jueves, 24 de enero de 2013

Error de dirigente

A vueltas con la unión del fútbol riojano. Ahora. Justo cuando la Unión Deportiva Logroñés se encuentra a 10 puntos del 4º clasificado con 51 puntos por disputarse, cuando, por las sensaciones que transmite el equipo, no parece estar en disposición de alcanzar el objetivo con el comenzó la temporada. Parece una nueva maniobra de Félix Revuelta para desviar la atención. ¿Es el nuevo Mourinho del fútbol? ¿Por qué no salió con estos mismos argumentos en la primera rueda de prensa que concedió como propietario del club, en la que por cierto apuntó que iba a crear una escuela de fútbol? Cierto que ha intentado que la Sociedad Deportiva Logroñés no llegara hasta donde está, puesto que al año de su origen planteó una absorción rotunda por lo que pudiera pasar en el futuro, que ambas entidades coincidieran en el tiempo en la misma categoría. Pero es que hay alguna incongruencia más de sus palabras en los medios escritos locales. 

Primero dice que "entiendo que las instituciones no tienen porque ayudar" y a renglón seguido expone que "sin ayudas económicas, esta ciudad da para tener un equipo en Segunda B que pelea de la mitad de la tabla hacia abajo". Es decir que reclama más apoyo de las administraciones. Lo siento, no lo entiendo. Palabras que en el fondo vienen a demostrar el desencanto de este empresario riojano en su andadura futbolística. A lo mejor su manera de gestión tan presidencial, sin estar presente, impide que el club progrese, se articule mejor, sepa administrar sus capacidades, pueda encontrar otros recursos... Revuelta pone el dinero y eso, en los tiempos que corren, es un privilegio. Par sí lo quisieran muchos. Sin embargo, considero que no se está acertando en la fórmula empleada. Me remito a los resultados, no hablo de los financieros, sino de los deportivos, de los comunicativos, de la profesionalidad dentro del club, del poco crecimiento experimentado en el club en estos tres años y medio... 

¿Unión? Probablemente, todo el mundo en La Rioja sea consciente de que si hubiera un único club, un auténtico referente, habría más posibilidades de dar el salto a Segunda división. Pero eso, por el momento, por unas causas o por otras, no es posible. La realidad es la que toca (soy un poco canso, pero mirar al pasado sólo sirve para lamentarse). Hay aficionados que respetan al otro club, hay quienes directamente le desean lo peor a su vecino... Así somos en esta comunidad. Ni contigo ni sin ti. Parece que nos gustan estos piques, que nos motivan. Incluso la manera de gestionar un club deportivo es diferente. Cada uno tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. La clave pasa por saber administrar los bienes, tratar de optimizar los recursos y explotarlos al máximo. Encontrar financiación es duro, pero si se cuadran las cuentas se puede salir a flote. En este sentido, el ejemplo es la SDL. Con un menor presupuesto está compitiendo en la misma categoría que la UDL, aunque cada tenga unos objetivos. Son proyectos que comenzaron a la vez. Uno ya en Segunda B, otro desde Regional. 

Revuelta ya avanzó que su plan era a 5 años. Su ilusión era devolver a Logroño al lugar donde no se tenía que haber marchado en el panorama nacional deportivo. Por el momento, tres temporadas y media, los resultados deportivos no son los esperados, ya que aún no se ha disputado una fase de ascenso. ¿Dónde queda la autocrítica? Un vistazo a los números a final de cada una de las campañas determina que ha existido progresión. En esa línea, en junio tocaba estar peleando por el ascenso. Ahora, aunque hay tiempo, es complicado. ¿Culpables? Que cada uno haga examen de conciencia y que considere cuáles son sus responsabilidades y si ha podido o no desarrollarlas. En el terreno deportivo está claro que el director deportivo José Ignacio y el entrenador Pepe Calvo deberían asumir que las expectativas eran otras y que algo, lo que sea, está fallando. ¿Destituciones? Para qué. Más dinero que sacar del bolsillo y encima sin la seguridad de que al final se va a estar entre los cuatro mejores.

Quizá en vez de hacer una reflexión interna, supongo que se habrá hecho, de aceptar que las cosas no han salido como se esperaban y que el mensaje que se quiere lanzar es que todos los males de la UDL pasan porque no hay unión en el fútbol riojano y no hay un único club. Error. ¿De qué sirve echar balones fuera? ¿Acaso con la excusa de la unión Juanjo, por ejemplo, no ha rendido como se esperaba? Por último, lanzo una última pregunta al aire. Que cada uno se la conteste. ¿Hubiera sido el mismo mensaje, de apelar a la unión del fútbol riojano, si la UDL fuera segundo en el tabla? Pues eso. 

P.D.: Que cada uno trabajo con lo que tiene y con lo que puede. Y cuando llegue el verano, ya habrá momento para pensar en cosas. Si es que se piensan. Pero ahora, no viene a cuento, para nada, distorsionar la realidad, lanzar balones fuera y no hacer autocrítica, al  menos públicamente no se ha hecho, de los resultados deportivos. Al fin y al cabo, al aficionado lo que le importa es ver a su equipo, sea el que sea y como se llame, lo más arriba posible.

6 comentarios:

  1. Eres el unico periodista deportivo de La Rioja que se atreve a escribir la verdad.Fenomenal articulo, sigue asi.

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    1. Si señor, "absorción rotunda", ya era hora que se dijera así de claro.

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  2. Entre portadas vergonzantes de publicidad gratuita, este artículo es agua en el desierto informativo riojano. No queda en La Rioja periodista que diga lo que piensa, ni en política ni en deporte. Gracias por no utilizar el play back y hablar con tu voz.

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  3. Por fin hay alguien que dice la verdad de este asunto, FELICIDADES. Las prisas nuncan han sido buenas y nunca lo seran, cuando se habìa reunido a la afición fue un grave error volverla a separar.

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