jueves, 2 de enero de 2014

SDL: fiel a una identidad

Décimo, con 23 puntos, 22 goles a favor y 20 en contra. La Sociedad Deportiva Logroñés fue encontrando sensaciones con el paso de las jornadas. ¡Qué importante fue neutralizar el 0-2 frente al Marino en los últimos minutos del partido! Mientras que al principio se veía a un equipo que bajaba su intensidad en las segundas partes, que trabajaba, pero no encontraba el premio al esfuerzo, después se pudo apreciar, tras una serie de resultados positivos, que el bloque formado por Agustín Abadía ya estaba preparado para competir en Segunda B. Esa confianza la fue forjando creciéndose en Las Gaunas (sólo una derrota como local), siendo fiel a una identidad y a una manera de comprender el fútbol. En este sentido, el técnico de Binéfar ha apostado por asegurar la portería, por ser más directo en el juego (tres, cuatro pases), por tratar de salir a la contra con espacios y por sacar provecho de las acciones de estrategia. Además le ha dado igual ejercer de local o de visitante. A ello se le une la capacidad, casi marca de la casa, de pundonor, entrega y valentía de la que hace gala todo el conjunto. Si baja un ápice esa intensidad es un equipo vulnerable.

Puede que suene sencillo, pero la dificultad está en ponerlo en práctica. Todo ello aderezado con una plantilla similar a la de la temporada pasada en la que salvo la llegada de Alcántara, lateral izquierdo que hasta la fecha ha jugado todo (está sancionado para el primer partido de 2014), el resto de fichajes han sabido adaptarse a su rol para no bajar el nivel de sus compañeros. Hombres como Loza, Iñaki Jiménez, Mario León o Rojas han cumplido, con creces. El primero ha mostrado polivalencia tanto de central como centrocampista con un comportamiento ejemplar sobre el campo. El lateral derecho aprovechó la lesión de Metola para asentarse en la banda derecha. El de Calahorra ha aportado trabajo en la parte ancha del campo, mientras que el el exfutbolista de la UDL juvenil ha evidenciado que no desentona en la categoría.

La portería ha sido cosa de Mandaluniz. El meta vasco, sin duda, ha estado excepcional, sobre todo, en las últimas jornadas. Si el equipo ha mejorado defensivamente respecto a la temporada pasada, uno de los culpables ha sido este guardameta, que da confianza al equipo para que se pueda atrever a hacer más cosas. La línea defensiva, salvo lesiones y sanciones, no ha sufrido muchas variaciones. Ledo, Metola, Moya y Alcántara parecía el cuarteto pensado por Abadía, pero las circunstancias han permitido a Iñaki Jiménez ganarse el lateral derecho, pasando Ledo como central (donde ha estado más seguro y fiable que en la banda) ante la lesión de un Metola que estaba a un gran nivel, todo hay que decirlo. Moya, corregidas esas tarjetas amarillas, y Alcántara, más seguro con el paso de los partido, han dado consistencia a la zaga.

Candelas, Fran Sota y Miguel era el trío elegido para fajarse en la medular. Dos pivotes y un enganche, que según confesó el entrenador blanquirrojo aún no tiene dueño (busca a un jugador con llegada y presencia en el área rival). Comenzó el curso con Fran Sota y Candelas en el doble pivote, siendo Miguel el mediapunta. El capitán blanquirrojo anadaba como perdido, no brillaba y faltaba conexión con el juego de ataque, además de que el bloque acusaba el esfuerzo durante las segundas parte. Con Miguel ya como organizador, la SDL mejoró sus prestaciones. Contó con el equilibrio tanto en ataque como en defensa. Mario Léon ofrecía trabajo de enganche. Luego fue Toledo el que ocupó esa demarcación (las contras eran más rápidas). Pero no hay que olvidar que Loza (siempre cuajando a un nivel superior a la media) y Rojas han aportado su granito de arena para hacer un centro del campo más consistente y más decidido.

En los extremos ha habido pocos cambios: Del Puente y Toledo han sido los más habituales. Puede que, por indicaciones del cuerpo técnico, su función se centre más en las labores defensivas (ayudan y basculan para robar balones en la medular) y eso quizá se acuse cuando deben atacar. En este sentido, Toledo ha sido menos desequilibrante e incisivo que la campaña pasada, mientras que Del Puente, algo irregular en labores ofensivos está más acertado cara a gol (suma 4 tantos). Por su parte, Laencina se fue ganando un lugar en el once gracias a su capacidad realizadora. Puede que ofrezca menos trabajo defensivo, pero sí que da más en ataque. Tamayo, por su parte, no ha contado con muchas oportunidades. Lo que no se le puede negar es su capacidad para trabajar para el equipo.

Donde parecía que más se podían acusar las lesiones era en la delantera. Primero cayó Jorge Herreros, ya ha recibido el alta médica, y después Olavarrieta (que debe pelear por recuperar un lugar en el once). Abadía abrió la puerta de la titularidad a Javi Torres y éste respondió con goles. Tanto que ha sido, sin duda, una pieza fundamental para entender a la SDL esta primera vuelta. El exjugador del San Marcial, en estos momentos padeciendo cierta ansiedad (se acusa sobre el campo) porque parece que se le niega el gol, ha brillado con luz propia. En carrera, con espacios, ha sido un martirio para las defensas rivales, mientras que ha aliviado a los suyos transmitiendo mucho peligro. Incluso sus contrincantes han sufrido una metamorfosis: de entrarle cuando encaraba a recular por respeto y miedo a que les haga un traje. Su crecimiento ha sido espectacular y se le va a exigir que no baje su nivel. Sólo un pero, comentado por su propio entrenador: debe dar más en trabajo defensivo. Todo un reto.

Sobresaliente: Mandaluniz, sus intervenciones han dado puntos a su equipo.

Los más regulares: Metola, Moya y Alcántara.

Irregulares: Toledo y Del Puente. Pese al innegable trabajo defensivo que realizan en cada partido, en ataque se han mostrado más inconsistentes. Toledo, menos desequilibrante que la temporada pasada, y Del Puente, con más gol.

De menos a más: Ledo. Con bastantes problemas defensivos como lateral, en los últimos encuentros, como central, ha mejorado su nivel físico. 

Aire fresco rentable: Iñaki Jiménez, Loza, Rojas y Mario León. Podía pensarse que estaban en el equipo para rellenar, pero los cuatro han demostrado saber adaptarse a las exigencias del entrenador y al nivel de la categoría. Además, pese a su juventud, han evidenciado tablas sobre el campo.

Polivalente: Miguel. Intachable en el esfuerzo, comenzó la temporada como enganche, una posición en la que brillaba menos. Cuando Abadía retrasó su posición, el equipo lo agradeció. Incluso ha jugado de lateral.

Pichichi: Javi Torres, suma 6 goles. Se ha erigido en la revelación de esta primera vuelta y pese a atravesar, ahora, por una mala racha goleadora, la sensación de peligro que transmite es máxima.

Puede dar más: Fran Sota. Irregular en sus actuaciones, con ganas de cuajar un buen partido, pero por unas causas o por otras, le falta encontrar su sitio (su rol) en el equipo. Le falta confianza. 

Se notarán: Candelas, Olavarrieta y Jorge Herreros. Las lesiones les han obligado a descansar más de lo que hubieran deseado, pero seguro que para esta segunda vuelta son refuerzos que ampliarán los recursos y la competitivdad del equipo.

Recuperados: Yécora y Salazar. El primero está inédito tras su lesión, mientras que el de Lardero volvió a los terrenos de juego un año después. Es lógico que a ambos les cueste recuperar el ritmo, pero seguro que aportan al bloque,.

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