lunes, 26 de enero de 2015

Titi le da la vuelta

Aunque podéis leer mi crónica del partido me gustaría aprovechar estas líneas para apuntar algunas cosas del duelo de la Unión Deportiva Logroñés contra el Zamora. La remontada se explica única y exclusivamente por la virtud del acierto de los blanquirrojos. Otra cosa fue la victoria, con giro de escenario incluido tras la expulsión de Camochu, gestada con un gran trabajo defensivo en el que todas las piezas, aunque estuvieran agotadas por el esfuerzo remaron por un objetivo común. Pero la reacción llegó por las dos acciones consecutivas que cambiaron el signo del choque. Minuto 62. Córner que lanza Titi desde el ataque diestro, el balón sale rechazado y le llega a Íker Alegre que, desde la izquierda, lo centra. Miguel, en su intento de despeje, deja la pelota mansa en el área y ahí llega Titi para rematar a portería. Empate a uno. Minuto 63. Moisés pone en largo para Camochu, éste con un defensor al lado opta por bombear el esférico. Al galope aparecen Titi y Garretas. que pugnan por ganar la posición. El extremo, más listo, controla y se zafa de su par, encara al meta visitante, le regatea y marca a puerta vacía. 2-1. 

Pero hasta ese momento, la imagen de la UDL había dejado bastante que desear. El Zamora, mejor plantado y con las ideas más claras, había sido capaz de desdibujar a un conjunto que convive en puestos de fase de ascenso desde las primeras jornadas del campeonato. Seguro que Carlos Pouso analizará con sus hombres lo sucedido, pero el caso es que los riojanos estuvieron imprecisos, como lentos, sin fluidez en la circulación, sin ganas en la presión, ausentes en las tareas de contención y muy permisivos en su área (el ejemplo es el gol encajado). Si la ausencia de Julio Rico, fuera del once, resultó clave para entender el desastre es una cuestión interna, pero sí que dio la sensación que algo le faltaba al equipo. Moisés, por ejemplo, no estaba tan activo, ni tan nervioso, como contra el Murcia (como si hubiera menos intensidad). Herreros, inconsistente no ha demostrado esta campaña la solvencia de la pasada y le está costando ganar la confianza necesaria para ser contundente. A Gago se le veía tímido desde el lateral. Sergio Martínez lo intentaba desde su carril. Abaroa estuvo irregular, mientras que Jacobo Trigo quería ayuda atrás y arriba y fallaba en su parcela. Los extremos, Titi e Íker Alegre estaban desasistidos, el segundo tras dos semanas ausente acusó la falta de actividad y gozó de escaso protagonismo. Menudo, más activo por dentro, estuvo intermitente, en la línea del ataque. Mientras que Camochu saltó al campo, pero nunca estuvo de cuerpo presente. 

El único que estuvo a la altura fue Miguel. Gracias a dos intervenciones suyas, la segunda con una mano milagrosa a remate de cabeza de Rodri a bocajarro, mantuvo a los suyos en el partido porque el Zamora mereció irse al descanso con un marcador más amplio. El 0-1, previamente Salva ya había hecho lucirse a Miguel con un tiro de 30 metros, fue sintomático. Saque de banda, la pelota le llega a Coque, que regatea dentro del área a cuantos defensores le salen al paso y hace el pase de la muerte para que Arkaitz ejecute. Sergio Martínez se lanza al suelo para evitarlo, lo consigue, pero el rechace le llega de nuevo al futbolista del Zamora que ahora sí emboca. Con el tanto en contra, la UDL se desplomó. Ni reacción ni nada. Ni un triste acercamiento, de verdad, sobre la meta contraria. No valen esos dos tiros de Íker Alegre, que llegó trastabillado, y Menudo. Lo opuesto que el Zamora, con espacios cuando recuperaba, sin trabas para salir por fuera y por dentro, con llegada (remate de Rodri que evita Miguel con la mano izquierda cuando en la grada se daba por hecho el 0-2) y sin pasar apuros en la zaga.

El descanso tenía que servir para organizar las ideas. Lo hizo, aunque de forma pausada, muy tranquila. Tanto que costó percibirlo. Cierto que ahora el UD Logroñés había dado un paso adelante, quería más la pelota, pero faltaba ritmo en la circulación, más movimiento de los jugadores sin balón, más soluciones al poseedor de la pelota. Julio Rico sustituyó a Herreros, con lo que la salida del balón fue más limpia. Mientras que Joel Valencia aportó dinamismo. Aun así, hubo carencias defensivas porque Salva, con todo a favor, en vez de rematar efectuó un despeje tras un córner. Fue algo esporádico. Y en esas andaba la UDL, poniendo centros, impensables en la primera mitad, y con Camochu rematando de cabeza, aunque fuera. Un aviso de que algo estaba cambiando. Afortunado o buscado, el caso es que Titi con dos ramalazos le dio la vuelta al marcador, una cuestión que parecía difícil de concebir.

Sin embargo, la expulsión de Camochu, por un manotazo, regalaría incertidumbre al signo del encuentro. Con diez futbolistas y con un centro del campo más creativo que defensivo, Pouso puso en escena a Miguel Santos, que aportó la frescura que requería el encuentro, la ida y vuelta para estar bien colocado, además de salir con peligro. El Zamora, que aún trataba de asimilar los dos goles en dos minutos, agarró el cuero, ocupó el campo de los blanquirrojos y buscó el empate. Pero lo hizo abusando de los centros laterales. Ahí la zaga riojana, que acumuló más efectivos, estuvo mejor perfilada para despejar y más cohesionada para evitar que Miguel tuviera trabajo. De hecho, la acción más peligrosa de los visitantes acabó en el 3-1. Córner en busca del portero zamorano, que había subido a rematar; la pelota sale rechazada y tras el despeje Joel Valencia, a la carrera, se hace con el balón, lo conduce y se encamina a marcar a puerta vacía. Pero se relaja, en vez de tirar con la izquierda, se la pone a la derecha y cuando quiere chutar llega un defensor para evitar el tanto. Sin embargo, la pelota sigue en poder del ecuatoriano, que recorta y cede para que Íker Alegre sentencia el duelo.

Un partido que pudo acabar en desgracia tras ver la primera hora, con una derrota más que justa en favor de un buen Zamora, pero que concluyó con remontada blanquirroja, con una gran adaptación de los riojanos a reciclarse pese a estar con diez futbolistas y a evitar que su rival pusiera en aprietos a Miguel. Está claro que la irregularidad sigue siendo le mejor baza de un UD Logroñés que debe corregir, para tranquilidad de los suyos, sus errores para confirmarse como un conjunto de 'play off'. De momento, continúa con 3 puntos de margen sobre el quinto clasificados, Racing de Ferrol, y además ve a 1 punto la segunda plaza tras la derrota del Guijuelo. El domingo, sin duda, se verá si la UDL está capacitada para cambiar su ritmo como visitante (3 derrotas seguidas) en un campo peligroso, Santa Ana, ante un rival que se crece como local, el Tropezón.

1 comentario:

  1. Eres un artista Zoco! Cómo manejas tanta información??
    Con gente como tú da gusto seguir la tercera y la regional.
    Muchas gracias y felicidades por el blog!

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