lunes, 10 de marzo de 2014

Euforia en la SDL y recompensa en la UDL

Jornada positiva para los dos equipos riojanos de Segunda B. Mientras que la Unión Deportiva Logroñés sumó un buen punto en ante el Ourense en tierras gallegas (a 4 de la promoción y a 7 del descenso), la Sociedad Deportiva Logroñés logra un valioso triunfo ante el Celta B para salir del puesto de promoción y cedérselo al filial celeste (2 puntos de ventaja más el golaveraje). Eso sí ambos conjuntos tuvieron que trabajarse el botín: los de Raúl Llona (cumplió en la grada el primero de los tres partidos de sanción) generaron ocasiones, personalizadas en la versión más rematadora de Goñi, y mantuvieron su meta a cero, mientras que los de Agustín Abadía obtuvieron el premio del gol en el minuto 91 gracias a un cabezazo del ayer capitán Ledo.

La UDL cerraba la jornada ayer en O Couto ante un Ourense que quería acercarse a la fase de ascenso (al final lo consiguió gracias a la derrota del Oviedo). Por su parte, el cuadro blanquirrojo, ayer de azul, tenía la necesidad de olvidar lo sucedido en los últimos minutos frente al Caudal (dos penaltis en contra que echaron por tierra el trabajo realizado previamente para superar a los asturianos), recomponerse y demostrar que su moral no se iba a resentir. Además, contaba con el inconveniente de añadir dos bajas en la zaga por sanción: Gil y Sergio Martínez. Sin embargo, los riojanos estuvieron a la altura de las circunstancias, supieron sufrir en alguna fase del encuentro por el dominio de los locales, pero también se asomaron a la meta contraria con peligro. 

En la retaguardia, Nando y Herreros fueron prácticos, mientras que los laterales, con el regreso de Ormazábal al once y con Zubiri, cumplidor siempre, en el lado izquierdo, supieron, más o menos, contener a los extremos del Ourense, una de las bazas de los gallego. Moisés y Goñi imprimieron ritmo tanto en defensa como en ataque, mientras que Javi Rodríguez y Barrón, también volvía a la titularidad, eran dos argumentos válidos para salir a la contra, donde Ibai, poco participativo en ocasiones, e Iriarte, de nuevo como referente tras su sanción, metían el miedo en el cuerpo a los anfitriones. Eso no quita para que los hombres de Luisito gozaran de oportunidades, aunque casi todas se desvanecían por la ausencia de remate. Un alivio para los riojanos que, con espacios, se acercaban a la meta de Pato. Goñi, llegando en segunda línea, dispuso de las mejores ocasiones, junto a una de Iriarte, pero no estuvo fino con el punto de mira. El centrocampista vasco probó desde lejos, encarando al portero, de cabeza e incluso de chilena, ya en el segundo tiempo, pero lo más cercano al gol fue el larguero en el lance de este posterior remate acrobático.

Al menos el equilibrio era patente durante los primeros 45 minutos. Sin embargo, el Ourense dio un paso adelante tras el descanso, lo que obligó a la UDL a esperar en su campo, ceder la iniciativa y salir, de manera más descarada a la contra. En este sentido, Miguel mantuvo la compostura cuando más lo necesitaba su equipo. Entre las condiciones del campo y el buen planteamiento defensivo de los de Llona, el choque entró, según iban pasando los minutos, en una fase en la que el aspecto físico podía ser importante. Los gallegos inmersos en la Copa Federación podían empezar a acusar ese desgaste y los visitantes lo podían aprovechar. Sobre todo, a balón parado, desde donde han marcado sus últimos goles. De ahí la citada ocasión de Goñi que acabó en el larguero. Tras este punto toca pensar en el siguiente rival, el Coruxo, un equipo que llegará a Las Gaunas en puesto de descenso y que puede asumir que una derrota en tierras riojanas casi le condena. Así que la UDL deberá saber jugar con ello y no volver a caer en ese miedo a ganar determinados partidos.

Por su parte, la SDL alivia sus penas con una victoria 'in extremis' ante un rival directo en la batalla por lograr la permanencia. No en vano, el Celta B acudía a Logroño con un punto de ventaja y libre de penas. Sin embargo, se marcha en el puesto de promoción y con 2 puntos menos que los riojanos. Todo gracias al tanto de Ledo, en el minuto 91. Lo de este jugador es inexplicable. La temporada pasada estuvo a punto de quedarse sin ficha, pero su trabajo, su entrega y buen hacer fue convenciendo a Agustín Abadía para ganarse un lugar en el once. Esta campaña, pese a que ha habido encuentros en los que no ha estado al nivel físico del curso anterior, ha sabido corresponder a la confianza de su entrenador mostrando su polivalencia, tanto de lateral como de central. Si hay algo que caracterice a este futbolista, que podrá estar más o menos acertado, es por su pundonor, por sus ganas, por su actitud. No es de extrañar que sea un recurso en las acciones a balón parado porque es un jugador que va de verdad, que cree en sus posibilidades. Podrá gustar o no, pero no se le puede reprochar nada.

Son futbolistas que, a la larga, suman y ayer se pudo comprobar. En un partido poco brillante, por no decir nada, intenso en el que se notaba que los dos equipos se jugaban mucho, en el que pesó más el no cometer errores que el buscar el fallo ajeno o la creación, la contienda se podía decidir por pequeños detalles. Con Mandaluniz bajo palos, pese a que estaba tocado (no realizó ningún saque de puerta en largo y apenas golpeó dos o tres veces) y con la vuelta de Metola y Moya en el centro de la zaga (a ambos se les nota que han estado inactivos recientemente y les falta un punto de ritmo) y con la sorpresa de ver a Iñaki Jiménez en el banquillo después de muchas jornadas siendo un fijo en el lateral. En la medular, Candelas hacía el trabajo sucio por delante de la defensa, mientras que Rojas y Fran Sota debían poner criterio en ataque y trabajar para impedir el juego rival en defensa. Mientras que Del Puente y Toledo, como casi siempre, se fajaban en la presión. Dejando a Javi Torres, regresaba al once, como referente.

El Celta B, por su parte, trató de enquistar el duelo con muchos hombres en el medio (actuó con cuatro colocados en rombo, lo que dificultó que hubiera un juego fluido). Pese a que los jóvenes jugadores celestes están acostumbrados a elaborar, ayer fue un día en el que era más importante mantener el cuero lejos de la portería que el de intentar hacer daño al rival a través de la posesión. Por eso el equilibrio fue constante, con alternancia en el dominio. Se podía decir lo mismo de las ocasiones, pero es que durante el primer tiempo, no hubo. Sí, durante el segundo tiempo, sobre todo, en los últimos minutos cuando la SDL sí que metió presión a los gallegos. Los riojanos se mostraron más ambiciosos, pero con precauciones. Era casi siempre en acciones aisladas, pero los centros laterales eran una vía para meter miedo a Rubén. Primero Rojas falló en un control cuando se quedaba en el punto de penalti ante el meta vigués tras un centro de Del Puente y después fue Javi Torres, dentro del área, el que remató de cabeza previo pase de Alcántara

Asimismo, Tamayo, nada más aparecer en el campo, hizo lucirse a Rubén tras varios recortes dentro del área y su posterior tiro. Fue la antesala al tanto de Ledo. Laencina, gran ejecutor de faltas laterales (un aspecto que viene demostrando desde su llegada al cuadro blanquirrojo) la puso perfecta para que Rubén tuviera dudas. Tantas que midió mal y saltó a por el balón antes de tiempo. El que no falló fue Ledo, que apareció, anticipándose a su par, en el segundo palo para empujar a la red, desatar la euforia en la grada y dar tres valiosos puntos a una SDL que necesitaba la victoria para seguir creyendo en sus posibilidades. El ejemplo a seguir está en el ayer capitán riojano (ante la ausencia de Miguel y Jorge Herreros). La afición, además, entendió el mensaje cuando una vez acabado el partido clamó un rotundo "¡sí se puede! ¡sí se puede! ¡sí se puede!". Con la adrenalina a tope, llega el momento de la tranquilidad, que no de la confianza, para afrontar el choque ante el Racing de Ferrol (segundo en la tabla) convencidos de que se puede ser competitivo también a domicilio, quizá una de las pegas de los riojanos esta temporada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario