lunes, 5 de octubre de 2015

Triunfo para creer

Es salir de los puestos de 'play off' y apretar los dientes. Dos meses seguidos sin primas se notan. Motivados o no por ese aliciente, el caso es que el UD Logroñés hizo trizas su pasado -una cuestión anecdótica- con una victoria contundente en el marcador, más que en el juego, sobre el Celta B, un rival al que nunca se le había ganado. El 0-3 vivido en Barreiro demuestra que los pupilos de Carlos Pouso saben sufrir si el contrincante te domina, tienen gol pese a que una semana antes parecía que habían gastado la pólvora pese a las ocasiones, tiran de las acciones de estrategia -Borja en plan primoroso- y aprovechan el contragolpe para 'matar' los partidos. Un bloque blanquirrojo compacto, sólido, que, por momentos, se echó atrás o le echó el rival,y que empieza a consolidar un once, al menos una defensa y un centro del campo. 

Si Miguel es indiscutible, la zaga también va a empezar a tener nombres propios. Julio Rico y Paredes se han apropiado de los laterales, mientras que Borja y Adrián León son fijos en el centro. De esta forma, el gran perjudicado es Santelices, el cual la temporada pasada tampoco entró en los planes de Pouso con continuidad hasta bien entrado el curso. Mientras que en la medular, dos salidas seguidas e idéntico trío: Jacobo, Chevi y Muneta. El mismo de la campaña anterior. En los extremos, Titi, si está en condiciones, es de la salida, pero en el otro costado Íker Alegre ha encontrado en Pere Milla un competidor, aunque el ilerdense puede adaptarse a otras demarcaciones. Como ariete actuó Carlos Fernández, una posición con alternativas. El resto, a esperar. Edu Payá ha venido para ser el '2', pero entre que apareció en escena más tarde que el resto y que ahora sufre una lesión deberá esperar su momento, si es que llega. Miguel Santos parece el comodín del equipo, lateral, extremo... Reguilón es la segunda opción para el lateral izquierdo, le falta medrar en el aspecto defensivo. Birane Ba es un recambio, hasta la fecha, en las tareas defensivas del centro del campo. Álvaro Fernández confía en ir ganándose la confianza del entrenador para encontrar acomodo y un rol dentro del equipo. Joel Valencia debe espabilar para ganar minutos y evidenciar que sigue con chispa y que tiene cosas que aportar al grupo. Mientras que Jordan está ahí, al acecho. La temporada es larga, pero los papeles, en octubre, ya están repartidos, otra cosa es que cada uno pueda engrandecer o empequeñecer su participación.

El caso es que la necesidad apretaba el sábado en tierra viguesas. Dos empates consecutivos habían desplazado a los riojanos hasta la quinta posición y para estar con los mejores sumar de uno en uno no es bueno. Había que dar un golpe encima de la mesa. Y la UDL lo asestó. Sufrió durante los primeros minutos ante un Celta B que quiso la pelota, que fue arrinconando a su oponente. Los visitantes, pese a estar dominados, fueron revirtiendo la situación porque el Celta B no terminaba de buscar a Miguel, Los blanquirrojos supieron rehacerse, fueron cogiendo aire, dando continuidad a sus acciones, pisando campo ajeno y creciendo en lo deportivo. Ya había equilibrio. Ahí fue cuando el UD Logroñés evidenció ser un equipo con recursos. 

Primero tiró de la estrategia. Muneta servía una bola de lujo y Borja se hacía grande en el área. Un gol de esos que se llaman psicológicos por llegar en la recta final del primer tiempo. Sin embargo, pese a la tranquilidad que daba el ir por delante y el supuesto mazazo para los locales, el conjunto celeste salió con actitud positiva, tanta que volvió a maniatar a su rival. Otra vez a sufrir, a atarse los machos y a esperar la oportunidad a la contra. Sin continuidad en los pases, la pelota sólo tenía un dueño y a la UDL le costaba incluso montar las transiciones ofensivas. Parecía cuestión de tiempo que el Celta B tuviera el empate cerca. Por fortuna, el cuadro local avisaba pero no acaba de dar en la diana, lo que permitía a los riojanos seguir vivos. 

Con esa inercia, Muneta, sin participación, dejaba su lugar a Íker Alegre. Apuesta por la velocidad. Titi, con molestias en el muslo, era sustituido por Miguel Santos. Trabajo y constancia por el carril. Dos cambios que surtieron efecto cuando Carlos Fernández peleó por una pelota, se la llevó y encaró al portero local para batirlo. 0-2 y partido casi sentenciado. Y sin tiempo para que el Celta B asimilara el tanto encajado Íker Alegre, en su partido 300 en la categoría, se fabricó el 0-3 al minuto. Los 3 puntos no se escapaban. Del sufrimiento, minutos antes, a la tranquilidad que daba saberse ganador. Hasta el final, los locales quisieron maquillar el marcador, pero incluso la UDL pudo ampliar la cuenta con espacios a la espalda de la zaga viguesa.

Un resultado, como insisto, más contundente en el marcador que en el juego, que es un reflejo de la versatilidad que muestra un UD Logroñés capacitado para dominar y ganar, para ser dominado, sufrir, competir y sacar adelante el duelo... en definitiva, está hecho para estar con los mejores. Por el momento, es segundo, regresa a puestos de fase de ascenso, y entra en una semana en la que será importante regular los esfuerzos porque disputará 3 encuentros en 8 días: sábado (Peña Sport), miércoles (UCAM Murcia en Copa del Rey) y domingo (Izarra).

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