lunes, 3 de diciembre de 2012

Bastante que mejorar

Los equipos riojanos de Segunda B están a la cabeza, pero no de cosas positivas. La Unión Deportiva Logroñés es el que menos goles mete del grupo (11), mientras que la Sociedad Deportiva Logroñés continúa, una jornada más, como el que más recibe (27) empatado con el colista Osasuna B. Evidentemente, dos aspectos que deben mejorar si quieren lograr sus respectivos objetivos. Por el momento, los de Pepe Calvo están a 6 puntos del cuarto clasificado (el problema es que el tercero queda ya a 10 puntos), lejos de sus pretensiones. ¿Motivos? El principal, lo dice la estadística, es la falta de gol. Luego hay otras cosas, pero sin goles es difícil sumar de tres en tres, que es lo que provoca que un club esté arriba o se quede en mitad de la tabla. ¿Otra temporada larga? Aún hay tiempo para cambiar la dinámica, eso sí, con poco margen de error, sobre todo, en Las Gaunas. Por su parte, los de Agustín Abadía parecen estar en barrena después de tres derrotas seguidas y seis partidos sin ganar. Por suerte, aún quedan fuera de peligro, pero sólo con un punto de ventaja respecto al descenso y la fase de promoción. Toca apechugar. ¿Causas? No es una excusa, pero la gran cantidad de bajas por lesión y sanción se acusan. Sin embargo, metiéndonos en aspectos deportivos (obviando la última derrota en casa ante el Tudelano), en lo que debe mejorar es en la solidez defensiva, es decir, no encajar tantos goles. Si frena la sangría el equipo ganará confianza y podrá asentarse. 

La UDL viajó el sábado a Zubieta en busca de encontrar su mejor versión y recuperar la autoestima como visitante después de dos derrotas a domicilio con idéntico patrón: gol de los blanquirrojos y remontada local. El empate final deja la sensación de oportunidad perdida. Los guipuzcoanos llevaban cuatro jornadas sin ganar y querían sumar para no perder el ritmo de los mejores. Como consecuencia fue un partido en el que hubo excesivo respeto por ambos bandos. Los riojanos (curioso que hubiera más jugadores nacidos en La Rioja en el filial) tuvieron su oportunidad nada más comenzar el partido. Sergio Rodríguez, que siempre llega al remate, pudo marcar, pero Royo tiró de reflejos para evitar el 0-1. Los guipuzcoanos también mostraron sus armas: velocidad y desborde por las alas, curiosamente gracias a dos riojanos: Hervías y Barcina. Castilla tuvo poco trabajo, lo cual es una buena señal del orden y las pocas ocasiones que concede la UDL. Pero se echó de menos mayor presencia ofensiva, más continuidad en ataque, más insistencia en romper por banda, en jugar con algo más de velocidad con el balón... en definitiva algo más de ambición. Es una sensación, que no quiere decir que la UDL no busque la victoria, pero la imagen que deja es que podía hacer más. Es una apreciación personal.

Ahora, la UDL se mide a Osasuna B y Peña Sport antes del derbi riojano. Dos partidos en los que los de Pepe Calvo están casi obligados a hacer pleno. De lo contrario, el último duelo del año puede ser de mucha urgencia, no por el rival, sino porque los puestos de 'play off' quedarán más lejos de lo esperado. Dos oportunidades para que los blanquirrojos demuestren sus argumentos para estar lo más arriba posible: el orden defensivo parece casi asegurado, ya que ha sido una tónica esta campaña, las dudas vienen en ataque, ya que depende quizá demasiado de su eficacia. Cuando ésta no aparece tienen problemas. Luego está también la capacidad que pueda ofrecer este grupo cuando se pone por delante en el marcador, ya que se ha demostrado que en ocasiones ha sido contraproducente. Un aspecto que sí o sí tiene que mejorar.

La SDL, por su parte, no atraviesa por su mejor momento deportivo. Ayer, Abadía contó con quince jugadores disponibles (catorce si no se cuenta a Pitu). Una vez más jugar de central en el este equipo se convierte en un desafío. Yécora, Salazar, Metola, Moya eran los cuatro centrales del equipo. Ayer se sumaron Ledo y Gerardo y ambos no podrán estar en Tafalla por sanción (uno por acumulación y otro al ver la roja). Es como si el centro de la zaga de los riojanos estuviera gafada. La verdad sea dicha que la suerte le es esquiva. Pese a ello, plantó cara a un Tudelano con muchas dudas a domicilio (llevaba cuatro derrotas seguidas) y que estuvo timorato en el arranque. Un alivio, la verdad, para los locales. El técnico de Binéfar tuvo que inventarse una defensa con Del Puente y Omar como laterales, mientras que Ledo y Gerardo ejercían de centrales. Al riojabajeño se le vio incómodo en esa posición, sobre todo cuando le encaraba. Fue de menos a más y tuvo más presencia en la segunda parte. Gerardo, perfecto al corte y en las ayudas, demostró que la edad no es un problema para competir, lo que prima es sentir este deporte. El doble pivote Miguel y Esaúl podía generar dudas defensivas. Que el primero corriera y cubriera campo no era un problema, la clave estaba en el rendimiento del segundo. Esaúl juega más cómodo cuando el equipo tiene la pelota, ahí se crece. Pero cuando hay que retroceder le cuesta. Tuvo que sacrificarse más de lo habitual y ayudó a sus compañeros. Para las labores de ataque y como fuerte línea de presión quedaban Olavarrieta (al cuarto de hora cambió su posición con Tamayo) y Toledo, por los costados, Tamayo se incrustaba en la media punta y Jorge Herreros quedaba como hombre más adelantado.

De inicio, la SDL quería llegar lo más rápido posible a la meta rival. Su juego era vertical, con transiciones rápidas. No dudaba en ello. La zaga blanquirroja lo agradecía porque así daba tiempo a ganar confianza. Por su parte, el Tudelano quería la pelota, trataba de jugar, dentro de lo que deja el terreno de juego, de elaborar sus acciones y de culminar sus jugadas por las bandas. Tras unos minutos, la SDL, más asentada, quiso llevar el mando del encuentro. Pero hubo un dominio alterno con pocas oportunidades. Una falta lanzada por David Pérez metió el miedo en el cuerpo a Pisón, volvía al once después de diez jornadas, ya que la pelota se fue al larguero. El portero no pidió el balón, Esaúl con un rival detrás más que despejar cubrió el balón y el esférico se envenenó y a punto estuvo de colarse en la meta riojana. Pasado el susto, los navarros vieron que podían ganar, con respeto, pero sí que merodeaban campo contrario. 

Toledo exigió a Asín una buena parada para evitar el tanto local. Su tiro cruzado, tras una buena triangulación, se topó con una gran estirada del guardameta navarro. El Tudelano también tuvo su oportunidad. Fue Alejandro Sánchez el que pudo marcar, pero primero Pisón, demostrando reflejos, y luego Ledo, neutralizando un franco remate, evitaron el gol visitante. El descanso podía venir bien a ambos conjuntos. Pocas ocasiones, dominio alterno y equilibrio en el campo. La SDL quería un poquito más y el Tudelano parecía no sufrir mucho. La segunda parte comenzó con similar dinámica, si acaso con un cuadro local más insistente para que Jorge Herreros, Olavarrieta y Tamayo, desde la derecha, tuvieran más protagonismo, aunque sin concretarlo. Llegaba la hora de partido y a partir de aquí se empezó a torcer el asunto para la SDL. Primero Olavarrieta era agarrado dentro del área sin que hubiera sanción. Pese a ello, los blanquirrojos se recompusieron en el 68' Toledo, esta vez sí, superó a Asín en un tiro similar al del primer tiempo. El duelo, tal y como estaba, parecía encaminado a que el que marcara se podía llevar los tres puntos.

Sin embargo, los de José María Lumbreras reaccionaron al instante. Esparza, tras encontrarse un balón 'muerto' tras un saque de esquina empataba el partido. Seis minutos después llegó la polémica expulsión de Gerardo por mano. Roja directa. El árbitro consideró que la mano, de existir, era voluntaria y evitaba una ocasión manifiesta de gol, aunque previamente hay un detalle interesante, el delantero navarro empuja al blanquirrojo. Pitu, por protestar, desde la banda donde se supone que estaba calentando, y el médico del club fueron también expulsados. Con uno menos, Abadía mandó a Miguel como central, pocas más opciones había. Tocaba sufrir y el empate se podía dar como bueno. Sin embargo, Omar se durmió con la pelota en la banda, se la robaron, hicieron un pase atrás para un tiro cruzado de Esparza. La mala fortuna provocó que Jordi Martí, en la trayectoria de la pelota, tocara lo justo para despistara a Pisón. 1-2 y mazazo para los riojanos, que no habían merecido la derrota. Ni siquiera hubo una ocasión para empatar. Lo peor de todo, además de la dinámica negativa en la que ha entrado el equipo, es saber que para enfrentarse a la Peña Sport ni Ledo ni Gerardo ni Pitu (los dos últimos habrá que ver cuántos partidos ya que ambos no obedecieron las órdenes de abandonar el campo y se quedaron en el túnel cuando no podían estar allí) no podrán jugar. Hay que añadir a Javi Torres, al que ayer le rompieron la nariz de un codazo. La acción no fue sancionada como falta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario