Hay quienes apuntan, y puede que no les falte razón, que la Tercera división, esta temporada, después de varios años al alza sufra una regresión en su competitividad general. Habrá clubes que lo puedan aprovechar. En un primer vistazo hay varios factores que invitan a pensar en ello: la SDL ha dado el salto a Segunda B, ha desaparecido el filial de la UDL y han ascendido hasta cinco equipos de Regional. Lógicamente que el mejor conjunto de la temporada pasada no compite resta galones al grupo. Que otro bloque, pese a que sus jugadores se han ido repartiendo por varios clubes, importante de la zona alta no salte al terreno de juego también merma potencial. Si a ello se le une que los que reemplazan a SDL y UDL B son dos recién ascendidos de Regional... está todo dicho.
Claro que hay que tratar de darle la vuelta. Evidente. Por ejemplo, el Haro, en aras de alcanzar el primer puesto ha invertido sus recursos en lograr esa posibilidad. El primer paso ha sido prescindir de su filial (veremos si es o no un error) y mantener el bloque, incluido su entrenador Roberto Ochoa, pese a la marcha de alguno de sus futbolistas. En similares términos, el Alfaro, espectacular campaña la efectuada hace unos meses, quiere ocupar el lugar dejado por los hombres de Abadía. Eduardo Arévalo ha tenido que encontrar refuerzos para suplir las importantes ausencias, aunque el estilo no cambiará de identidad. Asimismo, el Varea gana en amplitud de plantilla y versatilidad. Y eso que ha perdido a dos de sus hombres ofensivos más determinantes. Pero los nuevos suplirán y darán más competencia al equipo de la barriada logroñesa. De esta forma, estos son mis tres candidatos a liderar al final de la temporada el grupo riojano de Tercera. Son los bloques que veo, a falta de unos días para empezar la competición, más completos y con más calidad para afianzarse en la cabeza.
Un peldaño por debajo, se encuentra el Náxara. Y eso que se ha movido, dentro de sus posibilidades, bien en el mercado en aras de apuntalar el equipo y ser una realidad de cara a la fase de ascenso, un objetivo no escrito, aunque tampoco pasaría nada si finalmente no se mete entre los cuatro primeros. Disputar la final de la Copa Federación, después de aliarse en dos rondas con los penaltis, es un premio y como tal hay que verlo. Interesantes movimientos para aumentar la nómina de futbolistas en un bloque que en el último ejercicio sufrió, en demasía, por las lesiones.
Luego hay un grupo de clubes que, por unas cosas o por otras, deberían aspirar a colarse entre estos cuatro conjuntos. Calahorra, Oyonesa y River Ebro están por un lado, mientras que por diferentes cuestiones Vianés, Anguiano y San Marcial, su entrenador ha dicho que se ve en esa zona, también optan. Vamos por partes. El regreso de Javier Salvatierra a La Planilla parece que ha servido de acicate para que los rojillos crean que están capacitados para aspirar, es su meta, al 'play off'. Veremos cuál es su sitio. La Oyonesa que ha reducido drásticamente su presupuesto conserva la base de las últimas temporadas, aunque ha sufrido la marcha de sus dos centrales más habituales. Recuperar la regularidad puede ser fundamental para estar lo más arriba posible. Mientras que el River Ebro, como todas las temporadas, es una incógnita: siempre es un eterno aspirante que a los tres meses de competición se queda en el limbo. La llegada de Juanjo Rubio y la ayuda de Óscar Arpón en la dirección técnica son un impulso.
Por otro lado, el Vianés ha hecho un esfuerzo, con la llegada de Iñaki Santibáñez y varios refuerzos, por dar un salto cualitiativo tras lograr la mejor clasificación en la categoría. Ilusiones renovadas en Viana. El San Marcial, de nuevo con Alejandro Fernández al mando, quiere olvidar la pasada campaña y aspira, quizá es excesivo, a auparse a la zona noble. el propio entrenador indicó, durante la presentación del equipo, que está capacitado para acomodarse entre el cuarto y el sexto puesto. Mientras que el Anguiano, con Jesús Carazo al frente, afronta una temporada de regeneración de la plantilla, con mucha gente joven en sus filas combinando con la experiencia de los habituales. Es una incógnita su rendimiento, aunque, de momento, no parten en la nómina de los que apuntan a la fase de ascenso.
Aparecen ahora dos equipos, Arnedo y Agoncillo, que se encuentran en una difícil situación. En la ciudad del calzado ha entrado savia nueva en la directiva, hay una mayor promoción del club y se ha apostado por David Ochoa para conducir al equipo lo más arriba posible. La base es la gente de Arnedo, con lo que eso supone para lo bueno y para lo malo. Con la mitad de la tabla asegurada el mérito pasa por ser competitivo contra los equipos de más presupuesto. Por su parte, el Agoncillo no desea pasar apuros para lo que Israel Villarreal pretende dar continuidad a lo expuesto durante la segunda parte de la liga pasada y apuntar lo más alto que se pueda.
Berceo, Calasancio y Pradejón tienen casi la obligación de conseguir la permanencia. Cada uno a su estilo y con lo que pueden aspiran a vivir una temporada sin agobios clasificatorios. Víctor Ubis continúa en La Isla para dirigir a los verdes. Un conjunto que no engaña: trabajo, trabajo y trabajo. Incansable y con velocidad en ataque será un equipo duro de batir. El Calasancio confía en Jesús Martínez para que los colegiales se afiancen en la zona templada. Sacrificio, entrega y trabajo son sus pilares para lograrlo. Otro rival difícil de superar. El Pradejón ha apostado por Óscar Herreros para que los verdiblancos encuentren la regularidad sin perder el juego entretenido y vistoso para sus fieles aficionados. Un buen comienzo allanaría el camino para conseguir sus objetivos.
Llega el momento de los clubes que acaban de ascender de Regional y que, por lógica, deberían pelear por evitar el descenso (a poder ser dejando cuatro rivales por debajo por lo que pudiera ocurrir). El Villegas, campeón de Regional, regresa a Tercera para quedarse. La Ribera será un campo complicado de ganar. Además, los de Nacho Torres apuntan a ser un bloque duro, incansable y que aprovechará sus recursos al máximo. El Yagüe también retorna a Tercera. Los de Dani Terroba contarán con la 'Marea Amarilla' para empujar al barrio en los partidos de El Salvador (y también los de fuera). Ofrecer un fútbol vistoso está en el manual del entrenador, ahora queda llevarlo a la práctica. La Calzada, muchos años después, vuelve a Tercera con mucha ilusión y con una localidad volcada. Un campo de lujo para la categoría es un reclamo para que los de Patxi Hermoso de Mendoza vivan grandes duelos. Hay que ver cómo es la adaptación. El Rapid de Murillo, beneficiado por el ascenso de la SDL, asume su papel y centra todas sus miras en la permanencia. Intensidad y trabajo son virtudes de los pupilos de Borja Lerma. En similares términos, el Aldeano (ascendió después de la renuncia del filial de la UDL) buscará que el San Bartolomé se convierta en una pesadilla para sus rivales. Calidad en la parte de arriba, hay, veremos si Víctor Morales encuentra el equilibrio con la defensa.
Claro que hay que tratar de darle la vuelta. Evidente. Por ejemplo, el Haro, en aras de alcanzar el primer puesto ha invertido sus recursos en lograr esa posibilidad. El primer paso ha sido prescindir de su filial (veremos si es o no un error) y mantener el bloque, incluido su entrenador Roberto Ochoa, pese a la marcha de alguno de sus futbolistas. En similares términos, el Alfaro, espectacular campaña la efectuada hace unos meses, quiere ocupar el lugar dejado por los hombres de Abadía. Eduardo Arévalo ha tenido que encontrar refuerzos para suplir las importantes ausencias, aunque el estilo no cambiará de identidad. Asimismo, el Varea gana en amplitud de plantilla y versatilidad. Y eso que ha perdido a dos de sus hombres ofensivos más determinantes. Pero los nuevos suplirán y darán más competencia al equipo de la barriada logroñesa. De esta forma, estos son mis tres candidatos a liderar al final de la temporada el grupo riojano de Tercera. Son los bloques que veo, a falta de unos días para empezar la competición, más completos y con más calidad para afianzarse en la cabeza.
Un peldaño por debajo, se encuentra el Náxara. Y eso que se ha movido, dentro de sus posibilidades, bien en el mercado en aras de apuntalar el equipo y ser una realidad de cara a la fase de ascenso, un objetivo no escrito, aunque tampoco pasaría nada si finalmente no se mete entre los cuatro primeros. Disputar la final de la Copa Federación, después de aliarse en dos rondas con los penaltis, es un premio y como tal hay que verlo. Interesantes movimientos para aumentar la nómina de futbolistas en un bloque que en el último ejercicio sufrió, en demasía, por las lesiones.
Luego hay un grupo de clubes que, por unas cosas o por otras, deberían aspirar a colarse entre estos cuatro conjuntos. Calahorra, Oyonesa y River Ebro están por un lado, mientras que por diferentes cuestiones Vianés, Anguiano y San Marcial, su entrenador ha dicho que se ve en esa zona, también optan. Vamos por partes. El regreso de Javier Salvatierra a La Planilla parece que ha servido de acicate para que los rojillos crean que están capacitados para aspirar, es su meta, al 'play off'. Veremos cuál es su sitio. La Oyonesa que ha reducido drásticamente su presupuesto conserva la base de las últimas temporadas, aunque ha sufrido la marcha de sus dos centrales más habituales. Recuperar la regularidad puede ser fundamental para estar lo más arriba posible. Mientras que el River Ebro, como todas las temporadas, es una incógnita: siempre es un eterno aspirante que a los tres meses de competición se queda en el limbo. La llegada de Juanjo Rubio y la ayuda de Óscar Arpón en la dirección técnica son un impulso.
Por otro lado, el Vianés ha hecho un esfuerzo, con la llegada de Iñaki Santibáñez y varios refuerzos, por dar un salto cualitiativo tras lograr la mejor clasificación en la categoría. Ilusiones renovadas en Viana. El San Marcial, de nuevo con Alejandro Fernández al mando, quiere olvidar la pasada campaña y aspira, quizá es excesivo, a auparse a la zona noble. el propio entrenador indicó, durante la presentación del equipo, que está capacitado para acomodarse entre el cuarto y el sexto puesto. Mientras que el Anguiano, con Jesús Carazo al frente, afronta una temporada de regeneración de la plantilla, con mucha gente joven en sus filas combinando con la experiencia de los habituales. Es una incógnita su rendimiento, aunque, de momento, no parten en la nómina de los que apuntan a la fase de ascenso.
Aparecen ahora dos equipos, Arnedo y Agoncillo, que se encuentran en una difícil situación. En la ciudad del calzado ha entrado savia nueva en la directiva, hay una mayor promoción del club y se ha apostado por David Ochoa para conducir al equipo lo más arriba posible. La base es la gente de Arnedo, con lo que eso supone para lo bueno y para lo malo. Con la mitad de la tabla asegurada el mérito pasa por ser competitivo contra los equipos de más presupuesto. Por su parte, el Agoncillo no desea pasar apuros para lo que Israel Villarreal pretende dar continuidad a lo expuesto durante la segunda parte de la liga pasada y apuntar lo más alto que se pueda.
Berceo, Calasancio y Pradejón tienen casi la obligación de conseguir la permanencia. Cada uno a su estilo y con lo que pueden aspiran a vivir una temporada sin agobios clasificatorios. Víctor Ubis continúa en La Isla para dirigir a los verdes. Un conjunto que no engaña: trabajo, trabajo y trabajo. Incansable y con velocidad en ataque será un equipo duro de batir. El Calasancio confía en Jesús Martínez para que los colegiales se afiancen en la zona templada. Sacrificio, entrega y trabajo son sus pilares para lograrlo. Otro rival difícil de superar. El Pradejón ha apostado por Óscar Herreros para que los verdiblancos encuentren la regularidad sin perder el juego entretenido y vistoso para sus fieles aficionados. Un buen comienzo allanaría el camino para conseguir sus objetivos.
Llega el momento de los clubes que acaban de ascender de Regional y que, por lógica, deberían pelear por evitar el descenso (a poder ser dejando cuatro rivales por debajo por lo que pudiera ocurrir). El Villegas, campeón de Regional, regresa a Tercera para quedarse. La Ribera será un campo complicado de ganar. Además, los de Nacho Torres apuntan a ser un bloque duro, incansable y que aprovechará sus recursos al máximo. El Yagüe también retorna a Tercera. Los de Dani Terroba contarán con la 'Marea Amarilla' para empujar al barrio en los partidos de El Salvador (y también los de fuera). Ofrecer un fútbol vistoso está en el manual del entrenador, ahora queda llevarlo a la práctica. La Calzada, muchos años después, vuelve a Tercera con mucha ilusión y con una localidad volcada. Un campo de lujo para la categoría es un reclamo para que los de Patxi Hermoso de Mendoza vivan grandes duelos. Hay que ver cómo es la adaptación. El Rapid de Murillo, beneficiado por el ascenso de la SDL, asume su papel y centra todas sus miras en la permanencia. Intensidad y trabajo son virtudes de los pupilos de Borja Lerma. En similares términos, el Aldeano (ascendió después de la renuncia del filial de la UDL) buscará que el San Bartolomé se convierta en una pesadilla para sus rivales. Calidad en la parte de arriba, hay, veremos si Víctor Morales encuentra el equilibrio con la defensa.
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