lunes, 11 de mayo de 2015

Un paso adelante

Hecho. Una jornada antes de lo previsto. Esta Unión Deportiva Logroñés llega a los exámenes de mayo sobrada (es una manera de decirlo), cumpliendo con una exigencia externa, con una ilusión realizable tras la llegada de Carlos Pouso, después de comprobar los mimbres con los que se hacía la plantilla, tras cerciorarse de que este equipo iba a ser muy competitivo en la categoría. Meses más tarde, el 10 de mayo de 2015 será una fecha para el recuerdo en la corta trayectoria del club blanquirrojo, puesto que gracias a su victoria ante el Lealtad (2-1) confirma su presencia en la fase de ascenso a Segunda. Una cita histórica. Algo que no sucede en Logroño desde la campaña 2002/03 cuando el CD Logroñés lo disputara. 

La alegría que hubo en Las Gaunas, con casi cinco mil almas entregadas, indica que había ganas de algo así, independientemente de las filias y fobias que, como siempre ocurre en esta ciudad, haya despertado este u otros proyectos. No aprendemos. Pero bueno, lo toca es disfrutar de lo logrado por la UDL. Nunca antes había estado entre los cuatro primeros en liga, pues bien esta temporada hasta lideró el grupo y al concluir la jornada 37 ya se ha clasificado para su primer 'play off'. Lo más probable es que la cuarta plaza sea el tope. Pese a ello, seguro que los blanquirrojos (66 puntos) dan el callo, quizá los menos habituales, para medirse a un Langreo que está en puestos de descenso y que, si quiere eludir el regreso a Tercera, como mínimo, debe ganar y esperar acontecimiento. Cierto que la tercera y la segunda posición quedan a 3 puntos. Pero para poder finalizar como segundos el Murcia (69 puntos), que recibe al Valladolid B, y el Racing de Ferrol (69), que visita al Lealtad, deben perder y que los riojanos doblegan al Langreo a domicilio.

Para ser tercero, siempre contando con el triunfo de los logroñeses, las cábalas son otras. Si los murcianos pierden y los gallegos suman, la UDL sería tercera por ganar el golaveraje particular con el Murcia. Si, por el contrario, el cuadro pimentonero suma y los gallegos ceden, como quiera que en el particular están empatados habría que ir al general y ahí los riojanos pierden: +25 para los ferrolanos y +13 para los blanquirrojos. Complicado que haya goleadas en ambos choques como para que los verdiblancos desciendan un puesto en la tabla.

Pero el futuro, también hay que tener en cuenta qué sucede con el tema de la huelga, es impredecible. Lo que ya no se puede cambiar es el pasado. Y este domingo, el UD Logroñés supo sacar adelante un choque que se le puso complicado cuando Lombán superó a Miguel tras realizar una buena pared con Piniella. Ni un cuarto de hora de juego y pese a que los locales habían sido los que querían proponer, el Lealtad supo encontrar el camino del gol después de haber merodeado el área rival en un par de ocasiones tras buenas acciones individuales de Matías y Lombán. Se podían intuir nervios, prisas y agobios. Pero los de Carlos Pouso, liderados por Muneta supieron darle la vuelta a las adversidades. El centrocampista parece que necesita marcar para sentirse cómodo sobre el campo, estar suelto, liberado, disfrutar sobre el terreno de juego... y hacer mejores a sus compañeros. 

El duelo estaba ahí, como insulso. Sí que la UDL quería, buscaba sobre todo llegar por los costados, pero faltaba el remate, concretar las jugadas que casi todas morían ante la seguridad y el orden de un Lealtad sobrio y sabedor de que un despiste podía suponer el empate. Así fue como Muneta se giró sobre sí mismo, Keko no le tapó como debía, avanzó, condujo la pelota unos metros, se acomodó y lanzó un latigazo que entró por la escuadra. Porrón voló pero fue le fue imposible ni siquiera acariciarla. Golazo. La grada, loca por el tanto, lo expresó como si fuera el último gol que fueran a divisar (aún faltaba el de Menudo). Un gol que dio alas a los locales, les hizo creer en que había que remontar ya. Muneta, como si fuera un 'quaterback' del fútbol americano, administró el juego. En corto, en largo, a las bandas, regate y pase, conducción para irse de uno o de dos... Abaroa, entrando en segunda línea, se escapó de Porrón que salió un poco alocado, pero la pelota muy escorada provocó que el vasco diera un pase de la muerte sin encontrar un compañero. 

El Lealtad sufría, ya no se asomaba a las inmediaciones de Miguel. Gran noticia. La UDL le daba velocidad al juego. Titi la puso rasa, Dani falló en el despeje e Íker Alegre puso el alma para poner el segundo, pero el lateral diestro reaccionó a tiempo para poner el cuerpo en medio. Los de Javi Rozada querían llegar al descanso, todo lo contrario que un bloque riojano que sabía que era el momento de asestar el golpe definitivo. No pudo ser. En la reanudación, el duelo bajó su intensidad. El calor quizá empezó a pasar factura, pero también que el marcador no era tan malo para ambos. Los anfitriones controlaban y no arriesgaban en exceso, mientras que al Lealtad el punto le servía. Sin embargo, como casi siempre, este UD Logroñés golpea sin avisar. Titi se escapó de dos defensores, levantó la cabeza -clave para entender el gol- y vio el desmarque, perfecto, de Menudo para que el sevillano, en boca de gol, diera la vuelta al marcador. Si la celebración del empate había sido grande, ahora la grada se superaba a sí misma. 

Algo más de una media hora por jugar y triunfo momentáneo. Llegaba ese momento de incertidumbre, ir a por el tercero o mantener la renta. De primeras, la dinámica no varió, con una UDL que administraba la pelota, que combinaba, que no dejaba de pisar campo asturiano, pero que también es verdad era cauto, no se volcaba. El Lealtad, probablemente, en fase de saber qué hacer y cómo tratar de acercarse hasta Miguel estuvo espeso. Las ocasiones locales no llegaban, pero el paso del tiempo favorecía a sus intereses. El que debía tratar de dar un giro era el cuadro visitante. Pouso, que ya había cambiado en el descanso al amonestado Abaroa por Jacobo Trigo, cambió los extremos, Titi e Íker Alegre por Miguel Santos y Joel Valencia. El zamorano dio más presencia física y más trabajo en su costado para ayudar a Julio Rico, este domingo ejerció de lateral, mientras que el ecuatoriano se quedaba junto a Menudo como referentes para salir a la contra y buscar el tercero. 

El Lealtad fue ganando metros o la UDL se fue refugiando en su área. No había peligro en las áreas, por lo que aparentemente no había que preocuparse. Hasta que llegó el minuto 89. Lombán cogió la pelota en banda derecha, encaró a Sergio Martínez, fundido en los últimos instantes, lo dejó atrás, pisó área y la puso templadita para que Stevens tuviera en su cabeza el empate. Jacobo Trigo le molestó lo justo para que el jugador asturiano mandara la pelota por arriba de la portería. Un susto, el único. La grada, hasta ese momento, incansable en el ánimo se cayó. Respiró aliviada. Cogió aire y redobló esfuerzos para animar a los suyos. Hubo nervios porque el Lealtad hasta creyó en las tablas. Los 3 minutos de añadido fueron sufridos, pero cuando el colegiado pitó el final, el júbilo dentro y fuera del campo se hizo patente.

Para cerrar, un par de apuntes. Carlos Pouso, después de muchas probaturas, parece encontrar su defensa. Julio Rico, ahí está su magnífico trabajo, le da galones de titular. Da igual dónde. Central, centrocampista o lateral. Siempre regular, sin fallos, muy por encima de la media, disciplinado, correcto... que se le podía exigir más para ser un lateral, central o centrocampista específico, si, pero contar con un comodín como el sevillano es un lujo para cualquier entrenador. Normal que ante las dudas generadas por Gago y algunos despistes de Miguel Santos como lateral, Julio Rico sea el '2' para la fase de ascenso. Por otro lado, con Abaroa el equipo tiene otro recurso a destacar, un juego más directo, por momento, y su posible llegada en segunda línea. Es ahí, cuando Chevi y Muneta ejercen de organizadores y están más pendientes de la segunda jugada que de buscar el área área rival. Entran más en contacto con el cuero y el equipo, sobre todo, si el vasco se siente cómodo, lo agradece. Lo cual no quita la labor, quizá más posicional de Jacobo Trigo, más por delante de la defensa. Variedad de recursos que permiten, por ejemplo, que Íker Alegre y Titi hayan encontrado su mejor versión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario