izquiedo, central). Pundonor.

Omar: Reciclado de extremo a lateral, el de Santo Domingo, como ya le sucediera en la última temporada que estuvo en el CD Logroñés, está teniendo mala suerte con las lesiones. Así es dificil coger ritmo, ganar continuidad y sentirse útil para el equipo. Aun así, sus incorporaciones por el costado ha sido importantes para los intereses ofensivos del equipo. En defensa, sobre todo en los primeros partidos, acusó el cambio de categoría y que los oponentes le buscaban.

Laencina: Vino en pretemporada y se ganó la confianza de Abadía como, en principio, suplente de Omar en el lateral izquierdo. Las lesiones del de Santo Domingo le han permitido jugar más de lo que pensaba. El de Ribafrecha lo ha dado todo. Pese a que ha acusado que no es lateral, sufre ante rivales que le encaran, su rendimiento ha sido correcto. Incluso en ataque se ha destapado con goles importantes.

Salazar: Lesionado en la quinta jornada este bravo jugador ha tenido que sufrir viendo a su equipo. Su polivalencia, central o medio centro (donde creo que mejor rinde), su incansable trabajo y sus cualidades podían presagiar que iba a ser un futbolista importante. Lo primero es recuperarse y poder volver a jugar en plenas condiciones. Para eso no hay prisa.

Miguel: Es el gran capitán. Un jugador discreto, tímido y eso le perjudica. Me explico. Por galones debería ser la extensión de Abadía en el campo, pero el logroñés, por su personalidad, hay veces que prefiere el bien del colectivo que el bien personal. No escatima en esfuerzos a la hora de ayudar a sus compañeros, no protesta si tiene que jugar de lateral (derecho o izquierdo), de central o en el centro del campo (como mejor rinde es con un jugador que le haga el trabajo sucio). Por la ausencia de Pitu ha tenido que hacer esa labor oscura y silenciosa, lo que no le ha permitido brillar como hubiera deseado en la construcción del juego, con más libertad en ataque.


La victoria ante el Izarra (4-1) ofreció una de las mejores caras de la SDL en Las Gaunas. EL CORREO
Esaúl: Intermitente. Con calidad y clase, sobre el campo, da la sensación de que puede dar más. A lo mejor no hay que volverse loco, es lo que es. Cuando tiene la pelota, por su técnica individual, todo parece más sencillo. Aunque se exige en tareas defensivas, su rendimiento en esta faceta no es igual al de otros compañeros y eso le penaliza para jugar más minutos.

Pitu: Es un jugador que cuando está apenas se ve. Realiza un trabajo oscuro, de degsaste. Sin embargo, cuando no juega (sanción o lesión) el equipo lo resiente. Por sus características es el único jugador que da equilibrio al equipo entre la defensa y el ataque. Colocación, orden, contundencia, pocos toques son parte de sus virtudes. Su presencia ofrece seguridad a los compañeros y el juego colectivo gana en autoestima. Su recuperación la necesita, y mucho, el cuadro riojano.

Hierro: Empezó como suplente, pero le quitó el puesto a Del Puente, sin embargo las lesiones le han privado de tener continuidad en el equipo. Otro jugador más que ha estado mermado. Su desparpajo por el costado debe ser utilizado en beneficio del equipo, aunque ahora debe recuperar su sitio.

Fran Sota: Cuando el balón pasa por sus pies parece que el tiempo se detiene. El problema llega cuando no hay continuidad en las acciones, cuando pasa desapercibido, cuando la pelota va y viene sin que el riojano contacte con ella. Su participación en el grupo para que haya elaboración es básica. En labores defensivas trata de mejorar, pero el esfuerzo que hace en esas tareas le merman en la construcción del juego.

Toledo: En muchos partidos ha sido un puñal por el costado izquierdo. Sus conducciones han dado salida a los blanquirrojos y han sido fundamentales en la salida a la contra. Al contrario que Del Puente, su rendimiento ha podido bajar un pelín en las últimas fechas, aunque va en consonancia con el colectivo.

Del Puente: Al contrario que la inmensa mayoría de sus compañeros, el calagurritano, pese a los resultados, está cuajando mejores actuaciones personales en el último mes y medio. Fue desapareciendo de las alineaciones hasta que tuvo que ejercer de lateral dercho. Empezó a ganar confianza, tuvo minutos y eso ha provocado que su forma haya mejorado y que su equipo lo agradezca. Aun así, seguro que muchos aficionados esperaban más, pero se trata de un jugador que necesita continuidad.

Candelas: Su mejor virtud es la llegada en segunda línea y su tiro lejano. Por circunstancias, ha tenido que jugar más retrasado del que sería su mejor rendimiento. Pese a ello, voluntad, ganas y actitud. Quizá se le podría demandar algo más de presencia en la medular, pero como he apuntado se adapta a lo que le pide Abadía.

Olavarrieta: Apenas hay diferencias de verlo pegada a la banda o ejerciendo de delantero. Vital para la salida a la contra. Su zancada, sus desmarques y su velocidad desahogan al equipo. Su capacidad para presionar es un punto importante para el juego defensivo del colectivo.

Jorge Herreros: Como la inmensa mayoría de la plantilla empezó mejor de lo que está ahora. Como era evidente le pasa factura su trabajo y eso para un delantero significa perder algo de chispa, anticiparse a los rivales, escaparse de los defensores... Pese a ello, es el referente del equipo. Fajador con la defensa rival, insiste, presiona y trata de dar lo máximo para su equipo.

Tamayo: Si hay algo que ha caracterizado a este futbolista es la velocidad. Abadía ha contado con él en determinados partidos para romper a la defensa rival. Actitud y ganas para hacerse con un hueco en el once.

Javi Torres: Con pocas oportunidades, poco se puede decir de este joven futbolista. Si acaso mencionar su golazo en el partido de Copa del Rey contra la UDL. 

6 comentarios:

  1. Muy buen reportaje, enhorabuena por este blog que haces sobre mi equipo todas las semanas, gracias por todo.

    ResponderEliminar
  2. Eres un gran periodista y ojala encuentres pronto trabajo de ello. Da gusto leerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Ojalá sea pronto. Ya van cinco meses en el paro.

      Eliminar
  3. enhorabuena, como siempre, dando en el clavo con tu sabiduria futbolistica, a seguir asi...

    ResponderEliminar