domingo, 4 de mayo de 2014

El derbi del miedo

Es normal que exista recelo de que suceda algo contrario a lo que se desea. Así se sentirán los aficionados que acudan (y los que no también) esta tarde a Las Gaunas (18.00 horas) para presenciar el choque ente Sociedad Deportiva Logroñés, ejerce de local, y Unión Deportiva Logroñés; dos equipos de la misma ciudad que pugnan por idéntico objetivo: la salvación. Porque más allá de que sea un derbi, lo cual añade más pimienta, los dos conjuntos llegan a la penúltima jornada liguera sin haber hecho los deberes

Por un lado, queda el club con más experiencia en la categoría, el 'rico', por así decirlo, el que maneja una junta directiva que se encuentra a la expectativa de lo que un señor, empresario, decide hacer con su dinero. Su llegada al mundo del fútbol causó sensación, se vio como la oportunidad para el deporte rey riojano de recuperar un sitio entre los mejores. Las ilusiones generadas fueron enormes, quizá demasiadas. Ahora, con el paso del tiempo, se ha demostrado que el dinero no lo hace todo (aunque ayuda no hay que ser tontos), el fútbol no es una empresa al uso, hay múltiples factores decisivos y, hasta el momento, la entidad no ha dado con la tecla adecuada. Es más, da la sensación de que hay lagunas. Del rendimiento deportivo del club mejor no hablar porque temporada tras temporada los socios han ido abandonando el proyecto. Ya la campaña pasada se sufrió más de lo deseado y en la actual el hartazgo de la grada, y con razón, es máximo. El mal menor, lo cual no quita que sea una temporada decepcionante, pasa por ganar al vecino, continuar en Segunda B y... reflexionar sobre qué se quiere hacer para los meses siguientes.

En el otro lado, aparece un club nuevo, surgido a la vez que el anterior pero comenzando desde abajo y en el que cada socio tiene su voto. Se le podía denominar el 'pobre'. Ha conocido lo que es ir hacia arriba, jugar en campos impracticables, recorrerse La Rioja para ir subiendo peldaños hasta coger al 'rico'. La línea ascendente de la entidad les obligó a tener los pies en el suelo, no vender humo, ser conscientes de la realidad y hacer una plantilla, para la división de bronce, en la que el protagonismo lo tomaban los jugadores de la tierra (menos dinero que pagar). La campaña pasada, pese a su irregularidad, mantuvo la categoría y en la actual, con idéntico planteamiento pero enmarcado en diferente grupo, está sufriendo. Pero es el sino de este conjunto. Ahora se encuentra en puesto de promoción, pero ganando hoy abandonaría esa plaza y llegaría a la última jornada dependiendo de su él. Sin duda un éxito. Otra cosa es su masa social, que, aunque no va en aumento, un aspecto a mirar, por lo menos no baja.

El caso es que hoy pueden decidirse muchas cosas, en lo deportivo, respecto a qué les espera en la última jornada: agonía o tranquilidad. Ambos conjuntos necesitan los 3 puntos. La derrota de la SDL le dejaría en la cuerda floja, además de estar pendiente del resultado del Caudal, en descenso y con 3 puntos menos, y con la compleja misión de ganar en Ourense el próximo domingo y agarrarse a la fase de promoción como posibilidad de seguir en la categoría. El empate le dejaría en situación similar, aunque en este caso la UDL tendría que sumar ante el Compostela por si acaso. Mientras que la victoria de la SDL invertía los papeles, con una UDL que ya no dependería de ella, si el Coruxo empate ante la Cultural. Es decir, máxima tensión.  

Y eso es algo que se debe acusar sobre el césped. Quizá la SDL puede estar más acostumbrada a jugar, por así decirlo, las finales. Le va más el cuerpo a cuerpo, el sentirse presionados, el exprimirse al máximo, el darlo todo en cada acción. A la UDL le cuesta más eso de darlo todo. Cuestión de carácter. Por eso, si Agustín Abadía consigue llevar a su terreno el duelo tendrá muchas cosas ganadas. Pero de poco servirá si, como sucedió en la primera vuelta, la UDL domina las áreas, un aspecto que les lastra y mucho a los de Raúl Llona.

Mientras que en la SDL milagrosamente no hay bajas, la UDL cuenta con los lesionados Iriarte y Garrido, además de los sancionado Nando y Miguel. Pero no es momento de pensar en los ausentes, sino en los presentes. La SDL pondrá en liza, salvo sorpresa, un once competitivo, el de las últimas jornadas, con Tamayo como delantero, mientras que la UDL sólo moverá piezas: Sergio López por Miguel y Moisés por Nando. Los dos entrenadores se conocen y tratarán de explotar esa sabiduría para hacer daño. Ahora es momento de hablar sobre el campo y de demostrar que es el todo o nada. Así hay que tomárselo. Otros planteamientos, ya vendrán en unas semanas.

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