viernes, 21 de diciembre de 2012

Tres jugosos puntos

"El fútbol se ve con el corazón antes que con los ojos". Jorge Valdano lo adelantó en mayo de este año en la inauguración del VII Seminario de la Fundéu BBVA y la Fundación San Millán de la Cogolla. Jugador, entrenador, director deportivo... persona... gustará o no, pero este argentino de palabras retóricas y buen gusto por la oratoria acostumbra a encandilar. Es un arte. Sin quererlo, atisbó, hace unos meses, la sensación de los que asistan a Las Gaunas (sábado 22 de diciembre, 20.30 horas) al derbi entre Sociedad Deportiva Logroñés y Unión Deportiva Logroñés. Por suerte o por desgracia ha querido que sea justo un día después del anunciado fin del mundo (eso daría para un gran debate). Unos privilegiados, los que entren al campo, podrán verlo en directo. Lo más seguro es que el corazón guíe a los aficionados, que cada uno encuentre cosas que no hallaría si su equipo fuera el contrario. Por eso, contradiciendo a Valdano y apostando por la neutralidad haré algo que siempre me ha caracterizado, la imparcialidad. Una cuestión que gustará o no, pero que es la vía elegida. No soy aficionado. No tengo unos colores. Ninguno de los dos clubes me deben nada, ni yo a ellos. Mi vocación de periodista, cada vez lo ponen más difícil para que siga siendo una realidad, y mis conocimientos (o desconocimientos) futbolísticos me llevan a escribir de esta manera porque sí, porque me gusta. Al menos aquí no me pueden coartar. De momento. 


En Copa del Rey la victoria fue para la SDL, que también ejerció de local. LA RIOJA
Hablar de situaciones ideales no lleva a ninguna parte. Lo que interesa es la realidad. ¿Cuál es? Que dos equipos de Logroño, que militan en Segunda división B, miden sus fuerzas. Ambos tienen un objetivo para el final de temporada y ambos, como es lógico, buscan la victoria. No hay que olvidar que son tres puntos, que no es una eliminatoria a vida o muerte en la que el ganador sale a hombros y el perdedor desaparece del mapa. No. Cierto que el aspecto moral afecta y que el vencedor podrá sacar pecho durante unos días, vivirá unas Navidades más tranquilas con su parroquia... y poco más porque en dos semanas la competición regresa para disputar la última jornada de la primera vuelta. ¡Media liga todavía! Por lo tanto, mencionar o cuestionar que este choque es vital es animar al sensacionalismo, a la tensión y al nerviosismo. Tan importante es este duelo para la SDL como lo fue el de hace unos días contra el Izarra y tan importante es para la UDL como lo fue el celebrado en Tafalla ante la Peña Sport. Eso no quita para que haya una sensación, entre los aficionados y entre los propios jugadores, de que no es un partido más, que siempre hay algo en juego: demostrar quién es mejor, qué camino es el correcto, qué proyecto ofrece más consistencia. Pero hablo de sensaciones, no de lo que es en verdad. Aunque no se quiera, es inevitable, que unos quieran dar en el morro a sus vecinos. Ley de vida. Tres puntos. Ni más ni menos. ¿Jugosos? Evidentemente, y mucho. Pero sólo eso. Extraer conclusiones, por la victoria o la derrota, de otras cuestiones sólo lleva a debates poco sólidos, reaccionarios y con pocos argumentos si se fundamentan por la conquista o no de los puntos.

La UDL es 7º con 25 puntos, a 4 de los puestos de la fase de ascenso. Ese es su motor. Acercarse, una jornada más, a la zona de 'play off'. Le tiene que dar igual el contrincante. Su racha, cuatro jornadas sin perder, debe animarle para lograrlo. El problema puede residir en qué versión blanquirroja va a ver la grada: ¿la entrega ante el Eibar cuando el equipo se quedó en inferioridad? ¿El del primer tiempo ante Osasuna B? ¿Acaso el de la segunda mitad contra el filial navarro? ¿la solidez defensiva y oportunismo frente a la Peña Sport? Pepe Calvo sabe que la regulóaridad conduce al éxito. O al menos puede llevar a él. Y en eso se encuentra el técnico leonés. Asume que una de las claves para estar lo más arriba posible en la tabla pasa por la sobriedad en su área. Por el momento, salvo lunares puntuales poco se le puede pedir a este respecto, ya que es de los menos goleados del grupo. Que sea uno de sus puntos fuertes le puede pesar para no ser más valientes. Porque si el conjunto riojano tiene una laguna, un aspecto que debe mejorar, es el ataque.

Los partidos se ganan marcando un gol más que el rival. De perogrullo. Pero no hay que olvidarlo. Y lo que ofrece la UDL es que, a veces, parece rondarle cierto conformismo. Ojo, es lo que transmite el bloque. Eso no quiere decir que los jugadores no quieran atacar, estén reservones en esas tareas o que se les prohiba determinadas formas de actuar en el campo. Es evidente que Sergio Rodríguez es básico para entender el ataque. El riojano puede imprimir velocidad al juego, puede asistir en los últimos metros, puede abrir hacia los extremos, es una opción de llegada en segunda línea... Su participación es nuclear. Si se alía con las bandas, Quero, Barrón o Iñaki su equipo lo agradece. Si combina con el delantero: Mario Barco, Juanjo o Alejandro las prestaciones del equipo aumentan. Si Rubén García, por detrás, le ayuda en la elaboración la UDL lo agradece porque le favorece a no desgastarse en defensa mientras la pelota siga estando en sus pies. Otra cosa es que a los blanquirrojos (que jugarán de azul) les cuesta dar profundidad. Ahí el rival también juega.


Las acciones a balón parado puede ser decisivas en el devenir del partido. LA RIOJA

La SDL es 15º con 19 puntos, uno más que el del puesto de promoción. Poco margen. Cada punto le cuesta sudor, sangre y lágrimas a los de Agustín Abadía. Por no hablar de las sanciones y lesiones que han metido a los blanquirrojos en una dinámica complicada de la que escapar. Por suerte para el técnico de Binéfar, después de varios partidos, por fin podrá dar contar con dieciséis jugadores aptos. Toda una proeza, la verdad. El triunfo ante el Izarra le ha dado mucha vida. Sumaba siete jornadas sin ganar (2 de 21 puntos posibles) y veía como sus rivales directos se le acercaban en la tabla. Después de un comienzo liguero por encima de sus posibilidades llegó un bache de resultados y de juego preocupante. Sin duda el aspecto defensivo ha llevado a Abadía por la calle de la amargura. Ser el equipo que más goles recibe (30) del grupo, junto a Osasuna B, es una losa. El problema es que además concede muchas ocasiones de gol. Se puede pensar que el mal hay que encontrarlo en la zaga, pero en el fútbol actual el primer defensor es el delantero y el primer atacante es el portero.

El entramado defensivo de la SDL no es tan sólido, tan efectivo y tan brillante como lo era en septiembre. ¿Qué ha cambiado? Tantas variaciones en el once, la inmensa mayoría obligadas por las lesiones y sanciones, han cortado la proyección de un equipo que se caracterizó, en los albores de la temporada, por presionar cómo y dónde quería. Los oponentes caían, una y otra vez, en la tela de araña que tejían los blanquirrojos. El mejor ejemplo se pudo ver en el derbi disputado en la Copa del Rey. Defensa adelantada, presión constante en la medular... y los jugadores de la UDL aturdidos, sin ideas, preguntándose cómo atacar. Recuperar esa vitalidad, esa fe ciega en estar convencidos en lo que hacen tiene que ser el primer paso para que la SDL no conceda tantas oportunidades. ¿Qué decir del ataque? Si el equipo tiene la pelota, juega en posicional y el rival le espera, el cuadro de Abadía pierde opciones en tareas ofensivas. Los blanquirrojos están más cómodos si roban e imprimen velocidad y verticalidad al juego. Montar transiciones rápidas es una de sus especialidades, sólo hay que ojear los dos últimos goles frente al Izarra: pocos toques, llegada por banda, centro y remate.

Probablemente, la tónica del derbi sea similar a lo que ambos conjuntos ofrecieron en la eliminatoria de Copa del Rey: la UDL con el balón y la SDL esperando su momento. Los de Pepe Calvo circulando con lentitud y siendo superado en intensidad por su rival (sobre todo a balón parado), mientras que los de Agustín Abadía estaban muy sueltos, eran solidarios en el esfuerzo y fueron efectivos en ataque. Las acciones de estrategia pueden ser, como lo vienen siendo hasta la fecha, fundamentales. La SDL ha sufrido en estas jugadas defensivamente, mientras que la UDL viene de ganar gracias a una de ellas en ataque. Activación, convicción, concentración y asumir funciones son aspectos capitales para sacar el máximo rendimiento. ¿Resultado? Que gane el que lo merezca, el que sepa aprovechar sus ocasiones, el que menos errores cometa... en definitiva, que gane el mejor. Eso sí, el domingo trataré de contar el derbi pero sin hacer caso a Jorge Valdano, es decir, que veré el fútbol con los ojos y no con el corazón.

P.D.: Ambos equipos afrontan el partido con bajas importantes. La UDL echará de menos a Mario Barco, más allá de por sus goles, que también, por la movilidad, por el trabajo y por ser un incordio para los defensores. Será la oportunidad para Alejandro o Juanjo. Apuesto por el asturiano que puede ser más escurridizo y rápido que los zagueros de la SDL. Asimismo, Jano, en el centro de la defensa, es un pilar básico para Pepe Calvo. Su jerarquía, orden y mando se notan en el campo. Por la SDL, aunque ya va siendo una tónica, la ausencia de Pitu se acusa en exceso. Un jugador de sus características hace mejor al equipo, algo que se nota cuando no está presente. Abadía puede sorprender, en este sentido, variando su dibujo (siempre tiene alternativas) o encomendando ese equilibrio defensa-ataque a otro futbolista. 

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