Adiós a la Copa Federación

La Copa Federación a nivel nacional ha pasado rápido, una eliminatoria, para los dos equipos riojanos que han participado en ella: la UD Logroñés tenía derecho tras caer en la primera ronda de la Copa del Rey y el Náxara, campeón regional de este torneo. ¿Sensaciones? Contrarias y hasta cierto punto lógicas. La UDL, dado su rendimiento en liga, veía este torneo de mala gana. ¿Podía haber renunciado? Amorebieta y At. Baleares, que también perdieron en la ronda inicial de la Copa del Rey, no se inscribieron. Desplazamiento, partidos entre semana, plantilla corta, mentalidad liguera (por debajo de lo esperado)... varios condicionantes en contra para que los blanquirrojos se volcaran. Por su parte, el Náxara se ilusionó con esta competición. Sabía el esfuerzo que iba a suponer estar en ella: desplazamiento, partidos entre semana, plantilla corta, mentalidad liguera (por debajo de lo esperado)... factores que desmotivarían a los blanquiazules. Sin embargo, le han dado la vuelta a la tortilla: jugar ante un rival de superior categoría motiva, demostrarse que es un bloque competitivo, premiar a la afición por su apoyo...

Cierto que el resultado ha sido idéntico para ambos clubes, derrotas en los dos enfrentamientos y en los cuatro partidos. La UDL, que tenía que remontar un 3-1, sorprendentemente hizo los deberes el miércoles para adelantarse en el marcador, meter miedo al Sant Andreu y pensar en la gesta gracias al tempranero gol de Quero. Pero esa ilusión duró poco. Tras un prometedor comienzo, con cosas interesantes en ataque, las posibles esperanzas desaparecieron, de raíz, con el tanto de Xavi Jiménez a los 25'. El esfuerzo que había que realizar para pasar de ronda era demasiado teniendo en la cabeza el duelo del domingo ante Osasuna B. Así que desde la igualada, los contados y valientes aficionados que acudieron a Las Gaunas ya se podían imaginar lo que iba a suceder, que los suyos iban a ir de más a menos. El Sant Andreu, consciente de esa situación, espero su momento, dejó hacer a los logroñeses, que lo intentaron, y aprovechó para llevarse el partido gracias al gol de Quim Araujo al poco de comenzar el segundo tiempo. Los de Pepe Calvo quisieron maquillar el resultado, buscaron el empate, pero sin fortuna. Al menos, tres juveniles, Rojas, Zubiri y Arza (los dos primeros jugaron los 90') tuvieron su protagonismo.

El Náxara, consciente de sus limitaciones ante un rival de superior entidad, fue inteligente. Tiró de prudencia, se agarró a la Copa Federación durante la primera parte, se esforzó en mantener viva la eliminatoria, en evitar que el filial aragonés sentenciara. Arropado por su afición, los blanquiazules vivieron el jueves una gran tarde de fútbol. Más allá de lo que se podía ver sobre el campo, el ambiente en La Salera demostraba que disputar esta competición mereció la pena. Los de Nacho Ruiz juntaron sus líneas, dejaron hacer al Zaragoza B y esperaron su oportunidad al contragolpe. Un planteamiento similar al que realizaron en la ida. Los maños, con paciencia y con calidad, tuvireron sus ocasiones para romper la eliminatoria, pero Andrés respondió con buenas intervenciones. El público local empujaba y animaba. Los locales salieron con otra mentalidad en la segunda parte. Lógico. Ahora había más ambición ofensiva y, por momentos, los visitantes no controlaban. Esa dinámica se podía volver en contra del Náxara porque arriesgaba. Orodea, aprovechando que Javi Martínez se encuentra lesionado, está recuperando su mejor juego y ayer reivindicó su calidad. Un remate al poste animaba a los suyos, que en los últimos minutos se volcaron en aras de igualar la eliminatoria dejando tres defensas. Otra vez el delantero se construyó una jugada personal para meter el miedo a sus rivales. Incluso el joven ariete gozó de otra oportunidad más tras una buena acción por banda. Estaba de que no. Todo lo contrario que el los maños, que en el 90' ganaron en tranquilidad tras el gol de Moha. Los espacios, el Náxara estaba con uno menos por expulsión de Carlos, a la espalda local eran mayores y el filial los vio. 

En definitiva, que hay maneras de vivir una competición menor. Estorbará o no, pero hay que saber qué hacer con ella, por qué disputarla, cómo darle la vuelta a los aspectos negativos que puede derivar y convertirla en un aliciente. El aficionado, no hay que olvidar que es un activo, toma nota de las cosas y recompensa o no lo que la entidad hace por él. Esto último lo digo por la UDL, que perdió una oportunidad para ganarse la simpatía, no ya de sus abonados, sino de otros amantes del fútbol. Ya que el horario, el día no invita a que la gente acuda a Las Gaunas, seguro que hay iniciativas más interesantes que obligar a los socios a pagar 5 euros y al resto 10 para ver un partido, como se comprobó después, que no interesaba en nada a los blanquirrojos. Bueno algo sí, el aspecto pecuniario. Ya que van a venir pocos, por lo menos que pasen por caja y algo nos llevaremos. Es decir, pensando en lo suyo. Mal negocio. Aunque eso sí, está en su derecho. ¿Alguien sabe cuánto espectadores había en La Salera? Unos 700. Pues eso. Casi como en Las Gaunas, 180 siendo generosos.