martes, 31 de diciembre de 2013

UDL: sin un once y con falta de gol

Duodécimo con 23 puntos; 18 goles a favor (2º peor ataque del grupo) y 22 en contra. A 2 puntos de la fase de permanencia, a 7 de los puestos de descenso y a 6 de la fase de ascenso. La Unión Deportiva Logroñés acaba la primera vuelta y el año con sensaciones contrapuestas. Por un lado, es evidente la falta de gol de este equipo, pero por otro, salvo partidos puntuales, el sello del entrenador, en algunos aspectos, se nota para bien. Que entre los tres delanteros del equipo: Íñigo Rodríguez, Julen Iriarte y Omar sólo sumen 1 gol ¡entre los tres! es preocupante. Digno de investigar. Lo positivo es que este bloque muestra carácter, presiona de forma asfixiante en el medio (aunque en las últimas semanas ha bajado un poco esa intensidad) e intenta centrar con insistencia desde los laterales.

De hecho, desde la primera jornada frente al Celta B ya se atisbó que la presión en el medio, robar lo más arriba posible, centrar (aunque sin remate), llegadas en segunda línea... eran señas de identidad de esta UDL. Serios en defensa, tratando durante los primeros choques de no cometer errores, aunque los ha habido y sobre todo individuales que han condenado al grupo, para a medida que pasaban los encuentros queriendo elaborar más si la ocasión lo permitía. Sin embargo, estos meses de competición han demostrado que el principal problema, como ya sucediera la temporada pasada, es la ausencia de gol. Y eso que los pupilos de Raúl Llona han sacado mucho provecho de las acciones de estrategia. Tanto que les han dado puntos. Además, ha dado igual el rematador final. Primero fue Gil el que demostró que la UDL intimidaba en ese tipo de jugadas. Después le cogió el relevo Herreros y más tarde Ibai, con lanzamientos directos, Ubis y Goñi (ambos desde los once metros) han dado cierta tranquilidad a este conjunto.  

Retomando la ausencia de gol, puede que la falta de continuidad en las posiciones de ataque no hayan ayudado a encontrar una referencia ofensiva de garantías. Ubis, con 4 tantos, es el 'pichichi' de la UDL y eso que sólo ha ejercido como '9' apenas unos minutos. Iriarte fue el ariete elegido desde su llegada. Llona le dio su confianza. Las características de Iriarte provocan que el equipo sea demasiado directo, ya que su mejor labor pasa por aguantar la pelota y descargar. Con su presencia, la UDL apenas combina con el delantero, lo que impide sacar a los centrales de su zona. Íñigo Rodríguez, probablemente el que mejor se adapta a lo que quiere el equipo, ofrece movilidad, combinación con los compañeros y genera espacios que otros compañeros pueden aprovechar. Por su parte, con Omar, cierto que ha tenido menos continuidad que sus rivales de puesto, el equipo gana en desborde en el uno contra uno, pero pierde en intensidad defensiva a la hora de presionar. Es, por lo menos, lo que se ha podido apreciar.

Pero si se habla de delanteros, con los extremos ha pasado algo parecido. Javi Rodríguez y Ubis comenzaron siendo piezas importantes, pero Jaime Moreno, eléctrico, aunque inconsistente, y Barrón, que pasó de no contar a ser vital en los dos últimos meses, provocaron que nadie supiera cuál iba a ser su sitio: en el once, en el banquillo o en la grada. Por su parte, en defensa las modificaciones han sido obligadas. Gil y Garrido parecían los centrales titulares (Herreros comenzó la temporada lesionado), dejando a Sergio Martínez y a Ormazábal en los laterales. Pero las sanciones, excesivas del capitán blanquirrojo, y lesiones puntuales han permitido a Zubiri jugar y demostrar su polivalencia, tanto de lateral como de central. Herreros, por su parte, también ha sido utilizado en todas las demarcaciones defensivas. Incluso Nando ha tenido que actuar en el eje de la zaga.

El doble pivote sí que ha sido más estable. Goñi ha sido básico para Llona, mientras que Nando le ha ido ganando terreno a Moisés con el paso de las jornadas. Mientras que los segundos cogen más el sitio, aguantan la zona y realizan un trabajo más oscuro, es Goñi el que actúa con más libertad de movimientos, da criterio en la elaboración y llega con peligro en segunda línea. Javi Pascual ha gozado de pocas opciones. Mientras que en el enganche, Ibai, otro que parecía no contar en pretemporada, se ha hecho un fijo en detrimento de un Sergio Domínguez que empezó con brío, pero que una lesión le ha impedido contar con minutos. En este sentido, a la vista de este resumen uno de los signos habituales de estos meses son los constantes cambios. Como en la portería. Miguel empezó con el '1'. Llona le dio confianza después de haber sufrido meses antes una grave lesión. Esa inactividad le pasó factura, sobre todo, en los balones aéreos, donde no estuvo todo lo fino que a él le hubiera gustado. El técnico blanquirrojo rotó y puso a Sergio López bajo los palos. El meta ha demostrado ser un seguro, fiable de reflejos y sólido por arriba. Sin duda ha transmitido más confianza a su equipo que el riojano Miguel.


Los más regulares: Gil, Garrido, Herreros, Sergio López, Moisés y Nando.

De más a menos: Sergio Martínez. Comenzó demostrando un despliegue físico espectacular, pero en los últimos encuentros ya no sube con tanta asiduidad (hay que saber si es cuestión personal o de equipo).

De menos a más: Ibai y Barrón. De no contar a ser importantes en los últimos dos meses. 

Decepción: los tres delanteros. Un gol entre Íñigo Rodríguez, Iriarte y Omar lo dice todo.

Irregular: Ormazábal. Tanta expulsión han lastrado a un jugador acostumbrado a ser regular y fiable.

El cerebro: Goñi. Pese a ser irregular en ocasiones, cada vez que toca la pelota y se combina con Ibai, el equipo lo agradece.

Pichichi: Ubis, con 4 goles. Pese a ser un jugador criticado por la grada, tiene la confianza de su entrenador.

Puede dar más: Jaime Moreno. Parece que se reserva, con su velocidad y desborde debería mostrar más ambición ofensiva.

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