domingo, 23 de diciembre de 2012

Más intensidad que fútbol

Había tres puntos muy jugosos, pero al final, por cosas del fútbol, uno se quedó por el camino. El empate entre Sociedad Deportiva Logroñés y Unión Deportiva Logroñés sirve más a los locales que a los visitantes, sin embargo, la sensación de los blanquirrojos debe ser de haberse dejado dos puntos en su constante lucha por eludir el descenso (acaban 2012 en el puesto de promoción). Por su parte, los ayer azules tienen que dar gracias por no perder el partido. Merced a las tablas se pueden ilusionar con su objetivo de meterse en el 'play off' de ascenso (a 5 puntos), pero tienen que cambiar algunas cosas, sobre todo, en materia ofensiva para que los hombres de Pepe Calvo lleguen a su meta clasificatoria.

Tras una valoración del botín obtenido tras el derbi riojano, merece la pena echar un vistazo, como ya apunté hace unos días alejado del corazón, para tratar de desmenuzar los 90 minutos largos. Parto de la base que ambos entrenadores deseaban lo mejor para su colectivo, pero considero, y lo argumentaré, que los dos se equivocaron. Pepe Calvo, según se pudo observar durante el encuentro, erró de salida. Moustaphá es un jugador generoso en la brega, luchador incansable, fajador... pero no es un virtuoso con el balón, no puede ser el hombre para realizar cambios de orientación de 40 metros, como sucedió, no puede ser el jugador que lance paredes con Sergio Rodríguez... no es su función. El técnico leonés recitificó en el descanso y puso en el campo a Iturralde, un futbolista capacitado para conectar la defensa con el ataque. Pero no fue la única laguna del preparador de la UDL. Pase que Juanjo, ante la ausencia por sanción de Mario Barco, sea el único '9' del equipo, pero su estado físico no es el más adecuado. Tras más de mes y medio ausente por lesión, el choque de ayer le vino grande. Sin chispa, sin frescura, sin ritmo competitivo favoreció los intereses de la defensa local. Por voluntad no se le puede negar nada al ariete, pero no era su día.  

Alejandro, como enganche y llegador en segunda línea, fue de más a menos. Empezó con brío, pero apenas participó en el juego de su equipo. Tal y como juega la UDL la función del asturiano quizá debía haber pasado por moverse entre líneas, apoyar a los medios centros en ataque, abrir huecos para Juanjo, dejarse caer a bandas en busca de dos contra uno con los laterales... Es cierto que alguna vez lo hizo, pero de forma intermitente. Su expulsión final es fruto de la impotencia. Probablemente, Sergio Rodríguez en esa labor hubiera hecho más daño a una SDL sólida en la parte de atrás. En este sentido, Rubén García, jugador con criterio y sentido del juego colectivo hubiera sido un buen apoyo a Iturralde en la creación, dejando a Sergio Rodríguez con más libertad de movimientos entre líneas. Porque el riojano, más allá del error cometido en el gol de la SDL, estaba muy atrás, en una zona en la que sus pases son más previsibles y hacen menos daño al rival.

Pero también hay que mencionar los aspectos positivos de Pepe Calvo. Tras el cambio obligado de Ledo, apuntó con certeza el punto débil de la SDL, su costado izquierdo. De hecho, los últimos veinte minutos Quero y Ormazábal fueron una auténtica pesadilla para Miguel, improvisado lateral izquierdo. Incluso rectificar en el descanso para poner a Iturralde por Moustaphá es una buena visión de lo que necesita el equipo, aunque fuera con 45 minutos de retraso. No me quiero olvidar de un detalle táctico. La SDL, ya contra el Izarra, ante la primera falta lateral apostó por buscar el fuera de juego del rival. Ayer hizo lo mismo. La labor, en este caso, del preparador azulón pasaba por tener prevista esta situación y buscar una solución si eso acontecía. No se vio. 

Pasemos a Agustín Abadía. Como ya apunté, en la previa, la tónica del choque iba a ser similar a la del duelo en Copa del Rey. La única salvedad fue que la SDL no se presentó una defensa tan adelantada como ya hiciera en el primer tiempo en el torneo del ko. Sin embargo, el espejo en el que se miró fue en la segunda parte de esa competición. Líneas juntas, obligando al rival a jugar con balones largos de sus centrales, desesperando a sus hombres del centro del campo, no dejando un resquicio a los delanteros rivales... En este sentido, la propuesta fue de diez. La ausencia de un hombre como Pitu se podía acusar, pero Candelas, infatigable y solidario en el trabajo, y Miguel se multiplicaron para tapar los huecos. Además, Olavarrieta ayudó siempre, presionando, incomodando, robando... Del Puente y Toledo no temían en abandonar las bandas para ayudar en el centro para tapar la circulación de la UDL. Perfecto. Incluso resultó un acierto la inclusión en el once de un hombre en un espectacular momento de forma y de confianza, como Ledo, en vez de Metola, que esta semana había arrastrado molestias musculares. 

El único pero que hay que ponerle al técnico de Binéfar vino con la lesión de Ledo. Insisto, su intención fue acertar y había que tomar una decisión rápida. Miguel, sólido en la media, pasó al lateral izquierdo dejando un centro del campo con Candelas y Fran Sota. Problemas en ambas parcelas. El capitán blanquirrojo acusó el cambio de demarcación. Quero parecía imposible de parar y el riojano no podía evitar que la UDL llegara con asiduidad por su costado. De hecho, el empate vino por este lugar. A posteriori, una opción podía haber sido pasar a Del Puente al lateral derecho y que Gerardo hubiera estado en el carril izquierdo. El calagurritano ha desempeñado esa labor de forma aseada, mientras que Gerardo cumple donde lo pongas. No se sabe qué hubiera pasado. De todas formas, Abadía tenía que mover sus piezas. Pensó que era la mejor opción, aunque por el desarrollo de los últimos minutos se comprobó que no fue la mejor decisión. 

¿El partido? Mi titular sería, 'Ledo, decisivo'. Porque marcó el gol de su equipo, porque evitó el empate sacando un balón en la línea y porque su lesión fue el punto de inflexión para que la UDL encontrara un resquicio por el que llegar a Gonzalo. El central riojano está de dulce. Con confianza, serio, sobrio, sin estridencias, cumplidor, consciente de sus limitaciones... es una muestra del espíritu de esta SDL. Con decisión y valentía recorrió los cien metros del campo para pasar de defender un córner a marcar un gol en unos segundos. Sergio Rodríguez dudó en despejar a la primera, optó por poner el cuerpo y tratar de controlar... Del Puente le robó la cartera y se echó a la carrera. El centrocampista de la UDL pudo, y debió, hacerle falta pare frenar la contra. No lo hizo y el extremo se escapó en velocidad, asistió al carril centro para que Ledo, al pimer toque y ante la salida de Castilla, marcara. Gol de raza y de ejemplo de lo que es la SDL. Velocidad, transiciones rápidas, centro y remate. De libro.

El tanto local dio más convicción a los blanquirrojos de que el partido estaba como ellos querían. Se les veía cómodos. La UDL jugaba con lentitud, sin profundidad, las circulaciones no eran veloces, apenas aprovechaban las bandas (es incomprensible que Iñaki y Víctor tengan tan poca participación en el ataque azul), salvo dos centros de Iñaki y dos remates de Quero (uno se fue arriba y otro se marchó a córner tras impactar en Moya). Alejandro y Juanjo parecía que no jugaban porque no entraban en juego. Gil y Raúl Torres bastante tenían que para las embestidas de Jorge Herreros y de Olavarrieta como para encima tener que ser los 'creadores' del equipo con balones directos que facilitaban la labor de la defensa local. La UDL estaba tocada, mientras que la SDL salía con velocidad y criterio a la contra. La única oportunidad visitante vino en un envío largo a Quero, Gonzalo salía tarde y el asturiano superaba al portero... pero Ledo llegaba a tiempo para despejar sobre la línea.

Tras el descanso, la tónica fue muy similar. La UDL, eso sí, parecía que estaba más dispuesta a atacar. La pelota era de su dominio, pero las ocasiones favorecían a los de Abadía. Candelas, con una buena volea, probaba a Castilla y Jorge Herreros tuvo la sentencia en una contra. Ahí pudo estar el partido, pero el delantero no está, últimamente atinado cara a portería. Cuestión de rachas. Lo hizo todo bien, menos el tiro final, a romper, al medio, justo al cuerpo del portero visitante. Los azulones comprobaron que el choque se les escapaba. Necesitaban algo de confianza para batir a Gonzalo. Trataron de meter miedo en el cuerpo a los locales con varios saques de esquina y alguna que otra falta, pero sin mayor consecuencia. Pero un mal endémico de la SDL, las lesiones, le volvieron a pasar factura. 

Con Omar en el banquillo, tuvo que ser sustituido en los primeros minutos, Ledo también tenía que retirarse (Candelas, por un golpe, cojeaba, aunque aguantó, mientras que Moya también parecía sufrir problemas musculares). Fue el momento aprovechado por la UDL para reaccionar. Quero se multiplicó por su perfil diestro, donde superó a un Miguel, que bastante hacía. Iturralde inició la jugada del empate, con una apertura a la banda, y la culminó con un remate de cabeza, en el primer palo, que sorprendió a Gonzalo. Empate a uno. La sensación era que estaba más cerca el 1-2 que el 2-1. Pero las interrupciones jugaron en favor de los locales. El choque se trabó en exceso. Los visitantes querían, pero no llegaban, mientras que la SDL parecía que daba por bueno el empate, aunque no renunciaba a salir en alguna contra. Que el derbi acabar con las expulsiones de Alejandro, por doble amarilla, y de Pepe Calvo fue el final de un derbi riojano que sirvió para despedir el fútbol en Las Gaunas en 2012.

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