Recuperar la ilusión

Después de una aciaga campaña, repleta de decepciones y desilusiones constantes, la Unión Deportiva Logroñés necesita pisar la tierra. Salvarse a falta de una jornada para el final invita a pensar, habida cuenta de las expectativas generadas, que ahora es preferible apostar por la humildad, ir partido a partido (de verdad y no de boquilla) y que la liga marque cuál es el sitio del equipo. Tras una época en la que las pretensiones han estado por encima de la realidad (como se pudo comprobar en la última temporada), ahora la entidad blanquirroja ha visto las orejas al lobo. Aunque sea sin querer se ha tenido que fijar en otros clubes para encontrar otro modelo de gestión más acorde a estos tiempos. El presupuesto, por de pronto, se reduce a los 817.000 euros. Eso no quita para que Raúl Llona cuente con 13 nuevos futbolistas, de momento, para la competición que arranca este fin de semana. Lo que sí parece evidente es que el perfil de las altas no es similar al de otros años. No quita para que el preparador riojano haya formado una plantilla competitiva acorde a sus gustos y a lo que se podía elegir en el mercado. No en vano, se ha riojanizado el plantel con futbolistas conocidos (algunos ya los ha dirigido) por el técnico blanquirrojo.

Aunque hay que borrar de la memoria el devenir de la UDL durante la última temporada, por si acaso conviene apuntar una par de aspectos que, sin duda, debe erradicar Llona. La falta de gol resultó alarmante, una rémora que pesó mucho en la fragilidad mental colectiva que en varios partidos presentó el cuadro riojano. Pero si se habla de falta de algo, sin duda, la ausencia de compromiso, de sacrificio por parte de algunos futbolistas en determinados encuentros llegó a desquiciar a una grada que pasó de la desesperación a la impotencia y rabia para acabar en la mofa (sólo hay que recordar el paseo de algunos aficionados con una pancarta en la que se indicaba dónde tenían que meter los goles los futbolistas). Ahora es momento de empezar casi de cero, con lo que eso conlleva. El equipo debe recuperar la ilusión de los suyos y eso nunca es fácil. Aunque las victorias y mostrar una buena actitud en el campo es un gran paso. Con todo lo dicho, el objetivo inicial de la UDL debe pasar por consolidarse en la categoría, certificar cuanto antes la permanencia y que sea la competición la que dibuje el camino que tiene que elegir. Puede parecer una meta asequible y poco ambiciosa, pero a lo mejor lo que este club necesita es dejar de querer ir tan rápido a los sitios, estabilidad fuera y dentro del campo y una perfecta comunión con la grada. 

En cuanto a la manera de jugar, Llona parece insistir en las armas que quiso instalar en los últimos 8 partidos ligueros (hay que recordar que todavía no conoce la victoria en partido oficial): velocidad, intensidad, presión, centros laterales, profundidad y verticalidad. La pretemporada, en la que ha disputado bastantes partidos, algunos de ellos con apenas 24 horas de margen, le ha servido para ir haciendo pruebas, para ajustar a los suyos, para que Zubiri, por ejemplo, se haya ganado por derecho una ficha en el primer equipo o para que Barrón e Ibai Ardanaz volvieran a ser tenidos en cuenta dentro de la plantilla. También para que los nuevos se vayan adaptando, empiecen a asimilar las rutinas y los conceptos futbolísticos que deben desarrollar esta campaña. Porque un gran inconveniente para el técnico blanquirrojo, casi una norma de la casa en esta entidad, es que cada verano hay que hacer un conjunto nuevo. 

Sólo continúan 7 jugadores: el portero Sergio López; los defensas Ormazábal y Gil; los enganches Sergio Domínguez e Ibai Ardanaz; el extremo Barrón; y el ofensivo Ubis. La portería contará con el riojano Miguel Martínez (sobre el papel buena dupla de guardamentas); la zaga se ha reforzado considerablemente con el central zurdo Garrido, con el polivalente Zubiri (la temporada pasada estaba en el juvenil de la UDL y ya debutó en Segunda B), el lateral zurdo Sergio Martínez y otro riojano, Javier Herreros, otro futbolista que se adapta a varios puestos. El centro del campo se estrena con la elástica blanquirroja. Desde la regularidad que puede aportar Nando (incluso puede ejercer de central), pasando por la ilusión y juventud de Javito o Moisés, sin descuidar las gotas de calidad que atesora Adrien Goñi, el, a priori, cerebro del equipo. Jaime Moreno y Javi Rodríguez vienen a reforzar la velocidad por los extremos, mientras que Íñigo Rodríguez se presenta, hasta la fecha, como el hombre que tiene la difícil papeleta de meter goles. Aunque Omar, 'pichichi' la temporada pasada en Tercera, también puede ser un futbolista a tener en cuenta en este apartado, además su adaptabilidad al extremo le puede favorecer para encontrar un hueco habitual en el once. La UDL todavía puede incorporar hasta a dos futbolistas más (por posiciones, un defensa y un delantero), aunque el dinero y el mercado marcarán esas posibles altas.

En lo que sí debe dar con la tecla Raúl Llona es en encontrar lo antes posible su columna vertebral, sus jugadores de confianza. Eso no significa que el resto no cuenten, al contrario, seguro que el técnico riojano demuestra capacidad para mantener a todos sus futbolistas comprometidos en la dinámica de grupo porque el bien último es el colectivo, no el individuo. Con ganas de comprobar quién es el elegido en la portería, si la regularidad de Gil se mantiene y no baja como en la recta final del campeonato, si Ormazábal deja atrás las molestias, si Garrido se erige en el líder de la zaga, si Sergio Martínez y Javi Herreros se adaptan a lo que se les pide, si Adrien Goñi se echa el equipo a la espalda en los momentos complicados, si Nando se multiplica en la medular, si Javito o Moisés evolucionan, si Ubis recupera su 'feeling', si Barron es constante en su electricidad, si los nuevos extremos Jaime Moreno y Javi Rodríguez son verdaderamente desequilibrantes, si Sergio Domínguez insiste en su mejora individual, si Ardanaz aporta cosas, si Íñigo Rodríguez es el '9' que requiere el equipo y, gusto personal, si Omar demuestra su valía en la categoría; cualidades no le faltan. El domingo ante el Celta B se podrá salir de dudas.