lunes, 2 de marzo de 2015

Vuelta a las andadas

La fase de ascenso, objetivo por el que debe pelear sí o sí la Unión Deportiva Logroñés, ya no es tan sencillo como parece. La racha de resultados como visitante impide a los blanquirrojos asentarse entre los cuatro primeros. Cierto que no hay nada decidido, pero se están desperdiciando oportunidades para que la temporada no concluya a medidos de mayo. Los riojanos, con 46 puntos en su casillero, tienen por delante 11 jornadas para regresar a los puestos de 'play off', hecho que no sucedía desde el pasado 24 de septiembre de 2014

Muchos meses generando una ilusión que no debería ser flor de un día. Lo que sucede es que la irregularidad en la que parece sumirse el cuadro de Carlos Pouso empieza a generar dudas. No porque no haya capacidad, se ha demostrado que la hay, sino porque este equipo, por diferentes aspectos, no da su mejor versión a domicilio ante rivales que luchan por la permanencia. Y no es una suposición, es un hecho objetivo. Ahí están sus números. 6 derrotas fuera, 5 de ellas ante equipos que estaban en puestos de descenso cuando se jugó ante ellos: Celta B (4-2), Astorga (1-0), Lealtad (1-0), Tropezón (3-1) y Sporting B (2-1).

Marcadores que obligan, y mucho, a sumar como local. Y cuando se lleva dos partidos en Las Gaunas firmando las tablas es normal que los equipos que merodean los puestos de arriba superen los registros de los blanquirrojos. En este sentido, la exigencia ante el Avilés este próximo domingo será máxima y no es fácil asumir esa carga de responsabilidad porque, habitualmente, suele ser contraproducente para que el futbolista dé lo mejor de sí mismo. Pero bueno, eso es una cuestión que se tendrá que trabajar a lo largo de la semana. Lo que toca analizar, dentro las posibilidades, es que el UD Logroñés cayó, de nuevo, ante un conjunto que lucha por otras metas, por la superviviencia en la categoría. 

Por supuesto, que cada partido en Segunda B es complicadísimo, que cada jornada es un mundo y que la mayoría de los encuentros se deciden por pequeños detalles. Lo que sucede es que a la UDL esos matices siempre le son negativos. Celta B, Lealtad, Atlético Astorga y Tropezón. Cuatro choques en los que la falta de adaptación, por diferentes motivos, fue la causa de la derrota. Inexplicable que un equipo con las hechuras de los blanquirrojos acuse la falta de adaptación. Ahora contra el Sporting B, en palabras de su entrenador, pudo más la ambición de ganar que la racanería (lo cual es digno de alabar) y eso les pasó factura. 

Que no digo que no sea así, pero esta UDL evidencia falta de poso y de acoplarse a las diferentes situaciones que se dan durante los más de 90 minutos que duran los partidos. Y eso, por ejemplo, hace unos meses no sucedía. Se sabía sufrir, se tenía esa pizca de suerte (véase paradón de Miguel), se era muy fiable en la faceta defensiva, además de eficaz y resolutivo en el área rival. Cabe preguntarse si aquella imagen era o no real, si las primeros jornadas de competición fueron un espejismo y la realidad es el devenir de un conjunto que alterna marcadores. Que un rival que se juega la vida como el Sporting B marque un gol a los 4 minutos deja a las claras que el engranaje defensivo no carbura. Que Jaime supere al capitán blanquirrojo con un remate demasiado cómodo en el segundo palo es que algo falla. Cierto que hubo reacción, pero el partido se agitó, se volvió un poco loco, lo cual favorecía a los visitante, y que se pudo empatar al filo del descanso gracias a un buen centro de Titi por la derecha, un seguro por su carril, y a un certero remate de volea de Menudo.  

En el segundo tiempo se intentó voltear el marcador. Se pusieron ganas, corazón, pero faltaron las ideas. Los futbolistas sabían que el punto no era bueno y quisieron ir a por la victoria. Pero eso no quita para ser conscientes de que su rival podía aprovechar los espacios, armar una contra y sentenciar el choque, como finalmente sucedió. Los cambios dieron mayor presencia en campo rival a una UDL que quiso, que buscó el remate, pero que no gozó de oportunidades para superar a Busquets. Camochu, como referente y en sustitución de Chevi, propició que hubiera más centros laterales, Joel Valencia le dio un poco más de chispa al ataque que Miguel Santos y Gago dio refresco a Titi en el perfil diestro. Sin embargo, lo que queda es la derrota, la sensación de impotencia para hacer peligro a un rival que lucha por no descender y que el equipo se apea de los puestos de privilegio. 

No es la hecatombe porque el Racing de Ferrol, cuarto, también suma 46, pero Cultural Leonesa y Compostela están al acecho, con 42, mientras que e Guijuelo, con 47, se coloca otra vez por delante de los riojanos. Y el domingo un nuevo duelo exigente ante un Avilés que lleva 3 puntos de los últimos 27. Será la oportunidad para que la UDL aclare sus pretensiones y resuelva sus dudas. Eso o continuar en la irregularidad, un aspecto que sí o sí le dejará sin fase de ascenso. Por todo ello, la derrota frente al Sporting B debería, ya que no se ha corregido antes, servir como toque de atención. Momento de sumar y no de restar.

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