jueves, 4 de diciembre de 2014

Suerte desigual en Copa Federación

Varea y Haro afrontarán con suerte desigual sus respectivos compromisos de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa Federación. Mientras que los arlequinados ejercerán de visitantes con un resultado favorable (1-0), los jarreros tendrán que remontar en El Mazo el 1-0 cosechado ayer en las instalaciones de Tajonar. Los de Nacho Ruiz superaron en el Municipal a una Arandina que no ofreció hechuras de líder del grupo castellano leonés, puede que con una alineación plagada de pocos habituales, los de Javier Bermúdez no mostraran su mejor versión, pero es que salvo contadas ocasiones, Raúl Heras tuvo poco o nada de trabajo. Por su parte, los de Iñaki Pacheco, que regresaba a la que fue su casa, vio como los suyos dieron dos caras, una buena durante el primer tiempo, la de un equipo ordenado que fue a hacer su partido, y otra en el segundo, superado por un rival animado tras marcar y que gozó de varias oportunidades para haber ampliado la renta. Además, en el caso de los blanquinegros, la mala noticia fue la lesión de Antón.

Osasuna B - Haro (1-0)

No en vano, el Haro saltó a Tajonar con la intención de llevar el ritmo del choque. Era un partido de ida, con lo que ambos conjuntos fueron respetuosos para no precipitarse, para buscar más el fallo del rival que tratar de arriesgar. Lógico. En esa fase se le vio algo más cómodo al cuadro riojano, que por lo menos intimidaba, como el tiro al larguero de Dani Suárez, justo después de la lesión del central Antón. Los de Pacheco se sentían tranquilos, confiados, que no relajados, de sus posibilidades y parecía que el paso de los minutos les podía favorecer. Sin embargo, el descanso no le sentó bien. Eso y el tanto de Satrústegui tras un centro de De Frutos. Un gol que encogió al Haro. Todo lo contrario que Osasuna B, más entero y decidido. 

Enfrente un cuadro jarrero que quería sacudirse la presión de los navarros, pero que apenas enlazaba tres pases seguidos, lo que le impedía pisar campo ajeno. Con esa dinámica, los locales probaron a Miguel, y éste respondió para impedir que la renta se ampliara. La inercia no invitaba a la esperanza, pero el Haro aguantó como pudo para tratar, en el tramo final, de mostrarse más ambición. Quizá sin tanto fútbol y con más corazón, bombeando algún que otro balón, los blanquinegros pasaron la recta final pensando en el empate, aunque sin generar ocasiones excesivamente claras. Al final, un 1-0 que obliga al Haro a ganar en dos semanas por dos goles de diferencia, una empresa siempre complicado por el riesgo que pueda asumir. Seguro que posibilidades tienen.

Varea - Arandina (1-0)

El Varea despachó en un partido que fue de menos a más a una Arandina que sorprendió, pero para mal, a los valientes que se acercaron al Municipal. El líder de Tercera del grupo castellano leonés, la verdad, es que dejó mucho que desear. Bien ordenado, con algunos jugadores a los que se les vio jerarquía y mando, con pequeños destellos de otros futbolistas, pero con muy poca, casi escasa, pegada. El mérito haya que dárselo al cuadro de Nacho Ruiz, que salvo en un par de momentos que el duelo se volvió un poco de ida y vuelta, controló con solvencia. Si los de Javier Bermúdez intentaban presionar la salida de balón de los locales, los arlequinados apostaban con los apoyos constantes, por la pausa, por jugar con apenas dos pases y buscar siempre al compañero desmarcado. Parece fácil escapar de la buena presión visitante, pero sin pegar pelotazos, los riojanos iban ganando metros. El peligro podía llegar cuando alguno se enzarzaba con la pelota o conducía de más. El robo propiciaba rápidas transiciones que acabaron, casi todas en los pies de Torres, sin mucha consecuencia en un par de saques de esquina.

El Varea, sin prisa, con tranquilidad trató de ir buscando las alas para hacer daño a un rival más pendiente de tapar línea de pase y de arropar a sus laterales, con múltiples ayudas de sus extremos, que de buscar a Raúl Heras. La consecuencia, en el tramo final de la primera mitad, fue que los arlequinados vieron que la Arandina no era tan fiera. Un par de tiros de Garrido, se marchó alto, y de Esaúl, repelió con los puños David, motivaron a los locales para encerrar a su rival. Momentos de agobio de los que salió vivo. Se podía intuir un cambio de dinámica en la segunda mitad, pero el Varea continúo a lo suyo. Sin embargo, la irrupción en el campo de David Álvarez dio algo más de control a la Arandina cuando tenía la pelota. De hecho, la mejor oportunidad salió de sus botas, un tiro desde el centro del campo tras un error de Urko. Por fortuna para los de Nacho Ruiz la pelota se fue lamiendo el larguero. Pero fue casi la única ocasión, junto a una buena anticipación de Raúl Heras sobre Zazu en los minutos finales. Pobre bagaje para el líder de la Tercera castellana.

Se intuía que el peligro local iba a venir por su banda izquierda. De Val pudo con su par y sus envíos casi siempre fueron peligrosos. Con un buen pase atrás, después de superar la línea de fondo, Rubén Pérez tiró flojito a las manos de David. Luego se intercambiaron las posiciones y ahora era De Val el que chutaba, pero se encontraba con Albert, se pidió mano del central. Optó entonces Nacho Ruiz por dar entrada a Borja por un Garrido al que ayer no salieron las cosas. El extremo resultó determinante. En ocasiones intercambiaba su posición con Esaúl lo que generaba más quebraderos de cabeza a la zaga visitantes. En una de esas veces que estaba por el medio recibió, citó a Pajarero, probablemente el mejor de la Arandina, se escapó de él y se zafó de Albert que salía a su pase para buscar un hueco y tirar a portería. Claro que Borja no es que tirara, sin más, es que puso el cuero en la escuadra.

Un tanto que reafirmaba el dominio arlequinado. Había dudas sobre si ir a por el segundo, tampoco hubo grandes oportunidades para ello, o especular con el resultado. El Varea optó por la precaución, pero sin echarse atrás, tampoco la Arandina expuso demasiado. Fueron pasando los minutos sin mucho que contar hasta que los visitantes, en un par de arranques, buscaron a Raúl Heras. Pero lo hicieron a base de un par de saques de esquinas y de balones bombeados. Ahí se mantuvo firme el Varea, seguro y convincente, para nada nervioso. Más que suficiente para ganar, aunque por la mínima, a una Arandina de la que se esperaba mucho más. Pero cuidado porque en la vuelta todo puede cambiar.

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