lunes, 3 de febrero de 2014

Oportuna victoria

La Sociedad Deportiva Logroñés recuperó la sonrisa después de doblegar a un Zamora colapsado ante el buen hacer en tareas defensivas de los blanquirrojos. Un triunfo necesario y oportuno. Los de Agustín Abadía ponen fin a su racha negativa de resultados, siete jornadas sin ganar, y dejan, al menos esta semana, el marrón de estar en promoción a otro club. Eso no quita para que este equipo, que ayer estrenaba directiva (bueno, mejor dicho, nuevo ciclo, ya que está compuesto por casi los mismos hombres),  mantenga la alerta porque el peligro del descenso sigue latente. El Tropezón, de hecho, está en puestos de descenso con 3 puntos menos que los riojanos, mientras que el Coruxo, con 2 menos, ocupa el lugar de la promoción.

Saltó el cuadro riojano a Las Gaunas con varias novedades. Loza (siempre rindiendo a un gran nivel independientemente de la posición y el tiempo que lleve sin jugar), de lateral izquierdo, Alcántara, de extremo zurdo, Candelas, en el medio, y dos referentes: Olavarrieta (más movilidad y trabajo que Javi Torres), como delantero, y Javi Torres, ayudando en el enganche, pero con libertad en ataque. Una cosa quedaba clara, quería reforzar la seguridad en la banda izquierda, buscaba una mayor presencia en el área rival, así como un centro del campo más experimentado y consistente. La apuesta salió bien y eso que el Zamora superó, en la primera parte, la inicial línea de presión de la SDL, lo que obligaba a los locales a retroceder, juntar sus líneas y acumular gente detrás del balón. Una situación que incomodaba a un Zamora con buenas intenciones, pero sin claridad de ideas, ni precisión, en el último pase. La consecuencia era que la SDL parecía estar dominada, pero no pasaba apuros, ya que Mandaluniz apenas tenía que intervenir.

El tiempo pasaba sin que en el campo sucedieran cosas reseñables en ninguna de las dos áreas. Si acaso, el árbitro empezó a interrumpir el juego más de la cuenta, lo que impedía que hubiera ritmo en las acciones. A un intento de aproximación de los visitantes respondían los blanquirrojos: Tiro de Fran Ochoa, acción de Olavarrieta a la que un defensor se anticipaba a Alcántara; remate de cabeza de Prada que despeja Candelas, gran combinación local que comenzó en la banda derecha, pasó por el medio, llego a banda contraria y acabó en Olavarrieta que cedió para que Javi Torres tirara, desviado, desde 25 metros.

El segundo tiempo parecía ser una continuidad de lo vivido minutos antes, aunque ahora la SDL había subido su línea de presión, no quería estar tan dominado. El Zamora ya no jugaba con tanta soltura, perdía balones y la SDL se encontraba más a gusto. Sobre todo cuando un centro de Del Puente impactaba en la espalda de Ramiro y el balón se colaba en la portería. 1-0, minuto 49. Un tanto que envalentonó a los riojanos y dejó noqueados a los zamoranos. Javi Torres, en una arrancada soberbia, se plantó ante Imanol, pero cedió a Olavarrieta, que se perdió con un mal control con todo a favor para poner tierra de por medio. Por si fuera poco, Jorge Herreros, reapareció cinco meses después, tuvo también el 2-0 con un remate tras un centro medido de Del Puente, pero su cabezazo se topó con el poste. Eran minutos de arrebato, de robar y salir a la contra con espacios en los que la SDL podía romper el choque. No lo hizo.

Los de Roberto Aguirre estaban tocados, por lo que el entrenador visitante movió sus piezas dando entrada a Esparza, un puñal por banda derecha. Era la manera de cambiar la inercia. Al Zamora le costaba, aunque el marcador en contra les obligó a volver a tomar la iniciativa, a controlar la pelota y a buscar la meta de Mandaluniz. Pero los locales, perfectamente equilibrados con Miguel (Abadía tuvo palabras de elogio hacia el capitán porque considera que en estos últimos partidos ha dado un paso adelante) y Candelas en el centro del campo, y con una retaguardia sobria y segura, que no permitió ni una alegría a los contrarios, parecían decididos a conservar lo que tanto les había costado. Así fue. El Zamora lo intentó, buscó los costados para hacer daño, pero les faltaba el último pase. Por no haber, no hubo si sustos para Mandaluniz. Como mucho, un par de momentos en los que la SDL reculó en exceso y parecía que si los bercianos encontraban un hueco podían empatar. Pero si un rival no genera ocasiones es complicado que marque. Algo parecido sucedió ayer. 

El mérito hay que dárselo a una SDL que rompe su mala dinámica. Eso no quita que ya esté todo hecho. Al contrario, pese a ser undécimo con 27 puntos, hasta siete equipos (entre los que están los dos bloques riojanos) luchan por evitar un puesto de descenso (Caudal y Noja lo tienen más complicado) y otro de promoción. Es momento de mantener la calma, de seguir trabajando partido a partido para tratar de sacar el máximo en cada jornada. La próxima cita de los de Abadía es León, donde la Cultura Leonesa les recibirá con la intención de superar a un rival directo, ya que los de Luis Cembranos también tienen 27 puntos en su casillero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario